M. Priede
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No tenemos ni un solo partido político ni medio de comunicación que no haya recibido el visto bueno del imperio anglosajón (el mundo se divide en dos: a un lado los llamados Cinco Ojos, unidos en la Red Echelon: EEUU, GB, Canadá, Australia, Nueva Zelanda más Israel, que es, antes que otra cosa, la punta de lanza de ese imperio en Oriente Próximo; y al otro lado todos los demás, unos como enemigos y otros en condición de vasallos, caso de los países europeos, donde el vasallo más significado es Francia, que de adversario de EEUU ha pasado a ser su peón de brega más útil).
Ni un solo partido político que defienda los intereses de España. Lo mismo da el PPSOE que Caixadanos que esa quisicosa soreada llamada Podemos ('We Can', eslogan de Obama)
En cuanto a los medios de comunicación, exactamente lo mismo. En su día Pedro Jota se mostró partidario de responder a ETA con sus mismas armas (es decir, favorable al GAL). Cuando las cloacas españolas al servicio de Francia y otros países tocaron el silbato para cargarse a González, Pedro Jota se puso legalista, y al lado de tantos otros lo acosaron en nombre de la ley, los mismos que callan como pilinguis cuando no animan cada vez que Israel usa artillería pesada y aviación contra la población civil palestina. Similar a cuando Ashley Madison (empresa cloaquera del Mossad) decidió cargarse al rey Juan Carlos I y poner en crisis el Régimen del 78. Hasta entonces nadie, salvo Jesús Cacho, abrió el pico jamás para denunciar la frivolidad y la corrupción Real. NADIE. Tocaron el silbato desde el Mossad / OTAN, y todos a hacer leña del árbol caído. Esos son nuestros valientes patriotas, que callan o gritan cuando el amo se lo ordena.
¿Es casualidad que Pedro Jota le ponga a su periodicucho el mismo nombre que un traidor a los intereses de España le puso al suyo? Lo dudo. El que intelectualmente Pedro Jota sea un frívolo no quiere decir que su ignorancia sea de categoría Borbónica.
Los tiempos en que los periodistas modelaban a gusto la opinión pública han ido muy a menos: según las encuestas, quienes a diario se informan exclusivamente por la Red consultan de tres a cuatro medios diferentes. Una minoría, pero también eran minoría quienes compraban periódicos en papel, por tanto el lector crítico y necesitado de conocer la verdad abandona definitivamente a los medios tradicionales en papel, y en los digitales no conserva fidelidad a ninguno.
Ojead El Español de Pedro Jota y las alabanzas a aquel que, según él creía, y estaba convencido de ello -como tanto anglómano de cosa hoy en día en nuestra prensa-, lavaba más blanco que nadie: Blanco White (no eran de su agrado los masones, pero no tuvo inconveniente en defender sus intereses y aliarse con ellos):
José María Blanco White - EL ESPAÑOL
El artículo termina con una declaración de D. Ángel García de la Vega, presidente en ejercicio de las Cortes a Henry Wellesley, embajador en Cádiz de Su Majestad Británica. que bien podría servir a tantos perioputas y políticos que hoy en día hacen lo mismo, basta con sustituir RU por EEUU, y ahí está el jugoso salario que Murdoch le pasa a José María Aznar tras el 11-m:
Texto completo. No os lo perdáis. Ahí se demuestra lo que tantos decimos: que no es que la historia se repita, sino que continúa con los mismos actores desde principios del XIX, cuando a la Francia napoleónica le cerraron la puerta para organizar un imperio digno de tal nombre y a España y la entonces Hispanoamérica las introdujeron en un proceso de fragmentación que está lejos de concluir. Vivimos bajo el engaño de creer que las ideologías han sido el motor de la política internacional, y nada más falso: Rusia continúa siendo el enemigo para la casta anglosajona, con bolchevismo o sin él. Lo mismo Alemania (la segunda guerra mundial fue una continuación de la primera y la primera la continuación de la guerra entre imperios que venía sucediéndose desde siglos atrás: Rusia, Alemania, Austria Hungría, Francia, Gran Bretaña, sólo que la tecnología hizo la guerra más destructiva y por tanto la guerra sucia o a través de terceros países ha tomado el relevo).
En resumen: LA HISTORIA NO ES OTRA COSA QUE EL CONFLICTO ENTRE DIFERENTES ESTADOS, SEAN REINOS, IMPERIOS O ESTADOS NACIÓN, Y POR TANTO LA BASE DEL MATERIALISMO HISTÓRICO NO ES LA LUCHA DE CLASES SINO EL CONFLICTO ENTRE DIFERENTES UNIDADES POLÍTICAS, algo que en España no acabamos de entender. Y SI NO ACABAMOS DE ENTENDER DE UNA PUÑETERA VEZ QUIÉNES SON NUESTROS RIVALES, SEAN ADVERSARIOS O ENEMIGOS, JAMÁS ENTENDEREMOS NADA DE LO QUE NOS SUCEDE.
No os perdáis el artículo:
José Ramón San Miguel Hevia, Blanco White, El Catoblepas 91:8, 2009
Ni un solo partido político que defienda los intereses de España. Lo mismo da el PPSOE que Caixadanos que esa quisicosa soreada llamada Podemos ('We Can', eslogan de Obama)
En cuanto a los medios de comunicación, exactamente lo mismo. En su día Pedro Jota se mostró partidario de responder a ETA con sus mismas armas (es decir, favorable al GAL). Cuando las cloacas españolas al servicio de Francia y otros países tocaron el silbato para cargarse a González, Pedro Jota se puso legalista, y al lado de tantos otros lo acosaron en nombre de la ley, los mismos que callan como pilinguis cuando no animan cada vez que Israel usa artillería pesada y aviación contra la población civil palestina. Similar a cuando Ashley Madison (empresa cloaquera del Mossad) decidió cargarse al rey Juan Carlos I y poner en crisis el Régimen del 78. Hasta entonces nadie, salvo Jesús Cacho, abrió el pico jamás para denunciar la frivolidad y la corrupción Real. NADIE. Tocaron el silbato desde el Mossad / OTAN, y todos a hacer leña del árbol caído. Esos son nuestros valientes patriotas, que callan o gritan cuando el amo se lo ordena.
¿Es casualidad que Pedro Jota le ponga a su periodicucho el mismo nombre que un traidor a los intereses de España le puso al suyo? Lo dudo. El que intelectualmente Pedro Jota sea un frívolo no quiere decir que su ignorancia sea de categoría Borbónica.
Los tiempos en que los periodistas modelaban a gusto la opinión pública han ido muy a menos: según las encuestas, quienes a diario se informan exclusivamente por la Red consultan de tres a cuatro medios diferentes. Una minoría, pero también eran minoría quienes compraban periódicos en papel, por tanto el lector crítico y necesitado de conocer la verdad abandona definitivamente a los medios tradicionales en papel, y en los digitales no conserva fidelidad a ninguno.
Ojead El Español de Pedro Jota y las alabanzas a aquel que, según él creía, y estaba convencido de ello -como tanto anglómano de cosa hoy en día en nuestra prensa-, lavaba más blanco que nadie: Blanco White (no eran de su agrado los masones, pero no tuvo inconveniente en defender sus intereses y aliarse con ellos):
José María Blanco White - EL ESPAÑOL
¿QUIÉN ERA EN REALIDAD BLANCO WHITE?
Cura católico en Sevilla y pastor anglicano en Londres
Al entrar el que ya se llamaba Blanco White a la entrevista en el Ministerio de exteriores británico, quedó sorprendido por la multitud y variedad de personajes que, al parecer, le estaban esperando. Además de Wellesley y el anterior secretario Canning, que durante toda la velada guardaron un prudente silencio, pudo ver a Lord Holland, encargado de llevar la voz cantante en aquel misterioso negocio, a los dos comisionados de Asturias, Ángel de la Vega y Flórez de Méndez y al coronel Murphy y su socio relleniton, que conocía de encuentros anteriores. En el fondo de la sala se sentaban dos perfectos desconocidos, que le fueron presentados con el nombre de López Méndez y Simón Bolívar. Pero además de todo esto se dio cuenta que por una extraña razón, él mismo era el centro de interés de aquella abigarrada concurrencia.
—Antes de nada –dijo Lord Holland, después de pedir con la mirada permiso para hablar a Wellesley– es preciso que nos aseguréis de la sinceridad de vuestras palabras, por muy desagradables que puedan ser a nuestros oídos. La veracidad es la base de las relaciones entre los políticos que privados de ella quedan condenados a una perpetua sospecha y enemistad. Por nuestra parte –continuó ante un oyente cada vez más espantado– podemos garantizar un testimonio y una conducta igualmente leal, mucho más teniendo en cuenta que éste ha sido el proceder constante de los súbditos de su Graciosa Majestad. Con esta seguridad, de la que yo mismo he salido fiador, elogiando vuestro honor de caballero, cedo la palabra al señor Simón Bolívar, comisionado ante nuestro reino.
—Me han comunicado –empezó diciendo Bolívar– que sois el director y el redactor principalísimo de un periódico mensual enteramente independiente, y por eso vuestra opinión en un asunto verdaderamente nuevo y forzosamente sometido a debate tendrá una influencia decisiva entre todos los que en los dos hemisferios hablamos el español. Ha de saber que el pasado mes de Marzo, la Junta reunida en Caracas, siguiendo el modo de actuar de las provincias de la península, aquí honrosamente representadas, ha proclamado la independencia frente al usurpador Napoleón, y reclama la autonomía en el gobierno de aquel reino. Desde ahora somos libres del nuevo despotismo que quiere imponernos el Emperador de Francia, del antiguo despotismo de virreyes y encomenderos y de toda la esclavitud colonial, pues ya que un decreto de la Regencia nos ha declarado provincias del Reino, tenemos los mismos derechos que los naturales de España y como ellos reconocemos libremente, he dicho libremente, por nuestro único rey a su Majestad Fernando VII.
—Ya era hora –dijo Blanco White, cuya mirada se iba iluminando a medida que hablaba Bolívar– de que se cumpliese el gran acontecimiento político que desde hace tiempo yo esperaba. Venezuela quiere ser libre, y es seguro que el movimiento de emancipación se comunicará antes o después a toda la América española. Y por lo que oigo esta declaración de independencia no ha sido promovida por una pandilla de exaltados que pretende romper todas las barreras sociales, sino por una reunión de caballeros que saben poner freno a su afán libertario y se conducen con una moderación digna del Reino al que han venido a pedir ayuda. Puedo asegurar que desde el próximo número de mi periódico apoyaré sin ninguna restricción mental la causa de vuestra independencia, y que dedicaré la mitad de él a las noticias de América. Nunca he sido más sincero –continuó dirigiéndose a Lord Holland– y mi sinceridad va acompañada de una alegría superior a la que Ustedes pueden imaginar.
Al entrar el que ya se llamaba Blanco White a la entrevista en el Ministerio de exteriores británico, quedó sorprendido por la multitud y variedad de personajes que, al parecer, le estaban esperando. Además de Wellesley y el anterior secretario Canning, que durante toda la velada guardaron un prudente silencio, pudo ver a Lord Holland, encargado de llevar la voz cantante en aquel misterioso negocio, a los dos comisionados de Asturias, Ángel de la Vega y Flórez de Méndez y al coronel Murphy y su socio relleniton, que conocía de encuentros anteriores. En el fondo de la sala se sentaban dos perfectos desconocidos, que le fueron presentados con el nombre de López Méndez y Simón Bolívar. Pero además de todo esto se dio cuenta que por una extraña razón, él mismo era el centro de interés de aquella abigarrada concurrencia.
—Antes de nada –dijo Lord Holland, después de pedir con la mirada permiso para hablar a Wellesley– es preciso que nos aseguréis de la sinceridad de vuestras palabras, por muy desagradables que puedan ser a nuestros oídos. La veracidad es la base de las relaciones entre los políticos que privados de ella quedan condenados a una perpetua sospecha y enemistad. Por nuestra parte –continuó ante un oyente cada vez más espantado– podemos garantizar un testimonio y una conducta igualmente leal, mucho más teniendo en cuenta que éste ha sido el proceder constante de los súbditos de su Graciosa Majestad. Con esta seguridad, de la que yo mismo he salido fiador, elogiando vuestro honor de caballero, cedo la palabra al señor Simón Bolívar, comisionado ante nuestro reino.
—Me han comunicado –empezó diciendo Bolívar– que sois el director y el redactor principalísimo de un periódico mensual enteramente independiente, y por eso vuestra opinión en un asunto verdaderamente nuevo y forzosamente sometido a debate tendrá una influencia decisiva entre todos los que en los dos hemisferios hablamos el español. Ha de saber que el pasado mes de Marzo, la Junta reunida en Caracas, siguiendo el modo de actuar de las provincias de la península, aquí honrosamente representadas, ha proclamado la independencia frente al usurpador Napoleón, y reclama la autonomía en el gobierno de aquel reino. Desde ahora somos libres del nuevo despotismo que quiere imponernos el Emperador de Francia, del antiguo despotismo de virreyes y encomenderos y de toda la esclavitud colonial, pues ya que un decreto de la Regencia nos ha declarado provincias del Reino, tenemos los mismos derechos que los naturales de España y como ellos reconocemos libremente, he dicho libremente, por nuestro único rey a su Majestad Fernando VII.
—Ya era hora –dijo Blanco White, cuya mirada se iba iluminando a medida que hablaba Bolívar– de que se cumpliese el gran acontecimiento político que desde hace tiempo yo esperaba. Venezuela quiere ser libre, y es seguro que el movimiento de emancipación se comunicará antes o después a toda la América española. Y por lo que oigo esta declaración de independencia no ha sido promovida por una pandilla de exaltados que pretende romper todas las barreras sociales, sino por una reunión de caballeros que saben poner freno a su afán libertario y se conducen con una moderación digna del Reino al que han venido a pedir ayuda. Puedo asegurar que desde el próximo número de mi periódico apoyaré sin ninguna restricción mental la causa de vuestra independencia, y que dedicaré la mitad de él a las noticias de América. Nunca he sido más sincero –continuó dirigiéndose a Lord Holland– y mi sinceridad va acompañada de una alegría superior a la que Ustedes pueden imaginar.
El artículo termina con una declaración de D. Ángel García de la Vega, presidente en ejercicio de las Cortes a Henry Wellesley, embajador en Cádiz de Su Majestad Británica. que bien podría servir a tantos perioputas y políticos que hoy en día hacen lo mismo, basta con sustituir RU por EEUU, y ahí está el jugoso salario que Murdoch le pasa a José María Aznar tras el 11-m:
Quiero dar a conocer la recompensa que he recibido de este generoso y munificente país en consideración a mis servicios. No soy yo el más indicado para valorarlos; todo lo que puedo decir es que trabajé con gran celo a pesar de mis muchos sufrimientos físicos y jovenlandesales. Me limitaré a contar cómo me concedieron una pensión anual de doscientas cincuenta libras, que ha sido la principal ayuda recibida en medio de mis enfermedades y el medio que me ha permitido educar a mi hijo y situarlo donde tengo la satisfacción de saber que por su celo y honorable conducta como oficial, no sólo recompensa las penas y sacrificios que me ha costado, sino que paga gran parte de la deuda de gratitud para un país a quien debo más que aquél en que nací y me eduqué. ¡Dios bendiga a Inglaterra, mi tierra de adopción y el país de mis más cálidos afectos!
Texto completo. No os lo perdáis. Ahí se demuestra lo que tantos decimos: que no es que la historia se repita, sino que continúa con los mismos actores desde principios del XIX, cuando a la Francia napoleónica le cerraron la puerta para organizar un imperio digno de tal nombre y a España y la entonces Hispanoamérica las introdujeron en un proceso de fragmentación que está lejos de concluir. Vivimos bajo el engaño de creer que las ideologías han sido el motor de la política internacional, y nada más falso: Rusia continúa siendo el enemigo para la casta anglosajona, con bolchevismo o sin él. Lo mismo Alemania (la segunda guerra mundial fue una continuación de la primera y la primera la continuación de la guerra entre imperios que venía sucediéndose desde siglos atrás: Rusia, Alemania, Austria Hungría, Francia, Gran Bretaña, sólo que la tecnología hizo la guerra más destructiva y por tanto la guerra sucia o a través de terceros países ha tomado el relevo).
En resumen: LA HISTORIA NO ES OTRA COSA QUE EL CONFLICTO ENTRE DIFERENTES ESTADOS, SEAN REINOS, IMPERIOS O ESTADOS NACIÓN, Y POR TANTO LA BASE DEL MATERIALISMO HISTÓRICO NO ES LA LUCHA DE CLASES SINO EL CONFLICTO ENTRE DIFERENTES UNIDADES POLÍTICAS, algo que en España no acabamos de entender. Y SI NO ACABAMOS DE ENTENDER DE UNA PUÑETERA VEZ QUIÉNES SON NUESTROS RIVALES, SEAN ADVERSARIOS O ENEMIGOS, JAMÁS ENTENDEREMOS NADA DE LO QUE NOS SUCEDE.
No os perdáis el artículo:
José Ramón San Miguel Hevia, Blanco White, El Catoblepas 91:8, 2009
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