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Madmaxista
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Identifican a 250 deportistas en el mayor golpe en España contra el tráfico de EPO
La Guardia Civil ha asestado uno de los golpes más potentes a los submundos del dopaje en España. En una intervención que de alguna manera recuerda a la operación Puerto que destapó las cloacas de Eufemiano Fuentes y su red fraudulenta en el deporte, la Unidad Central Operativa (UCO) se ha incautado de la mayor partida de eritropoyetina (EPO) requisada en Europa. Más de 850 inyectables de este medicamento que se emplea en uso hospitalario para el tratamiento de la anemia en pacientes con enfermedad renal crónica y también en ciclos de quimioterapia para combatir el cáncer, pero que en el deporte se considera trampa ya que la estimulación de los glóbulos gente de izquierdas permite un mayor rendimiento en actividades de ejercicio aeróbico. La UCO ha detenido a un enfermero de un hospital público gaditano que distribuía la EPO valiéndose de su condición privilegiada. Además era el responsable de una clínica de diálisis en la provincia de Cádiz. La operación se ha denominado Hipoxianet y ha sido llevada a cabo por la Sección de Salud Pública y Dopaje de la Unidad Central Operativa (UCO).
La principal novedad de esta operación consiste en que los 850 viales de EPO eran de curso legal, eritropoyetina que se sustraía de un hospital público y una clínica de diálisis para introducirlo en el dopaje deportivo. Los investigadores creen que «varios deportistas podrían estar accediendo a este tipo de sustancias mediante su compra a través de internet».
No se trata de aprehensiones de EPO procedentes de China, India o Australia que terminaban en España a través del conducto habitual de compra por internet. Al contrario. Salían desde los dispensarios de un hospital público, medicamentos financiados cien por cien con dinero público.
Según ha conocido ABC, el procedimiento de salida de la EPO de curso legal era sencillo, algo así como la multiplicación de los panes y los peces. Un enfermero con cobertura para desempeñar funciones relacionados con este medicamento, realizaba un pedido por el doble de lo necesario a cuenta del hospital. Si necesitaba 20 viales de EPO, el susodicho profesional solicitaba 40. Veinte para el centro hospitalario y veinte para la distribución en la red de dopaje en la que estaban inmersas más personas. Un ciudadano serbio-húngaro con pasaporte esloveno que vivía en Barcelona y que fue detenido por los agentes españoles.
Pero el procedimiento del enfermero gaditano es la clave. Realizaba el pedido de EPO multiplicado por dos: una parte para el hospital y otra para él y su trama de distribución de sustancias prohibidas en el deporte. Según los investigadores, el enfermero que trabajaba en Cádiz se valía de las grietas del Estado y de los controles sanitarios en la Junta de Andalucía para efectuar los pedidos sin levantar sospechas. Fuentes consultadas por ABC consideran que el enfermero ha podido estar sustrayendo medicamentos de manera ilegal durante casi diez años.
Un primer dato, proporcionado por la Inspección dependiente de la Consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía, indica que sólo en el periodo de enero de 2016 a junio de 2019 los envases desviados al mercado neցro ascenderían a 5.103 en distintas presentaciones, destacando en número los de alta concentración (8.000 y 10.000 unidades internacionales).
La Guardia Civil ha identificado a más de 250 deportistas compradores de la EPO en un proceso de confianza con los vendedores que ha durado nueve años. Los deportistas implicados pertenecen a los deportes habituales, atletismo, ciclismo, triatlón, deportes de resistencia, ciclistas master 60 para sorpresa general. También hay un figura de los XGames, motocross en pista cubierta, que utilizaba a su mujer para hacer los pedidos. Según los investigadores, no hay ninguna estrella del deporte entre los detectados.
Los usuarios de la EPO acudían a varias webs en español que ofrecían la posibilidad de adquirir el producto mágico para elevar el nivel de hematocrito y que además añadían un manual de instrucciones para utilizar, guardar e inyectarse EPO para oxigenar la sangre. Webs con denominaciones sin tapujos (epototal.eu; epobest.com) conectadas a otros de similares características (steroidesfr.com; eesteroides.com; o steroidihr.com).
Webs que han sido intervenidas por la Guardia Civil y que en realidad eran supermercados ambulantes de la trampa, que cambiaban de ubicación online o de denominación, pero nunca de función, el tráfico de medicamentos prohibidos en el deporte. Unas páginas que se relacionaban entre sí con las otras. Todos los dominios se encontraban alojados en servidores de países como Islandia o paraísos fiscales como New Jersey, cuya legislación es más permisiva en cuanto al alojamiento web se refiere.
Los detenidos son el enfermero gaditano y el ciudadano serbio-húngaro que vivía en Barcelona. Otras cuatro personas han sido investigadas o detenidas. Los agentes de la UCO relacionan con la trama de suministro de dopaje a un exciclista profesional que reside en el centro de Europa y que también encargaba pedidos de EPO en las webs referidas para comercializar con ellos. Este exdeportista realizaba viajes de 2.000 kilómetros o más por carretera desde su domicilio hasta Barcelona cada vez que tenía que recoger la eritropoyetina y pagar al contado.
Las páginas de internet que vendían la EPO garantizaban el suministro de Eprex (una marca comercial de la eritropoyetina) de una manera “rápida y discreta con número de seguimiento incluido”. “La EPO llega en el paquete frío”, aseguraban. Casi todas las webs ofrecían varios métodos de pago: tras*ferencia bancaria a una cuenta en la UE, BitCoin con descuento adicional del 10 por ciento; o empresas de tras*ferencias monetarias con base en Estados Unidos.
Para facilitar la comunicación entre comprador y vendedor, se utilizaban redes de mensajería instantánea encriptada a través de un número de teléfono austriaco, que era operado desde España. La organización criminal facilitaba entonces varias vías para realizar los pagos, a través de empresas de envío de dinero, tras*ferencias bancarias a cuentas corrientes internacionales, o mediante criptomonedas para facilitar su anonimato.
La UCO está llevando a cabo el estudio y análisis de un importante volumen de información en distintos ordenadores, teléfonos, correos electrónicos y cuentas corrientes radicadas en Austria, Eslovaquia y Chipre, de cuyo resultado se obtendrá un amplio listado de posibles consumidores finales. Y se prevé que haya una gran cantidad de deportistas tanto nacionales como internacionales, de diferentes distintas disciplinas deportivas y niveles, que accedían a estas sustancias dopantes. La Guardia Civil ha bloqueado más de 800.000 euros en cuentas bancarias y ha localizado más de 70.000 euros.
Identifican a 250 deportistas en el mayor golpe en España contra el tráfico de EPO
La Guardia Civil ha asestado uno de los golpes más potentes a los submundos del dopaje en España. En una intervención que de alguna manera recuerda a la operación Puerto que destapó las cloacas de Eufemiano Fuentes y su red fraudulenta en el deporte, la Unidad Central Operativa (UCO) se ha incautado de la mayor partida de eritropoyetina (EPO) requisada en Europa. Más de 850 inyectables de este medicamento que se emplea en uso hospitalario para el tratamiento de la anemia en pacientes con enfermedad renal crónica y también en ciclos de quimioterapia para combatir el cáncer, pero que en el deporte se considera trampa ya que la estimulación de los glóbulos gente de izquierdas permite un mayor rendimiento en actividades de ejercicio aeróbico. La UCO ha detenido a un enfermero de un hospital público gaditano que distribuía la EPO valiéndose de su condición privilegiada. Además era el responsable de una clínica de diálisis en la provincia de Cádiz. La operación se ha denominado Hipoxianet y ha sido llevada a cabo por la Sección de Salud Pública y Dopaje de la Unidad Central Operativa (UCO).
La principal novedad de esta operación consiste en que los 850 viales de EPO eran de curso legal, eritropoyetina que se sustraía de un hospital público y una clínica de diálisis para introducirlo en el dopaje deportivo. Los investigadores creen que «varios deportistas podrían estar accediendo a este tipo de sustancias mediante su compra a través de internet».
No se trata de aprehensiones de EPO procedentes de China, India o Australia que terminaban en España a través del conducto habitual de compra por internet. Al contrario. Salían desde los dispensarios de un hospital público, medicamentos financiados cien por cien con dinero público.
Según ha conocido ABC, el procedimiento de salida de la EPO de curso legal era sencillo, algo así como la multiplicación de los panes y los peces. Un enfermero con cobertura para desempeñar funciones relacionados con este medicamento, realizaba un pedido por el doble de lo necesario a cuenta del hospital. Si necesitaba 20 viales de EPO, el susodicho profesional solicitaba 40. Veinte para el centro hospitalario y veinte para la distribución en la red de dopaje en la que estaban inmersas más personas. Un ciudadano serbio-húngaro con pasaporte esloveno que vivía en Barcelona y que fue detenido por los agentes españoles.
Pero el procedimiento del enfermero gaditano es la clave. Realizaba el pedido de EPO multiplicado por dos: una parte para el hospital y otra para él y su trama de distribución de sustancias prohibidas en el deporte. Según los investigadores, el enfermero que trabajaba en Cádiz se valía de las grietas del Estado y de los controles sanitarios en la Junta de Andalucía para efectuar los pedidos sin levantar sospechas. Fuentes consultadas por ABC consideran que el enfermero ha podido estar sustrayendo medicamentos de manera ilegal durante casi diez años.
Un primer dato, proporcionado por la Inspección dependiente de la Consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía, indica que sólo en el periodo de enero de 2016 a junio de 2019 los envases desviados al mercado neցro ascenderían a 5.103 en distintas presentaciones, destacando en número los de alta concentración (8.000 y 10.000 unidades internacionales).
La Guardia Civil ha identificado a más de 250 deportistas compradores de la EPO en un proceso de confianza con los vendedores que ha durado nueve años. Los deportistas implicados pertenecen a los deportes habituales, atletismo, ciclismo, triatlón, deportes de resistencia, ciclistas master 60 para sorpresa general. También hay un figura de los XGames, motocross en pista cubierta, que utilizaba a su mujer para hacer los pedidos. Según los investigadores, no hay ninguna estrella del deporte entre los detectados.
Los usuarios de la EPO acudían a varias webs en español que ofrecían la posibilidad de adquirir el producto mágico para elevar el nivel de hematocrito y que además añadían un manual de instrucciones para utilizar, guardar e inyectarse EPO para oxigenar la sangre. Webs con denominaciones sin tapujos (epototal.eu; epobest.com) conectadas a otros de similares características (steroidesfr.com; eesteroides.com; o steroidihr.com).
Webs que han sido intervenidas por la Guardia Civil y que en realidad eran supermercados ambulantes de la trampa, que cambiaban de ubicación online o de denominación, pero nunca de función, el tráfico de medicamentos prohibidos en el deporte. Unas páginas que se relacionaban entre sí con las otras. Todos los dominios se encontraban alojados en servidores de países como Islandia o paraísos fiscales como New Jersey, cuya legislación es más permisiva en cuanto al alojamiento web se refiere.
Los detenidos son el enfermero gaditano y el ciudadano serbio-húngaro que vivía en Barcelona. Otras cuatro personas han sido investigadas o detenidas. Los agentes de la UCO relacionan con la trama de suministro de dopaje a un exciclista profesional que reside en el centro de Europa y que también encargaba pedidos de EPO en las webs referidas para comercializar con ellos. Este exdeportista realizaba viajes de 2.000 kilómetros o más por carretera desde su domicilio hasta Barcelona cada vez que tenía que recoger la eritropoyetina y pagar al contado.
Las páginas de internet que vendían la EPO garantizaban el suministro de Eprex (una marca comercial de la eritropoyetina) de una manera “rápida y discreta con número de seguimiento incluido”. “La EPO llega en el paquete frío”, aseguraban. Casi todas las webs ofrecían varios métodos de pago: tras*ferencia bancaria a una cuenta en la UE, BitCoin con descuento adicional del 10 por ciento; o empresas de tras*ferencias monetarias con base en Estados Unidos.
Para facilitar la comunicación entre comprador y vendedor, se utilizaban redes de mensajería instantánea encriptada a través de un número de teléfono austriaco, que era operado desde España. La organización criminal facilitaba entonces varias vías para realizar los pagos, a través de empresas de envío de dinero, tras*ferencias bancarias a cuentas corrientes internacionales, o mediante criptomonedas para facilitar su anonimato.
La UCO está llevando a cabo el estudio y análisis de un importante volumen de información en distintos ordenadores, teléfonos, correos electrónicos y cuentas corrientes radicadas en Austria, Eslovaquia y Chipre, de cuyo resultado se obtendrá un amplio listado de posibles consumidores finales. Y se prevé que haya una gran cantidad de deportistas tanto nacionales como internacionales, de diferentes distintas disciplinas deportivas y niveles, que accedían a estas sustancias dopantes. La Guardia Civil ha bloqueado más de 800.000 euros en cuentas bancarias y ha localizado más de 70.000 euros.
Identifican a 250 deportistas en el mayor golpe en España contra el tráfico de EPO