El amor puede salirte caro: los estadounidenses perdieron 1.000 millones en 'estafas románticas'

• Las criptomonedas fueron las protagonistas de muchos de estos fraudes

Foto: Alamy

1. Pablo Escalona

7:00 - 13/02/2022

Entre el amor y el repruebo hay un paso, y entre un romance furtivo y una estafa tan solo hay una aplicación de citas. A la vez que 'El estafador de Tinder', el último éxito de Netflix, ha explotado como la pólvora, el FBI ha sacado a la luz el tremendo aumento que se ha producido durante 2021 en los fraudes 'románticos'.

Los estadounidenses perdieron cerca de 1.000 millones de dólares a manos de estafadores que se hacían pasar por verdaderos interesados en encontrar el amor. La Comisión Federal de Comercio de EEUU ha dicho que 2021 fue el año más lucrativo para estos delincuentes. Por otro lado, estos fraudes tuvieron un protagonista inesperado: las criptomonedas.
Los datos de la Comisión distan de los del FBI, en tanto que tan solo registran 547 millones de dólares derivados de las 'estafas románticas'. No obstante, este organismo tan solo contabiliza los delitos denunciados a su Consumer Sentinel Network, lo que reduce la cifra real considerablemente. Una cifra que, atendiendo a las de años anteriores, es totalmente desproporcionada, en tanto que las víctimas perdieron 307 millones en 2020 y 202 millones en 2019.
La esa época en el 2020 de la que yo le hablo ha propiciado el aumento de estafas en apps de citas
Pero, ¿a qué responde el aumento de este tipo de delitos? Tal y como explican desde la revista Forbes, este incremento coincide con un periodo de aislamiento social derivado de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito-19.
Un momento en el que las personas han tenido que depender de la tecnología para satisfacer sus necesidades sociales, meses en los que las redes sociales han protagonizado las conversaciones entre amigos y familiares, y, por supuesto, un tiempo en el que las aplicaciones de citas han marcado las relaciones románticas.

Tanto es así, que los usuarios de Tinder enviaron un 19 % más de mensajes por día en febrero de 2021 que en el mismo mes del año anterior, según los datos de la propia compañía. Por otro lado, la duración de las conversaciones creció un 32 % con respecto a los niveles prepandémicos.
Cabe destacar que, aunque estas apps fueron las más usadas para llamar la atención de las víctimas, en una gran cantidad de casos, los estafadores contactaban por primera vez con estas personas a través de Facebook o Instagram.
Este punto es el que ha creado un ecosistema perfecto para que todos estos estafadores prosperen. De hecho, la dependencia de la tecnología llegó hasta tal punto, que cerca del 25% de las pérdidas de dinero por estafas denunciadas a la Comisión Federal de Comercio durante el año pasado se pagaron en criptomonedas. Estas víctimas perdieron una media de 9.770 dólares por persona.
Los más jóvenes son las víctimas favoritas de estos estafadores
Estos estafadores encuentran a sus víctimas en el segmento de la sociedad más joven. El mayor número de fraudes se perpetuo entre las personas de entre 18 y 29 años.
No obstante, los ciudadanos que más dinero perdieron estaban en el segmento opuesto, donde aquellos con más de 70 años fueron víctimas de estafas por valor de 9.000 dólares de media, mientras que entre los jóvenes esta cifra solo alcanzaba los 750 dólares.
¿En qué consisten este tipo de estafas?
Los estafadores crean perfiles falsos en redes sociales y en aplicaciones de citas. Para ello, utilizan nombres falsos y, en ocasiones, fotos falsas. Incluso existen páginas en internet en las que cualquier persona puede descargar una foto de una persona creada digitalmente, donde la cara no corresponde a ninguna persona.



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Además, en sus perfiles incluyen directamente las escusas por las que no van a poder estar presentes en las citas. Algunos dicen que son soldados del ejército, otros que sus negocios requieren realizar viajes constantes.
Una vez que el estafador ha logrado la confianza de la víctima llega el momento de pedir dinero. Las escusas para solicitar estas cantidades pasan desde pagar el tratamiento médico de un niño hasta liquidar una deuda con la mafia para que no corriese peligro su vida.
Estas personas caían ante sus encantos, ya que suele tratarse de gente experimentada en la ingeniería social. Las víctimas acababan enviando su dinero. En ocasiones, el estafador desaparecía y, otras veces, el delincuente seguía pidiendo dinero por diferentes motivos.

Y apuesto que en este caso el titular es totalmente adecuado sin necesidad de lenguaje chorrainclusivo:

"LOS estadounidenses perdieron"



Pero si una vez le ha pasado a una empoderadita, entonces paren las rotativas y hagamos reportajes sobre ello.