El Conde del Alfoz
Madmaxista
Parece ser que el fin político de Artur Mas esta cada vez más cerca, y ahora todo vuelve a encauzarse hacia la normalidad. Asi vamos, hemos perdido tiempo y se ha engañado a mucha gente, para al fin obtener dialogo de Puente Aereo! ¿Como se desengaña a aquellos que creían en la independencia?
Contactos entre PP, PSOE y CiU para reabrir el diálogo
Rajoy recibió a Duran tras el aviso sobre la independencia, pactado con Mas, en el Congreso | Rubalcaba explicó su plan sobre Catalunya y la opinión del líder popular al president
Política | 29/10/2013 - 00:00h | Última actualización: 29/10/2013 - 08:57h
Contactos entre PP, PSOE y CiU para reabrir el diálogo
La crónica deportiva -omnipresente- quizá lo llamaría triangulación. Pero vamos a intentar explicarlo según los antiguos cánones de la crónica política. Dos meses después de la discreta reunión que Mariano Rajoy y Artur Mas mantuvieron el día 29 de agosto en el palacio de la Moncloa -viaje a Madrid que el presidente de la Generalitat efectuó en coche privado para no levantar sospechas-, ambas partes están intentando reanudar el diálogo, flanqueados por Josep Antoni Duran Lleida y Alfredo Pérez Rubalcaba, en medio de fuerte encono. No va a ser fácil. La puerta apenas está entreabierta.
En aquella reunión del 29 de agosto no hubo acuerdos, ni preacuerdos, pero se barajaron hipótesis sobre una consulta con tres preguntas convocada en base a la legislación catalana (consulta no refrendaria), sin hostilidad del Estado central. El esbozo quedó encima de la mesa y Mas se refirió indirectamente a él en vísperas del Onze de Setembre, en señal de concordia. Vano intento. La Diada inflamó los nódulos de la opinión pública española. Fuerte impacto -en los medios de comunicación y en el Madrid de los despachos- de la gran movilización popular de la Via Catalana, multitudinaria cadena humana que discurrió pacíficamente bajo el signo de la independencia.
Impacto y glaciación. El veterano Abc, principal referente de la derecha madrileña, comenzó a hablar de los "sediciosos catalanistas", en una significativa excursión a los años treinta. Y las encuestas de Pedro Arriola, sociólogo de cabecera de Rajoy, empezaron a aconsejar dureza en el flanco catalán para mantener cohesionado el núcleo rocoso del electorado del PP, cifrado en unos seis millones de votantes. Con esos seis millones de electores movilizados, Arriola cree que el Partido Alfa de las clases medias españolas puede ganar las elecciones europeas del próximo mes de mayo, pese al tremendo desgaste provocado por la crisis económica y el escándalo Bárcenas. Hay que sellar esos seis millones de votos. Ese es el consejo del sociólogo sevillano. Y para sellarlos hay que vigilar especialmente el flanco derecho, estos días zarandeado por la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la doctrina Parot.
Hay glaciación, hay incidentes protocolarios en Barcelona, pero algo se mueve. Señales aún débiles en la pantalla del radar. Signos de una cierta disposición al pacto, antes de que sea demasiado tarde. En el trasfondo, Europa. El orden europeo. Aunque España haya salido técnicamente de la recesión, sigue siendo un país en grave crisis económica bajo tutela del Directorio Europeo. Un drama político a propósito de Catalunya no sería el mejor mensaje al exterior -a las cancillerías y a los inversores extranjeros- en los próximos meses. La situación en el Sur de Europa dista mucho de estar arreglada -Italia sigue dando vueltas sobre sí misma- y la estabilidad política de España es un factor de primer orden en ese marco. Las encuestas de Arriola seguramente aconsejan displicencia ante las reclamaciones catalanas; el orden europeo exige cuantos menos dramas mejor.
Más que una triangulación, ha habido estas semanas una sucesión de reuniones que, con un poco de ironía, podrían parangonarse con La ronda, la afamada obra teatral de Arthur Schnitzler. Un encadenamiento de escenas y diálogos, sin las notas picantes del autor austriaco. Cuestión de Estado.
El pasado miércoles 16 de octubre, en plena glaciación, Josep Antoni Duran Lleida sorprendió a Mariano Rajoy con un cambio de registro en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Por primera vez, Duran se refería de manera explícita a la posibilidad de una declaración unilateral de independencia del Parlament de Catalunya. Palabras textuales: "Si usted sigue sin agenda sobre Catalunya, si no responde a las aspiraciones catalanas, se va a encontrar con una declaración unilateral de independencia que algunos van a hacer en el Parlament". Sorpresa general. Titulares contundentes y ligera subida de la prima de riesgo. La intervención parlamentaria había sido pactada previamente entre Duran y Mas. Aquel miércoles por la tarde, con la máxima discreción, Rajoy se entrevista con Duran para conversar sobre Catalunya, según Rubalcaba ha comentado a sus colaboradores, informado por el presidente.
Tras esa reunión, Duran y Pérez Rubalcaba hablan varias veces por teléfono. Y al cabo de una semana -el miércoles 23- Rajoy recibe a Rubalcaba, rompiendo el distanciamiento entre ambos tras el caso Bárcenas. Enfocan el inminente encuentro que Rubalcaba tiene previsto con Mas en Barcelona. El viernes 25, informado de todos los movimientos previos, el president recibe en el Palau de la Generalitat al secretario general del PSOE, que acude a la cita acompañado por el primer secretario del PSC, Pere Navarro.
Rubalcaba expone sus propias propuestas y también los criterios intercambiados con Rajoy. Concluida la reunión, el líder del PSOE es entrevistado en 8tv. El periodista Josep Cuní le pregunta si ve una puerta abierta al diálogo. Respuesta lacónica: "Sí". La repregunta: "Déjeme que lo crea así".
Un camino angosto, acosado desde dos flancos. José María Aznar reaparece en San Sebastián exigiendo "la derrota de los soberanismos". Carme Chacón proclama en Madrid que "no hay que hacer el juego a Mas", una hora antes de que Rubalcaba sea recibido en la Generalitat.
Esbozo de situación, según las fuentes consultadas: un mes para cruzar propuestas, un trimestre para intentar concretarlas. Posición del Govern de la Generalitat: "Con el Estatut, Catalunya propuso; ahora, debe proponer el Estado. Que PP y PSOE den a conocer su propuesta. No nos planteamos dos negociaciones por separado".
Contactos entre PP, PSOE y CiU para reabrir el diálogo
Rajoy recibió a Duran tras el aviso sobre la independencia, pactado con Mas, en el Congreso | Rubalcaba explicó su plan sobre Catalunya y la opinión del líder popular al president
Política | 29/10/2013 - 00:00h | Última actualización: 29/10/2013 - 08:57h
Contactos entre PP, PSOE y CiU para reabrir el diálogo
La crónica deportiva -omnipresente- quizá lo llamaría triangulación. Pero vamos a intentar explicarlo según los antiguos cánones de la crónica política. Dos meses después de la discreta reunión que Mariano Rajoy y Artur Mas mantuvieron el día 29 de agosto en el palacio de la Moncloa -viaje a Madrid que el presidente de la Generalitat efectuó en coche privado para no levantar sospechas-, ambas partes están intentando reanudar el diálogo, flanqueados por Josep Antoni Duran Lleida y Alfredo Pérez Rubalcaba, en medio de fuerte encono. No va a ser fácil. La puerta apenas está entreabierta.
En aquella reunión del 29 de agosto no hubo acuerdos, ni preacuerdos, pero se barajaron hipótesis sobre una consulta con tres preguntas convocada en base a la legislación catalana (consulta no refrendaria), sin hostilidad del Estado central. El esbozo quedó encima de la mesa y Mas se refirió indirectamente a él en vísperas del Onze de Setembre, en señal de concordia. Vano intento. La Diada inflamó los nódulos de la opinión pública española. Fuerte impacto -en los medios de comunicación y en el Madrid de los despachos- de la gran movilización popular de la Via Catalana, multitudinaria cadena humana que discurrió pacíficamente bajo el signo de la independencia.
Impacto y glaciación. El veterano Abc, principal referente de la derecha madrileña, comenzó a hablar de los "sediciosos catalanistas", en una significativa excursión a los años treinta. Y las encuestas de Pedro Arriola, sociólogo de cabecera de Rajoy, empezaron a aconsejar dureza en el flanco catalán para mantener cohesionado el núcleo rocoso del electorado del PP, cifrado en unos seis millones de votantes. Con esos seis millones de electores movilizados, Arriola cree que el Partido Alfa de las clases medias españolas puede ganar las elecciones europeas del próximo mes de mayo, pese al tremendo desgaste provocado por la crisis económica y el escándalo Bárcenas. Hay que sellar esos seis millones de votos. Ese es el consejo del sociólogo sevillano. Y para sellarlos hay que vigilar especialmente el flanco derecho, estos días zarandeado por la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la doctrina Parot.
Hay glaciación, hay incidentes protocolarios en Barcelona, pero algo se mueve. Señales aún débiles en la pantalla del radar. Signos de una cierta disposición al pacto, antes de que sea demasiado tarde. En el trasfondo, Europa. El orden europeo. Aunque España haya salido técnicamente de la recesión, sigue siendo un país en grave crisis económica bajo tutela del Directorio Europeo. Un drama político a propósito de Catalunya no sería el mejor mensaje al exterior -a las cancillerías y a los inversores extranjeros- en los próximos meses. La situación en el Sur de Europa dista mucho de estar arreglada -Italia sigue dando vueltas sobre sí misma- y la estabilidad política de España es un factor de primer orden en ese marco. Las encuestas de Arriola seguramente aconsejan displicencia ante las reclamaciones catalanas; el orden europeo exige cuantos menos dramas mejor.
Más que una triangulación, ha habido estas semanas una sucesión de reuniones que, con un poco de ironía, podrían parangonarse con La ronda, la afamada obra teatral de Arthur Schnitzler. Un encadenamiento de escenas y diálogos, sin las notas picantes del autor austriaco. Cuestión de Estado.
El pasado miércoles 16 de octubre, en plena glaciación, Josep Antoni Duran Lleida sorprendió a Mariano Rajoy con un cambio de registro en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Por primera vez, Duran se refería de manera explícita a la posibilidad de una declaración unilateral de independencia del Parlament de Catalunya. Palabras textuales: "Si usted sigue sin agenda sobre Catalunya, si no responde a las aspiraciones catalanas, se va a encontrar con una declaración unilateral de independencia que algunos van a hacer en el Parlament". Sorpresa general. Titulares contundentes y ligera subida de la prima de riesgo. La intervención parlamentaria había sido pactada previamente entre Duran y Mas. Aquel miércoles por la tarde, con la máxima discreción, Rajoy se entrevista con Duran para conversar sobre Catalunya, según Rubalcaba ha comentado a sus colaboradores, informado por el presidente.
Tras esa reunión, Duran y Pérez Rubalcaba hablan varias veces por teléfono. Y al cabo de una semana -el miércoles 23- Rajoy recibe a Rubalcaba, rompiendo el distanciamiento entre ambos tras el caso Bárcenas. Enfocan el inminente encuentro que Rubalcaba tiene previsto con Mas en Barcelona. El viernes 25, informado de todos los movimientos previos, el president recibe en el Palau de la Generalitat al secretario general del PSOE, que acude a la cita acompañado por el primer secretario del PSC, Pere Navarro.
Rubalcaba expone sus propias propuestas y también los criterios intercambiados con Rajoy. Concluida la reunión, el líder del PSOE es entrevistado en 8tv. El periodista Josep Cuní le pregunta si ve una puerta abierta al diálogo. Respuesta lacónica: "Sí". La repregunta: "Déjeme que lo crea así".
Un camino angosto, acosado desde dos flancos. José María Aznar reaparece en San Sebastián exigiendo "la derrota de los soberanismos". Carme Chacón proclama en Madrid que "no hay que hacer el juego a Mas", una hora antes de que Rubalcaba sea recibido en la Generalitat.
Esbozo de situación, según las fuentes consultadas: un mes para cruzar propuestas, un trimestre para intentar concretarlas. Posición del Govern de la Generalitat: "Con el Estatut, Catalunya propuso; ahora, debe proponer el Estado. Que PP y PSOE den a conocer su propuesta. No nos planteamos dos negociaciones por separado".