Vlad_Empalador
Será en Octubre
El crecimiento de casos de cobi19 con la variante Ómicron en España y las restricciones de algunas comunidades asolan a la hostelería. Después de un verano y un otoño con buenos datos para encarar la recuperación, las buenas perspectivas para el periodo navideño se han desmoronado en cuestión de semanas. La factura, según detalla la patronal Hostelería de España a ABC, es clara: 1.500 millones menos de facturación y un principio de año repleto de nubarrones neցros.
Las previsiones de cara a la Navidad eran positivas para los bares y restaurantes, que en esta época del año con las cenas de empresa y el trajín en el centro de las ciudades para las compras de las fiestas viven su particular
agosto. Así, los hosteleros calculaban que se iba a generar en torno a 10.000 millones de euros de facturación durante el mes de diciembre. Pero el aumento indiscriminado de los contagios por el bichito provocó una ola de cancelaciones por toda España, menguando la facturación del último mes del año hasta los 8.500 millones de euros, todavía 3.500 menos y un 30% por debajo de los niveles de 2019. Sirva como ejemplo que el restaurante madrileño ‘Verdura & Brasa’, del grupo de restauración Oter, ha tenido que cancelar entre 700 y 800 comensales durante este mes de diciembre.
«Todo está sentando como un jarro de agua fría», explica a ABC el secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, que aparte de a la mayor incidencia de contagios culpa de este decrecimiento de la actividad a «una serie de mensajes catastrofistas curiosamente lanzados por unos expertos y virólogos que ahora decretan que la cuarentena dura menos». Como durante toda la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, los bares y restaurantes se quejan de que siempre son los que pagan los platos rotos. «Parece que si se toca a la hostelería está todo solucionado. En los encuentros privados y de particulares es donde se hacen relajaciones de las medidas de seguridad», añade Gallego.
El sector todavía está lejos de llegar a los datos que obtuvo en 2019, tanto en facturación como en empleo y locales operativos. En términos de ventas calcula que estarán entre un 25 y un 30% por debajo de 2019. Es decir, entre 32.000 y 39.000 millones a pesar del buen verano y otoño, con las comunidades más dependientes del turismo internacional como las más dañadas. En términos de empleo, los últimos datos de la EPA señalan que hay 32.000 trabajadores menos que hace dos años, mientras que de los más de 125.000 personas en ERTE, gran parte lo copa la hostelería.
Además, el número de concursos de acreedores se ha disparado durante este 2021 en la hostelería. Como informó ABC, las quiebras empresariales han escalado, hasta noviembre, a máximos de hace siete años, siendo los bares y restaurantes los que más han crecido en este sentido, acometiendo un 125% más de cierres que hace un año. Una estadística que se espera que haya aumentado durante diciembre y que amenaza con incrementarse a lo largo de 2021. «Las empresas están en peor situación que hace un mes. Han adquirido alimentos y bebidas que muchos, por el factor perecedero, pueden convertirse en pérdidas tangibles. Además, muchas habían ido recuperando trabajadores del ERTE y normalizando sus plantillas. Lógicamente esto es un impacto terrible», expresa Gallego.
Ayudas directas e ICO
La mayor preocupación llega con el inicio de 2021, donde los dos primeros meses son tradicionalmente los de menor actividad. Y las restricciones horarias y de aforo en algunas comunidades no ayudan al sector a salir del bache. «Muchos gobiernos regionales que identifican al sector como vector de contagios, y sin embargo no toman con la misma rapidez medidas compensatorias y de ayudas a las empresas», denuncian desde la patronal.
A todo esto hay que sumarle dos aspectos que añaden más incertidumbre al futuro del sector. Por un lado, el 31 de diciembre es el último día de reparto de los 7.000 millones de ayudas directas para pymes y autónomos que aprobó el Gobierno el pasado marzo. Como informó ABC, hasta 2.500 millones se quedarán sin repartir por los difíciles requisitos que hay que cumplir para acceder al dinero. Desde Hostelería de España piden prorrogar los plazos y una rebaja de las condiciones para poder pedir el dinero como ha ocurrido en otros países.
Otra circunstancia que embarra la recuperación del sector es la devolución de los créditos ICO. Los bares y restaurantes avisan de que con una actividad que todavía está por debajo de los niveles previos a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo les será imposible amortizar los créditos en los próximos meses, al acabar la carencia, aventurando así que gran parte de los 135.500 millones con los que el Gobierno ha avalado a las empresas no serán pagados. La hostelería pide ampliar los periodos de carencia de los ICO mínimo un año
Las previsiones de cara a la Navidad eran positivas para los bares y restaurantes, que en esta época del año con las cenas de empresa y el trajín en el centro de las ciudades para las compras de las fiestas viven su particular
agosto. Así, los hosteleros calculaban que se iba a generar en torno a 10.000 millones de euros de facturación durante el mes de diciembre. Pero el aumento indiscriminado de los contagios por el bichito provocó una ola de cancelaciones por toda España, menguando la facturación del último mes del año hasta los 8.500 millones de euros, todavía 3.500 menos y un 30% por debajo de los niveles de 2019. Sirva como ejemplo que el restaurante madrileño ‘Verdura & Brasa’, del grupo de restauración Oter, ha tenido que cancelar entre 700 y 800 comensales durante este mes de diciembre.
«Todo está sentando como un jarro de agua fría», explica a ABC el secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, que aparte de a la mayor incidencia de contagios culpa de este decrecimiento de la actividad a «una serie de mensajes catastrofistas curiosamente lanzados por unos expertos y virólogos que ahora decretan que la cuarentena dura menos». Como durante toda la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, los bares y restaurantes se quejan de que siempre son los que pagan los platos rotos. «Parece que si se toca a la hostelería está todo solucionado. En los encuentros privados y de particulares es donde se hacen relajaciones de las medidas de seguridad», añade Gallego.
El sector todavía está lejos de llegar a los datos que obtuvo en 2019, tanto en facturación como en empleo y locales operativos. En términos de ventas calcula que estarán entre un 25 y un 30% por debajo de 2019. Es decir, entre 32.000 y 39.000 millones a pesar del buen verano y otoño, con las comunidades más dependientes del turismo internacional como las más dañadas. En términos de empleo, los últimos datos de la EPA señalan que hay 32.000 trabajadores menos que hace dos años, mientras que de los más de 125.000 personas en ERTE, gran parte lo copa la hostelería.
Además, el número de concursos de acreedores se ha disparado durante este 2021 en la hostelería. Como informó ABC, las quiebras empresariales han escalado, hasta noviembre, a máximos de hace siete años, siendo los bares y restaurantes los que más han crecido en este sentido, acometiendo un 125% más de cierres que hace un año. Una estadística que se espera que haya aumentado durante diciembre y que amenaza con incrementarse a lo largo de 2021. «Las empresas están en peor situación que hace un mes. Han adquirido alimentos y bebidas que muchos, por el factor perecedero, pueden convertirse en pérdidas tangibles. Además, muchas habían ido recuperando trabajadores del ERTE y normalizando sus plantillas. Lógicamente esto es un impacto terrible», expresa Gallego.
Ayudas directas e ICO
La mayor preocupación llega con el inicio de 2021, donde los dos primeros meses son tradicionalmente los de menor actividad. Y las restricciones horarias y de aforo en algunas comunidades no ayudan al sector a salir del bache. «Muchos gobiernos regionales que identifican al sector como vector de contagios, y sin embargo no toman con la misma rapidez medidas compensatorias y de ayudas a las empresas», denuncian desde la patronal.
A todo esto hay que sumarle dos aspectos que añaden más incertidumbre al futuro del sector. Por un lado, el 31 de diciembre es el último día de reparto de los 7.000 millones de ayudas directas para pymes y autónomos que aprobó el Gobierno el pasado marzo. Como informó ABC, hasta 2.500 millones se quedarán sin repartir por los difíciles requisitos que hay que cumplir para acceder al dinero. Desde Hostelería de España piden prorrogar los plazos y una rebaja de las condiciones para poder pedir el dinero como ha ocurrido en otros países.
Otra circunstancia que embarra la recuperación del sector es la devolución de los créditos ICO. Los bares y restaurantes avisan de que con una actividad que todavía está por debajo de los niveles previos a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo les será imposible amortizar los créditos en los próximos meses, al acabar la carencia, aventurando así que gran parte de los 135.500 millones con los que el Gobierno ha avalado a las empresas no serán pagados. La hostelería pide ampliar los periodos de carencia de los ICO mínimo un año