Carrus Magníficus
Madmaxista
Tal y como viene siendo habitual vuelven los divorcios de septiembre de parejas que mal se soportaban durante todo el año mientras cada uno tenia su vida independiente, su carrera independiente, sus cuentas separadas, sus amigos, sus tiempos libres, sus aficiones, su, su, su.... pero juntos en matrimonio, arrejuntamiento con derecho a intercambio de fluidos, parejas de hecho o como quieran llamarlo ahora.
Eso es, se han juntado en una increíble singularidad espacio-temporal llamada vacaciones donde se han dado cuenta de que son perfectos desconocidos el uno para el otro. Y a la vuelta a la rutina perruna, separación, divorcio, cada uno para un lado, gritos, reparto de apechusques y de zulo...
Ejemplo...
Pues eso... que los casos son comunes, nos rodean, caen a nuestro alrededor... eso si no habéis sido ya víctimas de este fenómeno tras el asueto estival.
Eso es, se han juntado en una increíble singularidad espacio-temporal llamada vacaciones donde se han dado cuenta de que son perfectos desconocidos el uno para el otro. Y a la vuelta a la rutina perruna, separación, divorcio, cada uno para un lado, gritos, reparto de apechusques y de zulo...
Ejemplo...
Un colega mio de trabajo, un tío majo. Ya divorciado amistosamente, con críos, sale de su capital de provincia y se va para Bocatacalamar City a continuar ganándose las habichuelas. Paga la casa donde viven los hijos y la bigo durante todo este tiempo e inicia una relación con otra bigo que le ha durado unos siete u ocho años.
Porque ha vuelto de estas vacaciones demacrado y pidiendo que le echase una mano con cosas para las que no estaba con cabeza... y al final me ha acabado contando que la segunda bigo le ha dado la patada en el ojo ciego porque... tacháááááááán: ella piensa que necesita algo mejor y que mi colega no se implica.
Y le toca volverse la capital de provincia y hacerse algunas kilometradas hasta Bocatacalamar City cuando nos toca reunión presencial. Que es entre pocas veces y nunca; aunque a este le guste el ambientillo de oficina.
Pues eso... que los casos son comunes, nos rodean, caen a nuestro alrededor... eso si no habéis sido ya víctimas de este fenómeno tras el asueto estival.