Vlad_Empalador
Será en Octubre
El Gobierno defiende la cita previa como vía para evitar «estrés y ansiedad laboral» a los funcionarios
CARLOS PUNZÓNVIGO / LA VOZ
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PACO RODRÍGUEZ
Considera que es una fórmula efectiva y que procede mantenerla
31 ene 2023. Actualizado a las 08:45 h.
Comentar · 27
La Administración central estima que la cita previa para acudir a sus dependencias es una herramienta que permite organizar y racionalizar el trabajo de los funcionarios y que además les evita tensiones y estrés por picos en la demanda de sus servicios por parte de los ciudadanos. Sin embargo, los problemas que la cita previa están generando a la hora de conseguir obtenerla telefónica o telemáticamente para poder acceder después a diversos organismos e instituciones han llegado al Congreso de los Diputados para tratar de hacer ver al Gobierno que ese sistema requiere mejoras. También lo ha demandado el Defensor del Pueblo este mismo año.
El Ejecutivo central defiende el uso de la cita previa como modelo que busca la optimización de los tiempos de atención dedicados por los funcionarios en las atenciones a los ciudadanos, «verificándose que ha sido una fórmula efectiva y que procede mantenerse», según una respuesta por escrito al grupo parlamentario de Ciudadanos. Esa vía de acceso a la Administración, que se ha convertido en obligatoria para trámites básicos como el mismo registro, es defendida por el Gobierno como método que «permite una adecuada organización de los tiempos de trabajo y de los recursos disponibles», indica en la citada respuesta parlamentaria, que se centra especialmente en la situación de las oficinas del Instituto Nacional de la Seguridad Social. Añade que la cita previa impide su saturación «por avalancha de demandantes de información», pero además destaca que el hecho de que los contribuyentes solo accedan a los mostradores cuando cuentan con cita «evita las consiguientes situaciones de estrés y ansiedad laboral del personal destinado» en ellos.
La jeta de la cita previa
CÉSAR CASAL
Presencialidad recuperada
En respuesta a La Voz, portavoces del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones atestiguan que «la presencialidad [de los funcionarios] en las oficinas de las Seguridad Social se recuperó totalmente después de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo». No obstante, certifica este departamento que desde antes ya de la crisis sanitaria para acceder a sus dependencias es necesario solicitar cita.
Pese al regreso físico de los funcionarios a sus puestos, tanto desde el departamento que dirige el ministro José Luis Escrivá como en la respuesta del Gobierno en las Cortes se hace hincapié en la pérdida de personal que está viviendo dicha sección de la Administración: «El Instituto Nacional de la Seguridad Social y la Seguridad Social en su conjunto se encuentran sometidos a unas tensiones estructurales considerables ante el déficit de personal que presenta debido, entre otras circunstancias, a las numerosas bajas por jubilación de efectivos». Ese recorte, subraya, le ha costado a la Seguridad Social contar con un 22 % menos de personal en una década.
Añaden ambas fuentes que desde el año 2019 han incorporado 862 funcionarios de carrera para paliar ese déficit, frente a los 155 de los ocho años anteriores. También destacan que el pasado otoño se aprobó la incorporación de 1.615 interinos para reforzar la atención, 747 de ellos en servicios provinciales.
La cita previa obliga a esperar hasta tres semanas para ser atendidos por la Administración
LA VOZ
El sistema se mantendrá
Pese a ambos contingentes a mayores, el Ejecutivo central tras*mite que la fórmula de la cita previa se mantendrá al considerarla eficaz para regular el acceso a las dependencias y el trabajo de atención al público.
Además de la vía de la cita previa, el ministerio de Escrivá señala a los diputados en su comunicación que avanzará también en «la automatización de los procesos y aplicaciones del Instituto Nacional de la Seguridad Social y la Seguridad Social, que abarcan cada vez más tareas administrativas que hasta ahora solo podían desempeñar los funcionarios o necesitaban de un seguimiento específico de estos». Dicha automatización también es esgrimida como fórmula que contribuye a reorganizar y redistribuir el trabajo en la Administración pública, «facilitándose con ello el poder disponer de más personal para las atenciones ciudadanas», se apunta en la respuesta a la pregunta formulada al Gobierno por Ciudadanos.
El Gobierno central niega que el sistema de cita previa obligatoria se haya convertido en un muro entre la Administración y el ciudadano. Es más, en el caso concreto de la Seguridad Social, el que motivó dos quejas del Defensor del Pueblo, asegura que, «si las personas no pueden acceder a medios electrónicos o telefónicos para obtener cita, siempre pueden acudir a una oficina y solicitar que el personal funcionario le gestione la obtención de esta».
Desde el Ministerio de Inclusión se añade que se tienen en cuenta casos de urgencia, que se atienden sin vez. Se trata de una circunstancia contemplada en la organización del trabajo con un tiempo sin cubrir con citas a propósito para resolver contingencias extraordinarias. El Gobierno añade que se recurre a ellas en situaciones de pérdida de derechos económicos u otras que quedan al arbitrio de los funcionarios. El ministerio cifra en 3,3 millones las personas atendidas en las oficinas de la Seguridad Social de manera presencial durante el año pasado. En el 2021 fueron 500.000 las que llegaron sin la obligada cita previa o constituían casos de atención urgente.
Apoyo a los funcionarios
«A pesar de la intensa carga de trabajo que vienen asumiendo los funcionarios de la entidad, no podemos dejar de reconocer el enorme esfuerzo que están haciendo en la pronta resolución de las actuaciones demandadas por los ciudadanos, dado el carácter de servicio público esencial del Instituto Nacional de la Seguridad Social, especialmente con aquellas personas y familias que se encuentran en situaciones de dificultades socioeconómicas o de salud», rompe una lanza en favor de los trabajadores públicos el ministerio.
Concretando sus números, en el 2021 el INSS atendió a 4,2 millones de personas, de las que 3,7 millones accedieron con cita, 114.262 sin ella y 402.279 por motivos urgentes. El año pasado, entre enero y octubre, fueron 232.775 los contribuyentes atendidos sin haber pedido la vez, y 550.593 los que la reservaron pero no comparecieron.
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PACO RODRÍGUEZ
Considera que es una fórmula efectiva y que procede mantenerla
31 ene 2023. Actualizado a las 08:45 h.
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La Administración central estima que la cita previa para acudir a sus dependencias es una herramienta que permite organizar y racionalizar el trabajo de los funcionarios y que además les evita tensiones y estrés por picos en la demanda de sus servicios por parte de los ciudadanos. Sin embargo, los problemas que la cita previa están generando a la hora de conseguir obtenerla telefónica o telemáticamente para poder acceder después a diversos organismos e instituciones han llegado al Congreso de los Diputados para tratar de hacer ver al Gobierno que ese sistema requiere mejoras. También lo ha demandado el Defensor del Pueblo este mismo año.
El Ejecutivo central defiende el uso de la cita previa como modelo que busca la optimización de los tiempos de atención dedicados por los funcionarios en las atenciones a los ciudadanos, «verificándose que ha sido una fórmula efectiva y que procede mantenerse», según una respuesta por escrito al grupo parlamentario de Ciudadanos. Esa vía de acceso a la Administración, que se ha convertido en obligatoria para trámites básicos como el mismo registro, es defendida por el Gobierno como método que «permite una adecuada organización de los tiempos de trabajo y de los recursos disponibles», indica en la citada respuesta parlamentaria, que se centra especialmente en la situación de las oficinas del Instituto Nacional de la Seguridad Social. Añade que la cita previa impide su saturación «por avalancha de demandantes de información», pero además destaca que el hecho de que los contribuyentes solo accedan a los mostradores cuando cuentan con cita «evita las consiguientes situaciones de estrés y ansiedad laboral del personal destinado» en ellos.
La jeta de la cita previa
CÉSAR CASAL
Presencialidad recuperada
En respuesta a La Voz, portavoces del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones atestiguan que «la presencialidad [de los funcionarios] en las oficinas de las Seguridad Social se recuperó totalmente después de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo». No obstante, certifica este departamento que desde antes ya de la crisis sanitaria para acceder a sus dependencias es necesario solicitar cita.
Pese al regreso físico de los funcionarios a sus puestos, tanto desde el departamento que dirige el ministro José Luis Escrivá como en la respuesta del Gobierno en las Cortes se hace hincapié en la pérdida de personal que está viviendo dicha sección de la Administración: «El Instituto Nacional de la Seguridad Social y la Seguridad Social en su conjunto se encuentran sometidos a unas tensiones estructurales considerables ante el déficit de personal que presenta debido, entre otras circunstancias, a las numerosas bajas por jubilación de efectivos». Ese recorte, subraya, le ha costado a la Seguridad Social contar con un 22 % menos de personal en una década.
Añaden ambas fuentes que desde el año 2019 han incorporado 862 funcionarios de carrera para paliar ese déficit, frente a los 155 de los ocho años anteriores. También destacan que el pasado otoño se aprobó la incorporación de 1.615 interinos para reforzar la atención, 747 de ellos en servicios provinciales.
La cita previa obliga a esperar hasta tres semanas para ser atendidos por la Administración
LA VOZ
El sistema se mantendrá
Pese a ambos contingentes a mayores, el Ejecutivo central tras*mite que la fórmula de la cita previa se mantendrá al considerarla eficaz para regular el acceso a las dependencias y el trabajo de atención al público.
Además de la vía de la cita previa, el ministerio de Escrivá señala a los diputados en su comunicación que avanzará también en «la automatización de los procesos y aplicaciones del Instituto Nacional de la Seguridad Social y la Seguridad Social, que abarcan cada vez más tareas administrativas que hasta ahora solo podían desempeñar los funcionarios o necesitaban de un seguimiento específico de estos». Dicha automatización también es esgrimida como fórmula que contribuye a reorganizar y redistribuir el trabajo en la Administración pública, «facilitándose con ello el poder disponer de más personal para las atenciones ciudadanas», se apunta en la respuesta a la pregunta formulada al Gobierno por Ciudadanos.
El Gobierno central niega que el sistema de cita previa obligatoria se haya convertido en un muro entre la Administración y el ciudadano. Es más, en el caso concreto de la Seguridad Social, el que motivó dos quejas del Defensor del Pueblo, asegura que, «si las personas no pueden acceder a medios electrónicos o telefónicos para obtener cita, siempre pueden acudir a una oficina y solicitar que el personal funcionario le gestione la obtención de esta».
Desde el Ministerio de Inclusión se añade que se tienen en cuenta casos de urgencia, que se atienden sin vez. Se trata de una circunstancia contemplada en la organización del trabajo con un tiempo sin cubrir con citas a propósito para resolver contingencias extraordinarias. El Gobierno añade que se recurre a ellas en situaciones de pérdida de derechos económicos u otras que quedan al arbitrio de los funcionarios. El ministerio cifra en 3,3 millones las personas atendidas en las oficinas de la Seguridad Social de manera presencial durante el año pasado. En el 2021 fueron 500.000 las que llegaron sin la obligada cita previa o constituían casos de atención urgente.
Apoyo a los funcionarios
«A pesar de la intensa carga de trabajo que vienen asumiendo los funcionarios de la entidad, no podemos dejar de reconocer el enorme esfuerzo que están haciendo en la pronta resolución de las actuaciones demandadas por los ciudadanos, dado el carácter de servicio público esencial del Instituto Nacional de la Seguridad Social, especialmente con aquellas personas y familias que se encuentran en situaciones de dificultades socioeconómicas o de salud», rompe una lanza en favor de los trabajadores públicos el ministerio.
Concretando sus números, en el 2021 el INSS atendió a 4,2 millones de personas, de las que 3,7 millones accedieron con cita, 114.262 sin ella y 402.279 por motivos urgentes. El año pasado, entre enero y octubre, fueron 232.775 los contribuyentes atendidos sin haber pedido la vez, y 550.593 los que la reservaron pero no comparecieron.