david53
Madmaxista
- Desde
- 18 Abr 2011
- Mensajes
- 11.395
- Reputación
- 30.792
Juan Antonio de Castro, en la entrevista con EL ESPAÑOL.
Su primer libro Soros, rompiendo España ha alimentado todo tipo de teorías sobre poderes invisibles. Ahora publica la continuación. En la entrevista admite que donde no llega el dato aporta deducciones.
Cuando uno va a conversar con un conspiranoico, no sabe bien qué esperar. Si acaso, un ‘iluminao’, un Miguel Bosé de la vida algo pasado de rosca que ha picoteado esto y aquello de blogs en internet que defienden que el terraplanismo es una opinión como otra cualquiera. Basta con ir a una manifestación negacionista, que desde la desescalada del confinamiento ha habido unas cuantas, para dar cuenta de ello. Juan Antonio de Castro, sin embargo, rompe con el paradigma. Aunque él no se considera conspiracionista, muchos sí le enmarcarán ahí. Y en esas aguas se mueven sus libros, siempre polémicos.
Nacido en Madrid en 1955, Juan Antonio de Castro es profesor de la Universidad Complutense de Madrid en el campus de Somosaguas, antiguo compañero de trabajo de Pablo Iglesias. Ahí se desempeña como doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y como profesor titular en el grado en inglés en Economía Internacional y en Organización Económica Internacional. Todo esto, tras haber sido durante 25 años funcionario permanente de la ONU para el Comercio y Desarrollo y después de haber trabajado como consultor para gobiernos internacionales.
Hace unos años, De Castro publicó Soros, rompiendo España, libro en el que relataba las presuntas relaciones entre el magnate húngaro y el movimiento independentista catalán. Según él mismo cuenta, el resultado de su investigación fue aportado a la UDEF y al juez Llarena y fue tenido en cuenta, llegándose a registrar después algunas sedes de empresas a las que apuntaba. El libro vendió 16.000 ejemplares, nada menor para ser una publicación de análisis, y ahora vuelve a la polémica con No sólo es Soros.
De Castro, durante la entrevista con EL ESPAÑOL. Quique Falcón
Según denuncia, George Soros es el principal financiador de muchas ONG que se reparten por el mundo y que buscan implantar el marxismo cultural. Junto a él figuran Bill Gates -fundador de Microsoft- como un supuesto controlador de la OMS y del negocio de las banderillas y Mark Zuckerberg -creador de Facebook- como gran controlador de las redes sociales en las que nos movemos. Entre todos, dice, están privatizando la res publica, controlando asuntos troncales para la sociedad -como la sanidad, la salud, etcétera- pero sin pasar por el control parlamentario que tienen las democracias.
Si bien es indiscutible que estos personajes acumulan un poder inmenso -bastó con ver a Zuckerberg en el Congreso de Estados Unidos admitiendo que vendió los datos personales de 87 millones de usuarios sin su consentimiento- la acusación de conspiranoico llega cuando se relatan copiosas reuniones con el objetivo de controlar el mundo y la población y, así, instaurar el marxismo cultural. El discurso, sin embargo, ya ha llegado al Congreso de los Diputados español de la mano de Vox.
Soros: el gran malo
Para aquellos que aún no sepan nada de George Soros, la suya es una de las mayores fortunas del mundo y se dedica a labores de filantropía de corte progresista y prooccidental. El problema está en qué destina el dinero, y se ha convertido en un enemigo a batir por la mayoría de líderes populistas y totalitaristas que se muestran contrarios a la globalización y demás valores de Occidente. Así, le acusan de mover todos los hilos posibles para instaurar su agenda.
A Soros le han acusado de intentar revertir el Brexit, de estar detrás del movimiento Black Lives Matter, de financiar la caravana de pagapensiones centroamericanos hacia Estados Unidos en 2018. Según el expresidente Donald Trump, deportó judíos hacia la Alemania nancy. El primer ministro islandés Gunnlaugsson dijo que había financiado una conspiración para sacarlo del poder cuando apareció en los Papeles de Panamá -en los que también salió Soros-. El líder turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que financiaba a terroristas mientras él purgaba disidentes, y el dictador de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, le acusó de haber financiado a Armenia en los enfrentamientos del pasado julio de 2020.
Soros parece ser un bando en sí. O se está a favor de su agenda, o se está contra él. Normalmente, suelen ser los conspiracionistas los que hablan de su existencia y tejemanejes y, los demás, creen que las batallas están en otras arenas y pasan de largo de una figura a la que no se conoce bien. De Castro tiene claras sus propias intenciones.
—¿Es usted un negacionista o un conspiranoico?
—Yo voy contrastando cosas. Creo que ese lenguaje de negacionista o conspiranoico es una forma de enfrentarse a lo que uno no quiere ver. En el fondo, un negacionista es alguien que tiene una opinión contraria a la general…
—Bueno, alguien que niega la evidencia o hace afirmaciones sin ella, también.
—Sí. Pero no es sólo el que niega todo lo de las banderillas y que funcionen o no. Está la crítica y se nos ha olvidado que tenemos libertad de pensar y opinar. Yo tengo un criterio especial respecto a la desinformación. Desinformar no es ilegal y lo puede hacer cualquiera mientras que no atente contra el honor y demás. Tú desinformas si quieres. De ahí a crear una especie de Ministerio de la Verdad que juzgue lo que es verdad o no, como se hace en España, es ir muy lejos. Se usan términos como ‘negacionismo’ para culpar al los que no están en una línea cuando tiene que haber debate, no prohibirlo.
—En España no hay ningún tipo de debate que esté prohibido. Aquí estamos.
—Pero sí se calla a los que dudan. Quizás me equivoco, pero no veo que la duda se permita. Por ejemplo, con el concepto de “repruebo”, que es muy querido por Soros. Hay que utilizarlo bien y no de cualquier manera. No hay que decir que, porque alguien ha dicho una frase, ya sea repruebo y hay que quitarlo de YouTube. Que eso se decida en el Ministerio de la Verdad de Moncloa no tiene cabida. No he visto censura desde Franco y no me gustaría que volviera.
—Si No sólo es Soros... ¿quién más es?
—Especialmente Soros, Gates y Zuckerberg. Están juntos porque pertenecen a la oligarquía financiera. Soros paga mil millones anuales a unas 7.000 ONG en el mundo para promover determinados temas entre los que no está la lucha contra la pobreza, la defensa de la familia o de la vida. Y uno se pregunta si esas ONG persiguen una intención justa o es un nuevo código jovenlandesal para todo aquel que se salga de ahí sea atacado por repruebo y disensión. Junto a él, Gates es el primer aportador de fondos de la OMS.
Lleva imponiendo una política de banderillas desde hace 10 años y con todo ese dinero cambia la ideología de la organización, que ya no tiene independencia y está organizada por un grupo privado. Esas cosas no deberían estar permitidas si fuéramos los ciudadanos los que tuviéramos la última palabra. En definitiva, un grupo privado ha tomado el poder político.
De Castro, en la entrevista con EL ESPAÑOL. Quique Falcón
—Este discurso me recuerda a la simpleza de otros populistas del bando contrario: los que controlan el país son el Ibex y los poderes fácticos y sus alianzas se fraguan en reservados con políticos y directores de medios… siempre hay un enemigo etéreo que es el culpable de todos los males.
—Yo no soy así. Como investigador en la ONU me he dedicado a constatar hechos. Cuando vas haciendo eso, lo puedes explicar de una manera u otra. Lo que coincide son personas con enormes poderes y una influencia patente. ¿Son todo conspiranoias? No lo sé, ni lo afirmo. Hay unas personas que tienen mucho dinero que se han puesto de acuerdo con partidos y que actúan al unísono. Ahí está el gran abrazo totalitario de los oligarcas con la izquierda.
—Me resulta llamativa la idea del magnate comunista.
—A lo largo de mi vida he votado a todos. Un socialismo puro como el de Felipe González… uno es tan respetuoso con esas ideas que se quita el sombrero. Pero ha evolucionado y se encuentra uno con personajes del socialismo actual, que dirigen nuestro país y coinciden punto por punto con la filosofía que promueve Soros con sus ONG. Es el marxismo cultural que promueve un nuevo código genético cultural donde las minorías sustituyen al proletariado clásico y haciendo que el occidental, ahora, tenga que defender a las minorías y sentirse avergonzado por lo que es. Y ahí está el tema LGTBIQ, la islamofobia…
—Todo esto que dice es el reincidente comodín de los políticos totalitaristas como Donald Trump, Erdogan, etcétera, que llegan al poder por medios democráticos y luego intentan subvertir.
—Quedan pocas democracias que no estén invadidas por el bichito Soros. Ya hay muchos dirigentes democráticos alineados con el globalismo. Los poquitos que hay, Hungría, Polonia un poco… no son totalitarios. [Viktor] Orbán ha echado de Hungría a Soros.
—¿Orbán no es totalitario?
—Es un nacionalismo que choca con Europa, pero las instituciones son democráticas. ¿Vamos a condenar un Estado de derecho y vamos a atacar a países como Polonia porque sea crítica con la Unión Europea? Si un tercio de los europarlamentarios están bajo las órdenes de Soros. Hay un trabajo de consultoría que lo demostró. Cuando tienes eso, más que la mayor parte de los think tank son de él y que los dirigentes de la Comisión Europea reciben 49 visitas suyas al año… te queda muy poco demócrata.
—¿Tiene alguna prueba de que un tercio de los europarlamentarios estén en su nómina?
—Eso sí que parece conspiranoia, pero no lo es. Se hizo un informe que pidieron en la Unión Europea y sacaron una lista de un tercio de ellos que declaran haber pertenecido a tal organización y que son favorables a Soros. Me fui a ver a Gregor Puppinck y él vio que los jueces del Tribunal de Derechos Humanos están asesorados por ONG que son de Soros. Yo identifico 18 jueces con nombres y apellidos y él termina de identificar a 22. Saca un informe que es una bomba en el que aparece cada juez, con nombres y apellidos, y se explica por qué es de Soros. ¿Por qué se silencian las evidencias? No son conspiranoias.
Gregor Puppinck
Apunte: Gregor Puppinck es el director del European Center for Law and Justice (ECLJ) fundado por Jay Sekwlow, abogado curtido en representar a grupos conservadores, religiosos y provida que acabó formando parte del equipo legal de Donald Trump. Puppinck mismo es polémico por hablar de la ideologización de los Derechos Humanos.
Soros en España
Al margen de las teorías grandilocuentes, lo cierto es que la figura de George Soros cada vez tiene más presencia en la agenda política española. El gran punto de inflexión se produjo el pasado mes de octubre en la moción de censura que Santiago Abascal, líder de Vox, presentó contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Ahí, en el estrado de la Cámara Baja, el líder del partido de extrema derecha denunció el supuesto compadreo de Sánchez con Soros. Es el culmen de un discurso que venía fertilizando desde hace tiempo y hasta Pablo Casado, en su respuesta, le reprochó haber sacado a colación el nombre del magnate.
En No sólo es Soros De Castro también aborda una parte que afecta a la política española. Explica que el magnate le hizo pagar al antiguo líder de Ciudadanos, Albert Rivera, su no alineamiento con los partidos de la izquierda y su tendencia a la derecha para, directamente, quitarle de en medio. También habla de una supuesta reunión entre Sánchez y Soros cuando viajó a Estados Unidos en 2016, antes de volver para ganar las primarias del PSOE.