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Himbersor
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En estos instantes, me encuentro con la mente divagando en un mar de ciertas ideas que, sea por el efecto de la droja u otro fuere el motivo, percibo estos momentos de gran agrado, pues además de proporcionarme satisfacción a nivel material, también me otorgan un gran disfrute a nivel intelectual, pues me permite visualizar los conceptos desde diferentes perspectivas, y doy con ideas originales que en situaciones corrientes no ocuparían lugar en mi mente.
Entre otras cosas, el último tema sobre el que me he asombrado estar pensando, es el referido a la posibilidad de comprender los derechos de los humanos en un contexto asocial como el que viene a idealizar el liberalismo. He aquí mi tesis.
Los derechos surgen como una herramienta para evitar la prohibición de la realización de una acción determinada, es decir, para que haya un derecho, tiene que existir la posibilidad de que se imponga una cierta prohibición, ya sea porque en el pasado ya se ha dado dicha prohibición -y, ciertamente, el derecho ha surgido a consecuencia de ello-, ó, porque esta tiene el potencial de surgir en un futuro.
Por ejemplo, tener derecho a una vivienda, significa que no está permitido prohibirle a alguien tener una vivienda. O tener derecho a disponer de un abogado en un juicio, significa que no se le puede prohibir a ningún ser humano disponer de un abogado.
Por lo que la existencia de un derecho depende de la existencia de una obligación, o dicho de otro modo, no puede existir un derecho sin que exista una obligación asociada.
¿Y qué es una obligación, sino una imposición realizada de una persona o colectivo, hacia otra persona u otro colectivo, mediante una interacción social? ¿Y cómo puede el liberalismo convivir con la idea de que los seres humanos tienen una serie de derechos innegables, absolutos, inmutables, eternos y además aculturales y asociales, independientes del contexto social en el que se desarrollen, si es precisamente el contexto social, en la interacción entre personas, cuando solamente pueden darse esas imposiciones que se traducen en la prohibición de la realización de unas acciones determinadas?
Alguien podría emplear el argumento en contra de que las imposiciones solamente puedan darse en un contexto social, con la idea de que una imposición puede ser autoimpuesta, si uno es completamente consecuente y disciplinado, y esta imposición podría darse en un individuo desarrollando su vida en un contexto social, o también en un individuo viviendo en modo ermitaño, ignorante de cualquier interacción social.
Sobre esta idea, estoy de acuerdo, y coincido con que las autoimposiciones son posibles, sin ser necesaria la existencia de un contexto social para que pueda darse una imposición.
Sin embargo, no estoy de acuerdo con la posibilidad de considerar a cada individuo que independientemente de dónde desarrolle, es portador de su propia libertad incondicional e infranqueable, y a la vez aceptar la idea de que las autoimposiciones pueden existir, pues esto sería caer en una contradicción, ya que según la tesis liberalista, nada puede ser impuesto.
Ante esta afirmación, se podría contraargumentar que el hecho de que una persona se autoimponga una serie de imposiciones, no significa que esa persona no sea libre, sino que dentro de su libertad para escoger lo que hacer, en este caso aceptar la imposición de una idea, o no aceptarla, su libre elección resulta en aceptar la imposición.
Y esto es todo, amigos
Buenas noches.
Entre otras cosas, el último tema sobre el que me he asombrado estar pensando, es el referido a la posibilidad de comprender los derechos de los humanos en un contexto asocial como el que viene a idealizar el liberalismo. He aquí mi tesis.
Los derechos surgen como una herramienta para evitar la prohibición de la realización de una acción determinada, es decir, para que haya un derecho, tiene que existir la posibilidad de que se imponga una cierta prohibición, ya sea porque en el pasado ya se ha dado dicha prohibición -y, ciertamente, el derecho ha surgido a consecuencia de ello-, ó, porque esta tiene el potencial de surgir en un futuro.
Por ejemplo, tener derecho a una vivienda, significa que no está permitido prohibirle a alguien tener una vivienda. O tener derecho a disponer de un abogado en un juicio, significa que no se le puede prohibir a ningún ser humano disponer de un abogado.
Por lo que la existencia de un derecho depende de la existencia de una obligación, o dicho de otro modo, no puede existir un derecho sin que exista una obligación asociada.
¿Y qué es una obligación, sino una imposición realizada de una persona o colectivo, hacia otra persona u otro colectivo, mediante una interacción social? ¿Y cómo puede el liberalismo convivir con la idea de que los seres humanos tienen una serie de derechos innegables, absolutos, inmutables, eternos y además aculturales y asociales, independientes del contexto social en el que se desarrollen, si es precisamente el contexto social, en la interacción entre personas, cuando solamente pueden darse esas imposiciones que se traducen en la prohibición de la realización de unas acciones determinadas?
Alguien podría emplear el argumento en contra de que las imposiciones solamente puedan darse en un contexto social, con la idea de que una imposición puede ser autoimpuesta, si uno es completamente consecuente y disciplinado, y esta imposición podría darse en un individuo desarrollando su vida en un contexto social, o también en un individuo viviendo en modo ermitaño, ignorante de cualquier interacción social.
Sobre esta idea, estoy de acuerdo, y coincido con que las autoimposiciones son posibles, sin ser necesaria la existencia de un contexto social para que pueda darse una imposición.
Sin embargo, no estoy de acuerdo con la posibilidad de considerar a cada individuo que independientemente de dónde desarrolle, es portador de su propia libertad incondicional e infranqueable, y a la vez aceptar la idea de que las autoimposiciones pueden existir, pues esto sería caer en una contradicción, ya que según la tesis liberalista, nada puede ser impuesto.
Ante esta afirmación, se podría contraargumentar que el hecho de que una persona se autoimponga una serie de imposiciones, no significa que esa persona no sea libre, sino que dentro de su libertad para escoger lo que hacer, en este caso aceptar la imposición de una idea, o no aceptarla, su libre elección resulta en aceptar la imposición.
Y esto es todo, amigos
Buenas noches.
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