klingsor
Relentless
Por la presente, yo, klingsor, Juez de Udán en casa Dios, escribo en el Libro neցro. En tinta de color.
Hoy es el día sagrado. Quedando 17 minutos para la tradicional revisión de efectivos, y hoy no estaré. Miro a mi uniforme de gala (un pijama en algodón egipcio, las galochas y mi callao de Combate) y siento nostalgia de bajar al amanecer al templo, con los mastines como mínima escolta (Gerineldo no sé qué palos dice de cercanía con la gente: se nota que fue a seminario y quiere que los demás además de pontífices sean Papas) a observar el dress rehearsal de los Nuestros. Aunque los oigo desde aquí.
Andarán las Paisanas ya afanosas, echando del jergón a los últimos efectivos a calderadas de nieve, y huele a almidón planchando las camisas de Paisano. Aunque como siempre habrá que ir en persona a buscar a Anselmo, y entre sueños soltará un también lo de siempre “AL QUE ENTRE EN LA HABITACIÓN LO METO EL CUCHILLO!!!”, gran canon de fuerza e incorporado al imaginario de Udán por derecho propio.
Cuatro vírgenes portarán a la Dama del Agua, y como andan rápidas y menos no se espera de ellas (gran orgullo) se soltará el chiste de nnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn “fosties, non pedían cuatro? Ni. Una encontró el cura. MILAGRO, LA DAMA VA EN EL AIRE!!!”. Y cómo siempre el precio de soltar el chiste será un “esta jaula cervezas va de mi cuenta. Apunta ahí leche y atiende a las Damas, a qué andas jorobar”, para sonrisas del anfitrión y de Las Jefas de Clan más.
Llegarán las Fuerzas Vivas de La Comunidad, escoltadas por la benemérita, aparcarán los phaetones a plaza reservada (faltaría más) y orgullosos de moñiga en la B de Bentley desamontarán y tomarán el aire de los suyos. Hasta los bemoles de figurar.
<continuará, según noticias lleguen>
K.
Juez de Udán.
Defender of The Faith.
Hoy es el día sagrado. Quedando 17 minutos para la tradicional revisión de efectivos, y hoy no estaré. Miro a mi uniforme de gala (un pijama en algodón egipcio, las galochas y mi callao de Combate) y siento nostalgia de bajar al amanecer al templo, con los mastines como mínima escolta (Gerineldo no sé qué palos dice de cercanía con la gente: se nota que fue a seminario y quiere que los demás además de pontífices sean Papas) a observar el dress rehearsal de los Nuestros. Aunque los oigo desde aquí.
Andarán las Paisanas ya afanosas, echando del jergón a los últimos efectivos a calderadas de nieve, y huele a almidón planchando las camisas de Paisano. Aunque como siempre habrá que ir en persona a buscar a Anselmo, y entre sueños soltará un también lo de siempre “AL QUE ENTRE EN LA HABITACIÓN LO METO EL CUCHILLO!!!”, gran canon de fuerza e incorporado al imaginario de Udán por derecho propio.
Cuatro vírgenes portarán a la Dama del Agua, y como andan rápidas y menos no se espera de ellas (gran orgullo) se soltará el chiste de nnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn “fosties, non pedían cuatro? Ni. Una encontró el cura. MILAGRO, LA DAMA VA EN EL AIRE!!!”. Y cómo siempre el precio de soltar el chiste será un “esta jaula cervezas va de mi cuenta. Apunta ahí leche y atiende a las Damas, a qué andas jorobar”, para sonrisas del anfitrión y de Las Jefas de Clan más.
Llegarán las Fuerzas Vivas de La Comunidad, escoltadas por la benemérita, aparcarán los phaetones a plaza reservada (faltaría más) y orgullosos de moñiga en la B de Bentley desamontarán y tomarán el aire de los suyos. Hasta los bemoles de figurar.
<continuará, según noticias lleguen>
K.
Juez de Udán.
Defender of The Faith.
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