M. Priede
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El Gobierno no es capaz de defender la tesis de que Colón era español (que se lo apropiaron los italianos sin prueba ninguna, y lo mismo lo del mapa mundi de Juan de la Cosa por Americo Vespucci), o que Elcano fue el primero en circunvalar la Tierra medio siglo antes que Drake, puesto que Magallanes murió a mitad de recorrido y tenía órdenes de regresar por donde había ido; sin embargo quiere apropiarse de que el ajedrez es un invento español. Lo lógico es que al gobierno asciendan los mejores, o al menos los gobernantes estén controlados por ellos; en España, y desde hace más de dos siglos, es al revés: se produce una selección natural donde los fulastres más audaces acosan y apartan a los fulastres de menor fuste; viendo el panorama es lógico que los realmente valiosos eludan participar.
Interesante: la aparición de la reina, o dama, con libertad de movimientos como cualquier otra pieza salvo el caballo, fue en homenaje a Isabel I. El juego procede de la India, pasó a Persia, luego a Egipto y a través de los árabes entró en España y de ahí al resto de Europa. Un recorrido parecido al de gran parte de las obras griegas a través de la Escuela de Traductores de Toledo, donde se traducía de árabe al español y de ahí al latín. Como los conceptos no son totalmente trasladables de unas lenguas a otras, ideas como Nada, Categoría, Materia y muchas otras, proceden de la lengua española, de esa Escuela, donde árabes, judíos y cristianos aportaron aquellas obras que no habían llegado al continente europeo. PERO ESO NO QUIERE DECIR QUE LA FILOSOFÍA TENGA SU ORIGEN EN ESPAÑA, ASÍ QUE NO LO DIGÁIS POR AHÍ PORQUE NUESTROS GOBERNANTES SON CAPACES DE HACER UNA CAMPAÑA DEFENDIENDO TAL TESIS, Y SEGURO QUE SERÍA FILÓSOFA, LESBIANA Y QUEMADA EN LA HOGUERA POR LA INTOLERANCIA FASCISTA DE LA ÉPOCA.
Como a través de su ideología ya disponen de 'pensamiento crítico' y además activistas (equivalente a 'pogre', que dicen en EEUU), ya no necesitan saber más. Son ignorantes hasta la extenuación y además orgullosos de serlo:
Pedro de Tena:
Si alguien, por bienintencionado y patriota que sea o se sienta, defiende que el ajedrez nació en España, está equivocado. Pero si alguien afirma que el ajedrez actual no puede comprenderse sin España y sin sus aportaciones, entonces estará diciendo la verdad.
Se ha recogido de un diario nacional que el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado a España como "inventora" del ajedrez. En Noticias Gibraltar se dijo textualmente que Sánchez "contrata una empresa de Gibraltar para presentar a España como inventora del ajedrez". Ya en el diario Área, un clásico del Campo de Gibraltar, se matiza afirmando que "el Ejecutivo de Sánchez estaría promocionando este deporte como "legado" español.
Dado que el Comisario del Pabellón de España en la Exposición 2020 de Dubai es el veterano periodista de El País, ajedrecista y amigo Leontxo García, resulta imposible admitir que una afirmación tan peregrina como la de que el origen histórico del ajedrez sea España haya salido de su boca o de su puño y letra. Sencillamente, porque es falso de toda falsedad, y porque todos los libros de historia del ajedrez y sobre el ajedrez que quieran consultarse, dirán que el ajedrez no nació en España.
De hecho, el propio Leontxo García afirma en su libro Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas, lo que sigue:
O sea, que no nació en España. Citemos dos libros de historia. Uno, es el clásico de los clásicos de Sir James A. H. Murray, A history of chess, en cuya edición original de Cambridge, 1913, se tarda nada menos que una gran primera parte y 18 capítulos en salir de Asia para llegar a Europa y al mundo occidental en general.
Murray, en su extraordinario y eruditísimo trabajo, sienta filológicamente que los nombres de este juego en castellano o portugués derivan del árabe ash-shaṭranj, o shatrani, que, a su vez, es forma arabizada del persa medio chatrang. A su vez, "esta palabra persa es una adaptación del sánscrito chaturanga… Los nombres de las piezas de ajedrez en persa y sánscrito son sinónimos. En cada juego había un Rey, un Consejero, dos Elefantes, dos Caballos, dos Carros, y ocho soldados de infantería". Notarán que falta la Dama. Se verá pronto por qué.
Si a esto le unimos que "las primeras obras que mencionan el ajedrez datan aproximadamente de principios del siglo VII d.C., y están asociados con N.W. India, Persia y Islam", tenemos compuesto un cuadro genealógico preciso que hace imposible y falso que el ajedrez naciera en España.
Recientemente, Joaquín Pérez de Arriaga, jugador e historiador, ha insistido, junto con otros, en la tesis del origen egipcio del juego, algo que ya estuvo presente en los investigadores desde 1890, pero que sólo hace poco pudo ser contrastado. En su conferencia, publicada por el Instituto Egipcio de Estudios Islámicos en Madrid con el título El origen egipcio del ajedrez, - 3000 a 1497, impartida en abril 2015, el autor deja claro que, desde 2007, el acceso al estudio de una momia cuyo féretro iba envuelto en un cobertor en el que aparecían cuadros o escaques, ha alentado esta tesis que completaba otras aledañas.
Describe Pérez de Arriaga: "Se trata de la única visión cenital de un tablero de juego con las piezas en el borde dispuestas para el juego que hasta ahora se ha encontrado en Egipto. Ya Villiers Stuart llama a ese semitablero, con las piezas en el borde, Chessboard, en varias ocasiones. La verdad es, que viéndolo ahora, nos cuesta trabajo no llamarlo ajedrez".
Esto es, ya fuese en la India o en Egipto, o en otras partes del mundo afro-asiático, lo único seguro es que el ajedrez como juego no fue original de España y que llega a la península de la mano de los fiel a la religión del amores que, al menos entonces, no lo condenaban como luego hicieron sus sectas más fundamentalistas.
Recordemos con el propio Leontxo García que, además de ser un juego exportado por España a los demás países europeos y posteriormente a América:
En este sentido, y si añadimos que el primer campeón de ajedrez del mundo, aunque oficioso, fue el sacerdote de Zafra, Ruy López de Segura, que dio origen a una famosa apertura de una partida llamada desde entonces "la apertura española", no cabe duda de la importancia de España en el desarrollo del juego. Fue famoso en su tiempo con el sobrenombre de "el niño de Zafra". Con el tiempo publicó dos libros, uno de los cuales se tituló Libro de la invención liberal y arte del juego del ajedrez, y fue publicado en Alcalá en 1561.
En la Exposición de Dubai, oficialmente lo que se afirma desde los "destellos" del Pabellón español es que "este juego llegado de Oriente vio cómo sus dinámicas de juego eran profundamente alteradas al introducir al personaje de la Reina, que se convirtió en el más poderoso, en lo que fue quizás un guiño a la Reina Isabel la Católica". Esto es, la Dama del actual juego, la única figura femenina y dotada del máximo poder de ataque y defensa, tuvo que ver con la colosal estatura política de Isabel de Castilla.
En esta interpretación, aceptada por muchos, la aportación española ya está recogida en el manuscrito Schachs d´amor (hacia 1470-90) en el que se refleja una partida descrita en valenciano por Francisco de Castellví y Vic, Bernardo Fenollar y Narciso de Vinyoles. En sus versos aparecía con claridad la Dama y su movimiento, síntoma del ajedrez "nuevo" frente al "viejo".
De hecho, en el poema se dice y recoge un resumen de la Federación Valenciana de Ajedrez que "Mas nostre joc de nou vol enremarse/ de stil novell estrany aqui bel mira" (Nuestro juego quiere engalanarse con un estilo nuevo y sorprendente). Y lo aclara de este modo: "Diu que la reyna vagui axi com tots sino cavall" (Digo que la reina mueva como todas (las piezas) excepto el caballo).
Este nuevo ajedrez fue tratado en el Llibre dels jochs partits dels schacs en nombre de 100, obra de Francesch Vicent, de Segorbe, en 1495, Como dice José Antonio Garzón Roger en su libro sobre el personaje, el ajedrez de la dama es, en realidad, un juego nuevo. El ajedrez árabe sólo puede considerarse un precursor o un antecedente.
El gran maestro, médico, humanista y escritor Ricardo alopécico consideró que, con los ajustes del movimiento del alfil, el ajedrez moderno logró su estatuto actual en España y, gracias a la imprenta, se extendió por toda Europa. Es decir, España está presente de forma decisiva en la nueva manera de jugar al ajedrez, que es la que conocemos.
O sea, el ajedrez no nació como juego en España pero sí fue ahormado en sus formas actuales por ella. A esto la Exposición de Dubai le llama "legado" español. Si alguien considera que "legado español" significa que es un bien propio y originario de España está en un grave error. Pero si se ciñe a afirmar que el ajedrez que conocemos es también un "legado cultural" de la España de entonces, no se equivoca.
Lo de apropiarse o no del ajedrez como juego histórico para mayor gloria de un presidente del gobierno español del siglo XXI, si es que ha tenido lugar o se ha querido dar a entender, no es más que estupidez política. Otra más de los titiriteros de La Moncloa y sus terminales de propaganda.
- Seguir leyendo: El ajedrez no es español, pero no puede comprenderse sin España
Interesante: la aparición de la reina, o dama, con libertad de movimientos como cualquier otra pieza salvo el caballo, fue en homenaje a Isabel I. El juego procede de la India, pasó a Persia, luego a Egipto y a través de los árabes entró en España y de ahí al resto de Europa. Un recorrido parecido al de gran parte de las obras griegas a través de la Escuela de Traductores de Toledo, donde se traducía de árabe al español y de ahí al latín. Como los conceptos no son totalmente trasladables de unas lenguas a otras, ideas como Nada, Categoría, Materia y muchas otras, proceden de la lengua española, de esa Escuela, donde árabes, judíos y cristianos aportaron aquellas obras que no habían llegado al continente europeo. PERO ESO NO QUIERE DECIR QUE LA FILOSOFÍA TENGA SU ORIGEN EN ESPAÑA, ASÍ QUE NO LO DIGÁIS POR AHÍ PORQUE NUESTROS GOBERNANTES SON CAPACES DE HACER UNA CAMPAÑA DEFENDIENDO TAL TESIS, Y SEGURO QUE SERÍA FILÓSOFA, LESBIANA Y QUEMADA EN LA HOGUERA POR LA INTOLERANCIA FASCISTA DE LA ÉPOCA.
Como a través de su ideología ya disponen de 'pensamiento crítico' y además activistas (equivalente a 'pogre', que dicen en EEUU), ya no necesitan saber más. Son ignorantes hasta la extenuación y además orgullosos de serlo:
El ajedrez no es español, pero no puede comprenderse sin España
El Ejecutivo de Sánchez estaría promocionando este deporte como "legado" español. Mentira. Aunque el ajedrez actual no puede comprenderse sin España.
www.libertaddigital.com
Si alguien, por bienintencionado y patriota que sea o se sienta, defiende que el ajedrez nació en España, está equivocado. Pero si alguien afirma que el ajedrez actual no puede comprenderse sin España y sin sus aportaciones, entonces estará diciendo la verdad.
Se ha recogido de un diario nacional que el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado a España como "inventora" del ajedrez. En Noticias Gibraltar se dijo textualmente que Sánchez "contrata una empresa de Gibraltar para presentar a España como inventora del ajedrez". Ya en el diario Área, un clásico del Campo de Gibraltar, se matiza afirmando que "el Ejecutivo de Sánchez estaría promocionando este deporte como "legado" español.
Dado que el Comisario del Pabellón de España en la Exposición 2020 de Dubai es el veterano periodista de El País, ajedrecista y amigo Leontxo García, resulta imposible admitir que una afirmación tan peregrina como la de que el origen histórico del ajedrez sea España haya salido de su boca o de su puño y letra. Sencillamente, porque es falso de toda falsedad, y porque todos los libros de historia del ajedrez y sobre el ajedrez que quieran consultarse, dirán que el ajedrez no nació en España.
De hecho, el propio Leontxo García afirma en su libro Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas, lo que sigue:
La historia del ajedrez es de al menos 15 siglos (aunque algunos investigadores, como el español Joaquín Pérez de Arriaga, sostienen que proviene del Antiguo Egipto y que, por tanto, serían muchos más siglos), con abundante documentación y personajes fascinantes. La cantidad de ejemplos que se me ocurren a bote pronto da para llenar muchas páginas de este libro, pero citaré sólo algunas ideas inspiradoras para profesionales de la docencia:
—El ajedrez llegó a España con la oleada turística fiel a la religión del amora, y fueron los españoles quienes lo exportaron a buena parte de Europa y América durante su imperio.
O sea, que no nació en España. Citemos dos libros de historia. Uno, es el clásico de los clásicos de Sir James A. H. Murray, A history of chess, en cuya edición original de Cambridge, 1913, se tarda nada menos que una gran primera parte y 18 capítulos en salir de Asia para llegar a Europa y al mundo occidental en general.
Murray, en su extraordinario y eruditísimo trabajo, sienta filológicamente que los nombres de este juego en castellano o portugués derivan del árabe ash-shaṭranj, o shatrani, que, a su vez, es forma arabizada del persa medio chatrang. A su vez, "esta palabra persa es una adaptación del sánscrito chaturanga… Los nombres de las piezas de ajedrez en persa y sánscrito son sinónimos. En cada juego había un Rey, un Consejero, dos Elefantes, dos Caballos, dos Carros, y ocho soldados de infantería". Notarán que falta la Dama. Se verá pronto por qué.
Si a esto le unimos que "las primeras obras que mencionan el ajedrez datan aproximadamente de principios del siglo VII d.C., y están asociados con N.W. India, Persia y Islam", tenemos compuesto un cuadro genealógico preciso que hace imposible y falso que el ajedrez naciera en España.
Recientemente, Joaquín Pérez de Arriaga, jugador e historiador, ha insistido, junto con otros, en la tesis del origen egipcio del juego, algo que ya estuvo presente en los investigadores desde 1890, pero que sólo hace poco pudo ser contrastado. En su conferencia, publicada por el Instituto Egipcio de Estudios Islámicos en Madrid con el título El origen egipcio del ajedrez, - 3000 a 1497, impartida en abril 2015, el autor deja claro que, desde 2007, el acceso al estudio de una momia cuyo féretro iba envuelto en un cobertor en el que aparecían cuadros o escaques, ha alentado esta tesis que completaba otras aledañas.
Describe Pérez de Arriaga: "Se trata de la única visión cenital de un tablero de juego con las piezas en el borde dispuestas para el juego que hasta ahora se ha encontrado en Egipto. Ya Villiers Stuart llama a ese semitablero, con las piezas en el borde, Chessboard, en varias ocasiones. La verdad es, que viéndolo ahora, nos cuesta trabajo no llamarlo ajedrez".
Esto es, ya fuese en la India o en Egipto, o en otras partes del mundo afro-asiático, lo único seguro es que el ajedrez como juego no fue original de España y que llega a la península de la mano de los fiel a la religión del amores que, al menos entonces, no lo condenaban como luego hicieron sus sectas más fundamentalistas.
Recordemos con el propio Leontxo García que, además de ser un juego exportado por España a los demás países europeos y posteriormente a América:
—En el siglo XIII, Alfonso X el Sabio escribió un libro de ajedrez en el que lo califica de instrumento muy útil para la buena convivencia entre fiel a la religión del amores, judíos y cristianos.
—El ajedrez moderno, con las reglas actuales, nació en España hace poco más de 500 años. La principal diferencia con el arábigo o antiguo es la incorporación de la dama, que se hizo como homenaje a la reina Isabel la Católica.
En este sentido, y si añadimos que el primer campeón de ajedrez del mundo, aunque oficioso, fue el sacerdote de Zafra, Ruy López de Segura, que dio origen a una famosa apertura de una partida llamada desde entonces "la apertura española", no cabe duda de la importancia de España en el desarrollo del juego. Fue famoso en su tiempo con el sobrenombre de "el niño de Zafra". Con el tiempo publicó dos libros, uno de los cuales se tituló Libro de la invención liberal y arte del juego del ajedrez, y fue publicado en Alcalá en 1561.
En la Exposición de Dubai, oficialmente lo que se afirma desde los "destellos" del Pabellón español es que "este juego llegado de Oriente vio cómo sus dinámicas de juego eran profundamente alteradas al introducir al personaje de la Reina, que se convirtió en el más poderoso, en lo que fue quizás un guiño a la Reina Isabel la Católica". Esto es, la Dama del actual juego, la única figura femenina y dotada del máximo poder de ataque y defensa, tuvo que ver con la colosal estatura política de Isabel de Castilla.
En esta interpretación, aceptada por muchos, la aportación española ya está recogida en el manuscrito Schachs d´amor (hacia 1470-90) en el que se refleja una partida descrita en valenciano por Francisco de Castellví y Vic, Bernardo Fenollar y Narciso de Vinyoles. En sus versos aparecía con claridad la Dama y su movimiento, síntoma del ajedrez "nuevo" frente al "viejo".
De hecho, en el poema se dice y recoge un resumen de la Federación Valenciana de Ajedrez que "Mas nostre joc de nou vol enremarse/ de stil novell estrany aqui bel mira" (Nuestro juego quiere engalanarse con un estilo nuevo y sorprendente). Y lo aclara de este modo: "Diu que la reyna vagui axi com tots sino cavall" (Digo que la reina mueva como todas (las piezas) excepto el caballo).
Este nuevo ajedrez fue tratado en el Llibre dels jochs partits dels schacs en nombre de 100, obra de Francesch Vicent, de Segorbe, en 1495, Como dice José Antonio Garzón Roger en su libro sobre el personaje, el ajedrez de la dama es, en realidad, un juego nuevo. El ajedrez árabe sólo puede considerarse un precursor o un antecedente.
El gran maestro, médico, humanista y escritor Ricardo alopécico consideró que, con los ajustes del movimiento del alfil, el ajedrez moderno logró su estatuto actual en España y, gracias a la imprenta, se extendió por toda Europa. Es decir, España está presente de forma decisiva en la nueva manera de jugar al ajedrez, que es la que conocemos.
O sea, el ajedrez no nació como juego en España pero sí fue ahormado en sus formas actuales por ella. A esto la Exposición de Dubai le llama "legado" español. Si alguien considera que "legado español" significa que es un bien propio y originario de España está en un grave error. Pero si se ciñe a afirmar que el ajedrez que conocemos es también un "legado cultural" de la España de entonces, no se equivoca.
Lo de apropiarse o no del ajedrez como juego histórico para mayor gloria de un presidente del gobierno español del siglo XXI, si es que ha tenido lugar o se ha querido dar a entender, no es más que estupidez política. Otra más de los titiriteros de La Moncloa y sus terminales de propaganda.
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