Segismunda
Reina de los Trolls
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«El taharrush o violación multitudinaria permite a los agresores diluir la culpa entre el grupo y salir indemnes. Este fenómeno, muy arraigado en Egipto, suele afectar a mujeres, pero no siempre es así».
Pedro Torrijos, mecánico de Torrelavega, visitó El Cairo en su luna de miel (2019) y nos relata su experiencia:
Iba a comprar la cena en un restaurante cercano a nuestro apartamento, mientras mi mujer ponía la mesa. Durante el trayecto, unos 50 hombres aparecieron de la nada y rodearon a una chica en plena calle con la intención de violarla. Como yo estaba cerca quedé atrapado entre la multitud y unos veinte tipos, confundiéndome con la chica, se fueron turnando, era imposible ver o hacer nada, solo pude aguantar las embestidas y rezar para que acabasen rápido. Supliqué a Dios que me matasen.
Pedro prosigue su relato y tiene que contener las lágrimas al recordar que aún no había consumado su matrimonio cuando se produjeron los hechos. En sentido estricto, su noche de bodas, que debió ser romántica y única, consistió en un salvaje gang bang seguido de puntos de sutura en el recto.
Como la violación allí está tan normalizada, la gente no actúa. Una señora aprovechó para calzarse bien la alpargata, apoyándose en mi hombro mientras me penetraban a la fuerza. Cuando terminó, prosiguió con su caminata como si nada. Lo peor no fue la violación, sino que mi noche de bodas siempre será una orgía gays árabe y pública con turistas tomando fotos. Yo mismo me encontré en Xvideos con el título "Spaniard enjoys a good ass-fucking in a suburb of Cairo while moaning like a slutty sissy boy".
Sobre este último aspecto, Pedro está harto de tener que dar explicaciones:
Estaba gimiendo de dolor, pero me di cuenta de que esto les excitaba tanto que alcanzaban antes el orgasmo. Por eso empecé a exagerar los gemidos con la esperanza de que llegasen rápido al clímax y me dejasen escapar. Eran más de 20, me podrían haber tenido horas allí y mis lesiones habrían sido más graves. Por suerte, se vinieron rápido y algunos prefirieron el oral o el facial, así que en poco más de un cuarto de hora había terminado mi pesadilla.
*Pedro Torrijos es un nombre inventado. Este mecánico de Sierrapando casado y con tres hijos prefiere mantener su anonimato. Es difícil lidiar con los comentarios crueles en un pueblo de 4000 habitantes. Dos de sus hijos van al instituto, pues son previos al matrimonio y sufren bullying.
Es muy duro que tu hijo preadolescente llegue a casa llorando porque en el cole llaman a su padre 'cubo de jovenlandéslefas'. Esto además reabre la herida emocional, pues me recuerda que al menos diez hombres eyacularon en mi recto y otros tantos en la cara y en la boca, todavía creo notar en mi lengua ese horrible sabor cada vez que lo rememoro. Mi otro hijo mayor no dice nada, pero ha empezado a buscar contenido pronográfico en internet, vídeos como "Group of mature Arabs + young guy = fantastic bukkake". Los hijos de las víctimas y su entorno escolar reaccionan de manera muy distinta.
Para colmo, el suceso ha marcado al matrimonio. Por el shock, la mente de Pedro intenta superar este episodio erotizándolo, de modo que han empezado a frecuentar cuartos oscuros donde recrean la experiencia que vivió en Egipto. Le ayuda a restarle importancia y su mujer está siendo un gran apoyo, pero teme que esto haya influenciado en la confusa identidad sensual de su hijo mediano. A pesar de ello, en los grupos de terapia ha descubierto que cada víctima tiene su propia experiencia con la violación colectiva.
Ningún taharrusheo es igual a otro. Uno de mis compañeros de terapia sufrió un divorcio traumático tras su agresión. Durante la misma, por una mera cuestión fisiológica, eyaculó profusamente mientras se retorcía entre espasmos y gemidos de dolor. El vídeo colgado en internet se tituló "Stupid Spanish fagot cums while riding a Muslim cock in front of her horrified husband".
El hecho de que esta víctima fuese gays, hizo que su violación no fuese tomada en serio, las burlas en su ciudad, Albacete, hicieron mella en el matrimonio. Como explica el sexólogo hispano-argentino Cumardo Fagótez, la estimulación de la próstata durante la sodomía puede provocar el orgasmo de un hombre, incluso si es heterosexual, queda mucha pedagogía por hacer, pero ninguna víctima debería sentirse responsable por haber cumshoteado durante una penetración forzosa. Al volver de sus accidentadas vacaciones, Albacete estaba llena de pasquines con la cara del marido "cornudo" congelada en una mueca de pavor; esta captura del vídeo pronográfico que ya ha sido retirado de Xhamster venía acompañada de otra, en la que se veía a la víctima ensartada en un miembro viril, con los ojos en blanco y un gesto que bien podría ser el de una piedad barroca rodeada de cientos de hombres semidesnudos esperando su turno.
Mi amigo -prosigue Pedro Torrijos- no ha vuelto a practicar el sesso en años, pues le da repelús. Yo siento la misma da repelúsncia y aún así necesito revivirlo, aunque acabe vomitando en los cuartos oscuros. Algo que he descubierto de la maravillosa comunidad gays es su respeto, empatía y ganas de ayudar. Me han llegado a acompañar al excusado a vomitar antes de proseguir con la bukkake.
Este mecánico de Sierrapando solo lamenta no haber podido conocer a la mujer que fue taharrusheada por su misma turba. Aunque ha descubierto su paradero, ella declina la invitación a hablar de lo ocurrido.Como víctima, debo respetar su forma de encarar el taharrusheo, aunque no puedo evitar sentirme vinculado a ella de una forma oscura y casi familiar. De alguna manera, la considero una especie de compañera de promoción, pues ambos compartimos taharrush. Una pequeña parte de nosotros siempre permanecerá en ese enjambre de penes que impedían ver nada a dos palmos. Espero que se encuentre bien.
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