El fascismo del antifascismo progresista y del judaísmo. Adorno y su cultura judaica en su libro 'La personalidad autoritaria'

Lo había titulado, 'La personalidad autoritaria' y la 'escala fascista' (EF) como mecanismo de proyección de Adorno y de la cultura en que se educó, pero es me dejé fuera al progretariado y su dictadura.

Gilad Atzmon es judío disidente del judaísmo tanto religioso como ideológico, puesto que van unidos.


The Fascist Scale Revisited

¿Marxismo cultural? Cuando Rockefeller financió los trabajos de la Escuela de Frankfurt. Estudio crítico del Talmud y del judaísmo

La escala fascista revisada
GILAD ATZMON • 26 DE DICIEMBRE DE 2020
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Revisar el trabajo de Theodore W. Adorno sobre la 'personalidad autoritaria' y la 'Escala F' revela que en 2020, son en realidad los liberales, progresistas y la llamada 'Izquierda' quienes manifiestan 8 de las 9 actitudes más problemáticas, antidemocráticas y autoritarias.

La teoría de una personalidad autoritaria se introdujo en la década de 1930 en un intento de explicar el atractivo masivo del fascismo y las ideologías de derecha. Cobró vida a raíz de un fuerte aumento de la popularidad de los movimientos fascistas en muchas sociedades europeas en el período de entreguerras.

En ese momento, muchos ideólogos e intelectuales europeos se inspiraron profundamente en Marx y Freud. El marxismo predijo que la gran depresión se traduciría en un gran cambio en la conciencia de la clase trabajadora, materializándose en una revolución socialista global. Por supuesto, esto no sucedió. La crisis económica resultó, en cambio, en un apoyo masivo a los movimientos nacionalistas y fascistas que a menudo eran profundamente antisemitas.

La razón detrás de la desviación anterior de la profecía marxista tomó prestados algunos mecanismos teóricos freudianos. "La gente es autoritaria" fue la "explicación" dada: bajo ciertas condiciones amenazantes, los "personajes autoritarios" son emocional y cognitivamente vulnerables al atractivo de las ideologías fascistas y nacionalistas.

Durante la década de 1930, una veintena de intelectuales judíos germánicos principalmente (pero no en absoluto) asociados con la Escuela de Frankfurt (por ejemplo, Wilhelm Reich) se comprometieron a señalar las condiciones psicológicas y socioeconómicas responsables de la creación de la personalidad autoritaria.

En su obra de 1933 La psicología de masas del fascismo , Wilhelm Reich intentó explicar la sorprendente victoria del fascismo "reaccionario" sobre el comunismo "progresista". Reich estaba desesperado por rescatar la relevancia del marxismo revolucionario. Para hacerlo, formó una nueva perspectiva teórica "posmarxista" para explicar por qué los alemanes de su época favorecían el "autoritarismo" sobre una revolución comunista "preferible".

Reich reconoció que la atracción de la política "reaccionaria" y "conservadora" y la inclinación hacia el fascismo está impulsada por una larga historia de patriarcado rígido y autoritario que afecta a la familia, la paternidad, la educación primaria y, finalmente, la sociedad en su conjunto. En un intento por salvar a la sociedad del fascismo, Reich sintetizó a Marx y Freud en una "revolución sensual".

En 1950, el prominente intelectual de la Escuela de Frankfurt Theodor W. Adorno, junto con otros, publicó The Authoritarian Personality , una colección de estudios que se convirtió en un texto académico de primer orden en el dominio de las ciencias sociales. En este volumen, Adorno y otros profundizaron en la teoría de la personalidad autoritaria e informaron los resultados de una investigación de una década para probar la teoría.

Teniendo en cuenta los orígenes de muchos de sus miembros y el principal objetivo intelectual de la Escuela de Frankfurt, no es de extrañar que la investigación haya comenzado con un intento de explicar las raíces psicológicas del antisemitismo: se suponía que las personalidades autoritarias se manifestaban algunos patrones etnocéntricos que cobran vida con inclinaciones xenófobas y una aversión por los grupos externos y las minorías.

Adorno & co. redujo la personalidad autoritaria a un conjunto de nueve actitudes y creencias "implícitamente antidemocráticas". Adorno creía que era posible identificar a las personalidades autoritarias por el grado en que la gente estaría de acuerdo con estas nueve actitudes. Las nueve actitudes fascistas; se resumen brevemente aquí:

• Convencionalismo : Adherencia a valores convencionales.
• Sumisión autoritaria : Hacia figuras de autoridad dentro del grupo .
• Agresión autoritaria : contra personas que violan los valores convencionales.
• Anti-Intracepción : Oposición a la subjetividad y la imaginación.
• Superstición y estereotipia : creencia en el destino individual; pensar en categorías rígidas.
• Poder y dureza : Preocupado por la sumisión y la dominación; afirmación de fuerza.
• Destructividad y cinismo : hostilidad contra la naturaleza humana.
• Proyectividad : percepción del mundo como peligroso; tendencia a proyectar impulsos inconscientes.
• sesso : demasiado preocupado por las prácticas sensuales modernas.

Revisar la relevancia de la visión de Adorno sobre el autoritarismo a la luz de la histeria pandémica global actual o la batalla por la integridad de las elecciones presidenciales estadounidenses puede revelar que, de acuerdo con la Escala F, en realidad son progresistas, liberales y la llamada 'Izquierda'. 'que están manifestando los patrones autoritarios antidemocráticos más problemáticos:

1. Según Adorno, los fascistas "se adhieren a los valores convencionales".

En 2020, los 'valores convencionales' están prácticamente dictados por los llamados 'estándares comunitarios' 'liberales' y 'progresistas' tal como los definen Twitter, FB y Google. Estos valores convencionales a menudo son validados por "verificadores de hechos", ocasionalmente respaldados por convenciones en lugar de cualquier cosa que se parezca a una investigación fáctica, un estudio académico o teórico.

1. Adorno insiste en que los autoritarios se sometan a las figuras de autoridad del grupo .

Pero en 2020 son en realidad progresistas y liberales quienes se adhieren a la 'autoridad epidemiológica del grupo' de Bill Gates. Del mismo modo, Anthony Fauci es para los progresistas un juez supremo en materia de salud pública. ¿Cuántos errores colosales deberíamos tomar del Imperial College de Londres antes de que esta institución sea desmantelada? De manera similar, es posible que desee preguntarse quién en Estados Unidos tiende a creer en sus encuestadores 'internos' a pesar de que demuestran estar colosalmente equivocados una y otra vez.

1. Adorno nos dice que los fascistas manifiestan una agresión autoritaria contra personas que violan los valores convencionales.

Tal como están las cosas, la 'cultura de cancelación' es en realidad un modo operativo progresista / liberal. La gente ve que se cancela su cultura por explorar puntos de vista críticos de pensamientos convencionales que son preciosos para los progresistas. No es ningún secreto que existe un creciente temor entre el público en general de expresar críticas, y mucho menos dudas sobre una serie de cuestiones progresistas, ya que tal conducta podría conducir a una vil agresión.

1. Adorno insiste en que los fascistas se oponen a la subjetividad y la imaginación.

En realidad, son algoritmos progresivos los que establecen los 'liberales' en Twitter y FB para rastrear y castigar a quienes se atreven a explorar ideas subjetivas sobre el bichito-19, Trump, género, Palestina o Soros. La noción progresiva de corrección política es en sí misma una llamada tiránica diseñada para suprimir cualquier forma de subjetividad o imaginación.

1. Según Adorno, los fascistas son supersticiosos y piensan de manera estereotipada, creen en el destino individual y piensan en categorías rígidas.

Lamentablemente, son en realidad progresistas y liberales quienes sucumben a categorías rígidas como 'blanco', 'privilegiado', 'teóricos de la conspiración', 'antisemitas', 'supremacistas', 'racistas'. 'deplorables' y así sucesivamente. En el mundo en el que vivimos, un número significativo de votantes estadounidenses expresan dudas sobre la integridad de las últimas elecciones, pero su voz es ignorada institucionalmente porque son "blancos", "conspiradores" y, en general, "deplorables". De manera similar, muchos occidentales expresan escepticismo sobre las banderillas el bichito-19, sin embargo, los llamados medios de comunicación dominantes 'liberales' no dejaron que sus voces sean escuchadas y mucho menos exploradas. Los escépticos de el bichito se presentan como "delirantes" y "teóricos de la conspiración". Sea este el caso o no,

1. Adorno insiste en que los fascistas están obsesionados con la dominación.

En 2020 son en realidad los gigantes progresistas y liberales de Internet, desde Google hasta Amazon, los que celebran sus poderes dominantes eliminando a aquellos con quienes no están de acuerdo, borrando sus páginas, jugando con sus rankings y prácticamente eliminando sus pensamientos. Esto es lo que significa la quema de libros en 2020. También puede preguntarse quién a menudo ejerce la violencia contra las estatuas, adhiriéndose a la sencilla creencia de que desfigurar una estatua equivale a 'reescribir la historia'.

1. Los autoritarios no pueden soportar el cinismo. Son hostiles hacia la naturaleza humana, dice Adorno.

Me pregunto quién persigue a los cómicos, artistas, autores, científicos que se atreven a burlarse de los discursos hegemónicos contemporáneos. ¿Cuántos libros quemó Amazon? ¿Cuántas conferencias y videos fueron eliminados por Google / YouTube? En el mundo en el que vivimos, liberales y progresistas censuran a los políticos electos y marcan sus comentarios.

1. Adorno creía que los fascistas perciben el mundo como un lugar peligroso y tienden a atribuir sus propios impulsos inconscientes a los demás.

En el mundo al revés en el que vivimos, son en realidad los llamados nacionalistas y de derecha quienes constantemente se niegan a ser atormentados por las amenazas globales: ya sea el calentamiento global o las pandemias. Es la 'izquierda', los liberales y progresistas quienes sucumben a todas las posibles advertencias globales, sean reales o imaginarias. Como leeremos en breve, en el mundo en que vivimos no es la derecha ni el nacionalista quien 'proyecta' sus síntomas. En realidad, son los estadounidenses de derecha los que son alterizados y reprimidos hasta el punto de que luchan por ver que su visión sea escuchada y mucho menos discutida por los medios de comunicación.

1. Adorno creía que los fascistas y los autoritarios están demasiado preocupados por las prácticas sensuales modernas.

Este es el único criterio que se relaciona genuinamente con los conservadores contemporáneos. Es justo argumentar que los conservadores todavía sucumben a la idea de que el género es un asunto binario. También se adhieren a los valores familiares y de la iglesia. Sin embargo, esto no necesariamente tiene nada que ver con el "fascismo" o el "autoritarismo". Las personas que creen que el género es un asunto binario a menudo pueden argumentar su caso y también discutir cualquier otro tema de la manera más franca.
Un examen actual de la escala F de Adorno y la personalidad autoritaria revela que en realidad son los progresistas y los liberales quienes manifiestan las tendencias fascistas por excelencia. Si bien la correlación conservadora y nacionalista contemporánea con la escala F puede no crecer más allá de 0,12 (1 rasgo de 9), la correlación liberal y progresiva con la escala F de Adorno puede subir hasta 0,88 (8 de 9).

¿Estaba Adorno totalmente equivocado entonces? No necesariamente. La escala F de Adorno describe la condición autoritaria que es característica de la hegemonía, la dominación y una visión del mundo particularmente excepcionalista. En la década de 1930, algunos ideólogos nacionalistas de derecha europeos evolucionaron hacia el excepcionalismo radical. La escala F describe su actitud con precisión. Hoy en día, esa sensación de excepcionalismo y de elegismo es territorio progresista, ya que los progresistas son personas que creen que los demás son reaccionarios. Los progresistas, como tales, son personas que se creen elegidas.

La lucha contra el antisemitismo y el intento de comprender sus raíces estuvo en el corazón del trabajo de Adorno y de la Escuela de Frankfurt. Curiosamente, la escala F de Adorno es una descripción adecuada de la condición judía. Cada uno de los rasgos autoritarios de la escala F de Adorno se puede rastrear en el núcleo de las creencias y el pensamiento judaicos; El judaísmo es una rígida adherencia autoritaria a Mitzvoth ( valores convencionales ). Exige el gobierno total de los rabinos ( Sumisión autoritaria ). No tolera ninguna forma de desviación ( agresión autoritaria) . Es supersticioso y agrupa a los 'goyim' de una manera estereotipada ( superstición y estereotipia)y así. Por lo tanto, es plausible que esas "actitudes" que Adorno atribuyó a los fascistas por medio de la proyección sean las que Adorno realmente encontró en sí mismo. Tal observación del proyecto de Adorno validaría la obra del gran filósofo Otto Weininger, quien proclamó que lo que odiamos en los demás es lo que odiamos en nosotros mismos.

mazuste dijo:

La personificación, hoy:
El veneno > el fascismo: Bannon.
El antídoto > Franfurt > neomarxismo: Soros.

Ellos se lo guisan, ellos se lo comen o como crear el problema y ofrecer la "solución".
Desde luego, ni los rusos, ni los chinos o iraníes han comprado esa trampa.

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Si finalmente gana Biden, irán a por Rusia:

Merry Christmas and a Happy New Year! A Year of a Good Old Enemy!