BigJoe
Madmaxista
En días pasados, en Internet se está dando lo que muchos ya llaman el Gamergate 2.0, una nueva controversia masiva en la que están involucradas varias compañías de desarrollo de videojuegos, así como un actor clave en todo esto: Sweet Baby Inc.
De acuerdo con lo expuesto, Sweet Baby Inc sería la responsable de guiar a los desarrolladores de juegos a guiar sus historias hacia la inclusión, la diversidad y la equidad, pero no de manera orgánica, sino como parte de su propia visión del gaming.
Y esto no sería problema, salvo por que las compañías, de hecho, les han hecho caso, con resultados mixtos. Y aunque Sweet Baby Inc dice tener como misión promover la diversidad en el gaming y contar nuevas y mejores historias, lo que señalan sus detractores es que, e realidad, la empresa consultora tiene como promesa para los estudios aumentar sus calificaciones ESG. Las calificaciones Environmental, Social, Governance miden qué tanta responsabilidad social tiene una empresa y cómo se maneja en temas ambientales, sociales y sus políticas internas.
Mientras más alto sea el puntaje ESG de una empresa, es más probable que firmas de inversión quieran otorgar préstamos con tasas favorables para que desarrollen sus proyectos. Estamos hablando de firmas como Blackrock, la compañía de inversión más grande e importante del mundo, que toma en consideración altas calificaciones ESG para ofrecer mejores préstamos a proyectos que ellos consideren valiosos bajo estos parámetros.
La razón, entonces, por la que los estudios deciden contratar los servicios de Sweet Baby Inc no es únicamente por promover la diversidad, sino por aumentar sus calificaciones ESG al promover temas DEI, diversidad, equidad e igualdad, en sus narrativas.
Y ésa es la otra mitad del problema: la dirección de la empresa. Todo el asunto de Sweet Baby Inc reventó hace algunos días, desde que se esparció la participación de la CEO de la compañía, Kim Belair, en la Games Developers Conference, con una ponencia enfocada en la inclusión en los juegos y en mostrar qué es lo que hacen ellos como compañía.
En la conferencia, titulada Now You See Me: Representation as Innovation (Ahora me ves, representación como innovación), Kim Belair hizo comentarios fuera de lugar que han sido mal recibidos por los usuarios; por ejemplo, comparó a los jugadores hombres blancos heterosexuales con bebés lloricas y sugirió que, para que los directivos de un estudio hagan caso sobre los temas de inclusión, los empleados interesados en empujar estos temas debían reunirse con sus departamentos de marketing y “aterrarlos” con la idea de lo que la cultura de la cancelación podría dañarlos.
Pero toda la culpa no es de Sweet Baby; de hecho, ellos son los más notables, pero a su alrededor hay múltiples otras compañías consultoras que hacen los mismos trabajos: desarrollo narrativo, lectura de sensibilidad; es decir, buscar problemas y temas potencialmente ofensivos en una obra, y buscar diversidad, inclusión y equidad en los juegos, no por mejorar el producto final, sino con las calificaciones ESG y un interés monetario de fondo.
Estas consultar para soltar propaganda en tus juegos y sagas favoritas son únicamente el síntoma, la raíz del problema proviene de BlackRock y VanguardGroup, que son quienes financian el sistema de puntos ESG
De acuerdo con lo expuesto, Sweet Baby Inc sería la responsable de guiar a los desarrolladores de juegos a guiar sus historias hacia la inclusión, la diversidad y la equidad, pero no de manera orgánica, sino como parte de su propia visión del gaming.
Y esto no sería problema, salvo por que las compañías, de hecho, les han hecho caso, con resultados mixtos. Y aunque Sweet Baby Inc dice tener como misión promover la diversidad en el gaming y contar nuevas y mejores historias, lo que señalan sus detractores es que, e realidad, la empresa consultora tiene como promesa para los estudios aumentar sus calificaciones ESG. Las calificaciones Environmental, Social, Governance miden qué tanta responsabilidad social tiene una empresa y cómo se maneja en temas ambientales, sociales y sus políticas internas.
Mientras más alto sea el puntaje ESG de una empresa, es más probable que firmas de inversión quieran otorgar préstamos con tasas favorables para que desarrollen sus proyectos. Estamos hablando de firmas como Blackrock, la compañía de inversión más grande e importante del mundo, que toma en consideración altas calificaciones ESG para ofrecer mejores préstamos a proyectos que ellos consideren valiosos bajo estos parámetros.
La razón, entonces, por la que los estudios deciden contratar los servicios de Sweet Baby Inc no es únicamente por promover la diversidad, sino por aumentar sus calificaciones ESG al promover temas DEI, diversidad, equidad e igualdad, en sus narrativas.
Y ésa es la otra mitad del problema: la dirección de la empresa. Todo el asunto de Sweet Baby Inc reventó hace algunos días, desde que se esparció la participación de la CEO de la compañía, Kim Belair, en la Games Developers Conference, con una ponencia enfocada en la inclusión en los juegos y en mostrar qué es lo que hacen ellos como compañía.
En la conferencia, titulada Now You See Me: Representation as Innovation (Ahora me ves, representación como innovación), Kim Belair hizo comentarios fuera de lugar que han sido mal recibidos por los usuarios; por ejemplo, comparó a los jugadores hombres blancos heterosexuales con bebés lloricas y sugirió que, para que los directivos de un estudio hagan caso sobre los temas de inclusión, los empleados interesados en empujar estos temas debían reunirse con sus departamentos de marketing y “aterrarlos” con la idea de lo que la cultura de la cancelación podría dañarlos.
Pero toda la culpa no es de Sweet Baby; de hecho, ellos son los más notables, pero a su alrededor hay múltiples otras compañías consultoras que hacen los mismos trabajos: desarrollo narrativo, lectura de sensibilidad; es decir, buscar problemas y temas potencialmente ofensivos en una obra, y buscar diversidad, inclusión y equidad en los juegos, no por mejorar el producto final, sino con las calificaciones ESG y un interés monetario de fondo.
Estas consultar para soltar propaganda en tus juegos y sagas favoritas son únicamente el síntoma, la raíz del problema proviene de BlackRock y VanguardGroup, que son quienes financian el sistema de puntos ESG