Anónimo222
Madmaxista
- Desde
- 6 Ene 2015
- Mensajes
- 9.011
- Reputación
- 30.516
La ‘tasa al azúcar’ gravará la horchata, obligada por normativa a tener un 10%
Anoche el Senado rechazó la propuesta de Compromís para eximir de la ‘tasa al azúcar’ a los zumos y a la horchata. Lo hizo con los votos en contra de PSOE, ERC, En Comú-Podem y PNV.
Se frenó así la propuesta referente a la modificación del artículo 69, relativo a los tipos impositivos reducidos, es decir, el polémico incremento del IVA a las bebidas azucaradas, que incluía a zumos y horchata.
La enmienda no prosperó por 140 votos en contra, frente a los 114 a favor (Compromís, PP, Cs, el Grupo de la Izquierda Confederal excepto En Comú-Podem, UPN, Teruel Existe y Coalición Canaria) y 6 abstenciones (Junts per Catalunya). Vox no la votó.
El rechazo era esperado, pero no por ello, ha dejado de indignar al mundo de la horchata. El productor de chufa y presidente de la Denominación de Origen Chufa de València, Antonio Gimeno, lamenta que la tasa “va a hacer menos competitiva a la horchata y eso significa menos venta de chufas, que baje el precio de la chufa, que es un cultivo que ahora está muy bien de precio”.
“Si a eso le sumamos los problemas que tenemos de producción [en alusión a los estragos que causa desde hace años la enfermedad de la 'mancha de color'], nos puede llevar a que un cultivo que está siendo rentable, deje de serlo”, lamenta.
El senador de Compromís Carles Mulet, que defendió la enmiendo, recordó que su coalición fue la primera que propuso en las Cortes Generales un impuesto a las bebidas azucaradas, pero “hay que ser sensato y no meter en la misma categoría a un zumo exprimido y a una bebida carbónica o energética”.
“El impuesto al azúcar no es una medida recaudatoria. Es para desincentivar el consumo de azúcares que provocan obesidad y enfermedades de todo tipo. Ahí no pueden estar incluidos los zumos que únicamente lleven los azúcares naturales de la fruta o la horchata, un producto tradicional cuya receta y normativa de denominación incluye un porcentaje de azúcar”, argumentó.
El presidente de la DO recuerda que la Reglamentación Técnico-Sanitaria para la Elaboración y Venta de Horchata de Chufa, que data de 1988, “obliga a la horchata industrial a poner un 10% de azúcar”. Por ello, toda aquella que lleve una cantidad inferior se vende en el mercado como “bebida de chufa”, no como horchata.
“Es decir, por un lado, la reglamentación nos obliga poner azúcar; y por otro lado, nos gravan por hacerlo”, lamenta Gimeno.
Recuerda que llevan desde 2011 intentando cambiar esa reglamentación porque “es muy antigua” y, entre otras cosas, quieren facilitar que se pueda vender como ‘horchata’ la que no lleva azúcar porque “hay un mercado importante, ya que la tendencia es a consumir menos azúcar”.
Cuenta que, a pesar de haber contado con la aceptación del Ministerio en diferentes reuniones que han mantenido, la modificación continua allí “paralizada” porque son un sector “muy pequeño”, les “dejan a la cola” por no ser “prioritarios” y, cuando les “toca”, “cambia el Gobierno, el ministro y el director general y hay que volver a empezar”.
Por otro lado, Antonio Gimeno recuerda que la horchata “está demostrado que es muy saludable y que tiene muchísimas propiedades”.
De hecho, un estudio del investigador Josep Rubert, junto al CSIC, demostró por primera vez que la horchata natural tenía fosfolípidos y arginina, un aminoácido que también se detectó en la horchata industrial, aunque en menor medida.
“La ley habla de salud, lo que me parece bien, pero al final las pruebas nos demuestran que tiene una motivación económica, que busca recaudar. También gravan los edulcorantes, que me expliquen por qué la salvia es mala para la salud. No tiene mucho sentido”, sostiene el presidente de la DO.
Por todo ello, Gimeno pide que les “dejen una de las dos líneas”: “O que no nos graven, o que nos dejen hacer horchata sin azúcar, y si después una parte del mercado la quiere con azúcar, que le pongan el impuesto solo a esa”.
“No voy a decir que la ley sea mala, porque es verdad que es malo abusar del azúcar. Pero si no te dejan opción…”, suspira Gimeno.
Anoche el Senado rechazó la propuesta de Compromís para eximir de la ‘tasa al azúcar’ a los zumos y a la horchata. Lo hizo con los votos en contra de PSOE, ERC, En Comú-Podem y PNV.
Se frenó así la propuesta referente a la modificación del artículo 69, relativo a los tipos impositivos reducidos, es decir, el polémico incremento del IVA a las bebidas azucaradas, que incluía a zumos y horchata.
La enmienda no prosperó por 140 votos en contra, frente a los 114 a favor (Compromís, PP, Cs, el Grupo de la Izquierda Confederal excepto En Comú-Podem, UPN, Teruel Existe y Coalición Canaria) y 6 abstenciones (Junts per Catalunya). Vox no la votó.
El rechazo era esperado, pero no por ello, ha dejado de indignar al mundo de la horchata. El productor de chufa y presidente de la Denominación de Origen Chufa de València, Antonio Gimeno, lamenta que la tasa “va a hacer menos competitiva a la horchata y eso significa menos venta de chufas, que baje el precio de la chufa, que es un cultivo que ahora está muy bien de precio”.
“Si a eso le sumamos los problemas que tenemos de producción [en alusión a los estragos que causa desde hace años la enfermedad de la 'mancha de color'], nos puede llevar a que un cultivo que está siendo rentable, deje de serlo”, lamenta.
El senador de Compromís Carles Mulet, que defendió la enmiendo, recordó que su coalición fue la primera que propuso en las Cortes Generales un impuesto a las bebidas azucaradas, pero “hay que ser sensato y no meter en la misma categoría a un zumo exprimido y a una bebida carbónica o energética”.
“El impuesto al azúcar no es una medida recaudatoria. Es para desincentivar el consumo de azúcares que provocan obesidad y enfermedades de todo tipo. Ahí no pueden estar incluidos los zumos que únicamente lleven los azúcares naturales de la fruta o la horchata, un producto tradicional cuya receta y normativa de denominación incluye un porcentaje de azúcar”, argumentó.
El presidente de la DO recuerda que la Reglamentación Técnico-Sanitaria para la Elaboración y Venta de Horchata de Chufa, que data de 1988, “obliga a la horchata industrial a poner un 10% de azúcar”. Por ello, toda aquella que lleve una cantidad inferior se vende en el mercado como “bebida de chufa”, no como horchata.
“Es decir, por un lado, la reglamentación nos obliga poner azúcar; y por otro lado, nos gravan por hacerlo”, lamenta Gimeno.
Recuerda que llevan desde 2011 intentando cambiar esa reglamentación porque “es muy antigua” y, entre otras cosas, quieren facilitar que se pueda vender como ‘horchata’ la que no lleva azúcar porque “hay un mercado importante, ya que la tendencia es a consumir menos azúcar”.
Cuenta que, a pesar de haber contado con la aceptación del Ministerio en diferentes reuniones que han mantenido, la modificación continua allí “paralizada” porque son un sector “muy pequeño”, les “dejan a la cola” por no ser “prioritarios” y, cuando les “toca”, “cambia el Gobierno, el ministro y el director general y hay que volver a empezar”.
Por otro lado, Antonio Gimeno recuerda que la horchata “está demostrado que es muy saludable y que tiene muchísimas propiedades”.
De hecho, un estudio del investigador Josep Rubert, junto al CSIC, demostró por primera vez que la horchata natural tenía fosfolípidos y arginina, un aminoácido que también se detectó en la horchata industrial, aunque en menor medida.
“La ley habla de salud, lo que me parece bien, pero al final las pruebas nos demuestran que tiene una motivación económica, que busca recaudar. También gravan los edulcorantes, que me expliquen por qué la salvia es mala para la salud. No tiene mucho sentido”, sostiene el presidente de la DO.
Por todo ello, Gimeno pide que les “dejen una de las dos líneas”: “O que no nos graven, o que nos dejen hacer horchata sin azúcar, y si después una parte del mercado la quiere con azúcar, que le pongan el impuesto solo a esa”.
“No voy a decir que la ley sea mala, porque es verdad que es malo abusar del azúcar. Pero si no te dejan opción…”, suspira Gimeno.