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El Pdecat se enfrenta a la CUP por poner a Artur Mas en el cartel de la campaña “Barrámoslos”
El cartel presentado por la CUP este jueves, en el que llama a barrer de Cataluña a la monarquía, la iglesia y la corrupción, abre un nuevo cisma en el independentismo. El Pdecat y el gobierno de la Generalitat censuraron duramente la campaña, que incluye al expresidente catalán Artur Mas, por meterle en el mismo saco que a Mariano Rajoy. La pugna se produce a 50 días del 1-O, en el que el Govern y el grupo que le apoya –además de Junts pel sí–, la CUP, han convocado un referéndum de secesión.
Bajo el lema “Barrámoslos: desobediencia, autodeterminación, Països Catalans”, la CUP y Arran quieren “echar fuera el poder político, económico y contra el derecho a la autodeterminación”, justificó la portavoz de la organización juvenil, Mar Ampurdanés. Las diputadas de la CUP Anna Gabriel y Mireia Vehí apoyaron la acción de Arran, que está en el centro de la polémica por sus ataques al turismo.
En el cartel, de inspiración leninista, aparece una mujer barriendo del mapa de los países catalanes –Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y una parte de Aragón limítrofe con Cataluña– a Felipe VI, Cristina de Borbón, Mariano Rajoy, José María Aznar, Jordi Pujol, el cardenal Rouco Varela y, ahí llegó el problema, a Artur Mas.
La respuesta a la inclusión de Mas fue inmediata. Jordi Turull, portavoz del gobierno catalán, dijo que no le gustaba porque “Mas es un activo que ha sido inhabilitado por dar voz a los ciudadanos para cumplir sus compromisos”. “Se trata de sumar”, añadió.
Sin duda Turull, tradicionalmente muy duro con la CUP, se reprimió por el hecho de ser portavoz del Govern desde hace unas semanas. Los máximos dirigentes del Pdecat tuvieron menos pelos en la lengua. Marta Pascal, coordinadora general del partido de Mas, les recordó en un tuit que “en nombre del comunismo se han hecho muchas barbaridades en la historia de la humanidad… qué fracaso inspirarse en un modelo fallido y totalitario”.
El más duro fue David Bonvehí, coordinador organizativo del Pdecat, que les soltó un “dais pena” a los miembros de la CUP. “Poner en el mismo saco a Mas y Rajoy, un condenado por demócrata, el otro, jefe de un estado que persigue por las ideas. Dais pena”.
El socio del Pdecat en el Parlament, ERC, no secundó la protesta del partido de Artur Mas y Carles Puigdemont. Su diputado en Madrid Gabriel Rufián mostró complicidad con la acción de Arran y la CUP con dos tuits, uno de los cuales decía “más CUP y menos PSOE”, y el otro criticaba la cobertura informativa.
La CUP fractura al independentismo a 50 días del 1-O | Economía Digital
Salud.
El cartel presentado por la CUP este jueves, en el que llama a barrer de Cataluña a la monarquía, la iglesia y la corrupción, abre un nuevo cisma en el independentismo. El Pdecat y el gobierno de la Generalitat censuraron duramente la campaña, que incluye al expresidente catalán Artur Mas, por meterle en el mismo saco que a Mariano Rajoy. La pugna se produce a 50 días del 1-O, en el que el Govern y el grupo que le apoya –además de Junts pel sí–, la CUP, han convocado un referéndum de secesión.
Bajo el lema “Barrámoslos: desobediencia, autodeterminación, Països Catalans”, la CUP y Arran quieren “echar fuera el poder político, económico y contra el derecho a la autodeterminación”, justificó la portavoz de la organización juvenil, Mar Ampurdanés. Las diputadas de la CUP Anna Gabriel y Mireia Vehí apoyaron la acción de Arran, que está en el centro de la polémica por sus ataques al turismo.
En el cartel, de inspiración leninista, aparece una mujer barriendo del mapa de los países catalanes –Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y una parte de Aragón limítrofe con Cataluña– a Felipe VI, Cristina de Borbón, Mariano Rajoy, José María Aznar, Jordi Pujol, el cardenal Rouco Varela y, ahí llegó el problema, a Artur Mas.
La respuesta a la inclusión de Mas fue inmediata. Jordi Turull, portavoz del gobierno catalán, dijo que no le gustaba porque “Mas es un activo que ha sido inhabilitado por dar voz a los ciudadanos para cumplir sus compromisos”. “Se trata de sumar”, añadió.
Sin duda Turull, tradicionalmente muy duro con la CUP, se reprimió por el hecho de ser portavoz del Govern desde hace unas semanas. Los máximos dirigentes del Pdecat tuvieron menos pelos en la lengua. Marta Pascal, coordinadora general del partido de Mas, les recordó en un tuit que “en nombre del comunismo se han hecho muchas barbaridades en la historia de la humanidad… qué fracaso inspirarse en un modelo fallido y totalitario”.
El más duro fue David Bonvehí, coordinador organizativo del Pdecat, que les soltó un “dais pena” a los miembros de la CUP. “Poner en el mismo saco a Mas y Rajoy, un condenado por demócrata, el otro, jefe de un estado que persigue por las ideas. Dais pena”.
El socio del Pdecat en el Parlament, ERC, no secundó la protesta del partido de Artur Mas y Carles Puigdemont. Su diputado en Madrid Gabriel Rufián mostró complicidad con la acción de Arran y la CUP con dos tuits, uno de los cuales decía “más CUP y menos PSOE”, y el otro criticaba la cobertura informativa.
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