El último botijo que compré me costó 14 euros, literal lo del último.
¡Y pensar que no hace tanto era un objeto humilde y económico! Ahora prácticamente un lujo.
Conozco un pueblo donde se hacían piñatas con botijos, si, con un garrote y casco para los niños.
Pues desde hace ya unos años, usan macetas. Pero las macetas cerámicas también están subiendo de precio.
En breve se pasarán a piñatas de papel.