Vlad_Empalador
Será en Octubre
El consumo pincha en la cuesta de enero y anticipa un inicio de año complicado
Las ventas del comercio minorista cayeron un 9% en enero respecto a diciembre. El agotamiento de la renta disponible de las familias pone en riesgo la evolución de la demanda
En enero entró en vigor la rebaja del IVA. (EFE/Zipi Aragón)
Por
Javier Jorrín
26/02/2023 - 05:00
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La cuesta de enero en este año 2023 ha sido especialmente empinada y larga. Un puerto de primera categoría para las familias debido a la persistente pérdida de poder adquisitivo que están sufriendo y al agotamiento del ahorro embalsado durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Las declaraciones del IVA que hacen mensualmente las grandes empresas son el primer buen indicador sobre la coyuntura de la demanda. Y los datos del inicio del año no invitan al optimismo.
Las empresas declararon a la Agencia Tributaria una caída de la facturación del 4,3% en enero respecto a diciembre, con datos corregidos de estacionalidad, calendario y deflactados. Se trata del tercer mes consecutivo de contracción en el negocio de las grandes empresas (que controlan algo más del 75% del mercado), lo que es señal del agotamiento de la demanda.
La agonía del pequeño comercio: las ventas por Internet dan la puntilla a las tiendas de barrio
Javier Jorrín Gráficos: Miguel Ángel Gavilanes Gráficos: Ana Ruiz Luis Rodríguez Rocío Márquez Gráficos: Marta Ley
La estadística adelantada de la contabilidad nacional (el PIB) ya indicaba una caída del consumo privado del 1,8% en el último trimestre del año. Tras el pinchazo de la campaña navideña, ahora los hogares tienen que escalar la cuesta de enero sin aire en las ruedas.
El comercio minorista registró una caída de las ventas del 9% mensual. En parte, este descenso vino motivado por el menor consumo de combustibles tras el final de la subvención de 20 céntimos. Es previsible que los hogares adelantaran las compras de diésel y gasolina al mes de diciembre, llenando sus depósitos antes de perder la ayuda del Gobierno. Esto explicaría que las gasolineras facturaran en enero un 16% menos.
Pero el resto del comercio minorista también comenzó el año con cifras pobres. Las tiendas no especializadas (principalmente supermercados) sufrieron una caída de la facturación del 12% después del importante aumento que vivieron en diciembre. Es probable que los hogares echaran el resto en las compras para las comidas navideñas y en enero se hayan apretado el cinturón en sus visitas al supermercado.
Por el contrario, las tiendas especializadas sufrieron una caída de las ventas del 2% ya en diciembre, y han comenzado el año con un descenso adicional del 4%. Estos datos anticipan que las rebajas tampoco habrían conseguido levantar la facturación.
La metamorfosis de la economía blinda a España de la crisis energética
Javier Jorrín
Los bares y restaurantes (cadenas medianas y grandes) sí pudieron aguantar el tipo en el inicio del año. Sus ventas aumentaron un 1% respecto a diciembre. Sin embargo, la facturación de los hoteles sufrió un brusco descenso tras el crecimiento de diciembre. En suma, la hostelería perdió casi un 5% de su facturación en enero.
Las mejores noticias las dejó la industria, que es quien está tirando del carro en los últimos meses gracias a las exportaciones. Las empresas de manufacturas elevaron sus ventas un 5% impulsadas por dos de los sectores más importantes para la economía española: la fabricación de vehículos y los productos químicos.
La ganancia de competitividad que ha conseguido España desde el inicio de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, en buena medida gracias a la menor inflación que está sufriendo y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, permite a la industria ganar cuota de mercado a nivel europeo. Pero el crecimiento de las exportaciones, que marcaron un nuevo récord histórico en 2022, no es suficiente para estimular el crecimiento económico.
La cuesta de enero en este año 2023 ha sido especialmente empinada y larga. Un puerto de primera categoría para las familias debido a la persistente pérdida de poder adquisitivo que están sufriendo y al agotamiento del ahorro embalsado durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Las declaraciones del IVA que hacen mensualmente las grandes empresas son el primer buen indicador sobre la coyuntura de la demanda. Y los datos del inicio del año no invitan al optimismo.
Las ventas del comercio minorista cayeron un 9% en enero respecto a diciembre. El agotamiento de la renta disponible de las familias pone en riesgo la evolución de la demanda
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Javier Jorrín
26/02/2023 - 05:00
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La cuesta de enero en este año 2023 ha sido especialmente empinada y larga. Un puerto de primera categoría para las familias debido a la persistente pérdida de poder adquisitivo que están sufriendo y al agotamiento del ahorro embalsado durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Las declaraciones del IVA que hacen mensualmente las grandes empresas son el primer buen indicador sobre la coyuntura de la demanda. Y los datos del inicio del año no invitan al optimismo.
Las empresas declararon a la Agencia Tributaria una caída de la facturación del 4,3% en enero respecto a diciembre, con datos corregidos de estacionalidad, calendario y deflactados. Se trata del tercer mes consecutivo de contracción en el negocio de las grandes empresas (que controlan algo más del 75% del mercado), lo que es señal del agotamiento de la demanda.
La agonía del pequeño comercio: las ventas por Internet dan la puntilla a las tiendas de barrio
Javier Jorrín Gráficos: Miguel Ángel Gavilanes Gráficos: Ana Ruiz Luis Rodríguez Rocío Márquez Gráficos: Marta Ley
La estadística adelantada de la contabilidad nacional (el PIB) ya indicaba una caída del consumo privado del 1,8% en el último trimestre del año. Tras el pinchazo de la campaña navideña, ahora los hogares tienen que escalar la cuesta de enero sin aire en las ruedas.
El comercio minorista registró una caída de las ventas del 9% mensual. En parte, este descenso vino motivado por el menor consumo de combustibles tras el final de la subvención de 20 céntimos. Es previsible que los hogares adelantaran las compras de diésel y gasolina al mes de diciembre, llenando sus depósitos antes de perder la ayuda del Gobierno. Esto explicaría que las gasolineras facturaran en enero un 16% menos.
Pero el resto del comercio minorista también comenzó el año con cifras pobres. Las tiendas no especializadas (principalmente supermercados) sufrieron una caída de la facturación del 12% después del importante aumento que vivieron en diciembre. Es probable que los hogares echaran el resto en las compras para las comidas navideñas y en enero se hayan apretado el cinturón en sus visitas al supermercado.
Por el contrario, las tiendas especializadas sufrieron una caída de las ventas del 2% ya en diciembre, y han comenzado el año con un descenso adicional del 4%. Estos datos anticipan que las rebajas tampoco habrían conseguido levantar la facturación.
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Javier Jorrín
Los bares y restaurantes (cadenas medianas y grandes) sí pudieron aguantar el tipo en el inicio del año. Sus ventas aumentaron un 1% respecto a diciembre. Sin embargo, la facturación de los hoteles sufrió un brusco descenso tras el crecimiento de diciembre. En suma, la hostelería perdió casi un 5% de su facturación en enero.
Las mejores noticias las dejó la industria, que es quien está tirando del carro en los últimos meses gracias a las exportaciones. Las empresas de manufacturas elevaron sus ventas un 5% impulsadas por dos de los sectores más importantes para la economía española: la fabricación de vehículos y los productos químicos.
La ganancia de competitividad que ha conseguido España desde el inicio de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, en buena medida gracias a la menor inflación que está sufriendo y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, permite a la industria ganar cuota de mercado a nivel europeo. Pero el crecimiento de las exportaciones, que marcaron un nuevo récord histórico en 2022, no es suficiente para estimular el crecimiento económico.
La cuesta de enero en este año 2023 ha sido especialmente empinada y larga. Un puerto de primera categoría para las familias debido a la persistente pérdida de poder adquisitivo que están sufriendo y al agotamiento del ahorro embalsado durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Las declaraciones del IVA que hacen mensualmente las grandes empresas son el primer buen indicador sobre la coyuntura de la demanda. Y los datos del inicio del año no invitan al optimismo.