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Madmaxista
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Domingo 11 de octubre de 2020. *Opinión
Miami, Estados Unidos.
El fraude en las elecciones de EEUU | La República EC
El fraude que llevó a John F. Kennedy a la presidencia de EE. UU. es quizás el más grande de toda la historia de los fraudes cometidos por los demócratas. El alcalde de Chicago, Richard J. Daley, manipuló los resultados otorgando la victoria a Kennedy por 8,858 votos.
Un recuento histórico de aquel mega fraude está magistralmente expuesto por el escritor español, Cesar Vidal, historiador y politólogo en un artículo titulado “Kennedy cincuenta años después”.
El Partido demócrata ha sido el líder de los fraudes electorales, de hecho, es el único partido que tuvo una organización llamada ACORN que durante más de 40 años se dedicó, como su función más importante y PRINCIPAL la de registrar, como demócratas, en las listas de votantes a personas que no eran ciudadanos norteamericanos, a indocumentados y residentes sin derecho al voto.
Esta organización, fundada por socialistas, llegó a tener medio millón de activistas en más de cien ciudades importantes de todo el país, inscribió FRAUDULENTAMENTE, unos DIEZ MILLONES de personas para el PARTIDO DEMOCRATA; su presidenta Bertha Lewis declaró en más de una ocasión que: “EEUU debía ser una república socialista”. Las actividades ilegales de esta organización se descubrieron cuando una pareja de jóvenes, Hannah Giles y James O’Keefe, haciéndose pasar, ella por cortesana y él por proxeneta, con cámaras ocultas estuvieron filmando y grabando todas las actividades ilegales de este grupo, al que el expresidente Obama le regaló 860 mil dólares. Cuando se publicaron los videos, la opinión pública se escandalizó y el FBI se presentó en decenas de oficinas de ACORN en todo el país, se llevaron las computadoras y cientos de cajas de documentos…y cerraron esta organización. Tan graves y contundentes fueron las pruebas de las actividades criminales de este frente demócrata que ni Obama, ni ninguno de los líderes del Partido pudieron intervenir para salvar a ACORN.
Cuando se habla de fraude electoral en los EE. UU. los primeros que lo niegan son los demócratas, por aquello de que no debe hablarse de “soga en la casa del ahorcado”, y después, gente desinformada, orates útiles, entre ellos congresistas y senadores del Partido Republicano.
Hay TRES sacramentos para el Partido Demócrata:
En nombre del National Voter Rregistration ACT (NVRA) que obliga a los Estados a actualizar los registros de votantes, Judicial Watch logró llevar a las Cortes a estados que se negaban a limpiar sus registros de votantes.
Los primeros intentos de Judicial Watch en esa ardua tarea, tuvieron como respuesta las burlas y negativas de las autoridades demócratas que echaron rodilla en tierra para seguir manteniendo el fraude. Todos esos dirigentes del condado de Los Angeles y de otros estados eran parte y cómplices del fraude. Por ejemplo: Alex Padilla, secretario del Estado de California y Dean C. Logan responsable de los registros de votantes del condado de Los Angeles, repetidamente ignoraban y no respondían a las peticiones de JUDICIAL WATCH y JW los demandó en la Corte.
El 3 de enero de 2019 Judicial Watch anunciaba la victoria legal contra el estado de California y el condado de Los Angeles y la firma de un acuerdo (settlement agreement) por mandato de la Corte Suprema, mediante el cual obligaba al condado de los Angeles a borrar de sus listas 1,5 millones (un millón quinientos mil) de votantes “inactivos” (Canada Free Press, 3 de enero, 2019) (The Washington Times, 7 de enero, 2019)
Los 58 condados que tiene California, TODOS, tienen registrados más votantes que ciudadanos legales inscritos para votar.
Según informa “US ELECTION ASSISTANCE COMMISION”, el condado de Los Angeles tiene más votantes registrados que los ciudadanos en edad para votar.
El mandato de la corte obligó al Secretario de Estado Alex Padilla, el mismo que se burlaba de Judicial Watch, a notificar a los 58 condados de California que por decisión de la corte están obligados a remover de las listas los votantes inactivos (fraudulentos.)
Cuando el 15 de junio de 2017 JUDICIAL WATCH solicitó al condado de Los Angeles una relación de los votantes registrados activos e inactivos (fraudulentos) la respuesta fue que esa información no estaba disponible.
En la página 13 del Settlement agreement, en las líneas números 24 y 25 dicen: “hay 5,238 465 (cinco millones doscientos treinta y ocho mil cuatrocientas sesenta y cinco) registraciones activas y 3,475,328 (tres millones cuatrocientos setenta y cinco mil trescientos veintiocho) inactivos (votantes fraudulentos). estos “inactivos” son más o menos el doble del 1,515,330 que había declarado el condado de Los Angeles al US ELECTION ASSISTANCE COMMISION (EAC).
EL condado de Los Angeles estaba obligado a remover de las listas de votantes ‘’ TODOS’’ los inscritos ilegalmente.
En la página 15 del ‘Settlement agreement” en las líneas 9, 10 y 11, en el párrafo 51 dice: “California reported to the EAC that Los Angeles County removed ZERO registration between November 2014 and NOVEMBER 2016” (TEXTUAL) es decir en esos años nadie murió ni se mudó de Los Angeles que tiene más de diez millones de habitantes.
Esos tres millones cuatrocientos setenta y cinco mil trescientos veintiocho votos ilegales, o parte de ellos, fueron acreditados a Hillary Clinton y con estos y los votos fraudulentos de otros estados ganó el voto popular,claro solo con los de los Angeles alcanzaba.
En el párrafo 79 del “Settlement agreement” líneas 11, 12 y 13 el secretario de ESTADO Alex Padilla y Dean C. Logan en respuesta a una carta de JUDICIAL WATCH (Second Notice Letter) pidiendo una relación de los más de tres millones de votantes inactivos (así se refieren a los registrados ilegalmente) estos dos altos funcionarios demócratas respondieron que “that inactive registration were irrelevant to list maintenance” (textual en inglés)
Decir que esos más de 3 millones de votos ilegales eran irrelevantes como para ponerlos en una lista, es una declaración cínica y de absoluto desprecio por la ley.
Por más de 40 años esos tahúres de las elecciones en este país estuvieron endosando esos votos fraudulentos, por supuesto, a los candidatos demócratas a Al Gore, al expresidente Obama y a Hillary Clinton. Ni ella ni Al Gore ganaron el voto popular, tampoco el expresidente Obama que en la elección del 2008 tuvo 9,540 193 del voto popular y en 2012, 4,982 291 mucho menos de los más de diez millones, como mínimo, que recibió de las reservas de votos ilegales del partido demócrata.
Gracias a la agresividad de Judicial Watch en sus investigaciones, demandas y otras acciones legales en más de una docena de estados, se ha logrado limpiar los “dirty voter Rolls “no totalmente, pero en gran medida. Todavía quedan muchos millones de votantes ilegales en esas listas.
En el 2018 un juez Federal por las acciones legales de JW obligó al estado de Kentucky a limpiar los registros de votantes. En el actual 2020, Judicial Watch, como resultado de demandas en cuatro estados: Colorado, North Carolina, Pennsylvania y Virginia, luego de una investigación de JW en 19 condados de esos estados, descubrieron unos 2,500.000 (dos millones quinientos mil votantes ilegales… (The Washington Times, 6 de enero, 2010) y hay mucho más todavía……….
Carolina del Norte admitió tener 1.000.000 (un millón) de votos “inactivos” (fraudulentos). Otra de las luchas de los demócratas es eliminar las identificaciones a la hora de votar. La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito adoptó el argumento de JW en favor de hacer obligatorio la foto en la tarjeta de votar en Alabama. Los demócratas acusaron de racista a JW y definieron la decisión de los jueces como “una medida odiosa y discriminatoria contra los afroamericanos” tratando, hipócritamente, de utilizar el racismo para lograr una de sus grandes y tramposas metas: votar con una identificación sin foto y en algunos estados votar solo con la licencia de conducir y sin tener que enrolarse en las listas de votantes antes de las elecciones. En este país, para cambiar un cheque, para subir a un avión, hay que tener una tarjeta de identidad con foto. ¿Por qué los demócratas quieren eliminar la foto de la tarjeta de votante? para cometer fraude. ¿Por qué quieren votar con la licencia? para que miles de no ciudadanos y de ilegales que tienen licencia voten por ellos.
La desesperación de los demócratas ante la posibilidad de volver a perder las elecciones y que gane el presidente Trump la reelección, los ha llevado a tomar acciones desesperadas… El Gobernador de California, Newsom, por un mandato ordenaba ilegalmente, que se le enviaran boletas para votar por correo a TODOS los votantes registrados, sin que estos las solicitaran. JUDICIAL WATCH en las cortes logró bloquear el mandato del gobernador y abortar otro fraude más. Si los demócratas lograran que todos voten por correo con el pretexto del Corona bichito, el fraude de ellos dejaría insignificante al que llevó a Kennedy a la Casa Blanca.
Los líderes del Partido Demócrata siempre han estado en contra de que los militares destacados en el extranjero tengan derecho a votar, porque saben que la inmensa mayoría de los miembros de las Fuerzas Armadas votan por los republicanos. El activista más obsesionado con que los militares no voten desde el exterior es el actual presidente del Partido Nacional Demócrata, el marxista Tom Pérez. Cuando el Estado de la Florida en 2012 solicitó una limpieza de los registros de votación, porque habían descubierto 182.000 (ciento ochenta y dos mil votantes que no eran ciudadanos) Tom Pérez, que estaba entonces de segundo en el departamento de Justicia, con varias organizaciones demócratas de extrema izquierda, demandaron al Estado de la Florida para prohibirle desechar esos 182 mil votantes. Y en una decisión sorpresiva, la corte de apelaciones del distrito 11 falló 2 a 1 a favor de los demócratas. Siempre ha sido un misterio porque el Gobernador Scott no apeló esa decisión, quizás estaba pensando en su próxima aspiración a senador. Esos 182 mil, no ciudadanos han votado todos estos años por los demócratas, votaron por Obama, por Gore por Hillary Clinton y votaran este año por Biden. ¿Cuántos norteamericanos saben de esto?
El fraude de los demócratas en la Florida históricamente ha sido escandaloso.
Antes de las elecciones del 2000 el Secretario de Estado había expurgado decenas de miles de ciudadanos identificados como criminales de la lista de votantes de la Florida, con los afroamericanos identificados en las listas de algunos condados en HASTA CINCO VECES su parte de la población. Los demócratas se indignaron por haber borrado a esos criminales de las listas y afirmaron que ‘’muchos de ellos no eran delincuentes’’, estaban furiosos porque perdieron decenas de miles de votos demócratas.
Durante el recuento de votos en la elección Bush-Gore (“2000 UNITED STATES PRESIDENTIAL ELECTION RECOUNT IN FLORIDA”) se encontraron diversas irregularidades, por ejemplo: en una investigación sistemática por parte de la COMISION DE ESTADOS UNIDOS sobre DERECHOS CIVILES concluyó que, “aunque los afroamericanos constituían el 11% de la población votante en la Florida, echaron en las urnas el 54% de los votos”. Entre mayo de 1999 y el día de las elecciones del 2000, dos secretarias de Estado de la Florida, Sandra Mortham y Katherine Harris, contrataron una empresa “DBT Online” a un costo de $4.294 millones para una investigación de los registros de votantes y descubrieron en una lista de mayo de 2000 más de 57.000 votantes identificados como criminales, y ordenaron a todos los condados sacar a estos delincuentes de las listas de votantes. Los demócratas se opusieron y sus argumentos fueron surrealistas, tales como que esos votantes (demócratas) ‘tenían nombres similares a los criminales reales’, etc. Otra de las metas de los demócratas es permitir que los criminales voten, porque saben que la mayoría votará por ellos.
Ahora mismo el millonario Mike Bloomberg donó millones de dólares para pagar las multas y deudas legales a 31 mil exconvictos para que puedan votar por Biden en las próximas elecciones. Comprar votos es un crimen Federal. Ahora Bloomberg está bajo investigación del FBI. La desesperación por ganar las elecciones de los demócratas no tiene precedentes.
Recientemente Judicial Watch ha iniciado acciones legales con los oficiales de las elecciones en la Florida para remover de las listas los nombres de 50,000 (cincuenta mil) fallecidos.
Pero la reina del fraude electoral en el estado de la Florida, fue la jefa de las elecciones en el condado de Broward, Brenda Snipes, demócrata. Durante los 15 años que estuvo en el cargo, se caracterizó por demorar y manipular el resultado de las elecciones. La Ley de la Florida dice que 30 minutos después del cierre de las urnas hay que dar los resultados. Snipes se burlaba de la ley. Una de sus hazañas fue destruir las boletas de la elección presidencial del 2016, sin esperar los veintidós meses requeridos por la Ley Federal. (Sun Sentinel 9 de noviembre, 2018) (The Guardian, 15 de noviembre, 2018)
En el 2012 se encontraron 1000 (mil) boletas sin contar después de las elecciones y accidentalmente, eran republicanas. Otras 2.040 boletas desaparecieron y ella dijo que “estaban en algún lugar de su oficina’’. En el 2004 se perdieron 58.000 (cincuenta y ocho mil boletas) (Sun Sentinel 19 de noviembre, 2018) ¿y que paso….? NADA.
(...sigue)
Miami, Estados Unidos.
El fraude en las elecciones de EEUU | La República EC
El fraude que llevó a John F. Kennedy a la presidencia de EE. UU. es quizás el más grande de toda la historia de los fraudes cometidos por los demócratas. El alcalde de Chicago, Richard J. Daley, manipuló los resultados otorgando la victoria a Kennedy por 8,858 votos.
Un recuento histórico de aquel mega fraude está magistralmente expuesto por el escritor español, Cesar Vidal, historiador y politólogo en un artículo titulado “Kennedy cincuenta años después”.
El Partido demócrata ha sido el líder de los fraudes electorales, de hecho, es el único partido que tuvo una organización llamada ACORN que durante más de 40 años se dedicó, como su función más importante y PRINCIPAL la de registrar, como demócratas, en las listas de votantes a personas que no eran ciudadanos norteamericanos, a indocumentados y residentes sin derecho al voto.
Esta organización, fundada por socialistas, llegó a tener medio millón de activistas en más de cien ciudades importantes de todo el país, inscribió FRAUDULENTAMENTE, unos DIEZ MILLONES de personas para el PARTIDO DEMOCRATA; su presidenta Bertha Lewis declaró en más de una ocasión que: “EEUU debía ser una república socialista”. Las actividades ilegales de esta organización se descubrieron cuando una pareja de jóvenes, Hannah Giles y James O’Keefe, haciéndose pasar, ella por cortesana y él por proxeneta, con cámaras ocultas estuvieron filmando y grabando todas las actividades ilegales de este grupo, al que el expresidente Obama le regaló 860 mil dólares. Cuando se publicaron los videos, la opinión pública se escandalizó y el FBI se presentó en decenas de oficinas de ACORN en todo el país, se llevaron las computadoras y cientos de cajas de documentos…y cerraron esta organización. Tan graves y contundentes fueron las pruebas de las actividades criminales de este frente demócrata que ni Obama, ni ninguno de los líderes del Partido pudieron intervenir para salvar a ACORN.
Cuando se habla de fraude electoral en los EE. UU. los primeros que lo niegan son los demócratas, por aquello de que no debe hablarse de “soga en la casa del ahorcado”, y después, gente desinformada, orates útiles, entre ellos congresistas y senadores del Partido Republicano.
Hay TRES sacramentos para el Partido Demócrata:
- El ABORTO, asesinando bebes hasta los nueve meses de embarazo
- Eliminar la Enmienda 2 para desarmar al pueblo
- El fraude electoral
En nombre del National Voter Rregistration ACT (NVRA) que obliga a los Estados a actualizar los registros de votantes, Judicial Watch logró llevar a las Cortes a estados que se negaban a limpiar sus registros de votantes.
Los primeros intentos de Judicial Watch en esa ardua tarea, tuvieron como respuesta las burlas y negativas de las autoridades demócratas que echaron rodilla en tierra para seguir manteniendo el fraude. Todos esos dirigentes del condado de Los Angeles y de otros estados eran parte y cómplices del fraude. Por ejemplo: Alex Padilla, secretario del Estado de California y Dean C. Logan responsable de los registros de votantes del condado de Los Angeles, repetidamente ignoraban y no respondían a las peticiones de JUDICIAL WATCH y JW los demandó en la Corte.
El 3 de enero de 2019 Judicial Watch anunciaba la victoria legal contra el estado de California y el condado de Los Angeles y la firma de un acuerdo (settlement agreement) por mandato de la Corte Suprema, mediante el cual obligaba al condado de los Angeles a borrar de sus listas 1,5 millones (un millón quinientos mil) de votantes “inactivos” (Canada Free Press, 3 de enero, 2019) (The Washington Times, 7 de enero, 2019)
Los 58 condados que tiene California, TODOS, tienen registrados más votantes que ciudadanos legales inscritos para votar.
Según informa “US ELECTION ASSISTANCE COMMISION”, el condado de Los Angeles tiene más votantes registrados que los ciudadanos en edad para votar.
El mandato de la corte obligó al Secretario de Estado Alex Padilla, el mismo que se burlaba de Judicial Watch, a notificar a los 58 condados de California que por decisión de la corte están obligados a remover de las listas los votantes inactivos (fraudulentos.)
Cuando el 15 de junio de 2017 JUDICIAL WATCH solicitó al condado de Los Angeles una relación de los votantes registrados activos e inactivos (fraudulentos) la respuesta fue que esa información no estaba disponible.
En la página 13 del Settlement agreement, en las líneas números 24 y 25 dicen: “hay 5,238 465 (cinco millones doscientos treinta y ocho mil cuatrocientas sesenta y cinco) registraciones activas y 3,475,328 (tres millones cuatrocientos setenta y cinco mil trescientos veintiocho) inactivos (votantes fraudulentos). estos “inactivos” son más o menos el doble del 1,515,330 que había declarado el condado de Los Angeles al US ELECTION ASSISTANCE COMMISION (EAC).
EL condado de Los Angeles estaba obligado a remover de las listas de votantes ‘’ TODOS’’ los inscritos ilegalmente.
En la página 15 del ‘Settlement agreement” en las líneas 9, 10 y 11, en el párrafo 51 dice: “California reported to the EAC that Los Angeles County removed ZERO registration between November 2014 and NOVEMBER 2016” (TEXTUAL) es decir en esos años nadie murió ni se mudó de Los Angeles que tiene más de diez millones de habitantes.
Esos tres millones cuatrocientos setenta y cinco mil trescientos veintiocho votos ilegales, o parte de ellos, fueron acreditados a Hillary Clinton y con estos y los votos fraudulentos de otros estados ganó el voto popular,claro solo con los de los Angeles alcanzaba.
En el párrafo 79 del “Settlement agreement” líneas 11, 12 y 13 el secretario de ESTADO Alex Padilla y Dean C. Logan en respuesta a una carta de JUDICIAL WATCH (Second Notice Letter) pidiendo una relación de los más de tres millones de votantes inactivos (así se refieren a los registrados ilegalmente) estos dos altos funcionarios demócratas respondieron que “that inactive registration were irrelevant to list maintenance” (textual en inglés)
Decir que esos más de 3 millones de votos ilegales eran irrelevantes como para ponerlos en una lista, es una declaración cínica y de absoluto desprecio por la ley.
Por más de 40 años esos tahúres de las elecciones en este país estuvieron endosando esos votos fraudulentos, por supuesto, a los candidatos demócratas a Al Gore, al expresidente Obama y a Hillary Clinton. Ni ella ni Al Gore ganaron el voto popular, tampoco el expresidente Obama que en la elección del 2008 tuvo 9,540 193 del voto popular y en 2012, 4,982 291 mucho menos de los más de diez millones, como mínimo, que recibió de las reservas de votos ilegales del partido demócrata.
Gracias a la agresividad de Judicial Watch en sus investigaciones, demandas y otras acciones legales en más de una docena de estados, se ha logrado limpiar los “dirty voter Rolls “no totalmente, pero en gran medida. Todavía quedan muchos millones de votantes ilegales en esas listas.
En el 2018 un juez Federal por las acciones legales de JW obligó al estado de Kentucky a limpiar los registros de votantes. En el actual 2020, Judicial Watch, como resultado de demandas en cuatro estados: Colorado, North Carolina, Pennsylvania y Virginia, luego de una investigación de JW en 19 condados de esos estados, descubrieron unos 2,500.000 (dos millones quinientos mil votantes ilegales… (The Washington Times, 6 de enero, 2010) y hay mucho más todavía……….
Carolina del Norte admitió tener 1.000.000 (un millón) de votos “inactivos” (fraudulentos). Otra de las luchas de los demócratas es eliminar las identificaciones a la hora de votar. La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito adoptó el argumento de JW en favor de hacer obligatorio la foto en la tarjeta de votar en Alabama. Los demócratas acusaron de racista a JW y definieron la decisión de los jueces como “una medida odiosa y discriminatoria contra los afroamericanos” tratando, hipócritamente, de utilizar el racismo para lograr una de sus grandes y tramposas metas: votar con una identificación sin foto y en algunos estados votar solo con la licencia de conducir y sin tener que enrolarse en las listas de votantes antes de las elecciones. En este país, para cambiar un cheque, para subir a un avión, hay que tener una tarjeta de identidad con foto. ¿Por qué los demócratas quieren eliminar la foto de la tarjeta de votante? para cometer fraude. ¿Por qué quieren votar con la licencia? para que miles de no ciudadanos y de ilegales que tienen licencia voten por ellos.
La desesperación de los demócratas ante la posibilidad de volver a perder las elecciones y que gane el presidente Trump la reelección, los ha llevado a tomar acciones desesperadas… El Gobernador de California, Newsom, por un mandato ordenaba ilegalmente, que se le enviaran boletas para votar por correo a TODOS los votantes registrados, sin que estos las solicitaran. JUDICIAL WATCH en las cortes logró bloquear el mandato del gobernador y abortar otro fraude más. Si los demócratas lograran que todos voten por correo con el pretexto del Corona bichito, el fraude de ellos dejaría insignificante al que llevó a Kennedy a la Casa Blanca.
Los líderes del Partido Demócrata siempre han estado en contra de que los militares destacados en el extranjero tengan derecho a votar, porque saben que la inmensa mayoría de los miembros de las Fuerzas Armadas votan por los republicanos. El activista más obsesionado con que los militares no voten desde el exterior es el actual presidente del Partido Nacional Demócrata, el marxista Tom Pérez. Cuando el Estado de la Florida en 2012 solicitó una limpieza de los registros de votación, porque habían descubierto 182.000 (ciento ochenta y dos mil votantes que no eran ciudadanos) Tom Pérez, que estaba entonces de segundo en el departamento de Justicia, con varias organizaciones demócratas de extrema izquierda, demandaron al Estado de la Florida para prohibirle desechar esos 182 mil votantes. Y en una decisión sorpresiva, la corte de apelaciones del distrito 11 falló 2 a 1 a favor de los demócratas. Siempre ha sido un misterio porque el Gobernador Scott no apeló esa decisión, quizás estaba pensando en su próxima aspiración a senador. Esos 182 mil, no ciudadanos han votado todos estos años por los demócratas, votaron por Obama, por Gore por Hillary Clinton y votaran este año por Biden. ¿Cuántos norteamericanos saben de esto?
El fraude de los demócratas en la Florida históricamente ha sido escandaloso.
Antes de las elecciones del 2000 el Secretario de Estado había expurgado decenas de miles de ciudadanos identificados como criminales de la lista de votantes de la Florida, con los afroamericanos identificados en las listas de algunos condados en HASTA CINCO VECES su parte de la población. Los demócratas se indignaron por haber borrado a esos criminales de las listas y afirmaron que ‘’muchos de ellos no eran delincuentes’’, estaban furiosos porque perdieron decenas de miles de votos demócratas.
Durante el recuento de votos en la elección Bush-Gore (“2000 UNITED STATES PRESIDENTIAL ELECTION RECOUNT IN FLORIDA”) se encontraron diversas irregularidades, por ejemplo: en una investigación sistemática por parte de la COMISION DE ESTADOS UNIDOS sobre DERECHOS CIVILES concluyó que, “aunque los afroamericanos constituían el 11% de la población votante en la Florida, echaron en las urnas el 54% de los votos”. Entre mayo de 1999 y el día de las elecciones del 2000, dos secretarias de Estado de la Florida, Sandra Mortham y Katherine Harris, contrataron una empresa “DBT Online” a un costo de $4.294 millones para una investigación de los registros de votantes y descubrieron en una lista de mayo de 2000 más de 57.000 votantes identificados como criminales, y ordenaron a todos los condados sacar a estos delincuentes de las listas de votantes. Los demócratas se opusieron y sus argumentos fueron surrealistas, tales como que esos votantes (demócratas) ‘tenían nombres similares a los criminales reales’, etc. Otra de las metas de los demócratas es permitir que los criminales voten, porque saben que la mayoría votará por ellos.
Ahora mismo el millonario Mike Bloomberg donó millones de dólares para pagar las multas y deudas legales a 31 mil exconvictos para que puedan votar por Biden en las próximas elecciones. Comprar votos es un crimen Federal. Ahora Bloomberg está bajo investigación del FBI. La desesperación por ganar las elecciones de los demócratas no tiene precedentes.
Recientemente Judicial Watch ha iniciado acciones legales con los oficiales de las elecciones en la Florida para remover de las listas los nombres de 50,000 (cincuenta mil) fallecidos.
Pero la reina del fraude electoral en el estado de la Florida, fue la jefa de las elecciones en el condado de Broward, Brenda Snipes, demócrata. Durante los 15 años que estuvo en el cargo, se caracterizó por demorar y manipular el resultado de las elecciones. La Ley de la Florida dice que 30 minutos después del cierre de las urnas hay que dar los resultados. Snipes se burlaba de la ley. Una de sus hazañas fue destruir las boletas de la elección presidencial del 2016, sin esperar los veintidós meses requeridos por la Ley Federal. (Sun Sentinel 9 de noviembre, 2018) (The Guardian, 15 de noviembre, 2018)
En el 2012 se encontraron 1000 (mil) boletas sin contar después de las elecciones y accidentalmente, eran republicanas. Otras 2.040 boletas desaparecieron y ella dijo que “estaban en algún lugar de su oficina’’. En el 2004 se perdieron 58.000 (cincuenta y ocho mil boletas) (Sun Sentinel 19 de noviembre, 2018) ¿y que paso….? NADA.
(...sigue)