Vlad_Empalador
Será en Octubre
Dos de cada diez euros del salario de un mileurista, para gasolina
C. PORTEIRO, M. SÍO DOPESO, F. FERNÁNDEZ, E. SILVEIRA, T. LONGUEIRA, M.M., A. MARTÍNEZ, A. G. CHOUCIÑOREDACCIÓN / LA VOZ
ECONOMÍA
M. Sio Dopeso
La inflación escala un 8 % en Galicia, una subida inédita desde 1989, impulsada por las desorbitadas facturas de la electricidad, el gas y los combustibles
12 mar 2022. Actualizado a las 05:00 h.
Comentar · 9
La inflación se desata en Galicia, la sexta comunidad donde más han crecido los precios respecto a hace solo un año. Según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de precios de consumo (IPC) avanzó hasta el 8 % en febrero, cuatro décimas más que la media nacional (7,6 %).
El coste de la vida no hace otra cosa que subir. Llenar el depósito de gasolina, por ejemplo, ya cuesta unos 20 euros más que a principios de año, según la OCU. Pero, ¿en dónde se están dejando más dinero los gallegos?
Según los datos del Instituto Galego de Estadística (IGE), lo que más se ha encarecido es la factura de la electricidad, el gas y otros combustibles, que ha repuntado un 62 %. Utilizar el coche para desplazarnos al trabajo o hacer viajes es casi un lujo: su coste ha aumentado un 16,1 %. Y más que subirá en marzo, porque esta semana algunas gasolineras gallegas ya estaban vendiendo el litro de gasolina a más de 2 euros. En estos momentos hay unos 230.000 gallegos mileuristas que dedican dos de cada 10 euros que ingresan a llenar dos veces al mes el depósito de gasolina.
El plan de Bruselas ni abarata la energía ni corta los lazos con Rusia
C. PORTEIRO
Las cosas no están mejor en los supermercados. Los alimentos y las bebidas se han encarecido un 5,4 %. El pan, los cereales, la leche, los bemoles, el aceite, el queso y las legumbres empiezan a ser artículos de lujo en la cesta de la compra de los gallegos. La gran subida está por llegar, porque la guerra en Ucrania ha agravado el desabastecimiento de cereales y aceite de girasol.
Algo tan común como renovar prendas de vestir o calzado ya es un 4,4 y un 2,6 % más caro en Galicia, donde los muebles se han encarecido un 7 %. No es lo único que ha subido de precio en el hogar. Los servicios para el mantenimiento de la vivienda avanzan un 3,5 %. No se salvan ni los precios del alquiler: subieron un 1 %.
Adquirir un vehículo en Galicia es un 4,6 % más caro que hace un año. Salir a comer a un restaurante o tomar algo con los amigos en el bar cuesta un 4,3 % más.
En esta carrera alcista desenfrenada de los precios, también destaca el fuerte repunte de los servicios financieros (10,6 %), vinculado a las comisiones que aplican los bancos a sus clientes para compensar la pérdida de rentabilidad en un escenario de tipos de interés que siguen bajo mínimos. La renovación de los seguros también ha subido, un 2,9 %.
Depósitos llenos y acopio en bidones en previsión de nuevas subidas
En algunas gasolineras de Vigo, el diésel se comercializaba a 1,891 euros, más caro que la gasolina, que se dispensaba a 1,861
Viernes 11 de marzo, y el precio de la gasolina y el diésel vuelve a marcar un nuevo récord. Pero lo verdaderamente sorprendente es que el gasoil está a la par que la gasolina, e incluso en algunas estaciones de servicio gallegas ya está más caro, como en la gasolinera situada entre Tui y Guillarei, cerca del polígono de A Gándara, en donde a diario se abastecen decenas de camiones y conductores tras*fronterizos. «El diésel hoy está a 1,891 euros; la gasolina, a 1,861 euros. Es de locos. Nosotros estamos tan sorprendidos como los consumidores», afirma uno de los cuatro trabajadores, mientras rellena un bidón de gasolina a un cliente. «No, no me quedé sin combustible. Acabo de llenar el depósito, y me llevo este bidón, porque al paso que va esto, si hoy está caro, para la semana va a estar más», afirma un conductor que cubre a diario la ruta Tui-O Porriño dos veces, para trabajar. Otra clienta espera turno en su coche. «Trabajo en Vigo, hago a diario una media de 60 kilómetros, y el coste empieza a ser ya inasumible. Pensaba echar 20 euros, pero igual el lunes está más cara, así que voy a repostar 50. Pero esto es una barbaridad, alguien tiene que pararlo, porque siempre pagamos el pato los mismos», afirma resoplando, pero con inevitable cara de resignación.
Una guerra a 4.000 kilómetros de distancia que hará subir aún más la luz y los carburantes
F. FERNÁNDEZ
Un coste inviable
En la misma estación de servicio, tres camiones de gran tonelaje aguardan para ser atendidos. Los tres tienen matrícula portuguesa. Aunque su servicio es tras*fronterizo, aprovechan el paso por Tui para reponer combustible a unos cuantos céntimos más barato que al otro lado de la frontera. «De momento compensa, pero el coste es inviable, y esto no parece tener fin», dice uno de los tras*portistas que espera al pie del camión con un par de garrafas de 50 litros para hacer acopio.
Aunque los precios se han disparado en ambos países, el desfase a uno y otro lado de la frontera se mantiene. Ayer, la diferencia entre Galp de Valença y OutleTui era de 0,26 céntimos en el gasoil y de 0,3 en la gasolina. ¿Puede esta situación generar en algún momento un desabastecimiento? «Porque falte el producto no. Otra cosa es que si esto sigue así, con este vaivén de precios, habrá días en los que algunas estaciones de servicio no puedan hacer frente al coste que supone llenar los tanques, porque la mayoría somos pequeñas empresas», afirma el encargado de la estación de servicio.
Los empleados de esta gasolinera se temen una avalancha de conductores procedentes de Portugal. «El fin de semana pasado ya lo notamos. No paramos en todo el día. Y algunas gasolineras como la del Outlet de Tui tuvo colas y agotó los depósitos».
No es para menos porque, según explica, en municipios fronterizos como Tui y Valença, Tomiño y Cerveira o Monçao y Arbo, una diferencia de tan solo tres kilómetros entre gasolineras a uno y otro lado de la frontera pueden suponer 15,6 euros de ahorro en cada vehículo de gasoil y hasta 18,3 en los de gasolina para utilitarios con 60 litros de depósito.
C. PORTEIRO, M. SÍO DOPESO, F. FERNÁNDEZ, E. SILVEIRA, T. LONGUEIRA, M.M., A. MARTÍNEZ, A. G. CHOUCIÑOREDACCIÓN / LA VOZ
ECONOMÍA
M. Sio Dopeso
La inflación escala un 8 % en Galicia, una subida inédita desde 1989, impulsada por las desorbitadas facturas de la electricidad, el gas y los combustibles
12 mar 2022. Actualizado a las 05:00 h.
Comentar · 9
La inflación se desata en Galicia, la sexta comunidad donde más han crecido los precios respecto a hace solo un año. Según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de precios de consumo (IPC) avanzó hasta el 8 % en febrero, cuatro décimas más que la media nacional (7,6 %).
El coste de la vida no hace otra cosa que subir. Llenar el depósito de gasolina, por ejemplo, ya cuesta unos 20 euros más que a principios de año, según la OCU. Pero, ¿en dónde se están dejando más dinero los gallegos?
Según los datos del Instituto Galego de Estadística (IGE), lo que más se ha encarecido es la factura de la electricidad, el gas y otros combustibles, que ha repuntado un 62 %. Utilizar el coche para desplazarnos al trabajo o hacer viajes es casi un lujo: su coste ha aumentado un 16,1 %. Y más que subirá en marzo, porque esta semana algunas gasolineras gallegas ya estaban vendiendo el litro de gasolina a más de 2 euros. En estos momentos hay unos 230.000 gallegos mileuristas que dedican dos de cada 10 euros que ingresan a llenar dos veces al mes el depósito de gasolina.
El plan de Bruselas ni abarata la energía ni corta los lazos con Rusia
C. PORTEIRO
Las cosas no están mejor en los supermercados. Los alimentos y las bebidas se han encarecido un 5,4 %. El pan, los cereales, la leche, los bemoles, el aceite, el queso y las legumbres empiezan a ser artículos de lujo en la cesta de la compra de los gallegos. La gran subida está por llegar, porque la guerra en Ucrania ha agravado el desabastecimiento de cereales y aceite de girasol.
Algo tan común como renovar prendas de vestir o calzado ya es un 4,4 y un 2,6 % más caro en Galicia, donde los muebles se han encarecido un 7 %. No es lo único que ha subido de precio en el hogar. Los servicios para el mantenimiento de la vivienda avanzan un 3,5 %. No se salvan ni los precios del alquiler: subieron un 1 %.
Adquirir un vehículo en Galicia es un 4,6 % más caro que hace un año. Salir a comer a un restaurante o tomar algo con los amigos en el bar cuesta un 4,3 % más.
En esta carrera alcista desenfrenada de los precios, también destaca el fuerte repunte de los servicios financieros (10,6 %), vinculado a las comisiones que aplican los bancos a sus clientes para compensar la pérdida de rentabilidad en un escenario de tipos de interés que siguen bajo mínimos. La renovación de los seguros también ha subido, un 2,9 %.
Depósitos llenos y acopio en bidones en previsión de nuevas subidas
En algunas gasolineras de Vigo, el diésel se comercializaba a 1,891 euros, más caro que la gasolina, que se dispensaba a 1,861
Viernes 11 de marzo, y el precio de la gasolina y el diésel vuelve a marcar un nuevo récord. Pero lo verdaderamente sorprendente es que el gasoil está a la par que la gasolina, e incluso en algunas estaciones de servicio gallegas ya está más caro, como en la gasolinera situada entre Tui y Guillarei, cerca del polígono de A Gándara, en donde a diario se abastecen decenas de camiones y conductores tras*fronterizos. «El diésel hoy está a 1,891 euros; la gasolina, a 1,861 euros. Es de locos. Nosotros estamos tan sorprendidos como los consumidores», afirma uno de los cuatro trabajadores, mientras rellena un bidón de gasolina a un cliente. «No, no me quedé sin combustible. Acabo de llenar el depósito, y me llevo este bidón, porque al paso que va esto, si hoy está caro, para la semana va a estar más», afirma un conductor que cubre a diario la ruta Tui-O Porriño dos veces, para trabajar. Otra clienta espera turno en su coche. «Trabajo en Vigo, hago a diario una media de 60 kilómetros, y el coste empieza a ser ya inasumible. Pensaba echar 20 euros, pero igual el lunes está más cara, así que voy a repostar 50. Pero esto es una barbaridad, alguien tiene que pararlo, porque siempre pagamos el pato los mismos», afirma resoplando, pero con inevitable cara de resignación.
Una guerra a 4.000 kilómetros de distancia que hará subir aún más la luz y los carburantes
F. FERNÁNDEZ
Un coste inviable
En la misma estación de servicio, tres camiones de gran tonelaje aguardan para ser atendidos. Los tres tienen matrícula portuguesa. Aunque su servicio es tras*fronterizo, aprovechan el paso por Tui para reponer combustible a unos cuantos céntimos más barato que al otro lado de la frontera. «De momento compensa, pero el coste es inviable, y esto no parece tener fin», dice uno de los tras*portistas que espera al pie del camión con un par de garrafas de 50 litros para hacer acopio.
Aunque los precios se han disparado en ambos países, el desfase a uno y otro lado de la frontera se mantiene. Ayer, la diferencia entre Galp de Valença y OutleTui era de 0,26 céntimos en el gasoil y de 0,3 en la gasolina. ¿Puede esta situación generar en algún momento un desabastecimiento? «Porque falte el producto no. Otra cosa es que si esto sigue así, con este vaivén de precios, habrá días en los que algunas estaciones de servicio no puedan hacer frente al coste que supone llenar los tanques, porque la mayoría somos pequeñas empresas», afirma el encargado de la estación de servicio.
Los empleados de esta gasolinera se temen una avalancha de conductores procedentes de Portugal. «El fin de semana pasado ya lo notamos. No paramos en todo el día. Y algunas gasolineras como la del Outlet de Tui tuvo colas y agotó los depósitos».
No es para menos porque, según explica, en municipios fronterizos como Tui y Valença, Tomiño y Cerveira o Monçao y Arbo, una diferencia de tan solo tres kilómetros entre gasolineras a uno y otro lado de la frontera pueden suponer 15,6 euros de ahorro en cada vehículo de gasoil y hasta 18,3 en los de gasolina para utilitarios con 60 litros de depósito.