Vlad_Empalador
Será en Octubre
dan el pasaporte seis lobos y obtienen 60.000 euros fingiendo daños por el animal
Han sido detenidos seis asturianos que actuaban en zonas cercanas a Galicia
Tipo de lazo usado en Asturias
Tipo de lazo usado en AsturiasCEDIDA
MARÍA GUNTÍN
LUGO / LA VOZ 04/06/2021 09:44 H
Una publicación del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) destapó a un grupo de ganaderos que falseaban daños del lobo en el occidente asturiano. La noticia recogida por la entidad en su página web motivó una investigación a cargo del Seprona de Vegadeo, adscrito a la Comandancia de Oviedo. La operación tras*currió bajo las órdenes del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Castropol, se desarrolló durante casi dos años y culminó con la detención de seis ganaderos asturianos, acusados de cobrar más de 60.000 euros de fondos públicos de la administración asturiana. Asimismo, se demostró que habían apiolado a seis lobos que formaban parte de una manada compartida entre Asturias y Galicia. En noviembre del 2020, un veterinario de Asturias denunció en el juzgado de Castropol prácticas irregulares de ganaderos que comunicaban supuestos ataques sufridos por caballos y cuyo causante, apuntaban, era el lobo. Sin embargo, la investigación demostró que eran falsos y que los denunciantes tenían un modus operandi muy determinado: separaban a los potros de sus madres para después abandonarlos en el monte, conseguir que los cánidos los atacasen y cobrar así una subvención que podía alcanzar los 900 euros por ejemplar. Esto se traduce en un beneficio de entre 600 y 700 por res, ya que el precio de la misma es de entre 150 y 300 euros. Desde Fapas aseguran que algunos de los animales dejados en el monte fueron comprados en Galicia, al ser los ejemplares más económicos.
Ejemplares de la manada de lobos asesinados por los ganaderos detenidos en el marco de la operación del Seprona Colmillo Blanco
Volume 90%
El veterinario asturiano también denunció que los ganaderos cebaban a los lobos para que así se acercaran a las ganaderías. Esto motivó que el juzgado abriese una investigación a cargo del Seprona. El proceder de los encausados en el marco de esta operación, bautizada como Colmillo Blanco, era atraer lobos hasta la zona en la que situaban los potros mediante cebaderos. En total, son más de 170 los caballos muertos y vinculados con la causa entre los años 2019 y 2020. En algunos casos, los ganaderos falsearon la documentación para cobrar una doble subvención, fingiendo la fin del mismo animal dos veces en seis meses. Los agentes hicieron diversos registros domiciliarios e intervinieron armas y teléfonos móviles. La investigación permitió demostrar que los seis implicados, todos ellos ganaderos del occidente asturiano, estafaron más de 60.000 euros por falsos ataques del lobo. Están acusados de delitos continuados de estafa, maltrato animal, contra la fauna, denuncia falsa y encubrimiento. Apaleamiento de los animalesPasado un tiempo desde que comenzaron los tejemanejes, los lobos empezaron a permanecer en zonas próximas a las ganaderías, y cuando acababan con los potros continuaban atacando al ganado vacuno. Fue entonces cuando los ganaderos decidieron deshacerse de los cánidos atrayéndolos con cebos artesanales que podrían contener sustancias para anestesiarlos. Posteriormente, los mataron a palos y los dejaron al lado de la carretera para desviar la atención y fingir que se producían atropellos accidentales. En el caso también están imputados por prevaricación tres guardias del Medio Natural del Principado de Asturias por firmar expedientes de daños del lobo sin pruebas que confirmasen que eran cometidos por el cánido. Por el mismo motivo figura como investigado el jefe de servicio de Caza y Pesca del Medio Natural del Principado, por conceder a los detenidos subvenciones procedentes de fondos públicos sin pruebas suficientes, cuyo valor superó los 30.000 euros. Asociaciones asturianas denuncian prácticas similares desde hace añosDesde Fapas plantean personarse como acusación popular en el caso, algo que ya ha confirmado la Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (Anadel), que también denunció los hechos ante el Seprona y reconoce la labor de los agentes en esta investigación, así como el de la jueza. Desde la entidad explican que la Oficina Comarcal Agraria del Principado de Asturias se negó a facilitar los daños del lobo y que fue necesaria una orden judicial para que los investigadores pudiesen acceder a los mismos. «En Asturias la administración no investiga el fraude, lo normaliza. Hay una política de ganaderos sí y lobos no. Esta no es la primera operación con ganaderos investigados y nosotros denunciamos la falta de verificación de daños del lobo. El malo no es el animal, son los políticos incompetentes, por lo que pedimos dimisiones de las personas implicadas directa o indirectamente en este caso», recalcan. La investigación del Seprona se prolongó durante dos años, aunque las asociaciones explican que prácticas como estas se suceden en Asturias desde hace años. La jueza que lleva la investigación, que aún está en fase de instrucción, investiga también un posible chivatazo dentro de la operación por parte de un agente de la Guardia Civil. Los primeros resultados de esta investigación salen a la luz en medio del gran debate que ha suscitado la decisión del Ministerio para la tras*ición Ecológica de elevar la protección del lobo en España.
Han sido detenidos seis asturianos que actuaban en zonas cercanas a Galicia
Tipo de lazo usado en Asturias
Tipo de lazo usado en AsturiasCEDIDA
MARÍA GUNTÍN
LUGO / LA VOZ 04/06/2021 09:44 H
Una publicación del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) destapó a un grupo de ganaderos que falseaban daños del lobo en el occidente asturiano. La noticia recogida por la entidad en su página web motivó una investigación a cargo del Seprona de Vegadeo, adscrito a la Comandancia de Oviedo. La operación tras*currió bajo las órdenes del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Castropol, se desarrolló durante casi dos años y culminó con la detención de seis ganaderos asturianos, acusados de cobrar más de 60.000 euros de fondos públicos de la administración asturiana. Asimismo, se demostró que habían apiolado a seis lobos que formaban parte de una manada compartida entre Asturias y Galicia. En noviembre del 2020, un veterinario de Asturias denunció en el juzgado de Castropol prácticas irregulares de ganaderos que comunicaban supuestos ataques sufridos por caballos y cuyo causante, apuntaban, era el lobo. Sin embargo, la investigación demostró que eran falsos y que los denunciantes tenían un modus operandi muy determinado: separaban a los potros de sus madres para después abandonarlos en el monte, conseguir que los cánidos los atacasen y cobrar así una subvención que podía alcanzar los 900 euros por ejemplar. Esto se traduce en un beneficio de entre 600 y 700 por res, ya que el precio de la misma es de entre 150 y 300 euros. Desde Fapas aseguran que algunos de los animales dejados en el monte fueron comprados en Galicia, al ser los ejemplares más económicos.
Ejemplares de la manada de lobos asesinados por los ganaderos detenidos en el marco de la operación del Seprona Colmillo Blanco
Volume 90%
El veterinario asturiano también denunció que los ganaderos cebaban a los lobos para que así se acercaran a las ganaderías. Esto motivó que el juzgado abriese una investigación a cargo del Seprona. El proceder de los encausados en el marco de esta operación, bautizada como Colmillo Blanco, era atraer lobos hasta la zona en la que situaban los potros mediante cebaderos. En total, son más de 170 los caballos muertos y vinculados con la causa entre los años 2019 y 2020. En algunos casos, los ganaderos falsearon la documentación para cobrar una doble subvención, fingiendo la fin del mismo animal dos veces en seis meses. Los agentes hicieron diversos registros domiciliarios e intervinieron armas y teléfonos móviles. La investigación permitió demostrar que los seis implicados, todos ellos ganaderos del occidente asturiano, estafaron más de 60.000 euros por falsos ataques del lobo. Están acusados de delitos continuados de estafa, maltrato animal, contra la fauna, denuncia falsa y encubrimiento. Apaleamiento de los animalesPasado un tiempo desde que comenzaron los tejemanejes, los lobos empezaron a permanecer en zonas próximas a las ganaderías, y cuando acababan con los potros continuaban atacando al ganado vacuno. Fue entonces cuando los ganaderos decidieron deshacerse de los cánidos atrayéndolos con cebos artesanales que podrían contener sustancias para anestesiarlos. Posteriormente, los mataron a palos y los dejaron al lado de la carretera para desviar la atención y fingir que se producían atropellos accidentales. En el caso también están imputados por prevaricación tres guardias del Medio Natural del Principado de Asturias por firmar expedientes de daños del lobo sin pruebas que confirmasen que eran cometidos por el cánido. Por el mismo motivo figura como investigado el jefe de servicio de Caza y Pesca del Medio Natural del Principado, por conceder a los detenidos subvenciones procedentes de fondos públicos sin pruebas suficientes, cuyo valor superó los 30.000 euros. Asociaciones asturianas denuncian prácticas similares desde hace añosDesde Fapas plantean personarse como acusación popular en el caso, algo que ya ha confirmado la Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (Anadel), que también denunció los hechos ante el Seprona y reconoce la labor de los agentes en esta investigación, así como el de la jueza. Desde la entidad explican que la Oficina Comarcal Agraria del Principado de Asturias se negó a facilitar los daños del lobo y que fue necesaria una orden judicial para que los investigadores pudiesen acceder a los mismos. «En Asturias la administración no investiga el fraude, lo normaliza. Hay una política de ganaderos sí y lobos no. Esta no es la primera operación con ganaderos investigados y nosotros denunciamos la falta de verificación de daños del lobo. El malo no es el animal, son los políticos incompetentes, por lo que pedimos dimisiones de las personas implicadas directa o indirectamente en este caso», recalcan. La investigación del Seprona se prolongó durante dos años, aunque las asociaciones explican que prácticas como estas se suceden en Asturias desde hace años. La jueza que lleva la investigación, que aún está en fase de instrucción, investiga también un posible chivatazo dentro de la operación por parte de un agente de la Guardia Civil. Los primeros resultados de esta investigación salen a la luz en medio del gran debate que ha suscitado la decisión del Ministerio para la tras*ición Ecológica de elevar la protección del lobo en España.