Hendeudado
Madmaxista
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Pilar Rahola
Escritora y periodista
Diálogo
El comunista y el Audi A6
No soy de los que piensan que un comunista no puede viajar con coches lujosos, o dejarse un sueldo en un buen restaurante, aunque siempre he creído que debían de comerse el saltamontes con mala conciencia. Pero el que sí que encuentro inaceptable es que el mismo comunista disfrute de los privilegios d’un cargo público, haga un uso ostentoso y generoso, y después vaya por la vida d’antisistema. O se dedique a malparlar de l’escuela concertada, y los hijos se formen a la privada. O, todavía más simpático, sean unos antiamericans furibundos, y vayan a estudiar a los EE.UU.. Es aquello que hace años bauticé como la pijoprogressia, peculiar espécimen político que compatibiliza, sin urticària, el coche oficial, el sueldo público y el discurso okupa.
Es cierto que el populismo d’izquierdas es tan antiguo como el de derechas, y que nada no nos debe sorprender bajo el sol de la política, pero hay una diferencia que lo hace todavía más desagradable. Generalmente, los populistas d’izquierdas no tienen lo suficiente de vender mirallets falsos al mercado de la demagogia. Encima, lo hacen des d’una pretensa tribuna de superioridad jovenlandesal, con cara de llaga d’estómago, y regañando la impenitent ciudadanía, culpable de disfrutar del pecado del capitalismo. En estos casos, y perdonen la confidencia, l’estómago se’m subleva, tal vez porque estoy fuerza tipa de los falsos mercaderes que detenten la verdad dogmática. Durante décadas de magnífico comunismo, hemos podido sufrir los estragos de su doctrina, y en este sentido, siempre me resulta admirable observar cómo disfrutan, los actuales comunistas, d’una amnesia tan generosa.
Mestretites, jovenlandesalistas del catecisme progre y, encima, antisistema. Y todo esto mientras viajan a l’extranjero en primera, o se trasladan dentro d’un cómodo coche de lujo que pagamos todos los ciudadanos. El último ejemplo ha sido la pequeña polémica que he mantenido con Jordi Miralles, y que la web E-noticías d’en Xavier Ríos ha reproducido con fidelidad. L’estimado líder d’EUiA –si añaden más siglas a la cosa, conseguirán un hito semántico– fue l’otro día a TV3. En medio de l’entrevista con Lídia Heredia, aseguró que él no es “clase política”, y largó una peroració sobre la maldad del término, por acabar asegurando que sólo es “un cartero en excedencia”. Fantástico.
Entonces, me pregunto, si le molesta tanto la “clase política”, por qué le gusta trasladarse a las televisiones públicas en un Audi A6 ademán por el Parlamento? ¿Es lícito que por habla como líder d’un partido político use un coche público? ¿No s’inquieta su alma de cartero comunista en excedencia ante d’algunos abusos de l’erario público que s’han perpetrado al gobierno que apoya? ¿Está bien dedicar 300.000 euros a comprar coches de gama alta? Martes, al 59 segundos de TVE-2, hablaba de las maldades del capitalismo. ¿Debe de ser el mismo capitalismo que ha construido los Audis que usa como “servicio público”? ¿O el mismo que permito encargar estudios sobre la rana azul a miles @d’euros la página? O… Su respuesta ha sido etzibar-me que él nunca le ha dicho a nadie “No sabe cono quien está hablando”.
Yo tampoco, señor Miralles. Primero, porque hablo en catalán, segundo porque difícilmente puedo decir a alguien que no sabe con quien habla (traigo la cara puesta), y tercero porque es mentira. Pero usar una mentira de hace diez años, inventada por un cierto sector del PP, por intentar justificar las miserias actuales, no me denigra a mí, sino que lo retrata a usted. Y, puestos a hacer, mire, yo nunca utilicé el coche oficial –que era de gama baja– por ir a hacer mítines, pasear el fin de semana o disfrutar de l’ocio nocturno. No me venda la moto. Quizás usted es un cartero comunista en excedencia. Pero ha aprendido muy pronto a disfrutar de los placeres malvados del capitalismo. Y encima, todo pagado por los ciudadanos.
AVUI.cat - El comunista i l'Audi A6
Si queréis ver un "retrato" de este personaje, pulsad aquí. Entre otras lindezas dice que "fins ara feia servir el tren; el que passa és que des que sóc membre de la Mesa del Parlament també faig servir el servei públic, que és el cotxe oficial" ["hasta ahora usaba el tren; lo que pasa es que desde que soy miembro de la Mesa del Parlamento también utilizo el servicio público, que es el coche oficial]. Lo dice en el minuto 4.
Buenas noches y buena suerte.
Escritora y periodista
Diálogo
El comunista y el Audi A6
No soy de los que piensan que un comunista no puede viajar con coches lujosos, o dejarse un sueldo en un buen restaurante, aunque siempre he creído que debían de comerse el saltamontes con mala conciencia. Pero el que sí que encuentro inaceptable es que el mismo comunista disfrute de los privilegios d’un cargo público, haga un uso ostentoso y generoso, y después vaya por la vida d’antisistema. O se dedique a malparlar de l’escuela concertada, y los hijos se formen a la privada. O, todavía más simpático, sean unos antiamericans furibundos, y vayan a estudiar a los EE.UU.. Es aquello que hace años bauticé como la pijoprogressia, peculiar espécimen político que compatibiliza, sin urticària, el coche oficial, el sueldo público y el discurso okupa.
Es cierto que el populismo d’izquierdas es tan antiguo como el de derechas, y que nada no nos debe sorprender bajo el sol de la política, pero hay una diferencia que lo hace todavía más desagradable. Generalmente, los populistas d’izquierdas no tienen lo suficiente de vender mirallets falsos al mercado de la demagogia. Encima, lo hacen des d’una pretensa tribuna de superioridad jovenlandesal, con cara de llaga d’estómago, y regañando la impenitent ciudadanía, culpable de disfrutar del pecado del capitalismo. En estos casos, y perdonen la confidencia, l’estómago se’m subleva, tal vez porque estoy fuerza tipa de los falsos mercaderes que detenten la verdad dogmática. Durante décadas de magnífico comunismo, hemos podido sufrir los estragos de su doctrina, y en este sentido, siempre me resulta admirable observar cómo disfrutan, los actuales comunistas, d’una amnesia tan generosa.
Mestretites, jovenlandesalistas del catecisme progre y, encima, antisistema. Y todo esto mientras viajan a l’extranjero en primera, o se trasladan dentro d’un cómodo coche de lujo que pagamos todos los ciudadanos. El último ejemplo ha sido la pequeña polémica que he mantenido con Jordi Miralles, y que la web E-noticías d’en Xavier Ríos ha reproducido con fidelidad. L’estimado líder d’EUiA –si añaden más siglas a la cosa, conseguirán un hito semántico– fue l’otro día a TV3. En medio de l’entrevista con Lídia Heredia, aseguró que él no es “clase política”, y largó una peroració sobre la maldad del término, por acabar asegurando que sólo es “un cartero en excedencia”. Fantástico.
Entonces, me pregunto, si le molesta tanto la “clase política”, por qué le gusta trasladarse a las televisiones públicas en un Audi A6 ademán por el Parlamento? ¿Es lícito que por habla como líder d’un partido político use un coche público? ¿No s’inquieta su alma de cartero comunista en excedencia ante d’algunos abusos de l’erario público que s’han perpetrado al gobierno que apoya? ¿Está bien dedicar 300.000 euros a comprar coches de gama alta? Martes, al 59 segundos de TVE-2, hablaba de las maldades del capitalismo. ¿Debe de ser el mismo capitalismo que ha construido los Audis que usa como “servicio público”? ¿O el mismo que permito encargar estudios sobre la rana azul a miles @d’euros la página? O… Su respuesta ha sido etzibar-me que él nunca le ha dicho a nadie “No sabe cono quien está hablando”.
Yo tampoco, señor Miralles. Primero, porque hablo en catalán, segundo porque difícilmente puedo decir a alguien que no sabe con quien habla (traigo la cara puesta), y tercero porque es mentira. Pero usar una mentira de hace diez años, inventada por un cierto sector del PP, por intentar justificar las miserias actuales, no me denigra a mí, sino que lo retrata a usted. Y, puestos a hacer, mire, yo nunca utilicé el coche oficial –que era de gama baja– por ir a hacer mítines, pasear el fin de semana o disfrutar de l’ocio nocturno. No me venda la moto. Quizás usted es un cartero comunista en excedencia. Pero ha aprendido muy pronto a disfrutar de los placeres malvados del capitalismo. Y encima, todo pagado por los ciudadanos.
AVUI.cat - El comunista i l'Audi A6
Si queréis ver un "retrato" de este personaje, pulsad aquí. Entre otras lindezas dice que "fins ara feia servir el tren; el que passa és que des que sóc membre de la Mesa del Parlament també faig servir el servei públic, que és el cotxe oficial" ["hasta ahora usaba el tren; lo que pasa es que desde que soy miembro de la Mesa del Parlamento también utilizo el servicio público, que es el coche oficial]. Lo dice en el minuto 4.
Buenas noches y buena suerte.