Detenido un latinoamericano por violar a la hija de su primo, de 14 años, y amenazarla en Madrid

La mayoría de los delitos sensuales, sobre todo a menores de edad, se producen en el ámbito más cercano, el familiar. Ese ha sido el caso de una adolescente de apenas 14 años de edad que denunció, ella sola, que había sido agredida por un pariente de su padre, en la casa que compartían, en Madrid capital. El sospechoso ha sido detenido y se encuentra en prisión.


Los hechos ocurrieron la mañana del 21 de octubre. La Policía Municipal recibió una llamada del hospital 12 de Octubre. Los médicos informaban de que tenían allí a una niña que manifestaba que había sido víctima de una violación por parte de un pariente. El Cuerpo envió a una primera patrulla hasta el centro, donde les explicaron que, durante la exploración a la joven, les había parecido que el relato era coherente, adaptado a su edad y grado de madurez.
Los hospitales tienen un protocolo especial para las víctimas de agresiones sensuales, en los que, además de asistencia por posibles lesiones físicas (de las que también se recaban pruebas), se realiza una entrevista de carácter psicológico. Fue en las explicaciones que dio la menor donde vieron que se trataba de una historia real.

Porque lo que explicó es que la agresión sensual se había producido unos diez días antes. En la denuncia, afirmó que residía con sus padres y otroso familiares, entre ellos el encartado, en una misma vivienda. El tipo en cuestión tiene 30 años, es de origen latinoamericano y es primo del progenitor de la adolescente.

Dijo que desde hacía al menos dos meses la venía acosando, hasta el punto de que le pidió fotos de ella desnuda. Luego, la coaccionó con contarle al padre que le había entregado ese material. Pero el capítulo más grave, el que desembocó en su visita al hospital, ocurrió cuando ella dormía: «Vino por la noche a la habitación, se metió en mi cama, me quitó la ropa y me violó». Luego, añadió, él la amenazó. «Como cuentes algo, le va a pasar algo a tu padre», le dijo.
Intento de huida del sospechoso
En cuanto la Unidad de Apoyo a la Mujer, Mayor y Menor de la Policía Municipal de Madrid tomó testimonio a la menor, los agentes acudieron al domicilio familiar, pero el sospechoso ya se había ido. Debía de ser consciente de que la joven le iba a denunciar y puso pies en polvorosa, explican a ABC fuentes del caso.
Los funcionarios le llamaron al móvil y le explicaron que era mejor que no se diera a la fuga y que regresara a la casa, para aclarar el asunto. Y así lo hizo. Una vez se entrevistaron con él, rápidamente fue arrestado y puesto a disposición judicial.
Los delitos contra la libertad sensual han crecido un 14,7% en el primer semestre del año con respecto al mismo periodo de 2022, según los últimos datos oficiales ofrecidos por el Ministerio del Interior. Del total de 1.385 casos en la Comunidad de Madrid, 310 fueron agresiones con penetración (+7,6%). El resto fueron 1.075 denuncias, que suponen un crecimiento del 17%.
El pasado 13 de octubre, se informó de que el juez de Instrucción número 39 de Madrid ha abierto diligencias para investigar una supuesta violación a una joven de 20 años de Estados Unidos en los baños de la discoteca Kapital de Madrid, tras haber sido drojada.
La presunta agresión sensual se produjo el 10 de septiembre sobre las cuatro de la madrugada cuando la chica fue abordada por un hombre en los lavabos de la última planta del local. La Policía Nacional sospecha que pudo haber sido víctima de una sumisión química. Según consta en la denuncia, a la que tuvo acceso Ep, la joven se encontraba esa noche en el local de la calle de Atocha con tres amigas. Dos de ellas se marcharon. Sobre las 4 de la madrugada, decidió subir a la última planta porque en la que se encontraba no había baño. A partir de ahí, solo recuerda que un hombre la abordó dentro de uno de los baños y la violó. Su siguiente recuerdo es en el 'parking' y que dos hombres la metieron en un vehículo hacia su casa.


Para que luego digan de los jovenlandesacos. Lo siento, pero yo los meto en el mismo saco.

Y por culpa de los blancos.