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Madmaxista
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El posible dopaje mecánico del que ha sido acusado el ya ex ciclista Lance Armstrong podría basarse en un pequeño motor eléctrico oculto en el buje del pedalier que se alimenta de una batería escondida en el bidón de agua y se controla mediante Bluetooth con un botón situado bajo el sillín.
GONZALO GARCÍA23 OCTUBRE 2021 - 10:30 H.
Archivado en: Bicicletas eléctricas Motor eléctrico
El dopaje mecánico que ofrece un pequeño motor escondido en el cuadro de la bicicleta podría haber ayudado a Lance Armstrong más incluso que el dopaje químico ya reconocido.
Tras ser desposeído de sus siete Tours de Francia por dopaje, Lance Armstrong fue de nuevo portada de algunos medios por otro dopaje, en este caso tecnológico: su bicicleta podría haber incorporado un pequeño motor eléctrico escondido en el buje del pedalier y alimentado por una batería oculta en el bidón de agua. El exdirector de la Agencia Antidopaje Francesa, Jean-Pierre Verdy, así lo afirma y lo hace rotundamente, aunque no puede aportar pruebas fehacientes de ello. Sean verdad o no estas afirmaciones, ¿cómo es este motor eléctrico diminuto capaz de ocultarse en una bicicleta sin que sea perceptible a simple vista?
Lance Armstrong fue el ciclista más laureado de la historia a principios del siglo XXI, gracias a vencer en el Tour de Francia durante siete años consecutivos, de 1999 a 2006. Pero todo aquello se vino abajo cuando saltaron a la luz múltiples escándalos de dopaje. En 2013, el propio ciclista reconocía la trama de dopaje que le llevó a recibir diferentes tratamientos, muchos de ellos ocultos tras la enfermedad que logró superar, un cáncer de testículo. Un escándalo que no solo le incluía a él sino a muchos de sus compañeros que eran obligados a recibirlos si querían formar parte del equipo que acompañaba al americano en el Tour de Francia.
En un último esfuerzo por lavar su imagen, él mismo confirmó todos los hechos es una entrevista con la periodista Oprah Winfrey en la que reconocía haberse dopado con EPO para lograr todas las victorias en el Tour. La UCI le retiró todos los títulos quedando su nombre como una mancha en la historia del ciclismo de competición en la que el dopaje siempre ha sido una sombra oscura.
Esquema de montaje de un sistema oculto de asistencia al pedaleo.
Pero la historia es terca y Lance Armstrong volvió hace unos meses a ser noticia por otro supuesto dopaje, esta vez tecnológico. El americano ha sido acusado por el ex-director de la Agencia Antidopaje Francesa, Jean-Pierre Verdy, que estuvo a su cargo entre 2006 y 2015, de contar además de con ayudas químicas, con otras mecánicas.
Verdy no tiene pruebas fehacientes de este hecho, aunque sí aporta datos y opiniones que podrían confirmar estas sospechas. Verdy cuenta que Armstrong fue capaz de mantener una relación de 7,4 W/kg durante 9 minutos y 33 segundos después de una de las etapas de alta montaña del Tour de Francia que tenía la ascensión al Alpe d’Huez como final, tras seis horas de carrera. Médicos, entrenadores y diferentes autoridades confirman que los datos generados por el cuerpo de Lance Armstrong “eran imposibles”.
Verdy sospecha que el ciclista empleaba algún tipo de dopaje mecánico en forma de motor eléctrico alimentado por una batería incorporada en su bicicleta. Esta sospecha la refleja en su libro «Dopage: Ma guerre contre les tricheurs» («Dopaje: mi guerra contra los tramposos»). El periodista Antoine Vayer ha recopilado una serie de vídeos en los que se ve al ciclista americano realizar un extraño gesto tocando la parte baja del sillín en numerosas ocasiones, lo que podría corresponderse con la puesta en marcha de este sistema de ayuda. Tras realizarlo, este aumentaba considerablemente su velocidad.
¿Cómo era el dopaje tecnológico de Lance Armstrong?
El sistema utilizado podría ser similar al que fue descubierto en el Campeonato Mundial de ciclocrós sub23 de 2016 montado en la bicicleta de la ciclista belga Femke Van den Driessche, fabricado por la empresa Typhoon y capaz de generar 250 W de potencia. El descubrimiento por parte de la UCI de este sistema, puso de relieve la existencia de un mercado de productos de asistencia eléctrica listos para ser implementados en bicicletas de competición.
El supuesto dopaje mecánico de Lance Armstrong podría basarse en el sistema Typhoon E-assist, un pequeño motor eléctrico situado en el buje del pedalier, con varios niveles de asistencia controlado por Bluetooth y una batería escondida en el bidón de agua.
Typhoon es una empresa con sede en Montecarlo fundada por Harry Gibbings, con experiencia en la Formula 1. Sus sistema Typhoon E-assist es imperceptible a simple vista, de manera que una bicicleta de carretera muestra un aspecto completamente normal. Pero dentro del marco todo es diferente. Un motor eléctrico patentado e incorporado al eje del pedalier es capaz de proporcionar hasta tres niveles de asistencia eléctrica: 50-70 W, 130-160 W y 250 W. El control se realiza mediante un botón remoto situado en el manillar a través de Bluetooth, por lo que no es necesario un cableado entre el motor y la unidad de control. La batería que lo alimenta se puede esconder dentro del bidón de agua.
Typhoon comercializaba en 2016 una bicicleta con este sistema integrado en un cuadro a medida suministrado por el fabricante italiano Sarto, sobre el que se puede configurar los componentes como tras*misiones Shimano Dura-Ace o Campagnolo Record y ruedas aerodinámicas de fibra de carbono Black Inc. Typhoon también ofrecía la posibilidad de adaptar su motor a otros cuadros, asegurando que tan solo añadía 1,7 kilogramos de peso extra.
Ante el descubrimiento por parte de la UCI de este sistema en una bicicleta de competición, Harry Gibbings, CEO de Typhoon aseguraba que no fue una sorpresa. Su empresa estuvo trabajando previamente en estrecha colaboración con la UCI durante algún tiempo para desarrollar un sistema de detección de motores ocultos en bicicletas de competición. “Estoy muy satisfecho de que la contribución de Typhoon ayudara de alguna manera a este fin”.
GONZALO GARCÍA23 OCTUBRE 2021 - 10:30 H.
Archivado en: Bicicletas eléctricas Motor eléctrico
Tras ser desposeído de sus siete Tours de Francia por dopaje, Lance Armstrong fue de nuevo portada de algunos medios por otro dopaje, en este caso tecnológico: su bicicleta podría haber incorporado un pequeño motor eléctrico escondido en el buje del pedalier y alimentado por una batería oculta en el bidón de agua. El exdirector de la Agencia Antidopaje Francesa, Jean-Pierre Verdy, así lo afirma y lo hace rotundamente, aunque no puede aportar pruebas fehacientes de ello. Sean verdad o no estas afirmaciones, ¿cómo es este motor eléctrico diminuto capaz de ocultarse en una bicicleta sin que sea perceptible a simple vista?
Lance Armstrong fue el ciclista más laureado de la historia a principios del siglo XXI, gracias a vencer en el Tour de Francia durante siete años consecutivos, de 1999 a 2006. Pero todo aquello se vino abajo cuando saltaron a la luz múltiples escándalos de dopaje. En 2013, el propio ciclista reconocía la trama de dopaje que le llevó a recibir diferentes tratamientos, muchos de ellos ocultos tras la enfermedad que logró superar, un cáncer de testículo. Un escándalo que no solo le incluía a él sino a muchos de sus compañeros que eran obligados a recibirlos si querían formar parte del equipo que acompañaba al americano en el Tour de Francia.
En un último esfuerzo por lavar su imagen, él mismo confirmó todos los hechos es una entrevista con la periodista Oprah Winfrey en la que reconocía haberse dopado con EPO para lograr todas las victorias en el Tour. La UCI le retiró todos los títulos quedando su nombre como una mancha en la historia del ciclismo de competición en la que el dopaje siempre ha sido una sombra oscura.
Esquema de montaje de un sistema oculto de asistencia al pedaleo.
Pero la historia es terca y Lance Armstrong volvió hace unos meses a ser noticia por otro supuesto dopaje, esta vez tecnológico. El americano ha sido acusado por el ex-director de la Agencia Antidopaje Francesa, Jean-Pierre Verdy, que estuvo a su cargo entre 2006 y 2015, de contar además de con ayudas químicas, con otras mecánicas.
Verdy no tiene pruebas fehacientes de este hecho, aunque sí aporta datos y opiniones que podrían confirmar estas sospechas. Verdy cuenta que Armstrong fue capaz de mantener una relación de 7,4 W/kg durante 9 minutos y 33 segundos después de una de las etapas de alta montaña del Tour de Francia que tenía la ascensión al Alpe d’Huez como final, tras seis horas de carrera. Médicos, entrenadores y diferentes autoridades confirman que los datos generados por el cuerpo de Lance Armstrong “eran imposibles”.
Verdy sospecha que el ciclista empleaba algún tipo de dopaje mecánico en forma de motor eléctrico alimentado por una batería incorporada en su bicicleta. Esta sospecha la refleja en su libro «Dopage: Ma guerre contre les tricheurs» («Dopaje: mi guerra contra los tramposos»). El periodista Antoine Vayer ha recopilado una serie de vídeos en los que se ve al ciclista americano realizar un extraño gesto tocando la parte baja del sillín en numerosas ocasiones, lo que podría corresponderse con la puesta en marcha de este sistema de ayuda. Tras realizarlo, este aumentaba considerablemente su velocidad.
Verdy afirma que el uso de este pequeño motor podría haber contribuido más incluso que la EPO a las victorias de Armstrong. “No fue la EPO la que marcó la diferencia”, asegura Verdy en una entrevista en Le Parisien, “sino este pequeño dispositivo oculto en su bicicleta que resultaba prácticamente invisible”." Toi aussi, caresse-toi la fesse gauche en pédalant, tu moulineras plus vite".
Lance Armstrong 1998
" You too, stroke your left buttock while pedaling, you will reel faster ". pic.twitter.com/PiyWrolRy1
— ntoine VAYER ️ (@festinaboy) April 9, 2021
¿Cómo era el dopaje tecnológico de Lance Armstrong?
El sistema utilizado podría ser similar al que fue descubierto en el Campeonato Mundial de ciclocrós sub23 de 2016 montado en la bicicleta de la ciclista belga Femke Van den Driessche, fabricado por la empresa Typhoon y capaz de generar 250 W de potencia. El descubrimiento por parte de la UCI de este sistema, puso de relieve la existencia de un mercado de productos de asistencia eléctrica listos para ser implementados en bicicletas de competición.
El supuesto dopaje mecánico de Lance Armstrong podría basarse en el sistema Typhoon E-assist, un pequeño motor eléctrico situado en el buje del pedalier, con varios niveles de asistencia controlado por Bluetooth y una batería escondida en el bidón de agua.
Typhoon es una empresa con sede en Montecarlo fundada por Harry Gibbings, con experiencia en la Formula 1. Sus sistema Typhoon E-assist es imperceptible a simple vista, de manera que una bicicleta de carretera muestra un aspecto completamente normal. Pero dentro del marco todo es diferente. Un motor eléctrico patentado e incorporado al eje del pedalier es capaz de proporcionar hasta tres niveles de asistencia eléctrica: 50-70 W, 130-160 W y 250 W. El control se realiza mediante un botón remoto situado en el manillar a través de Bluetooth, por lo que no es necesario un cableado entre el motor y la unidad de control. La batería que lo alimenta se puede esconder dentro del bidón de agua.
Typhoon comercializaba en 2016 una bicicleta con este sistema integrado en un cuadro a medida suministrado por el fabricante italiano Sarto, sobre el que se puede configurar los componentes como tras*misiones Shimano Dura-Ace o Campagnolo Record y ruedas aerodinámicas de fibra de carbono Black Inc. Typhoon también ofrecía la posibilidad de adaptar su motor a otros cuadros, asegurando que tan solo añadía 1,7 kilogramos de peso extra.
Ante el descubrimiento por parte de la UCI de este sistema en una bicicleta de competición, Harry Gibbings, CEO de Typhoon aseguraba que no fue una sorpresa. Su empresa estuvo trabajando previamente en estrecha colaboración con la UCI durante algún tiempo para desarrollar un sistema de detección de motores ocultos en bicicletas de competición. “Estoy muy satisfecho de que la contribución de Typhoon ayudara de alguna manera a este fin”.
¿Podría colarse una bicicleta trucada con motor eléctrico en el Tour de Francia 2024?
Al ciclista estadounidense le despojaron de sus siete Tours de Francia por dopaje médico, aunque también se cernían sobre él sospechas de un posible dopaje mecánico relacionado con un pequeño motor eléctrico oculto en el eje del pedalier de su bicicleta.
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