Vlad_Empalador
Será en Octubre
El sesso y el descontrol ponen en peligro las Dunas de Maspalomas
La Reserva Natural Especial ubicada al sur de Gran Canaria lidia cada día con pisadas ilegales y relaciones sensuales que se organizan a través de páginas web
Marcos Moreno / Luna Moya
6 de abril de 2023 (05:00 CET)
Guardar
Imagen de una persona fuera de los senderos habilitados en las Dunas de Maspalomas CEDIDA
“La chupo cuando sea”. “¿Alguien que me ame?”. “¿Alguien para hoy?”. “De vacaciones y con ganas”. Basta un solo clic en el ordenador para encontrar una de las zonas de cruising más famosas de Gran Canaria. La práctica sensual en lugares públicos como parques, playas o descampados ha invadido las Dunas de Maspalomas, un Espacio Natural Protegido, un dato que pasan por alto las personas que interactúan en las páginas web de citas casuales.
Son las 16:00 horas de un día cualquiera en el mirador de las Dunas de Maspalomas. Cientos de personas ignoran los pequeños carteles que advierten de la prohibición de caminar sobre la arena, aunque es difícil verlos cuando una familia de turistas se acomoda en el muro haciéndolos invisibles ante el resto de miradas.
A la derecha comienza un sendero habilitado por el Cabildo Insular con unas cuerdas atadas a palos de madera. Apenas unos 20 metros más adelante las cuerdas desaparecen y una pareja aprovecha entonces para salirse del camino.
Imagen de un preservativo en la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas / CEDIDA
sesso y desenfreno
A unos 20 minutos caminando fuera de los senderos señalizados se encuentra uno de los puntos calientes del Espacio Natural Protegido, según la información a la que ha tenido acceso Atlántico Hoy. Allí, hombres y mujeres mantienen relaciones sensuales de manera casual sin ningún tipo de restricción.
La falta de pudor en la zona hace que curiosos anden desnudos y predispuestos a interactuar con desconocidos. En el caso de los turistas extranjeros juegan con ventaja porque no pueden ser multados —las sanciones administrativas no llegan fuera del territorio español— a diferencia de los nacionales que se enfrentan a sanciones de entre 150 y 600 euros por tras*itar por un Espacio Natural Protegido, una información obtenida por el trabajo de investigación llevado a cabo por este medio.
Las páginas web que promocionan a las Dunas de Maspalomas como el lugar idóneo para mantener relaciones sensuales esporádicas diferencian varias zonas de cruising repartidas en diferentes puntos: área lgtb, área lésbica y área heterosexual.
sarama en la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas / CEDIDA
Acumulación de sarama
Preservativos, bolsas de sarama, latas de cerveza, toallitas húmedas, heces humanas, ropa interior y una lista casi interminable de residuos ponen en peligro la integridad de uno de los parajes naturales más icónicos de la geografía grancanaria. En menos de dos kilómetros la sarama demuestra que la limpieza en las Dunas de Maspalomas brilla por su ausencia.
En los senderos faltan papeleras y en los alrededores cuadrillas organizadas que se encarguen de mantener en buen estado la Reserva Natural Especial. Actualmente son los encargados de preservar las dunas los que informan por correo electrónico a los responsables de la limpieza de las coordenadas exactas en las que deben actuar, sin que haya un seguimiento rutinario para mantener a raya los residuos.
Imagen de una familia leyendo las advertencias sobre la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas / ATLÁNTICO HOY
Agentes insuficientes
A partir de las 15:00 horas las Dunas de Maspalomas se quedan desprotegidas. Los agentes de Medioambiente acaban en ese momento su jornada laboral abriendo las puertas a cualquiera que desee tras*itar sin límites por las 400 hectáreas que componen el paisaje dunar.
Por las mañanas, la situación no mejora demasiado. En un día normal son tres los agentes encargados de controlar y preservar todo el terreno y seis cuando se prevé mucha afluencia de gente como el Carnaval Internacional de Maspalomas o el lgtb Pride. Eso significa que en un día cotidiano cada uno de estos funcionarios debe cubrir 133 hectáreas solo.
Según ha podido conocer este medio, el proyecto piloto de vigilancia con drones de la Reserva de las Dunas de Maspalomas propuesto por el Cabildo de Gran Canaria el mes de marzo no ha seguido operando en la zona, lo que se une al escaso control del Espacio Natural Protegido.
Senderos difusos
A todo lo anterior se suma que en la linde de Playa del Inglés no hay una correcta señalización para que los usuarios abandonen la costa por senderos habilitados y la arena movida por el viento tapa algunos palos de madera que limitan el paso de personas. Por lo que la imagen más habitual es verlas cruzando las Dunas de manera ilegal.
Las zonas cruising, la sarama y la falta de vigilancia borran, cada día un poco más, a las Dunas de Maspalomas del mapa. Mientras, Gobierno, Cabildo y Ayuntamiento miran para otro lado.
La Reserva Natural Especial ubicada al sur de Gran Canaria lidia cada día con pisadas ilegales y relaciones sensuales que se organizan a través de páginas web
Marcos Moreno / Luna Moya
6 de abril de 2023 (05:00 CET)
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“La chupo cuando sea”. “¿Alguien que me ame?”. “¿Alguien para hoy?”. “De vacaciones y con ganas”. Basta un solo clic en el ordenador para encontrar una de las zonas de cruising más famosas de Gran Canaria. La práctica sensual en lugares públicos como parques, playas o descampados ha invadido las Dunas de Maspalomas, un Espacio Natural Protegido, un dato que pasan por alto las personas que interactúan en las páginas web de citas casuales.
Son las 16:00 horas de un día cualquiera en el mirador de las Dunas de Maspalomas. Cientos de personas ignoran los pequeños carteles que advierten de la prohibición de caminar sobre la arena, aunque es difícil verlos cuando una familia de turistas se acomoda en el muro haciéndolos invisibles ante el resto de miradas.
A la derecha comienza un sendero habilitado por el Cabildo Insular con unas cuerdas atadas a palos de madera. Apenas unos 20 metros más adelante las cuerdas desaparecen y una pareja aprovecha entonces para salirse del camino.
sesso y desenfreno
A unos 20 minutos caminando fuera de los senderos señalizados se encuentra uno de los puntos calientes del Espacio Natural Protegido, según la información a la que ha tenido acceso Atlántico Hoy. Allí, hombres y mujeres mantienen relaciones sensuales de manera casual sin ningún tipo de restricción.
La falta de pudor en la zona hace que curiosos anden desnudos y predispuestos a interactuar con desconocidos. En el caso de los turistas extranjeros juegan con ventaja porque no pueden ser multados —las sanciones administrativas no llegan fuera del territorio español— a diferencia de los nacionales que se enfrentan a sanciones de entre 150 y 600 euros por tras*itar por un Espacio Natural Protegido, una información obtenida por el trabajo de investigación llevado a cabo por este medio.
Las páginas web que promocionan a las Dunas de Maspalomas como el lugar idóneo para mantener relaciones sensuales esporádicas diferencian varias zonas de cruising repartidas en diferentes puntos: área lgtb, área lésbica y área heterosexual.
sarama en la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas / CEDIDA
Acumulación de sarama
Preservativos, bolsas de sarama, latas de cerveza, toallitas húmedas, heces humanas, ropa interior y una lista casi interminable de residuos ponen en peligro la integridad de uno de los parajes naturales más icónicos de la geografía grancanaria. En menos de dos kilómetros la sarama demuestra que la limpieza en las Dunas de Maspalomas brilla por su ausencia.
En los senderos faltan papeleras y en los alrededores cuadrillas organizadas que se encarguen de mantener en buen estado la Reserva Natural Especial. Actualmente son los encargados de preservar las dunas los que informan por correo electrónico a los responsables de la limpieza de las coordenadas exactas en las que deben actuar, sin que haya un seguimiento rutinario para mantener a raya los residuos.
Agentes insuficientes
A partir de las 15:00 horas las Dunas de Maspalomas se quedan desprotegidas. Los agentes de Medioambiente acaban en ese momento su jornada laboral abriendo las puertas a cualquiera que desee tras*itar sin límites por las 400 hectáreas que componen el paisaje dunar.
Por las mañanas, la situación no mejora demasiado. En un día normal son tres los agentes encargados de controlar y preservar todo el terreno y seis cuando se prevé mucha afluencia de gente como el Carnaval Internacional de Maspalomas o el lgtb Pride. Eso significa que en un día cotidiano cada uno de estos funcionarios debe cubrir 133 hectáreas solo.
Según ha podido conocer este medio, el proyecto piloto de vigilancia con drones de la Reserva de las Dunas de Maspalomas propuesto por el Cabildo de Gran Canaria el mes de marzo no ha seguido operando en la zona, lo que se une al escaso control del Espacio Natural Protegido.
Senderos difusos
A todo lo anterior se suma que en la linde de Playa del Inglés no hay una correcta señalización para que los usuarios abandonen la costa por senderos habilitados y la arena movida por el viento tapa algunos palos de madera que limitan el paso de personas. Por lo que la imagen más habitual es verlas cruzando las Dunas de manera ilegal.
Las zonas cruising, la sarama y la falta de vigilancia borran, cada día un poco más, a las Dunas de Maspalomas del mapa. Mientras, Gobierno, Cabildo y Ayuntamiento miran para otro lado.
