Cirujano de hierro
Será en Octubre
El Confidencial
Laporta consiguió sacar adelante la mayor inversión patrimonial en la historia del Barça. Las previsiones de ingresar 200 millones son demasiado optimistas y el coste de la operación da vértigo.
Joan Laporta consiguió sacar adelante la mayor inversión patrimonial en la historia del Barça el domingo. Con un abrumador apoyo del 87,8% de los socios (42.696 votos, el 44,1% del censo) que participaron en el primer referéndum telemático frente a un 10,4% en contra (5.055 votos) y una abstención del 1,8% (875), la noche se cerró con una gran victoria del mandamás culé. "Es un día histórico", afirmó el exultante presidente al lograr el visto bueno a la monumental financiación (1.500 millones de euros con un interés entre el 3% y el 4% a devolver en 35 años, los primeros cinco de carencia) para remodelar el Camp Nou y sus alrededores. Ahora, la junta directiva tiene por delante un reto mayúsculo que marcará el futuro de un club que ya no está entre los mejores de Europa, ni en el terreno deportivo ni en el económico.
Con una deuda bruta de 1.350 millones de euros, el Barça parte con desventaja respecto al resto de competidores directos como el Real Madrid, que ya puede jugar en su estadio y empezar a recoger los brotes económicos que ha sembrado a lo largo de estos años. "Perder uno o dos años no es tan importante, pero te va a complicar mucho las cosas, porque el año que has estado sin jugar en tu estadio podrías haber jugado en el Johan Cruyff sin repercusión económica. Ahora, mientras se hagan las obras, no todos los aficionados podrán ir al campo y ese hecho va a tener un impacto fundamental en los socios y en el aspecto económico porque no venderás tantas entradas. Al Madrid le sonrió el momento", dice el experto en economía del deporte y socio director de Laudem Partners, Iván Cabeza.
El club catalán, como el madrileño, mantiene que será capaz de generar los ingresos necesarios para devolver el crédito: "El Espai Barça se financiará por sí mismo cuando la obra esté acabada; no costará dinero al socio ni representará un aumento del gasto ordinario del club, como tampoco pondrá en peligro el patrimonio de la entidad ni debilitará la gestión deportiva", declaró Laporta en las horas previas al referéndum. Sin embargo, el Real Madrid ya tiene asegurado sacar rentabilidad del nuevo Santiago Bernabéu gracias al acuerdo con un fondo estadounidense de capital riesgo para explotar los activos comerciales del remodelado recinto a cambio de 400 millones de euros, tal como informó este periódico.
Una previsión demasiado optimista
Para el Barça, en cambio, la mastodóntica operación conlleva unos riegos claros y alberga bastantes dudas sobre su capacidad de generar tantos ingresos como los previstos. Desde el Camp Nou, aseguran que producirán unos 200 millones de euros adicionales de ingresos, con un tercio que iría directamente a amortizar el crédito y la parte restante que se quedaría en las arcas del club. Inicialmente, la tras*formación del Camp Nou y el Palau Blaugrana iba a suponer un negocio extra de 40 millones. En 2019, todavía con Josep Maria Bartomeu en la presidencia, la cifra se elevó a 150 millones, y ahora la previsión ya se sitúa en 200 millones. ¿Una predicción muy optimista?
"El Barça ingresaba 165 millones de euros antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo por el uso de su estadio. Es decir, era el segundo equipo europeo con más recaudación en lo que se refiere a la explotación de sus instalaciones. Por eso, hablar de duplicar esa cantidad parece arriesgado", cuenta Cabeza. "No obstante, si lo comparas con los estadios americanos, líderes de la explotación de los estadios durante los 365 días del año, tienes margen de crecimiento. No has vendido aún los 'naming rights', que deberían reportar entre 20 y 40 millones. Hasta los 200 millones hay que trabajar muy duro para gestionar una infraestructura tremenda, no solo los días de partido, sino el resto. Ese es el desafío", añade. La clave, por tanto, no está en explotar las instalaciones en los 25 o 30 días de partido por temporada.
"Ahora mismo, el Camp Nou no puede generar unos ingresos importantes por 'hospitality' porque el estadio es viejo y los palcos vip están obsoletos. El Madrid, por ejemplo, es mucho más potente que el Barça en ese aspecto. Sucede lo mismo con la restauración y otros servicios. Por otra parte, sí que es cierto que no hay más de cinco bandas que puedan llenar el estadio, pero se deberían celebrar eventos, ferias, congresos...", apunta Cabeza. Sin césped ni cubierta retráctil, el economista señala que "Barcelona es una ciudad puntera en la celebración de ferias, pero ya tiene espacios para ello. No sé hasta qué punto el club será capaz de realizar eventos, todo dependerá de su capacidad para generar contenidos, de la oferta que brinde a las empresas y administraciones para actos y eventos".
Las garantías de la operación son los nuevos ingresos que se generen con las líneas de negocio vinculadas al estadio, así como todos los nuevos contratos de patrocinio, más allá de los asociados a los 'title rights' de las instalaciones. La directiva cree que la venta del 'naming' le permitiría "doblar esta cifra de 200 millones", en palabras del CEO azulgrana, Ferran Reverter. "Se han hecho presupuestos con base. Otra cosa es que se vayan a cumplir o no, porque esto es papel y queda ver cuál será el estado de la industria y del Barça. Entiendo que el escenario es optimista y que el club no se va a aventurar en un proyecto tan grande sin tener capacidad de generar ingresos que atiendan las cuotas", remarca el economista.
Según informó el portal económico 2Playbook, el área 'hospitality' y la zona vip generarán un 24% de estos 200 millones que generará el espacio, según consta en el plan de negocio elaborado por el área de ingresos, que encabeza Álex Barbany. El resto procederá del alza en el negocio asociado a la taquilla y la restauración (22%), los nuevos patrocinios que se firmen, así como la venta de los 'naming rights' del Espai Barça, el estadio y el Palau (24%), por 48 millones —según estimaciones del club—. A ello se añadirá el negocio que generen el museo (15%) y los eventos y conciertos (15%). "Hay dudas y las magnitudes económicas son de vértigo, pero está mejor explicado que en años anteriores. También es cierto que el proyecto está basado en que se financie automáticamente y, en caso contrario, el Barça estaría perdido económicamente", analiza Cabeza.
La incógnita del Palau Blaugrana
Además del Camp Nou, el proyecto cuenta con otro recinto a explotar como es el Palau Blaugrana. Según los cálculos hechos por la directiva del Barcelona, 900 de los 1.500 millones en que se cifra el proyecto del Espai Barça serán destinados al nuevo Camp Nou (100 más que el Bernabéu), que debería finalizarse a finales de 2025 y cuya remodelación obligará a que el equipo juegue en otro emplazamiento, probablemente el Estadio Olímpico de Montjuic, en la temporada 2023-24. El nuevo Palau Blaugrana (fin de obra previsto para el cuarto trimestre de 2026) tendrá un coste de 420 millones, incluyendo un segundo pabellón, una pista de hielo y un 'parking' para autobuses.
Con un nuevo aforo previsto de 15.000 personas frente al actual (7.585), el Palau Blaugrana registró una media de 4.869 espectadores en baloncesto, 2.826 en el fútbol sala, 1.604 en balonmano y 701 en hockey sobre patines. "Lo del Palau solo tiene explicación si el Barça tiene la habilidad de explotar la instalación fuera del ámbito deportivo, porque nunca te va a generar el retorno de la inversión que hagas. Si mezclas todas las instalaciones, el hotel que está previsto y aprovechas que es un espacio cubierto para realizar eventos, congresos y actos... Es la única manera. Lo cierto es que es una cantidad tan elevada que da miedo", zanja Cabeza.
Laporta consiguió sacar adelante la mayor inversión patrimonial en la historia del Barça. Las previsiones de ingresar 200 millones son demasiado optimistas y el coste de la operación da vértigo.
Joan Laporta consiguió sacar adelante la mayor inversión patrimonial en la historia del Barça el domingo. Con un abrumador apoyo del 87,8% de los socios (42.696 votos, el 44,1% del censo) que participaron en el primer referéndum telemático frente a un 10,4% en contra (5.055 votos) y una abstención del 1,8% (875), la noche se cerró con una gran victoria del mandamás culé. "Es un día histórico", afirmó el exultante presidente al lograr el visto bueno a la monumental financiación (1.500 millones de euros con un interés entre el 3% y el 4% a devolver en 35 años, los primeros cinco de carencia) para remodelar el Camp Nou y sus alrededores. Ahora, la junta directiva tiene por delante un reto mayúsculo que marcará el futuro de un club que ya no está entre los mejores de Europa, ni en el terreno deportivo ni en el económico.
Con una deuda bruta de 1.350 millones de euros, el Barça parte con desventaja respecto al resto de competidores directos como el Real Madrid, que ya puede jugar en su estadio y empezar a recoger los brotes económicos que ha sembrado a lo largo de estos años. "Perder uno o dos años no es tan importante, pero te va a complicar mucho las cosas, porque el año que has estado sin jugar en tu estadio podrías haber jugado en el Johan Cruyff sin repercusión económica. Ahora, mientras se hagan las obras, no todos los aficionados podrán ir al campo y ese hecho va a tener un impacto fundamental en los socios y en el aspecto económico porque no venderás tantas entradas. Al Madrid le sonrió el momento", dice el experto en economía del deporte y socio director de Laudem Partners, Iván Cabeza.
El club catalán, como el madrileño, mantiene que será capaz de generar los ingresos necesarios para devolver el crédito: "El Espai Barça se financiará por sí mismo cuando la obra esté acabada; no costará dinero al socio ni representará un aumento del gasto ordinario del club, como tampoco pondrá en peligro el patrimonio de la entidad ni debilitará la gestión deportiva", declaró Laporta en las horas previas al referéndum. Sin embargo, el Real Madrid ya tiene asegurado sacar rentabilidad del nuevo Santiago Bernabéu gracias al acuerdo con un fondo estadounidense de capital riesgo para explotar los activos comerciales del remodelado recinto a cambio de 400 millones de euros, tal como informó este periódico.
Una previsión demasiado optimista
Para el Barça, en cambio, la mastodóntica operación conlleva unos riegos claros y alberga bastantes dudas sobre su capacidad de generar tantos ingresos como los previstos. Desde el Camp Nou, aseguran que producirán unos 200 millones de euros adicionales de ingresos, con un tercio que iría directamente a amortizar el crédito y la parte restante que se quedaría en las arcas del club. Inicialmente, la tras*formación del Camp Nou y el Palau Blaugrana iba a suponer un negocio extra de 40 millones. En 2019, todavía con Josep Maria Bartomeu en la presidencia, la cifra se elevó a 150 millones, y ahora la previsión ya se sitúa en 200 millones. ¿Una predicción muy optimista?
"El Barça ingresaba 165 millones de euros antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo por el uso de su estadio. Es decir, era el segundo equipo europeo con más recaudación en lo que se refiere a la explotación de sus instalaciones. Por eso, hablar de duplicar esa cantidad parece arriesgado", cuenta Cabeza. "No obstante, si lo comparas con los estadios americanos, líderes de la explotación de los estadios durante los 365 días del año, tienes margen de crecimiento. No has vendido aún los 'naming rights', que deberían reportar entre 20 y 40 millones. Hasta los 200 millones hay que trabajar muy duro para gestionar una infraestructura tremenda, no solo los días de partido, sino el resto. Ese es el desafío", añade. La clave, por tanto, no está en explotar las instalaciones en los 25 o 30 días de partido por temporada.
"Ahora mismo, el Camp Nou no puede generar unos ingresos importantes por 'hospitality' porque el estadio es viejo y los palcos vip están obsoletos. El Madrid, por ejemplo, es mucho más potente que el Barça en ese aspecto. Sucede lo mismo con la restauración y otros servicios. Por otra parte, sí que es cierto que no hay más de cinco bandas que puedan llenar el estadio, pero se deberían celebrar eventos, ferias, congresos...", apunta Cabeza. Sin césped ni cubierta retráctil, el economista señala que "Barcelona es una ciudad puntera en la celebración de ferias, pero ya tiene espacios para ello. No sé hasta qué punto el club será capaz de realizar eventos, todo dependerá de su capacidad para generar contenidos, de la oferta que brinde a las empresas y administraciones para actos y eventos".
Las garantías de la operación son los nuevos ingresos que se generen con las líneas de negocio vinculadas al estadio, así como todos los nuevos contratos de patrocinio, más allá de los asociados a los 'title rights' de las instalaciones. La directiva cree que la venta del 'naming' le permitiría "doblar esta cifra de 200 millones", en palabras del CEO azulgrana, Ferran Reverter. "Se han hecho presupuestos con base. Otra cosa es que se vayan a cumplir o no, porque esto es papel y queda ver cuál será el estado de la industria y del Barça. Entiendo que el escenario es optimista y que el club no se va a aventurar en un proyecto tan grande sin tener capacidad de generar ingresos que atiendan las cuotas", remarca el economista.
Según informó el portal económico 2Playbook, el área 'hospitality' y la zona vip generarán un 24% de estos 200 millones que generará el espacio, según consta en el plan de negocio elaborado por el área de ingresos, que encabeza Álex Barbany. El resto procederá del alza en el negocio asociado a la taquilla y la restauración (22%), los nuevos patrocinios que se firmen, así como la venta de los 'naming rights' del Espai Barça, el estadio y el Palau (24%), por 48 millones —según estimaciones del club—. A ello se añadirá el negocio que generen el museo (15%) y los eventos y conciertos (15%). "Hay dudas y las magnitudes económicas son de vértigo, pero está mejor explicado que en años anteriores. También es cierto que el proyecto está basado en que se financie automáticamente y, en caso contrario, el Barça estaría perdido económicamente", analiza Cabeza.
La incógnita del Palau Blaugrana
Además del Camp Nou, el proyecto cuenta con otro recinto a explotar como es el Palau Blaugrana. Según los cálculos hechos por la directiva del Barcelona, 900 de los 1.500 millones en que se cifra el proyecto del Espai Barça serán destinados al nuevo Camp Nou (100 más que el Bernabéu), que debería finalizarse a finales de 2025 y cuya remodelación obligará a que el equipo juegue en otro emplazamiento, probablemente el Estadio Olímpico de Montjuic, en la temporada 2023-24. El nuevo Palau Blaugrana (fin de obra previsto para el cuarto trimestre de 2026) tendrá un coste de 420 millones, incluyendo un segundo pabellón, una pista de hielo y un 'parking' para autobuses.
Con un nuevo aforo previsto de 15.000 personas frente al actual (7.585), el Palau Blaugrana registró una media de 4.869 espectadores en baloncesto, 2.826 en el fútbol sala, 1.604 en balonmano y 701 en hockey sobre patines. "Lo del Palau solo tiene explicación si el Barça tiene la habilidad de explotar la instalación fuera del ámbito deportivo, porque nunca te va a generar el retorno de la inversión que hagas. Si mezclas todas las instalaciones, el hotel que está previsto y aprovechas que es un espacio cubierto para realizar eventos, congresos y actos... Es la única manera. Lo cierto es que es una cantidad tan elevada que da miedo", zanja Cabeza.