Discurso sobre las mujeres en la Novela del Curioso Impertinente

EL CURIOSO IMPERTINENTE

Será en Octubre
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17 May 2011
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Mira, amigo, que la mujer es animal imperfecto49, y que no se le han de poner embarazos donde tropiece y caiga, sino quitárselos y despejalle el camino de cualquier inconveniente, para que sin pesadumbre corra ligera a alcanzar la perfeción que le falta50, que consiste en el ser virtuosa. Cuentan los naturales que el arminio es un animalejo que tiene una piel blanquísima51, y que cuando quieren cazarle los cazadores, usan deste artificio: que, sabiendo las partes por donde suele pasar y acudir, las atajan con lodo, y después, ojeándole52, le encaminan hacia aquel lugar, y así como el arminio llega al lodo se está quedo y se deja prender y cautivar, a trueco de no pasar por el cieno y perder y ensuciar su blancura, que la estima en más que la libertad y la vida. La honesta y casta mujer es arminio, y es más que nieve blanca y limpia la virtud de la honestidad; y el que quisiere que no la pierda, antes la guarde y conserve, ha de usar de otro estilo diferente que con el arminio se tiene, porque no le han de poner delante el cieno de los regalos y servicios de los importunos amantes, porque quizá, y aun sin quizá, no tiene tanta virtud y fuerza natural que pueda por sí mesma atropellar y pasar por aquellos embarazos, y es necesario quitárselos y ponerle delante la limpieza de la virtud y la belleza que encierra en sí la buena fama. Es asimesmo la buena mujer como espejo de cristalXLVIII luciente y claro, pero está sujeto a empañarse y escurecerse con cualquieraXLIX aliento que le toque. Hase de usar con la honesta mujer el estilo que con las reliquias: adorarlas y no tocarlas. Hase de guardar y estimar la mujer buena como se guarda y estima un hermoso jardín que está lleno de flores y rosas, cuyo dueño no consiente que nadie le paseeL ni manosee: basta que desde lejos y por entre las verjas de hierro gocen de su fragranciaLI y hermosura53. Finalmente, quiero decirte unos versos que se me han venido a la memoria, que los oí en una comedia moderna54, que me parece que hacen al propósito de lo que vamos tratando. Aconsejaba un prudente viejo a otro, padre de una doncella, que la recogiese, guardase y encerrase, y entre otras razones le dijo estas:

Es de vidrio la mujer,
pero no se ha de probar
si se puede o no quebrar,
porque todo podría ser.
Y es más fácil el quebrarse,
y no es cordura ponerse
a peligro de romperse
lo que no puede soldarse.
Y en esta opinión estén
todos, y en razón la fundo:
que si hay Dánaes en el mundo,
hay pluvias de oro también55.
 
Mira, amigo, que la mujer es animal imperfecto49, y que no se le han de poner embarazos donde tropiece y caiga, sino quitárselos y despejalle el camino de cualquier inconveniente, para que sin pesadumbre corra ligera a alcanzar la perfeción que le falta50, que consiste en el ser virtuosa. Cuentan los naturales que el arminio es un animalejo que tiene una piel blanquísima51, y que cuando quieren cazarle los cazadores, usan deste artificio: que, sabiendo las partes por donde suele pasar y acudir, las atajan con lodo, y después, ojeándole52, le encaminan hacia aquel lugar, y así como el arminio llega al lodo se está quedo y se deja prender y cautivar, a trueco de no pasar por el cieno y perder y ensuciar su blancura, que la estima en más que la libertad y la vida. La honesta y casta mujer es arminio, y es más que nieve blanca y limpia la virtud de la honestidad; y el que quisiere que no la pierda, antes la guarde y conserve, ha de usar de otro estilo diferente que con el arminio se tiene, porque no le han de poner delante el cieno de los regalos y servicios de los importunos amantes, porque quizá, y aun sin quizá, no tiene tanta virtud y fuerza natural que pueda por sí mesma atropellar y pasar por aquellos embarazos, y es necesario quitárselos y ponerle delante la limpieza de la virtud y la belleza que encierra en sí la buena fama. Es asimesmo la buena mujer como espejo de cristalXLVIII luciente y claro, pero está sujeto a empañarse y escurecerse con cualquieraXLIX aliento que le toque. Hase de usar con la honesta mujer el estilo que con las reliquias: adorarlas y no tocarlas. Hase de guardar y estimar la mujer buena como se guarda y estima un hermoso jardín que está lleno de flores y rosas, cuyo dueño no consiente que nadie le paseeL ni manosee: basta que desde lejos y por entre las verjas de hierro gocen de su fragranciaLI y hermosura53. Finalmente, quiero decirte unos versos que se me han venido a la memoria, que los oí en una comedia moderna54, que me parece que hacen al propósito de lo que vamos tratando. Aconsejaba un prudente viejo a otro, padre de una doncella, que la recogiese, guardase y encerrase, y entre otras razones le dijo estas:

Es de vidrio la mujer,
pero no se ha de probar
si se puede o no quebrar,
porque todo podría ser.
Y es más fácil el quebrarse,
y no es cordura ponerse
a peligro de romperse
lo que no puede soldarse.
Y en esta opinión estén
todos, y en razón la fundo:
que si hay Dánaes en el mundo,
hay pluvias de oro también55.

Es curioso, es un concepto de la mujer más pagano que cristiano. Y aunque se pretende encerrar a las mujeres al estilo ateniense o fiel a la religión del amor, no deja de tener sus particularidades propias. Puesto que jovenlandeses y áticos lo hacían por desconfianza y en este parrafo se hace por "adoración".

Yo creo que es algo muy mediterraneo. Algo que tiene que ver con la adoración que se siente por la progenitora y que la convierte en una figura practicamente sagrada. La progenitora es algo divino, pero al mismo tiempo no puede amar, soltar y ser como el resto. En la virtud, que no en el pecado, la penitencia.... :D

Es un "machismo" creo yo casi prehistórico más que moderno o impuesto.

Yo siempre lo he dicho, solo hay dos tipos de mujeres... "pilinguis" o "santas". Y si dudas... es fruta seguro... :D
 
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