castguer
Madmaxista
Por encima de todas las cosas debe preocuparnos aquello que se hace de nosotros en la época de nuestra educación. Debemos preguntarnos qué se ha hecho y se piensa hacer de nosotros, una vez admitida nuestra servidumbre voluntaria; debemos preguntarnos por esa educación con la que se nos pretende hacer capaces ¿de ser creadores?.
El problema de la educación es una cuestión que desde hace años es un tema debatido y que sobrepasa sin duda las controversias políticas que por otro lado en un régimen como el de la España actual son inexistentes. Los partidos políticos pugnan por imponer cada uno sus respectivos principios educativos como el mejor y más adaptado a nuestras necesidades. Pero eso sí, sin desavenirse los unos con otros en pro de la defensa del régimen que los sustenta, que no es otro que el que posibilita, precisamente, la servidumbre del aprendiz en creaciones.Y ese precio alguien lo ha de pagar.
La historia de esta cuestión se caracteriza por la relación entre los dominantes y los servidores, entre los poderosos y los dominados y es, en suma, una época de servidumbre.
La educación se ha erigido como la potestad de quien detentaba el poder sobre los débiles y desposeídos, convirtiéndose el sabio, fuera grande o mediocre, en el poderoso, fuerte e impositor: en una autoridad. No todos podían estar llamados a este poder y esta autoridad, y por ello tampoco la educación estaba destinada a todos, pues una educación general se contrapone a aquel principio.
La idea de una educación universal chocó con el principio de la formación exclusivista, desencadenándose una guerra y unas luchas que se han venido sucediendo, a lo largo de diferentes etapas y bajo las más diversas banderas, hasta nuestros días.
Demos
El problema de la educación es una cuestión que desde hace años es un tema debatido y que sobrepasa sin duda las controversias políticas que por otro lado en un régimen como el de la España actual son inexistentes. Los partidos políticos pugnan por imponer cada uno sus respectivos principios educativos como el mejor y más adaptado a nuestras necesidades. Pero eso sí, sin desavenirse los unos con otros en pro de la defensa del régimen que los sustenta, que no es otro que el que posibilita, precisamente, la servidumbre del aprendiz en creaciones.Y ese precio alguien lo ha de pagar.
La historia de esta cuestión se caracteriza por la relación entre los dominantes y los servidores, entre los poderosos y los dominados y es, en suma, una época de servidumbre.
La educación se ha erigido como la potestad de quien detentaba el poder sobre los débiles y desposeídos, convirtiéndose el sabio, fuera grande o mediocre, en el poderoso, fuerte e impositor: en una autoridad. No todos podían estar llamados a este poder y esta autoridad, y por ello tampoco la educación estaba destinada a todos, pues una educación general se contrapone a aquel principio.
La idea de una educación universal chocó con el principio de la formación exclusivista, desencadenándose una guerra y unas luchas que se han venido sucediendo, a lo largo de diferentes etapas y bajo las más diversas banderas, hasta nuestros días.
Demos
