martingala
Madmaxista
No tendrás nada, trabajarás como un burro y serás feliz. El nuevo slogan de la satánica Agenda 2030. El objetivo es la total chinificación de la sociedad.
En un mundo en el que la idea de reducir la jornada laboral ha ido ganando terreno, Grecia va a contracorriente y planea aumentarla hasta las 10 horas diarias. El Gobierno conservador dirigido por Kyriakos Mitsotakis se apoyó en su mayoría parlamentaria de 158 diputados para aprobar el pasado 17 de junio la controvertida reforma laboral. Frente a él, la oposición votó en bloque contra el proyecto de ley tras un largo e intenso debate en el hemiciclo, mientras en la calle se sucedían las protestas y jornadas de huelga organizadas por unos sindicatos que han criticado duramente la propuesta
Según el ministro de Trabajo, Kostis Hatzidakis, el Gobierno intenta modernizar una legislación arcaica, que databa del año 1982, además de “dar una mayor flexibilidad a los trabajadores sin reducir sus ingresos”. Sin embargo, Emilía G., publicista en un pequeño medio de comunicación digital y que prefiere que no escribamos su nombre real, cree que “la flexibilidad va en contra del trabajador”. El Ejecutivo afirma que la nueva reforma garantizará que el aumento de horas se lleve a cabo solo si es el empleado el que lo solicita, pero Emilía teme que los trabajadores acaben siendo presionados para ello.
A vueltas con la reducción horaria: ¿realmente aumenta la productividad y el bienestar?
Enrique Zamorano
“No creo que los empleados lo pidan”, expresa por su parte Georgía Vlachou, quien trabaja como dependienta en una tienda de menaje en el centro de Atenas y también prefiere que utilicemos un nombre ficticio. “Algunas empresas se aprovecharán y simplemente dirán a sus trabajadores ‘a partir del lunes trabajamos 10 horas’. Es injusto. No puedes pedirle a la gente que haga jornadas de 10 horas por 500 euros”, agrega.
Según los sindicatos, la reforma —que fue presentada en el Parlamento en mayo— asestará un duro golpe al mercado laboral
Según los sindicatos, la reforma —que fue presentada por primera vez en el Parlamento en mayo— asestará un duro golpe a un mercado laboral que ya se ha visto muy perjudicado por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del el bichito-19. Alexis Tsipras, ex primer ministro y líder del partido izquierdista Syriza, cree que esta nueva ley es como "volver a la Edad Media", ya que legisla “más trabajo, menos sueldo y absolutamente ninguna protección para los trabajadores”.
A pesar de las críticas, Mitsotakis defiende que la nueva reforma no solo es favorable a los trabajadores, sino que está orientada al crecimiento y “traerá cambios que finalmente ayudarán a la economía y a la sociedad griega a alcanzar el ritmo del resto de Europa”. Algunas voces aseguran que esta reforma solo viene a apoyar legalmente algo que ya existe desde hace mucho tiempo en Grecia. “Lo que se acaba de aprobar ha sido durante años una ley no escrita” confiesa Stelios Papazis, empresario y dueño de una empresa de mensajería en Glyfada. El mejor ejemplo, resume, son las vacaciones que están a la vuelta de la esquina: “En los hoteles con los que he trabajado en los últimos años, no hay días de descanso en agosto, todas las libranzas se cogen a partir de septiembre”.
Opinión
Encaje legal de reducir la jornada laboral a menos de 40 horas, ¿funcionaría en España?
Julio García Cantó
Otro aspecto que recoge el nuevo proyecto de ley es el aumento del número de horas extraordinarias que el trabajador podrá cobrar hasta un máximo de 150 anuales en todos los sectores y que, en España, por ejemplo, no pueden superar las 80. No obstante, en un país como Grecia, muchos piensan que esta reforma beneficiará al empleador y las empresas compensarán con días libres a sus trabajadores, en lugar de pagarles las horas extraordinarias. “En Grecia, las horas extra no se pagan”, asegura Emilía. Y va más allá: “Los empleados entran a las nueve, pero la gran mayoría no se marcha a las cinco, se quedan hasta las seis o las siete y no piden ninguna remuneración por temor a no dar buena impresión o a perder su puesto de trabajo”.
El Gobierno insiste en que la nueva ley aumentará la tras*parencia, poniendo fin a las horas no remuneradas
El Gobierno insiste en que la nueva ley aumentará la tras*parencia entre empleador y empleado, poniendo fin a las horas no remuneradas y a la retribución en neցro. Para ello, planea introducir una nueva tarjeta digital a partir de 2022 que permitirá a las empresas registrar el horario de la jornada de sus trabajadores (algo que es obligatorio en España desde 2020).
Georgía no es tan optimista y niega que esta sea la solución. Aunque ya hay empresas que cuentan con estas tarjetas, “los trabajadores ‘fichan’ y se quedan a trabajar después. Si hubiera un método de control y pudiera denunciarse al empleador que obliga, quizá funcionase, pero no existe ese control. No creo que una tarjeta sirva de nada”. Desde el punto de vista del empresario, Stelios asegura que “lo de la tarjeta está muy bien”, aunque reconoce que será difícil su implantación. “Es muy complicado que se lleve a cabo. Hay muchos pequeños negocios a los que no les compensa instalarlo y otros que no pueden permitirse ahora mismo hacer un desembolso para comprar los terminales”.
Huelga de 24 horas en Atenas contra la reforma laboral. (Reuters)Menos poder para los sindicatos
A partir de ahora, los trabajadores negociarán individualmente su situación con los empleadores, anulando así la negociación colectiva. Los sindicatos califican la nueva ley como “monstruosa”, ya que negará a los trabajadores el derecho a la huelga, limitando los paros y estableciendo, entre otras cosas, la obligatoriedad de proporcionar un servicio mínimo garantizado del 33% en todas las empresas, incluyendo los servicios públicos, algo que no sucedía hasta ahora.
La gran deslocalización que viene: "Trabajo desde casa para UK por 100.000€ y soy feliz"
Manuel Ángel Méndez Gráficos: G. Cid
“No puede ser que unos pocos paralicen un país entero”, sostiene indignada Adrianí, enfermera de un hospital privado de Atenas. “Es inaceptable que los tras*portes públicos, por ejemplo, no dispusieran hasta ahora de servicios mínimos durante los paros”. Emilía cree que, “desafortunadamente, lo único que hacen los sindicatos de hoy es empujar a la gente a que haga huelga, pero luego no ayudan demasiado a conseguir resultados”. En su opinión, los trabajadores necesitan ayuda, "pero algunos sindicalistas solo saben quejarse de cosas irrelevantes. Lo único que les interesa es obtener contactos para meterse después en política".
La nueva reforma laboral crea asimismo un marco legal para el teletrabajo, concediendo a aquellos que trabajen a distancia el derecho a desconectar fuera del horario de trabajo y a no responder llamadas ni 'e-mails' fuera de hora, a menos que se acuerde lo contrario. También legisla por primera vez en Grecia el permiso de paternidad de 14 días remunerado (junto con una protección de seis meses en la que no podrá ser despedido) y establece una serie de medidas para hacer frente al acoso sensual en el lugar de trabajo.
La revolución laboral poscovid no pasa por Grecia: la jornada de trabajo aumenta hasta 10 horas
En un mundo en el que la idea de reducir la jornada laboral ha ido ganando terreno, Grecia va a contracorriente y planea aumentarla hasta las 10 horas diarias. El Gobierno conservador dirigido por Kyriakos Mitsotakis se apoyó en su mayoría parlamentaria de 158 diputados para aprobar el pasado 17 de junio la controvertida reforma laboral. Frente a él, la oposición votó en bloque contra el proyecto de ley tras un largo e intenso debate en el hemiciclo, mientras en la calle se sucedían las protestas y jornadas de huelga organizadas por unos sindicatos que han criticado duramente la propuesta
Según el ministro de Trabajo, Kostis Hatzidakis, el Gobierno intenta modernizar una legislación arcaica, que databa del año 1982, además de “dar una mayor flexibilidad a los trabajadores sin reducir sus ingresos”. Sin embargo, Emilía G., publicista en un pequeño medio de comunicación digital y que prefiere que no escribamos su nombre real, cree que “la flexibilidad va en contra del trabajador”. El Ejecutivo afirma que la nueva reforma garantizará que el aumento de horas se lleve a cabo solo si es el empleado el que lo solicita, pero Emilía teme que los trabajadores acaben siendo presionados para ello.
A vueltas con la reducción horaria: ¿realmente aumenta la productividad y el bienestar?
Enrique Zamorano
“No creo que los empleados lo pidan”, expresa por su parte Georgía Vlachou, quien trabaja como dependienta en una tienda de menaje en el centro de Atenas y también prefiere que utilicemos un nombre ficticio. “Algunas empresas se aprovecharán y simplemente dirán a sus trabajadores ‘a partir del lunes trabajamos 10 horas’. Es injusto. No puedes pedirle a la gente que haga jornadas de 10 horas por 500 euros”, agrega.
Según los sindicatos, la reforma —que fue presentada en el Parlamento en mayo— asestará un duro golpe al mercado laboral
Según los sindicatos, la reforma —que fue presentada por primera vez en el Parlamento en mayo— asestará un duro golpe a un mercado laboral que ya se ha visto muy perjudicado por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del el bichito-19. Alexis Tsipras, ex primer ministro y líder del partido izquierdista Syriza, cree que esta nueva ley es como "volver a la Edad Media", ya que legisla “más trabajo, menos sueldo y absolutamente ninguna protección para los trabajadores”.
A pesar de las críticas, Mitsotakis defiende que la nueva reforma no solo es favorable a los trabajadores, sino que está orientada al crecimiento y “traerá cambios que finalmente ayudarán a la economía y a la sociedad griega a alcanzar el ritmo del resto de Europa”. Algunas voces aseguran que esta reforma solo viene a apoyar legalmente algo que ya existe desde hace mucho tiempo en Grecia. “Lo que se acaba de aprobar ha sido durante años una ley no escrita” confiesa Stelios Papazis, empresario y dueño de una empresa de mensajería en Glyfada. El mejor ejemplo, resume, son las vacaciones que están a la vuelta de la esquina: “En los hoteles con los que he trabajado en los últimos años, no hay días de descanso en agosto, todas las libranzas se cogen a partir de septiembre”.
Encaje legal de reducir la jornada laboral a menos de 40 horas, ¿funcionaría en España?
Julio García Cantó
Otro aspecto que recoge el nuevo proyecto de ley es el aumento del número de horas extraordinarias que el trabajador podrá cobrar hasta un máximo de 150 anuales en todos los sectores y que, en España, por ejemplo, no pueden superar las 80. No obstante, en un país como Grecia, muchos piensan que esta reforma beneficiará al empleador y las empresas compensarán con días libres a sus trabajadores, en lugar de pagarles las horas extraordinarias. “En Grecia, las horas extra no se pagan”, asegura Emilía. Y va más allá: “Los empleados entran a las nueve, pero la gran mayoría no se marcha a las cinco, se quedan hasta las seis o las siete y no piden ninguna remuneración por temor a no dar buena impresión o a perder su puesto de trabajo”.
El Gobierno insiste en que la nueva ley aumentará la tras*parencia, poniendo fin a las horas no remuneradas
El Gobierno insiste en que la nueva ley aumentará la tras*parencia entre empleador y empleado, poniendo fin a las horas no remuneradas y a la retribución en neցro. Para ello, planea introducir una nueva tarjeta digital a partir de 2022 que permitirá a las empresas registrar el horario de la jornada de sus trabajadores (algo que es obligatorio en España desde 2020).
Georgía no es tan optimista y niega que esta sea la solución. Aunque ya hay empresas que cuentan con estas tarjetas, “los trabajadores ‘fichan’ y se quedan a trabajar después. Si hubiera un método de control y pudiera denunciarse al empleador que obliga, quizá funcionase, pero no existe ese control. No creo que una tarjeta sirva de nada”. Desde el punto de vista del empresario, Stelios asegura que “lo de la tarjeta está muy bien”, aunque reconoce que será difícil su implantación. “Es muy complicado que se lleve a cabo. Hay muchos pequeños negocios a los que no les compensa instalarlo y otros que no pueden permitirse ahora mismo hacer un desembolso para comprar los terminales”.
Huelga de 24 horas en Atenas contra la reforma laboral. (Reuters)Menos poder para los sindicatos
A partir de ahora, los trabajadores negociarán individualmente su situación con los empleadores, anulando así la negociación colectiva. Los sindicatos califican la nueva ley como “monstruosa”, ya que negará a los trabajadores el derecho a la huelga, limitando los paros y estableciendo, entre otras cosas, la obligatoriedad de proporcionar un servicio mínimo garantizado del 33% en todas las empresas, incluyendo los servicios públicos, algo que no sucedía hasta ahora.
La gran deslocalización que viene: "Trabajo desde casa para UK por 100.000€ y soy feliz"
Manuel Ángel Méndez Gráficos: G. Cid
“No puede ser que unos pocos paralicen un país entero”, sostiene indignada Adrianí, enfermera de un hospital privado de Atenas. “Es inaceptable que los tras*portes públicos, por ejemplo, no dispusieran hasta ahora de servicios mínimos durante los paros”. Emilía cree que, “desafortunadamente, lo único que hacen los sindicatos de hoy es empujar a la gente a que haga huelga, pero luego no ayudan demasiado a conseguir resultados”. En su opinión, los trabajadores necesitan ayuda, "pero algunos sindicalistas solo saben quejarse de cosas irrelevantes. Lo único que les interesa es obtener contactos para meterse después en política".
La nueva reforma laboral crea asimismo un marco legal para el teletrabajo, concediendo a aquellos que trabajen a distancia el derecho a desconectar fuera del horario de trabajo y a no responder llamadas ni 'e-mails' fuera de hora, a menos que se acuerde lo contrario. También legisla por primera vez en Grecia el permiso de paternidad de 14 días remunerado (junto con una protección de seis meses en la que no podrá ser despedido) y establece una serie de medidas para hacer frente al acoso sensual en el lugar de trabajo.
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