El dragón sigue dando disgustos a la menestra margarita

uno de los programas clave sobre el que pivota la modernización del Ejército de Tierra y una auténtica pesadilla desde hace años para las plantas nobles del Ministerio de Defensa. Se trata del programa del blindado 8x8 Dragón, un vehículo que debería llevar años en servicio como sustituto de los obsoletos BMR (Blindado Medio de Ruedas), pero del que no hay en estos momentos ni una sola unidad operativa.

Este programa acumuló años de retraso, en un primer momento, por falta de financiación. Una vez solucionado el tema económico, los obstáculos llegaron por la formalización del contrato con las empresas fabricantes. Después, el retraso en la entrega de los siete demostradores, que llegaron con cuatro años tarde. Y cuando todo hacía indicar que la pesadilla había acabado, toca la incapacidad de la industria de Defensa para entregar las unidades.

Tess Defence, el consorcio encargado de la construcción del 8x8 Dragón, debía entregar 34 unidades en el año 2023 y otras 71 unidades en este 2024. Ni entregó ninguna unidad en el 2023 ni ha entregado ninguna todavía en 2024. Fuentes del sector explicaban hace un par de meses que la intención del consorcio era entregar una treintena de unidades a finales de este año, pero todo parece indicar que no va a ser así.

En las últimas horas se ha producido la salida de su puesto del coronel del Ejército de Tierra Vicente Infante, máximo responsable en el Ministerio de Defensa de este programa. Hasta ahora era el jefe del programa VCR 8x8 en la Dirección General de Armamento y Material (DGAM). Lo que no está claro son los términos exactos de esa salida, es decir, si ha dimitido él o si ha sido destituido por las altas esferas del departamento de Margarita Robles.

Varias fuentes apuntan a que el coronel Infante se negó en los últimos días a firmar la entrega de una decena de unidades del 8x8 Dragón por Tess Defence al Ministerio de Defensa porque las mismas no cumplían con todas las especificaciones requeridas por el Ejército de Tierra, tenían problemas técnicos con los que no podían ser recepcionados. Una situación que ha avivado la pesadilla en Defensa con este vehículo.

Esta nueva crisis se produce a menos de quince días de la entrada del año 2025, cuando según las previsiones se debían haber recibido un total de 105 unidades de los 348 blindados que han sido solicitados en un primer contrato. En un primer contrato porque las intenciones de Defensa y del Ejército de Tierra era formalizar uno o dos contratos más para que el número de unidades en servicio al finalizar el proceso de baja de los BMR superase el millar de unidades.

Se produce también sólo mes y medio después de que el Ministerio de Defensa diera un golpe de mano en Tess Defence. Desde el inicio, Tess Defence estaba participada al 25 por ciento por los cuatro socios del proyecto (GDELS-Santa Bárbara Sistemas, Indra, SAPA y Escribano M&E), pero a finales de octubre Defensa permitió que Indra –cuyo máximo accionista, aunque no mayoritario es la SEPI- tomase el control del 51 por ciento de las acciones del consorcio.