HaCHa
Rojo cabrón, en tu ojo ciego es leyenda
Como algunos ya habéis notado, llevo casi dos meses sin decir ni pío. Es porque me llamaron por enésima vez de yankielandia para ir a currar allí, sólo que esta vez sí pusieron la pasta necesaria y yo, en parte por el interés y en parte por curiosidad científica (al enemigo se le debe conocer), terminé marchándome para arreglarles sus carísimos hospitales privados, y en esas sigo. Y parece me renovaré algo más.
Con todo, la diferencia de huso horario, de ritmos, de conectividad y de salud mental que media entre Esñapa y Estamos Hundidos me ha hecho apartarme del floro y tal. También he decidido mandaros a pastar a partir de ahora, en parte porque quitáis las ganas de vivir y hasta las de apiolar, y en parte porque lo que hago al dejaros en ridículo en cada hilo ya empieza a ser un abuso bastante aburrido para mí; así que si no respondo a ya más vuestras cosas es, simple y llanamente, porque me habéis hartado.
Pero nada, que aprovecho un receso para explicaros lo tercermundista y atrasado que está el sitio este, que ya es un estado fallido y fracturado a todas luces, sin futuro ni posibles ni solución de continuidad. A menudo pienso que sólo se mantiene en pie porque, al margen de que su ejército todavía nos tiene a todos acogotados, su divisa aún es la de referencia en materia de comercio internacional.
El caso es que yo no venía por aquí desde hace ya unos cuantos años y esta vez he visto menos desarrollo y progreso que en muchos estados jovenlandeses modernos. No es coña. Sé que muchos conocéis Estamos Hundidos a nivel turista y eso consiste en visitar sus circuitos adecentados y sé que otros habéis estado por zonas ricas y blancas sin apenas salir a nadar a mar abierto. La realidad cuando escapas del territorio protegido es atroz, esto se ha deteriorado muchísimo desde mi última visita y ya es un país tercermundista de esos que están llenos de ricos. Los jovenlandeses que conozco funcionan por el estilo, con todas las ciudades sitiadas por unos barrios de chabolas, tiendas de campaña y autocaravanas que no es que sean el slum de las afueras, es que son cinturones del tamaño de Valencia y a menudo ya contienen más almas que la ciudad en sí.
Ando por California, Nevada, Arizona, Texas, Oregon, Idaho, Wyoming… ya llevo como docena y media de centros sanitarios adecentados y una plétora de ambulatorios rurales puestos al día, pero es todo en balde porque aquí al paciente que no está forrado, dado que no tiene la menor cobertura médica real, en vez de tratarlo lo que hacen es mentirle para luego inflarlo a opiáceos y todos contentos: ni gastos ni dolores. A nadie le importa si luego se dispara en número la turba de yonkiezombies que pueblan las barriadas de las que os hablaba en el párrafo anterior, hay sitios donde todo el puñetero mundo tiene familiares y amigos adictos a las pastillas, de los que empiezan con la oxicodona y terminan palmando de sobredosis de fentanilo. Yo intento no tomar parte en todo eso pero como no soy médico sino ingeniero de maquinaria de hospital, todo lo que me dejan es predicar y luego ni puñetero caso al guiri, se receta algo barato para ir tirando en vez de buena cirugía y punto.
Pero lo rellenito es el nivel de atraso, atraso africano, que se expende por doquier, y a veces no importa si estás en una zona rica o pobre: o sueltas un pastizal o Internet va como el ojo ciego. Punto. Los coches se caen a pedazos en su gran mayoría, por mucho que los que no lo hacen sean bien caros, cosa que es un problemón cuando nadie tiene un seguro que lo sea, porque ya me dirás lo que pasa si, yendo con tu trolebús de alquiler, te palos contra una tartana. Hay muchas que van por la vida hasta sin matrícula, o con unas ruedas a punto de estallar, o echando humaradas de locomotora de vapor, o chorreando todo tipo de filudos; hay restos de ruedas hechas cosa por cada fruta cuneta y en cada estropeado arcén, pero bah, la realidad es que tampoco suele haber arcenes, fin al peatón. Y al volante paso puñetero miedo, porque yo conduzco bien pero aquí la licencia te la dan en una tómbola.
Sigo. Resulta imposible pagar con tarjeta, vayas a donde vayas, o llevas metálico contigo o la mitad del tiempo las terminales dan errores hasta con las VISAs del Hospital o con la que uso yo al viajar, que es de las más caras de Esñapa. Los hoteles que no sean de lujo, las máquinas de aire acondicionado y los lavabos tienen unas condiciones de higiene y unos diseños ridículos y setenteros, a menudo con mugre incrustada por doquier, festivales de ruidos y averías constantes: he cagado en letrinas de las de agujero en el suelo, letrinas de las que dan a una fosa séptica mal mantenida y que apesta a la legua, he sido electrocutado por una nevera de hotel y tenido que marcharme de despachos por no aguantar el sonido a motocultor de la climatización. Casi todas las carreteras, salvo las que llevan a los barrios residenciales de los castuzos, tienen un cartel que dice que están sin mantenimiento y que conduzcas por tu cuenta y riesgo, esto es, que te aguardan en la oscuridad unos socavones de metro y medio de profundidad, todo el alcantarillado de la carretera está sin trapar, hay zanjas para cableado que se rellenaron con grava y ahora son un canal abierto con cobre desmadejado dentro que mejor no lo toques por si tras*porta voltaje… No ves ni rotondas ni farolas ni bifurcaciones, sólo tramos enteros entre pueblos sin asfaltar, todavía no he dado con un quitamiedos, una valla de peralte o para contener barrancos, con señalizaciones reflectantes o líneas bien pintadas, salvo cuando me aproximo a territorio castuzo. Ahí ya es todo como en las pelis, y encima limpian y eso.
El país entero es un plató, rodeado por un vertedero, en el que vive el 90% de la gente. Lo que vosotros llamáis “jovenlandésnegrada” y “comunidad latina” aquí es mayoría en casi todas las zonas y va siempre más y mejor armado que tú y la seguridad de una gran empresa que se supone que es lo que te asiste cuando entras en un ambulatorio sitiado por adictos a la oxicodona. La pasma no ejerce, no está, casi mejor que no te cruces con ellos porque siendo inmi es probable que corras más peligro hablando con un agente que despachando con el narcotraficante que expende fentanilo de AliExpress en cada fruta esquina. De tanto en tanto pasan doce moteros sin casco armando un schoscho con los tubarros de escape libre que es para pedirse una escafandra y un sonotone, y lo rellenito es que le chulean a todo el puñetero mundo, les he visto disparando al cielo por el centro de una gran ciudad y les he visto escupir al parabrisas de un coche patrulla en plena ronda sin que la pasma hiciera más que poner el limpia y barrer el mocarro. Todo el puñetero mundo se infla a comer sarama a cascoporro, están rellenitos casi todos los que no tienen culto al cuerpo, no cocina ni San Dios, todos los garitos funcionan con propinas de billetes arrugados y está todo forrado con moquetas malolientes y sucias, hay sintechos plagados de llagas por doquier pudriéndose al sol en las calles principales de cada fruta ciudad y nadie tiene ahorros ni una pensión de jubilación bien provista. El nivel de conocimientos generales de un chaval que termina secundaria por aquí no daría ni para entrar en la ESO en mi tierra. No exagero. No saben situar en un mapa ni el estado en el que viven. No te saben decir quién lo descubrió ni han oído hablar de Hitler o de Stalin.
Cuando les dices que no te preocupa lo más mínimo la posibilidad de enfermar, de perder tu empleo o de tener que mandar a un crío a la universidad no se lo creen. No se lo creen y punto. Les dices que Canadá, Francia o China van igual y que ellos son casi los únicos que salen de la universidad debiendo un piso y no se lo creen. Les dices que en tu país a los enfermos les curan en vez de zombificarles y no se lo creen. Les dices que tú no le debes una fruta animalada a VISA y que tienes ahorros y te preguntan si es que te acaba de tocar la lotería y que por qué no consumes más, que te estás perdiendo la vida.
En fin. Os contaría más, pero para qué, si vosotros queréis vivir en un país hecho para los señoritos y en el que los curritos no tengan ni pa comer.
Esto es una cosa. Me levanto el doble que en Esñapa, sí, pero aquí me estoy jugando la vida. Por lo que acabaré el próximo contrato sólo porque es lo que necesito para saltar a Canadá, que es donde sí quiero estar. Allí no les cagan en el cerebro, tienen servicios públicos y no están por civilizar.
Con todo, la diferencia de huso horario, de ritmos, de conectividad y de salud mental que media entre Esñapa y Estamos Hundidos me ha hecho apartarme del floro y tal. También he decidido mandaros a pastar a partir de ahora, en parte porque quitáis las ganas de vivir y hasta las de apiolar, y en parte porque lo que hago al dejaros en ridículo en cada hilo ya empieza a ser un abuso bastante aburrido para mí; así que si no respondo a ya más vuestras cosas es, simple y llanamente, porque me habéis hartado.
Pero nada, que aprovecho un receso para explicaros lo tercermundista y atrasado que está el sitio este, que ya es un estado fallido y fracturado a todas luces, sin futuro ni posibles ni solución de continuidad. A menudo pienso que sólo se mantiene en pie porque, al margen de que su ejército todavía nos tiene a todos acogotados, su divisa aún es la de referencia en materia de comercio internacional.
El caso es que yo no venía por aquí desde hace ya unos cuantos años y esta vez he visto menos desarrollo y progreso que en muchos estados jovenlandeses modernos. No es coña. Sé que muchos conocéis Estamos Hundidos a nivel turista y eso consiste en visitar sus circuitos adecentados y sé que otros habéis estado por zonas ricas y blancas sin apenas salir a nadar a mar abierto. La realidad cuando escapas del territorio protegido es atroz, esto se ha deteriorado muchísimo desde mi última visita y ya es un país tercermundista de esos que están llenos de ricos. Los jovenlandeses que conozco funcionan por el estilo, con todas las ciudades sitiadas por unos barrios de chabolas, tiendas de campaña y autocaravanas que no es que sean el slum de las afueras, es que son cinturones del tamaño de Valencia y a menudo ya contienen más almas que la ciudad en sí.
Ando por California, Nevada, Arizona, Texas, Oregon, Idaho, Wyoming… ya llevo como docena y media de centros sanitarios adecentados y una plétora de ambulatorios rurales puestos al día, pero es todo en balde porque aquí al paciente que no está forrado, dado que no tiene la menor cobertura médica real, en vez de tratarlo lo que hacen es mentirle para luego inflarlo a opiáceos y todos contentos: ni gastos ni dolores. A nadie le importa si luego se dispara en número la turba de yonkiezombies que pueblan las barriadas de las que os hablaba en el párrafo anterior, hay sitios donde todo el puñetero mundo tiene familiares y amigos adictos a las pastillas, de los que empiezan con la oxicodona y terminan palmando de sobredosis de fentanilo. Yo intento no tomar parte en todo eso pero como no soy médico sino ingeniero de maquinaria de hospital, todo lo que me dejan es predicar y luego ni puñetero caso al guiri, se receta algo barato para ir tirando en vez de buena cirugía y punto.
Pero lo rellenito es el nivel de atraso, atraso africano, que se expende por doquier, y a veces no importa si estás en una zona rica o pobre: o sueltas un pastizal o Internet va como el ojo ciego. Punto. Los coches se caen a pedazos en su gran mayoría, por mucho que los que no lo hacen sean bien caros, cosa que es un problemón cuando nadie tiene un seguro que lo sea, porque ya me dirás lo que pasa si, yendo con tu trolebús de alquiler, te palos contra una tartana. Hay muchas que van por la vida hasta sin matrícula, o con unas ruedas a punto de estallar, o echando humaradas de locomotora de vapor, o chorreando todo tipo de filudos; hay restos de ruedas hechas cosa por cada fruta cuneta y en cada estropeado arcén, pero bah, la realidad es que tampoco suele haber arcenes, fin al peatón. Y al volante paso puñetero miedo, porque yo conduzco bien pero aquí la licencia te la dan en una tómbola.
Sigo. Resulta imposible pagar con tarjeta, vayas a donde vayas, o llevas metálico contigo o la mitad del tiempo las terminales dan errores hasta con las VISAs del Hospital o con la que uso yo al viajar, que es de las más caras de Esñapa. Los hoteles que no sean de lujo, las máquinas de aire acondicionado y los lavabos tienen unas condiciones de higiene y unos diseños ridículos y setenteros, a menudo con mugre incrustada por doquier, festivales de ruidos y averías constantes: he cagado en letrinas de las de agujero en el suelo, letrinas de las que dan a una fosa séptica mal mantenida y que apesta a la legua, he sido electrocutado por una nevera de hotel y tenido que marcharme de despachos por no aguantar el sonido a motocultor de la climatización. Casi todas las carreteras, salvo las que llevan a los barrios residenciales de los castuzos, tienen un cartel que dice que están sin mantenimiento y que conduzcas por tu cuenta y riesgo, esto es, que te aguardan en la oscuridad unos socavones de metro y medio de profundidad, todo el alcantarillado de la carretera está sin trapar, hay zanjas para cableado que se rellenaron con grava y ahora son un canal abierto con cobre desmadejado dentro que mejor no lo toques por si tras*porta voltaje… No ves ni rotondas ni farolas ni bifurcaciones, sólo tramos enteros entre pueblos sin asfaltar, todavía no he dado con un quitamiedos, una valla de peralte o para contener barrancos, con señalizaciones reflectantes o líneas bien pintadas, salvo cuando me aproximo a territorio castuzo. Ahí ya es todo como en las pelis, y encima limpian y eso.
El país entero es un plató, rodeado por un vertedero, en el que vive el 90% de la gente. Lo que vosotros llamáis “jovenlandésnegrada” y “comunidad latina” aquí es mayoría en casi todas las zonas y va siempre más y mejor armado que tú y la seguridad de una gran empresa que se supone que es lo que te asiste cuando entras en un ambulatorio sitiado por adictos a la oxicodona. La pasma no ejerce, no está, casi mejor que no te cruces con ellos porque siendo inmi es probable que corras más peligro hablando con un agente que despachando con el narcotraficante que expende fentanilo de AliExpress en cada fruta esquina. De tanto en tanto pasan doce moteros sin casco armando un schoscho con los tubarros de escape libre que es para pedirse una escafandra y un sonotone, y lo rellenito es que le chulean a todo el puñetero mundo, les he visto disparando al cielo por el centro de una gran ciudad y les he visto escupir al parabrisas de un coche patrulla en plena ronda sin que la pasma hiciera más que poner el limpia y barrer el mocarro. Todo el puñetero mundo se infla a comer sarama a cascoporro, están rellenitos casi todos los que no tienen culto al cuerpo, no cocina ni San Dios, todos los garitos funcionan con propinas de billetes arrugados y está todo forrado con moquetas malolientes y sucias, hay sintechos plagados de llagas por doquier pudriéndose al sol en las calles principales de cada fruta ciudad y nadie tiene ahorros ni una pensión de jubilación bien provista. El nivel de conocimientos generales de un chaval que termina secundaria por aquí no daría ni para entrar en la ESO en mi tierra. No exagero. No saben situar en un mapa ni el estado en el que viven. No te saben decir quién lo descubrió ni han oído hablar de Hitler o de Stalin.
Cuando les dices que no te preocupa lo más mínimo la posibilidad de enfermar, de perder tu empleo o de tener que mandar a un crío a la universidad no se lo creen. No se lo creen y punto. Les dices que Canadá, Francia o China van igual y que ellos son casi los únicos que salen de la universidad debiendo un piso y no se lo creen. Les dices que en tu país a los enfermos les curan en vez de zombificarles y no se lo creen. Les dices que tú no le debes una fruta animalada a VISA y que tienes ahorros y te preguntan si es que te acaba de tocar la lotería y que por qué no consumes más, que te estás perdiendo la vida.
En fin. Os contaría más, pero para qué, si vosotros queréis vivir en un país hecho para los señoritos y en el que los curritos no tengan ni pa comer.
Esto es una cosa. Me levanto el doble que en Esñapa, sí, pero aquí me estoy jugando la vida. Por lo que acabaré el próximo contrato sólo porque es lo que necesito para saltar a Canadá, que es donde sí quiero estar. Allí no les cagan en el cerebro, tienen servicios públicos y no están por civilizar.
