arangul
Madmaxista
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El ciclo virtuoso del turismo está impulsando la llegada en avalancha de inversores extranjeros para sondear la compra de activos en España, atraídos por las importantes rentabilidades que pueden obtener. Pero, al mismo tiempo, está revalorizando esos inmuebles y despertando el interés de los propietarios por obtener plusvalías importantes desprendiéndose de los mismos.
Es el caso del fondo alemán Unión Investment, que cuenta dentro de su cartera con dos activos hoteleros comprados con diez años de diferencia. En 2012 adquirió el hotel Barceló Raval, con 186 habitaciones y una categoría de cuatro estrellas, por 40 millones de euros. Dos lustros después cerró con Meridia la compra del hotel 1882 (ahora convertido en un inmueble de la marca Radisson Blu) por 60 millones de euros.
Fuentes inmobiliarias consultadas por CincoDías confirman que el fondo alemán habría contratado a Eastdil Secured como asesor en el proceso de venta, aprovechando los precios récord que se están pagando en la adquisición de activos en Barcelona. Unión Investment declinó hacer comentarios sobre esta operación. Solo este año, la gestora alemana ASG vendió a un family office británico el hotel Hampton by Hilton Barcelona Fira Gran Via por 50 millones, mientras que la socimi Atom, participada por Bankinter e inversores particulares del banco y gestionada por GMA, adquirió los hoteles Miramar (que gestionará Hyatt) y Gran Hotel Florida por 50 millones de euros. También el grupo OD, fundado por Marc Rahola Matutes, vendió el Ocean Drive de Barcelona por 55 millones de euros a un grupo inversor procedente de Europa del Este.
La cartera hotelera de Union Investment está compuesta en la actualidad por 92 hoteles en 10 países, que suman más de 22.000 habitaciones y representan un valor de 7.400 millones de euros. La gran mayoría de los activos están en Alemania. Fuera de su país de origen cuenta con nueve en Polonia, cinco en Reino Unido, tres en Austria y Dinamarca, dos en Bélgica, Francia y España y uno en Irlanda. El último activo que se ha incorporado a la cartera ha sido el hotel 25hours Hotel Paper en Copenhague, adquirido en 2022 e inaugurado el pasado mes de julio. Unión Investment es el casero de Meliá en cuatro hoteles (tres en Alemania y uno en Francia) y de Barceló en un hotel en Alemania, además del Barceló Raval.
Las cuentas de resultados de los hoteles, tanto en Barcelona como en el resto de destinos vacacionales, han crecido de forma exponencial en 2023 y 2024, como consecuencia de una subida de tarifas sin precedentes que les ha permitido compensar sobradamente las pérdidas acumuladas durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y los fuertes incrementos de los costes energéticos, salariales y de suministros iniciados desde la oleada turística rusa en Ucrania en 2022. Los precios hoteleros cobrados entre enero y septiembre de este año se situaron en una media de 162,8 euros, lo que supuso un nuevo máximo histórico y un incremento anual del 10,8%, según el último barómetro hotelero elaborado por Cushman & Wakefield y STR. Barcelona se situó en el tercer lugar de la clasificación, con una tarifa media de 193,6 euros por habitación y noche, solo superada por Marbella (323,1 euros) y Baleares (209,5 euros).
Barcelona superó a Madrid en tarifas y también en ingresos por habitación disponible (revpar por sus siglas en inglés), el principal indicador de rentabilidad de la industria hotelera, con 154,5 euros, lo que le aupó al segundo puesto de la clasificación, tan solo por detrás de Marbella, con 223,7 euros. Madrid, que experimentó el mayor crecimiento en este indicador, con un alza del 21,8% que le aupó al top 5, se quedó en 125,2 euros. “La inversión hotelera sigue poniendo el foco en España y parte de ese interés viene provocado por la excelente marcha de la operativa, ya que datos como el del revpar dan seguridad a los potenciales inversores en activos hoteleros”, apunta Albert Grau, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España.
Es el caso del fondo alemán Unión Investment, que cuenta dentro de su cartera con dos activos hoteleros comprados con diez años de diferencia. En 2012 adquirió el hotel Barceló Raval, con 186 habitaciones y una categoría de cuatro estrellas, por 40 millones de euros. Dos lustros después cerró con Meridia la compra del hotel 1882 (ahora convertido en un inmueble de la marca Radisson Blu) por 60 millones de euros.
Fuentes inmobiliarias consultadas por CincoDías confirman que el fondo alemán habría contratado a Eastdil Secured como asesor en el proceso de venta, aprovechando los precios récord que se están pagando en la adquisición de activos en Barcelona. Unión Investment declinó hacer comentarios sobre esta operación. Solo este año, la gestora alemana ASG vendió a un family office británico el hotel Hampton by Hilton Barcelona Fira Gran Via por 50 millones, mientras que la socimi Atom, participada por Bankinter e inversores particulares del banco y gestionada por GMA, adquirió los hoteles Miramar (que gestionará Hyatt) y Gran Hotel Florida por 50 millones de euros. También el grupo OD, fundado por Marc Rahola Matutes, vendió el Ocean Drive de Barcelona por 55 millones de euros a un grupo inversor procedente de Europa del Este.
La cartera hotelera de Union Investment está compuesta en la actualidad por 92 hoteles en 10 países, que suman más de 22.000 habitaciones y representan un valor de 7.400 millones de euros. La gran mayoría de los activos están en Alemania. Fuera de su país de origen cuenta con nueve en Polonia, cinco en Reino Unido, tres en Austria y Dinamarca, dos en Bélgica, Francia y España y uno en Irlanda. El último activo que se ha incorporado a la cartera ha sido el hotel 25hours Hotel Paper en Copenhague, adquirido en 2022 e inaugurado el pasado mes de julio. Unión Investment es el casero de Meliá en cuatro hoteles (tres en Alemania y uno en Francia) y de Barceló en un hotel en Alemania, además del Barceló Raval.
Las cuentas de resultados de los hoteles, tanto en Barcelona como en el resto de destinos vacacionales, han crecido de forma exponencial en 2023 y 2024, como consecuencia de una subida de tarifas sin precedentes que les ha permitido compensar sobradamente las pérdidas acumuladas durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y los fuertes incrementos de los costes energéticos, salariales y de suministros iniciados desde la oleada turística rusa en Ucrania en 2022. Los precios hoteleros cobrados entre enero y septiembre de este año se situaron en una media de 162,8 euros, lo que supuso un nuevo máximo histórico y un incremento anual del 10,8%, según el último barómetro hotelero elaborado por Cushman & Wakefield y STR. Barcelona se situó en el tercer lugar de la clasificación, con una tarifa media de 193,6 euros por habitación y noche, solo superada por Marbella (323,1 euros) y Baleares (209,5 euros).
Barcelona superó a Madrid en tarifas y también en ingresos por habitación disponible (revpar por sus siglas en inglés), el principal indicador de rentabilidad de la industria hotelera, con 154,5 euros, lo que le aupó al segundo puesto de la clasificación, tan solo por detrás de Marbella, con 223,7 euros. Madrid, que experimentó el mayor crecimiento en este indicador, con un alza del 21,8% que le aupó al top 5, se quedó en 125,2 euros. “La inversión hotelera sigue poniendo el foco en España y parte de ese interés viene provocado por la excelente marcha de la operativa, ya que datos como el del revpar dan seguridad a los potenciales inversores en activos hoteleros”, apunta Albert Grau, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España.