Gnomi Club
Forero Paco Demier
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Publicación original en: El Cristiano y las Redes Sociales - Espiritualidad - Gnomi Club
El Cristiano y las Redes Sociales hoy por hoy es una realidad a la cual no podemos cegarnos, existe y existirá. La red social más conocidas hoy en día es Facebook, plataforma que reúnen millones de usuarios. Hasta el día de hoy, tiene aproximadamente 1.200 millones de usuarios. Hay otras redes sociales “menores” como Instagram, que es únicamente para fotos y vídeos, y cuenta con 15 millones de usuarios.
El Cristiano y las Redes Sociales
No pretendo hacer un estudio exhaustivo de las redes sociales, sólo resaltar algunas de las problemáticas más comunes en su uso. Deseo también llamar la atención de todo creyente que lea este breve artículo en lo que respecta al uso de su tiempo.
Sobra decir que este tema no fue tratado por aquellos grandes predicadores de antaño ni por ninguno de los autores inspirados de las Escrituras; sin embargo, es allí mismo en las Escrituras donde hallamos no sólo la preciosa Ley jovenlandesal, sino una nube de principios que son normativos para nuestras vidas, incluyendo el uso de nuestro tiempo, el cumplimiento de nuestros deberes como creyentes, etc.
BENEFICIOS DEL USO DE LAS REDES SOCIALES
1. COMO MEDIO SECUNDARIO PARA TESTIFICAR
Las redes sociales, de hecho, nunca reemplazarán ni el púlpito ni la predicación pública de la Palabra desde el mismo. Sin embargo, afirmamos cautelosamente que las redes sociales sí pueden ser instrumentos secundarios por medio de los cuales potencialmente, testificamos de nuestra fe a cientos, quizás a miles de personas. Las redes sociales le pueden servir al creyente serio como una herramienta para…
2. PARA TENER COMUNIÓN CON HERMANOS QUE VIVEN EN LUGARES REMOTOS O EN EL EXTERIOR
Las redes sociales pueden ser vistas como puentes que facilitan el encuentro e intercambio de mensajes entre personas y porque no también, entre cristianos. El internet y de manera más específica plataformas como el Skype o Facebook, nos ayudan a «acercarnos» a hermanos que viven en lugares en el extranjero o remotos. El Cristiano y las redes sociales pueden convertirse en una excelente combinacion para unir hermanos separados por las distancias.
En tiempos pasados la comunicación con personas que estaban lejos era bastante difícil. En la actualidad muchos cristianos sinceros hacen uso del internet y de las redes sociales de manera legítima. Estos creyentes tienen comunión que de otra manera sería imposible tener sopena de incurrir en altos costos de llamadas, etc.
DESVENTAJAS DEL ABUSO DE LAS REDES SOCIALES
1. DESPERDICIO DEL TIEMPO
La primera de las desventajas que nombraremos es el peligro de derrochar el tiempo. En definición, nuestro tiempo es nuestra vida. Si dejamos que las redes sociales absorban nuestro tiempo, al fin y al cabo, estarán absorbiendo nuestras vidas. Sabemos que nuestras vidas deben glorificar a Dios y que las debemos vivir sabiamente para Su gloria…
El apóstol Pablo decía:
La adicción a cualquier cosa, sustancia o actividad es gran pecado – La adicción a una red social no es la excepción. ¡Jamás el creyente puede decir «estaba testificando de Cristo a mis 2 mil amigos en el Facebook» y por eso no atendí al servicio o de manera similar, «estaba debatiendo con herejes en el Twitter por 3 días» y por eso no rendí en mi trabajo o escuela» – Jamás!
La diferencia entre el uso y el abuso de las redes sociales está marcada por una línea que pocos tienen el discernimiento para diferenciar.
Abuso de las redes sociales
Para evitar caer en tal dificultad, es menester de todo aquel que profese la fe en Cristo recordar que es responsable por el uso o desperdicio de su tiempo…
El cristiano debe ser por naturaleza un buen mayordomo del tiempo. Somos administradores del tiempo que el Señor nos permite vivir en este mundo caído para dar testimonio de Él.
No caigamos en el error de creer que podemos honrar a Dios en las redes sociales, aún si somos negligentes en el servicio en la iglesia, si desatendemos nuestros deberes como esposos o padres, si somos desobedientes como hijos o irresponsables en el trabajo o estudio.
Una vez más, si hay alguien que debe valorar el tiempo -quizás mejor que cualquier otra persona- es el cristiano… El cristiano valora el tiempo porque aprecia su importancia: Es confrontado por la Palabra de Dios acerca de sus deberes y es recordado de manera continua del carácter limitado de su vida terrenal.
El genuino cristiano entiende que sus días son pocos y que en su corto tras*itar por este mundo no tiene como objetivo pasar interminables horas en el Facebook o Twitter, sino obedecer a Dios, mortificar la carne y honrar a Cristo en una vida santificada por Su gracia y para Su gloria.
Digamos para finalizar, que son muchas las ocasiones en la que creyentes desobedecen la clara voz de Dios en Su Palabra aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Efesios 5:16
al pasar horas enteras al frente de un computador, tablet o teléfono, usando las redes sociales. Esto es una tragedia lamentable que se repite muy a menudo…
2. FALTA DE TIEMPO PARA LEER LA PALABRA Y ORAR
Un segundo peligro es este: el cristiano que usa las redes sociales desmedidamente a menudo permite que los medios de gracia, tales como la oración y la lectura y meditación de las Escrituras, sean opacados.
El peor de los casos lo apreciamos cuando alguien que se llama creyente, no ora ni lee la Palabra de Dios, o no lo hace como lo debe hacer, por estar en el Facebook, en foros o chat cristianos, etc.…
No busquemos reemplazo ni a la oración, ni a la lectura de la Palabra ni a ninguna de nuestras responsabilidades como creyentes en un aparente uso legítimo de las redes sociales, porque no lo encontraremos.
Frecuentemente se ve tanto a jóvenes cristianos como a adultos, creer que con leer unas frases en Facebook y marcar como Favorito algunas otras en Twitter, ya han “cumplido” su tiempo devocional.
Pero eso no es cierto. Nada nunca debe anteponerse a los medios que pueden concedernos gracia para avanzar en santificación hacia las jovenlandesadas celestiales.
Si has perdido tu pasión por orar y por leer la Palabra, y por el contrario encuentras deleite en las redes sociales, estás en graves apuros y es necesario que recuerdes que yaces a merced del enemigo de las almas, sin gracia para resistir sus ataques y lo peor, quizás sin el deseo de hacerlo.
Orad sin cesar
El tiempo online debe ser utilizado con medida y si es usado correctamente quizás pueda ser de edificación, no lo negamos. Pero es de suma importancia para la vida del creyente ordenar bien sus prioridades y, de hecho, ¡las redes sociales no son una de ellas!, debemos priorizar nuestras actividades en agrado a Aquél en quien vivimos y en sometimiento a Su Palabra.
Enfatizo: ¡La oración y la lectura de la Palabra son de carácter irremplazable!
3. LAS REDES SOCIALES COMO CATAPULTAS DE VALORES MUNDANOS Y OFENSIVOS A DIOS
Un tercer peligro se aprecia en el uso de las redes sociales para escribir cosas inoficiosas o en el peor de los casos, para compartir cosas deshonrosas y necias.
La sociedad caída lo hace de continuo, pero nosotros, los creyentes, estamos llamados a ser luz y sal de la tierra, y eso incluye nuestra participación en las redes sociales.
Si no es para edificación, lo más seguro es que sea para lo contrario, y si es así, lo mejor es no hacer uso de ellas.
Si gastaremos nuestro tiempo escribiendo únicamente cosas inoficiosas a diestra y a siniestra en vez de invertirlo publicando cosas que sean de edificación, estamos haciendo un mal uso de estas redes y en nada nos diferenciamos del mundo. Recuerdo una frase de un pastor y hermano:
Ahora, debo aclarar que con esto no quiero decir que no se pueda hablar absolutamente de nada que no sean las Escrituras a través de estos medios, sino que ésta debe ser la mayor prioridad en caso de que decidamos utilizarlas, y que el resto de las cosas que se vayan a publicar pasen primero por este filtro antes de pulsar Enter:
4. ABANDONO DE LAS RELACIONES INTERPERSONALES
Un cuarto peligro del que muchos creyentes lamentablemente caen presas es el de menoscabar la relevancia bíblica de las relaciones interpersonales, como la de la congregarnos y el evangelismo.
El creyente que cae en este error tiende a acercarse a quien está lejos, al mismo tiempo que ignora a quienes se encuentran cerca.
Lastimosamente para muchos, resulta más fácil escribir un mensaje bonito debajo de una fotografía en vez de tender una mano a alguien que se encuentra en necesidad cerca de nosotros, o estar allí presente cuando un amigo o un hermano lo necesita.
Como lo dije, el Internet no es un púlpito ni el medio dado en la Biblia para predicar a Cristo. No negamos el uso soberano que Dios pueda en ocasiones darle a un mensaje de Internet, pero el método bíblico para la proclamación de Cristo es a través de la «locura de la predicación».
Así que nadie tiene justificación para excusarse de la Gran Comisión en un «pseudo-evangelismo» a través del Facebook o Twitter.
Relaciones Humanas
Si sientes temor o te da pena ser rechazado cuando tocas una puerta y presentas el Evangelio de la gracia redentora de Cristo, es muy probable que te sientas tentado a reemplazar esta manera bíblica por una red social… en tal caso, ruego que te hagas esta pregunta: ¿Qué le agrada al Señor? Que digas: «Señor, tengo un millón de Facebook likes en una las publicaciones que hablan de ti, o; Señor, ¿fui rechazado una vez mientras hablaba de ti?
5. POPULARIDAD Y AUTOPROMOCIÓN
Un quinto peligro que tocaremos muy por encima en este artículo es el de la autopromoción. Y hay que tener sumo cuidado con esto también.
Por la forma de estas redes es fácil caer en este pecado que no es otra cosa que buscar ser el enfoque de las luces y la atención las personas con las cuales interactuamos.
El buscar ser reconocido por lo que se hace o por lo que no se hace. perseguir el agrado de los hombres, sus aplausos o sus aprobaciones, obtener un “me gusta” o un “Favorito”.
¿Está usted esforzándose por ser reconocido y admirado? ¿Cuál es su motivación al publicar sus fotos? ¿Qué necesidad hay de decirle a medio mundo cómo se siente hoy?
Ego
No debemos buscar brillar y ser el centro de atención en nuestras redes sociales. Así que, el exponernos y promovernos a nosotros mismos y hacer alarde de nuestras habilidades o conocimientos es una tentación muy grande de las redes sociales y una muestra inmensa de deseo de exaltación y gloria propia y falta de humildad.
Examinemos, entonces, nuestros corazones y veamos nuestras redes sociales (y nuestro diario vivir) a ver si estamos cayendo en este pecado y busquemos, al igual que Pablo, decir esto con nuestro corazón:
6. TOMAR EN VANO EL NOMBRE DE CRISTO
Si no tenemos gracia para decir la verdad a quien no vemos, seguramente no la tenemos para hablar del amor y de la justicia de Dios a quien vemos.
Seamos cautos y prudentes antes de publicar cualquier cosa. No nos olvidemos que muy a menudo en las redes sociales se blasfema y se toma en vano el nombre de nuestro bendito Dios de una manera profana.
Así que mientras que quizás las redes sociales nos permitan alentar a otros y aún retarlos con amor, no caigamos en el error de convertir estas plataformas en centros de debate con quienes pisotean con su desobediencia la Palabra de Dios.
OBSERVACIONES PRÁCTICAS:
Comparte en tus redes sociales, abajo encontrarás los botones que te facilitarán la acción. Igual puedes comentar y aportar tus observaciones!!!
Bendiciones!!!
El Cristiano y las Redes Sociales hoy por hoy es una realidad a la cual no podemos cegarnos, existe y existirá. La red social más conocidas hoy en día es Facebook, plataforma que reúnen millones de usuarios. Hasta el día de hoy, tiene aproximadamente 1.200 millones de usuarios. Hay otras redes sociales “menores” como Instagram, que es únicamente para fotos y vídeos, y cuenta con 15 millones de usuarios.
Ahora, ¿por qué nombramos estas cifras? ¿Con qué motivación lo hacemos? A continuación, abarcaremos las ventajas y beneficios, pero miraremos también las desventajas y los perjuicios que pueden traer éstas cuando un cristiano no las maneja de manera honrosa. Reconoceremos por un lado los aspectos positivos, pero, a la vez, y mayormente, resaltaremos los peligros potenciales.“…Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen…” - Efesios 5:3-4
No pretendo hacer un estudio exhaustivo de las redes sociales, sólo resaltar algunas de las problemáticas más comunes en su uso. Deseo también llamar la atención de todo creyente que lea este breve artículo en lo que respecta al uso de su tiempo.
Sobra decir que este tema no fue tratado por aquellos grandes predicadores de antaño ni por ninguno de los autores inspirados de las Escrituras; sin embargo, es allí mismo en las Escrituras donde hallamos no sólo la preciosa Ley jovenlandesal, sino una nube de principios que son normativos para nuestras vidas, incluyendo el uso de nuestro tiempo, el cumplimiento de nuestros deberes como creyentes, etc.
BENEFICIOS DEL USO DE LAS REDES SOCIALES
1. COMO MEDIO SECUNDARIO PARA TESTIFICAR
Las redes sociales, de hecho, nunca reemplazarán ni el púlpito ni la predicación pública de la Palabra desde el mismo. Sin embargo, afirmamos cautelosamente que las redes sociales sí pueden ser instrumentos secundarios por medio de los cuales potencialmente, testificamos de nuestra fe a cientos, quizás a miles de personas. Las redes sociales le pueden servir al creyente serio como una herramienta para…
… nunca dejando de lado nuestros deberes y obligaciones que como creyente tenemos en la iglesia local. ¡Estas plataformas pueden ser usadas legítimamente para tener comunión y alentar a hermanos en la fe, y hasta para hablar con familiares o amigos que se encuentren lejos y compartir con ellos la verdad de Dios y de Su Palabra!“…anunciar las virtudes de Aquél que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable…” - 1 Pedro 2:9
2. PARA TENER COMUNIÓN CON HERMANOS QUE VIVEN EN LUGARES REMOTOS O EN EL EXTERIOR
Las redes sociales pueden ser vistas como puentes que facilitan el encuentro e intercambio de mensajes entre personas y porque no también, entre cristianos. El internet y de manera más específica plataformas como el Skype o Facebook, nos ayudan a «acercarnos» a hermanos que viven en lugares en el extranjero o remotos. El Cristiano y las redes sociales pueden convertirse en una excelente combinacion para unir hermanos separados por las distancias.
En tiempos pasados la comunicación con personas que estaban lejos era bastante difícil. En la actualidad muchos cristianos sinceros hacen uso del internet y de las redes sociales de manera legítima. Estos creyentes tienen comunión que de otra manera sería imposible tener sopena de incurrir en altos costos de llamadas, etc.
DESVENTAJAS DEL ABUSO DE LAS REDES SOCIALES
1. DESPERDICIO DEL TIEMPO
La primera de las desventajas que nombraremos es el peligro de derrochar el tiempo. En definición, nuestro tiempo es nuestra vida. Si dejamos que las redes sociales absorban nuestro tiempo, al fin y al cabo, estarán absorbiendo nuestras vidas. Sabemos que nuestras vidas deben glorificar a Dios y que las debemos vivir sabiamente para Su gloria…
Siempre un cristiano genuino está consciente que el precio que el Señor Jesucristo pagó por su vida fue infinitamente costoso. ¿Qué quiero decir? Que honramos o deshonramos a Dios en la medida que usemos bien o mal el tiempo, y esto incluye la pregunta central: ¿Cuánto paso en las redes sociales? ¿Paso lo justo y trato sinceramente de emplear todo mi tiempo honrando al Señor en mi casa, en la iglesia o en el trabajo?“…Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos…” - Efesios 5:15-17
El apóstol Pablo decía:
Se ha comprobó que la adicción a las redes sociales activa las mismas áreas del cerebro que la cocaína, el alcohol o el éxtasis, lo que provoca que haya personas, especialmente los jóvenes, que el uso de estas herramientas les provoque una dependencia similar al que sufre alcoholismo. El fenómeno de El Cristiano y las redes sociales abre puertas a la adicción a estos medios.“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna” - 1 Corintios 6:12
La adicción a cualquier cosa, sustancia o actividad es gran pecado – La adicción a una red social no es la excepción. ¡Jamás el creyente puede decir «estaba testificando de Cristo a mis 2 mil amigos en el Facebook» y por eso no atendí al servicio o de manera similar, «estaba debatiendo con herejes en el Twitter por 3 días» y por eso no rendí en mi trabajo o escuela» – Jamás!
La diferencia entre el uso y el abuso de las redes sociales está marcada por una línea que pocos tienen el discernimiento para diferenciar.
Para evitar caer en tal dificultad, es menester de todo aquel que profese la fe en Cristo recordar que es responsable por el uso o desperdicio de su tiempo…
El cristiano debe ser por naturaleza un buen mayordomo del tiempo. Somos administradores del tiempo que el Señor nos permite vivir en este mundo caído para dar testimonio de Él.
No caigamos en el error de creer que podemos honrar a Dios en las redes sociales, aún si somos negligentes en el servicio en la iglesia, si desatendemos nuestros deberes como esposos o padres, si somos desobedientes como hijos o irresponsables en el trabajo o estudio.
Una vez más, si hay alguien que debe valorar el tiempo -quizás mejor que cualquier otra persona- es el cristiano… El cristiano valora el tiempo porque aprecia su importancia: Es confrontado por la Palabra de Dios acerca de sus deberes y es recordado de manera continua del carácter limitado de su vida terrenal.
El genuino cristiano entiende que sus días son pocos y que en su corto tras*itar por este mundo no tiene como objetivo pasar interminables horas en el Facebook o Twitter, sino obedecer a Dios, mortificar la carne y honrar a Cristo en una vida santificada por Su gracia y para Su gloria.
Digamos para finalizar, que son muchas las ocasiones en la que creyentes desobedecen la clara voz de Dios en Su Palabra aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Efesios 5:16
al pasar horas enteras al frente de un computador, tablet o teléfono, usando las redes sociales. Esto es una tragedia lamentable que se repite muy a menudo…
2. FALTA DE TIEMPO PARA LEER LA PALABRA Y ORAR
Un segundo peligro es este: el cristiano que usa las redes sociales desmedidamente a menudo permite que los medios de gracia, tales como la oración y la lectura y meditación de las Escrituras, sean opacados.
El peor de los casos lo apreciamos cuando alguien que se llama creyente, no ora ni lee la Palabra de Dios, o no lo hace como lo debe hacer, por estar en el Facebook, en foros o chat cristianos, etc.…
No busquemos reemplazo ni a la oración, ni a la lectura de la Palabra ni a ninguna de nuestras responsabilidades como creyentes en un aparente uso legítimo de las redes sociales, porque no lo encontraremos.
“…Orad sin cesar...” - 1 Tesalonicenses 5:17
Frecuentemente se ve tanto a jóvenes cristianos como a adultos, creer que con leer unas frases en Facebook y marcar como Favorito algunas otras en Twitter, ya han “cumplido” su tiempo devocional.
Pero eso no es cierto. Nada nunca debe anteponerse a los medios que pueden concedernos gracia para avanzar en santificación hacia las jovenlandesadas celestiales.
Si has perdido tu pasión por orar y por leer la Palabra, y por el contrario encuentras deleite en las redes sociales, estás en graves apuros y es necesario que recuerdes que yaces a merced del enemigo de las almas, sin gracia para resistir sus ataques y lo peor, quizás sin el deseo de hacerlo.
El tiempo online debe ser utilizado con medida y si es usado correctamente quizás pueda ser de edificación, no lo negamos. Pero es de suma importancia para la vida del creyente ordenar bien sus prioridades y, de hecho, ¡las redes sociales no son una de ellas!, debemos priorizar nuestras actividades en agrado a Aquél en quien vivimos y en sometimiento a Su Palabra.
Enfatizo: ¡La oración y la lectura de la Palabra son de carácter irremplazable!
3. LAS REDES SOCIALES COMO CATAPULTAS DE VALORES MUNDANOS Y OFENSIVOS A DIOS
Un tercer peligro se aprecia en el uso de las redes sociales para escribir cosas inoficiosas o en el peor de los casos, para compartir cosas deshonrosas y necias.
La sociedad caída lo hace de continuo, pero nosotros, los creyentes, estamos llamados a ser luz y sal de la tierra, y eso incluye nuestra participación en las redes sociales.
Si no es para edificación, lo más seguro es que sea para lo contrario, y si es así, lo mejor es no hacer uso de ellas.
“…Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen…” - Efesios 5:3-4
Si gastaremos nuestro tiempo escribiendo únicamente cosas inoficiosas a diestra y a siniestra en vez de invertirlo publicando cosas que sean de edificación, estamos haciendo un mal uso de estas redes y en nada nos diferenciamos del mundo. Recuerdo una frase de un pastor y hermano:
“Honestamente no encuentro otra razón por la cual un creyente participe en las redes sociales que no sea impulsar el Reino de Dios»
Ahora, debo aclarar que con esto no quiero decir que no se pueda hablar absolutamente de nada que no sean las Escrituras a través de estos medios, sino que ésta debe ser la mayor prioridad en caso de que decidamos utilizarlas, y que el resto de las cosas que se vayan a publicar pasen primero por este filtro antes de pulsar Enter:
“…todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad…” - Filipenses 4:8
4. ABANDONO DE LAS RELACIONES INTERPERSONALES
Un cuarto peligro del que muchos creyentes lamentablemente caen presas es el de menoscabar la relevancia bíblica de las relaciones interpersonales, como la de la congregarnos y el evangelismo.
El creyente que cae en este error tiende a acercarse a quien está lejos, al mismo tiempo que ignora a quienes se encuentran cerca.
Lastimosamente para muchos, resulta más fácil escribir un mensaje bonito debajo de una fotografía en vez de tender una mano a alguien que se encuentra en necesidad cerca de nosotros, o estar allí presente cuando un amigo o un hermano lo necesita.
Lo cierto del caso es que muchos, no algunos, sino muchos llamados creyentes, se escudan en el Facebook y en el internet en general (medios totalmente impersonales) para «cumplir» con su propia interpretación de la Gran Comisión. Esto es un gran error.“…no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre…” - hebreos 10:25
Como lo dije, el Internet no es un púlpito ni el medio dado en la Biblia para predicar a Cristo. No negamos el uso soberano que Dios pueda en ocasiones darle a un mensaje de Internet, pero el método bíblico para la proclamación de Cristo es a través de la «locura de la predicación».
Así que nadie tiene justificación para excusarse de la Gran Comisión en un «pseudo-evangelismo» a través del Facebook o Twitter.
Si sientes temor o te da pena ser rechazado cuando tocas una puerta y presentas el Evangelio de la gracia redentora de Cristo, es muy probable que te sientas tentado a reemplazar esta manera bíblica por una red social… en tal caso, ruego que te hagas esta pregunta: ¿Qué le agrada al Señor? Que digas: «Señor, tengo un millón de Facebook likes en una las publicaciones que hablan de ti, o; Señor, ¿fui rechazado una vez mientras hablaba de ti?
5. POPULARIDAD Y AUTOPROMOCIÓN
Un quinto peligro que tocaremos muy por encima en este artículo es el de la autopromoción. Y hay que tener sumo cuidado con esto también.
Por la forma de estas redes es fácil caer en este pecado que no es otra cosa que buscar ser el enfoque de las luces y la atención las personas con las cuales interactuamos.
El buscar ser reconocido por lo que se hace o por lo que no se hace. perseguir el agrado de los hombres, sus aplausos o sus aprobaciones, obtener un “me gusta” o un “Favorito”.
¿Está usted esforzándose por ser reconocido y admirado? ¿Cuál es su motivación al publicar sus fotos? ¿Qué necesidad hay de decirle a medio mundo cómo se siente hoy?
No debemos buscar brillar y ser el centro de atención en nuestras redes sociales. Así que, el exponernos y promovernos a nosotros mismos y hacer alarde de nuestras habilidades o conocimientos es una tentación muy grande de las redes sociales y una muestra inmensa de deseo de exaltación y gloria propia y falta de humildad.
Examinemos, entonces, nuestros corazones y veamos nuestras redes sociales (y nuestro diario vivir) a ver si estamos cayendo en este pecado y busquemos, al igual que Pablo, decir esto con nuestro corazón:
“Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo” Gálatas 6:14
6. TOMAR EN VANO EL NOMBRE DE CRISTO
Si no tenemos gracia para decir la verdad a quien no vemos, seguramente no la tenemos para hablar del amor y de la justicia de Dios a quien vemos.
Seamos cautos y prudentes antes de publicar cualquier cosa. No nos olvidemos que muy a menudo en las redes sociales se blasfema y se toma en vano el nombre de nuestro bendito Dios de una manera profana.
Así que mientras que quizás las redes sociales nos permitan alentar a otros y aún retarlos con amor, no caigamos en el error de convertir estas plataformas en centros de debate con quienes pisotean con su desobediencia la Palabra de Dios.
“…Todo hombre prudente procede con sabiduría...” - Proverbios 13:16
OBSERVACIONES PRÁCTICAS:
- Pregúntate: ¿En verdad estoy glorificando a Dios en el uso que hago de las redes sociales? ¿Qué mensaje estoy comunicando? ¿Estoy siendo piedra de tropiezo o estoy edificando? ¿Cómo estoy reflejando a Cristo? ¿Qué efecto estoy causando en aquellos que me leen?
- Haga uso de las redes sociales de una manera prudente y limitada, Hágalo sabia y sanamente siempre recordando que el fin suyo como creyente es darle la gloria de Dios en lo que piensa, hace, dice y escribe.
- ¿Mis devocionales… mi tiempo de lectura de la Palabra de Dios y de oración son profundos, sinceros y a diario?
- Si decide usar las redes sociales, hágalo de tal manera que en un futuro usted pueda mirar hacia atrás y leer nuevamente lo que ha escrito y compartido, y halle ese contenido edificante y no vergonzoso.
- Recuerde que lo que usted escribe a diario en sus redes sociales es a menudo interpretado como lo más importante que usted tiene para decir en ese día. ¿Es Cristo, lo más importante que tiene que decir?
- Sea honesto con usted mismo. Si el uso de las redes sociales ha tomado un lugar desproporcionado en su vida, pida ayuda, ore a Dios, y si llega a ser necesario deje de conectarse a ellas por un tiempo, o tal vez para siempre.
- Recuerde que usted es una carta leída, y piense, ¿qué leen mis contactos a través de mí en las redes sociales?
- La norma autoritativa de vida y conducta para un creyente es la Palabra de Dios y su deber, agradarle a Él en obediencia… esto incluye el manejo que hacemos de las redes sociales.
- Nunca caiga en el error de creer que «el fin justifica los medios» es decir, que el uso del Facebook porque tiene más audiencia tiene prioridad sobre el evangelismo personal, que naturalmente tiene menor audiencia y es más agreste. ¡Recuerde, al Señor le agrada más la obediencia a Su Palabra que la innovación tecnológica para alcanzar a muchos… téngalo siempre presente!
Comparte en tus redes sociales, abajo encontrarás los botones que te facilitarán la acción. Igual puedes comentar y aportar tus observaciones!!!
Bendiciones!!!