Lo que algunas personas no entienden, cuando hablan de valor intrínseco, es que los sistemas financieros y monetarios no son otra cosa que sistemas de información. La posesión de determinado artefacto monetario (sea un bit en los ordenadores del Banco Santander, un trozo de papel o un mol de oro) está diciendo que esa persona tiene derecho a acceder a determinados productos y servicios, mientras que aquellos que no lo tienen, no pueden acceder a los mismos, etc.
Esos artefactos tienen que tener una serie de características... no poder ser falsificados, ser fácilmente transportables e intercambiables, etc. Pero dadas estas características, la elección del artefacto es pura convención. Sin embargo, una vez que cristaliza un consenso a este respecto, es muy difícil moverlo. Por ejemplo, el oro es reconocido por todos como valioso, aunque si mañana, de forma mágica, nos levantasemos todos pensado que el oro no vale nada, de hecho, no valdría nada más allá de sus pocos usos industriales.
Lo que se está fraguando alrededor el bitcoin es un consenso, reforzado cada vez que alguien escribe o pronuncia la palabra, sea para ensalzarlo o denostarlo. Si finalmente cristalizará, no se puede decir aun. Y ojo, no digo con esto, que se pueda perder/ganar mucho dinero con él, y que se esté creando humo a una velocidad pasmosa en el mundo de las criptomonedas, pero esa es una cuestión accesoria.
Los que negais que el blockchain es una tecnología disruptiva, no lo habeis estudiado lo suficiente. Imagino que en su momento, hubo gente que despreció las letras de cambio, el dinero-papel o la banca online, que cambiarían el mundo. Recordad, son simples medios para mantener y hacer más efectivo el sistema de información que nos dice quien tiene derecho a comer jamón ibérico 5J y quien lonchas finas de chopped.
Dicho esto, es necesario indicar algo: hasta 1973, se podía trucar el sistema de información, pero siempre era por tiempo limitado, ya que a fin de cuentas, el sistema de información se basaba en metales preciosos cuya oferta es limitada. Si alguien hacía trampas, acababa sabiéndose (por ejemplo, en tiempos de guerra, los estados emitián pagarés respaldados por metales preciosos a los que frecuentemente no podían responder, y acababan quebrando). Pero en ese año, se inventó un hack (que los bancos centrales pudieran emitir moneda sin mas respaldo que una promesa de repago, el dinero-deuda) que permitía escribir en el sistema de información por tiempo ilimitado y a voluntad. Este es un sistema en el que el consenso se rompe, y creo que gran parte del éxito de las criptomonedas se basa en la disconformidad con este hack.
El tiempo dirá como evoluciona todo.