Vlad_Empalador
Será en Octubre
Guerra en la izquierda
Iglesias busca una coalición con ERC y Bildu en las generales para frenar a Yolanda Díaz
El entorno de la vicepresidenta denuncia una campaña política y mediática del exlíder de Podemos para acabar con Sumar. Rufián sería otro eslabón de una operación poco viable
El ex secretario general de Podemos Pablo Iglesias. (EFE/Raúl Martínez)
Por
Pilar Gómez
18/07/2022 - 05:00
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Pablo Iglesias ha vuelto al centro de los titulares, como anhelaba hace meses. El exlíder de Podemos nunca se ha ido de la trastienda política. Designó a Yolanda Díaz como sucesora en un proceso sin primarias y bajo la convicción de que sería una marioneta en sus manos. Pero la vicepresidenta segunda, como ocurre con todos los pupilos, pronto marcó perfil propio y superó la dependencia del padre. Entre ambos hay una batalla soterrada sin tregua. Iglesias, según reconocen en su entorno más cercano, se ha marcado como objetivo "explotar" la plataforma Sumar al sentirse menospreciado por la que en otro tiempo fue su amiga y aliada.
Yolanda Díaz está dispuesta a integrar en su proyecto nombres de Podemos, pero no los que se le impongan, sino personas que ya militan en el 'yolandismo', como el gallego Antón González y su camarada Enrique Santiago. Son muchos los diputados jovenlandesados que ven en la titular de Trabajo una "esperanza" para remontar un proyecto que nació con el 15-M, pero que, según reconocen, "el autoritarismo de Iglesias ha destrozado". En un escenario de división interna, y con el partido jovenlandesado por debajo del 10% en intención de voto, según la última encuesta de El Confidencial, el político reconvertido a tertuliano ha pasado al ataque.
Iglesias busca segar el proyecto de Yolanda Díaz para colocar a Montero al frente
El plan pasaría por acogotar a la líder de Sumar y dejarla sin espacio, como ha hecho llegar a dirigentes de Podemos que ven una jugada para intentar colocar al frente de la formación a Irene Montero. La intención es elevar al máximo el desafío para intentar que la plataforma haga agua antes de las generales de 2023 o si es imposible tras un mal resultado de Yolanda Díaz. Con ambas barajas sobre la mesa, Iglesias busca crear su propio relato político y mediático.
En lo político, trabaja con la idea de que Podemos pueda crear una nueva coalición electoral con ERC y Bildu de cara a las generales y así neutralizar a su 'rival', que no cuenta ni con Montero ni con Ione Belarra para sus listas. "No se hablan", sentencian los que tratan con ellas a diario. Esta quimera, para muchos de los políticos consultados por este diario, contaría con la colaboración de Gabriel Rufián, que está en horas bajas en su partido. El portavoz de ERC mantiene una estrecha relación con Iglesias y estaría dispuesto a embarcarse en este proyecto. Los republicanos quieren sacarlo del Congreso y llevarle como candidato a la alcaldía de Santa Coloma de Gramenet. Él se resiste.
Pablo Iglesias y Gabriel Rufián mantienen una excelente relación.
Rufián es otro de los azotes de la vicepresidenta. Solo hay que repasar sus intervenciones en las redes sociales. En cada ocasión que se le brinda, arremete contra la ministra de Trabajo y en favor de Montero. El problema es que solo para Rufián parece ver viable el matrimonio con Iglesias en unas generales. Para ERC sería muy complicado justificar este abrazo con un partido que, si bien defiende el derecho a decidir, no es independentista. El anzuelo es aspirar a un grupo parlamentario con más de una veintena de diputados que fuera decisivo para que el PSOE reeditara el Frankenstein.
El portavoz de los republicanos en el Congreso no cuenta con ascendencia en las bases de su partido ni con el respaldo de Oriol Junqueras ni de Pere Aragonès. Estos últimos libran su particular pulso. El primero, con el poder del aparato de ERC, y el segundo, desde la Generalitat de Cataluña. El enfrentamiento con Junts por liderar el soberanismo tampoco juega a favor de una coalición con Podemos. En el caso de Bildu, su alianza con los republicanos es a futuro. En Madrid, irán de la mano, pero tampoco encuentran beneficios en sumar con Iglesias. "El problema es que Pablo es un estratega de ficciones", resalta un veterano diputado catalán que pone el acento en que "no es el mismo discurso, el de Otegi en Euskadi que el de Oskar Matute en Madrid". La misma fuente apuntala que para Iglesias sería un "sueño hecho realidad" unir a la izquierda más radical en torno a Podemos, pero lo ve poco factible hoy.
La pata mediática está en marcha de la mano del empresario catalán Jaume Roures. El propietario de Mediapro es un defensor de la causa independentista. La semana pasada, Iglesias resurgió jaleando su condición de víctima a raíz de la grabación de una conversación entre Antonio García Ferreras, de La Sexta, y el comisario José Manuel Villarejo. En ella, el periodista manifestó sus dudas ante una información que publicó 'OK Diario' sobre una presunta cuenta que el líder de Podemos tenía en las Granadinas. "Eduardo, esto es muy serio, yo voy con ello, pero esto es muy delicado y es demasiado burdo", se escucha decir al presentador de 'Al Rojo Vivo' contando que su programa recogería la noticia.
Moncloa ve a Podemos en modo derribo: "Desde que salió Iglesias, no gobiernan"
Pilar Gómez
A partir de la publicación por parte de 'Crónica Libre' de esta grabación, el exlíder de Podemos, tanto en las redes como en su programa 'La Base', empieza a denunciar una campaña contra su partido para que no ganase las elecciones de 2018. Vuelve la teoría de las 'cloacas'. Casualmente, le siguen en su cruzada contra Ferreras las cadenas catalana y vasca TV3 y ETB. El presentador de La Sexta es también una de las bestias negras del propio Roures, que fue uno de los fundadores de la cadena.
Iglesias no solo apunta contra los periodistas, sino que en esto también va a por Yolanda Díaz, como reconocen desde su equipo e incluso integrantes de Podemos. El exlíder de los jovenlandesados abandera la causa y emplaza a dejar de acudir a programas de La Sexta, que es el medio de cabecera de la izquierda. De esta forma, obliga a la vicepresidenta a posicionarse. Si no acude, se quedará sin una de las plataformas fundamentales en los medios para impulsar Sumar. Una trampa perfecta. El exvicepresidente de Pedro Sánchez es consciente de que las expectativas electorales de Yolanda Díaz son mejores que las de su partido y que además es la 'muleta' elegida por el presidente del Gobierno para intentar mantenerse en la Moncloa tras las elecciones. A diferencia de lo que ocurría con él, la relación entre Yolanda Díaz y Sánchez es cordial.
Pablo Iglesias ha vuelto al centro de los titulares, como anhelaba hace meses. El exlíder de Podemos nunca se ha ido de la trastienda política. Designó a Yolanda Díaz como sucesora en un proceso sin primarias y bajo la convicción de que sería una marioneta en sus manos. Pero la vicepresidenta segunda, como ocurre con todos los pupilos, pronto marcó perfil propio y superó la dependencia del padre. Entre ambos hay una batalla soterrada sin tregua. Iglesias, según reconocen en su entorno más cercano, se ha marcado como objetivo "explotar" la plataforma Sumar al sentirse menospreciado por la que en otro tiempo fue su amiga y aliada.
Iglesias busca una coalición con ERC y Bildu en las generales para frenar a Yolanda Díaz
El entorno de la vicepresidenta denuncia una campaña política y mediática del exlíder de Podemos para acabar con Sumar. Rufián sería otro eslabón de una operación poco viable
Por
Pilar Gómez
18/07/2022 - 05:00
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Pablo Iglesias ha vuelto al centro de los titulares, como anhelaba hace meses. El exlíder de Podemos nunca se ha ido de la trastienda política. Designó a Yolanda Díaz como sucesora en un proceso sin primarias y bajo la convicción de que sería una marioneta en sus manos. Pero la vicepresidenta segunda, como ocurre con todos los pupilos, pronto marcó perfil propio y superó la dependencia del padre. Entre ambos hay una batalla soterrada sin tregua. Iglesias, según reconocen en su entorno más cercano, se ha marcado como objetivo "explotar" la plataforma Sumar al sentirse menospreciado por la que en otro tiempo fue su amiga y aliada.
Yolanda Díaz está dispuesta a integrar en su proyecto nombres de Podemos, pero no los que se le impongan, sino personas que ya militan en el 'yolandismo', como el gallego Antón González y su camarada Enrique Santiago. Son muchos los diputados jovenlandesados que ven en la titular de Trabajo una "esperanza" para remontar un proyecto que nació con el 15-M, pero que, según reconocen, "el autoritarismo de Iglesias ha destrozado". En un escenario de división interna, y con el partido jovenlandesado por debajo del 10% en intención de voto, según la última encuesta de El Confidencial, el político reconvertido a tertuliano ha pasado al ataque.
Iglesias busca segar el proyecto de Yolanda Díaz para colocar a Montero al frente
El plan pasaría por acogotar a la líder de Sumar y dejarla sin espacio, como ha hecho llegar a dirigentes de Podemos que ven una jugada para intentar colocar al frente de la formación a Irene Montero. La intención es elevar al máximo el desafío para intentar que la plataforma haga agua antes de las generales de 2023 o si es imposible tras un mal resultado de Yolanda Díaz. Con ambas barajas sobre la mesa, Iglesias busca crear su propio relato político y mediático.
En lo político, trabaja con la idea de que Podemos pueda crear una nueva coalición electoral con ERC y Bildu de cara a las generales y así neutralizar a su 'rival', que no cuenta ni con Montero ni con Ione Belarra para sus listas. "No se hablan", sentencian los que tratan con ellas a diario. Esta quimera, para muchos de los políticos consultados por este diario, contaría con la colaboración de Gabriel Rufián, que está en horas bajas en su partido. El portavoz de ERC mantiene una estrecha relación con Iglesias y estaría dispuesto a embarcarse en este proyecto. Los republicanos quieren sacarlo del Congreso y llevarle como candidato a la alcaldía de Santa Coloma de Gramenet. Él se resiste.
Pablo Iglesias y Gabriel Rufián mantienen una excelente relación.
Rufián es otro de los azotes de la vicepresidenta. Solo hay que repasar sus intervenciones en las redes sociales. En cada ocasión que se le brinda, arremete contra la ministra de Trabajo y en favor de Montero. El problema es que solo para Rufián parece ver viable el matrimonio con Iglesias en unas generales. Para ERC sería muy complicado justificar este abrazo con un partido que, si bien defiende el derecho a decidir, no es independentista. El anzuelo es aspirar a un grupo parlamentario con más de una veintena de diputados que fuera decisivo para que el PSOE reeditara el Frankenstein.
El portavoz de los republicanos en el Congreso no cuenta con ascendencia en las bases de su partido ni con el respaldo de Oriol Junqueras ni de Pere Aragonès. Estos últimos libran su particular pulso. El primero, con el poder del aparato de ERC, y el segundo, desde la Generalitat de Cataluña. El enfrentamiento con Junts por liderar el soberanismo tampoco juega a favor de una coalición con Podemos. En el caso de Bildu, su alianza con los republicanos es a futuro. En Madrid, irán de la mano, pero tampoco encuentran beneficios en sumar con Iglesias. "El problema es que Pablo es un estratega de ficciones", resalta un veterano diputado catalán que pone el acento en que "no es el mismo discurso, el de Otegi en Euskadi que el de Oskar Matute en Madrid". La misma fuente apuntala que para Iglesias sería un "sueño hecho realidad" unir a la izquierda más radical en torno a Podemos, pero lo ve poco factible hoy.
La pata mediática está en marcha de la mano del empresario catalán Jaume Roures. El propietario de Mediapro es un defensor de la causa independentista. La semana pasada, Iglesias resurgió jaleando su condición de víctima a raíz de la grabación de una conversación entre Antonio García Ferreras, de La Sexta, y el comisario José Manuel Villarejo. En ella, el periodista manifestó sus dudas ante una información que publicó 'OK Diario' sobre una presunta cuenta que el líder de Podemos tenía en las Granadinas. "Eduardo, esto es muy serio, yo voy con ello, pero esto es muy delicado y es demasiado burdo", se escucha decir al presentador de 'Al Rojo Vivo' contando que su programa recogería la noticia.
Moncloa ve a Podemos en modo derribo: "Desde que salió Iglesias, no gobiernan"
Pilar Gómez
A partir de la publicación por parte de 'Crónica Libre' de esta grabación, el exlíder de Podemos, tanto en las redes como en su programa 'La Base', empieza a denunciar una campaña contra su partido para que no ganase las elecciones de 2018. Vuelve la teoría de las 'cloacas'. Casualmente, le siguen en su cruzada contra Ferreras las cadenas catalana y vasca TV3 y ETB. El presentador de La Sexta es también una de las bestias negras del propio Roures, que fue uno de los fundadores de la cadena.
Iglesias no solo apunta contra los periodistas, sino que en esto también va a por Yolanda Díaz, como reconocen desde su equipo e incluso integrantes de Podemos. El exlíder de los jovenlandesados abandera la causa y emplaza a dejar de acudir a programas de La Sexta, que es el medio de cabecera de la izquierda. De esta forma, obliga a la vicepresidenta a posicionarse. Si no acude, se quedará sin una de las plataformas fundamentales en los medios para impulsar Sumar. Una trampa perfecta. El exvicepresidente de Pedro Sánchez es consciente de que las expectativas electorales de Yolanda Díaz son mejores que las de su partido y que además es la 'muleta' elegida por el presidente del Gobierno para intentar mantenerse en la Moncloa tras las elecciones. A diferencia de lo que ocurría con él, la relación entre Yolanda Díaz y Sánchez es cordial.
Pablo Iglesias ha vuelto al centro de los titulares, como anhelaba hace meses. El exlíder de Podemos nunca se ha ido de la trastienda política. Designó a Yolanda Díaz como sucesora en un proceso sin primarias y bajo la convicción de que sería una marioneta en sus manos. Pero la vicepresidenta segunda, como ocurre con todos los pupilos, pronto marcó perfil propio y superó la dependencia del padre. Entre ambos hay una batalla soterrada sin tregua. Iglesias, según reconocen en su entorno más cercano, se ha marcado como objetivo "explotar" la plataforma Sumar al sentirse menospreciado por la que en otro tiempo fue su amiga y aliada.