Detenciones arbitrarias de la policía sanchista

Yo no recuerdo a los grises casi, la policía armada de Franco. Los recuerdos que tengo son de verlos en el autocar del cole parados al lado en sus lecheras en los semáforos. Unos señores con bigote muy serios a los que había que mirar con respeto y tratar de usted según mis padres, como así hacíamos. Luego recuerdo a los Guardias Urbanos, siempre en los cruces de las avenidas del centro con su casco blanco y su silbato, sin porra ni pistola que yo recuerde.



A estos los recuerdo casi con cariño, siempre amables y tratando con respeto y educación a la gente. Me parece haber vivido en otro planeta recordando mi infancia, la gente se ha vuelto asquerosa y estulto completamente.

En mi juventud y adolescencia llegaron los pardoes, la Policía Nacional con boina. El cambio fue rotundo, parecía que se habían hecho polis todos los chorizos, los porreros, los macarras y toda la peor ralea de la sociedad. Mi primer encontronazo con los pardoes fue un día que me encaminaba a la boca de metro cercana a mi casa yendo al instituto. Habían montado un control en la plaza donde estaba la boca, con las Zetas en ristre, como si estuviéramos en el Ulster o en el Líbano. Era la policía de Felipe, la policía socialista, uno de ellos me encañonó con la Z en la barriga mientras me gritaba que sacara "el costo", a un chaval de apenas 16 años. Un tipejo que tenía una pinta de lechón y de ralea que no olvidaré en la vida. Luego me identificaron y me dejaron ir, siempre con malas formas y como perdonándome la vida, como si yo fuera un delincuente.

Así es la policía socialista, no se trata de otra cosa, son ellos, son así. La policía es otra de las cosas a las que meten mano rápidamente en cuanto tocan poder.

Par de calvos malfolláos que además ni aguantan el ver banderas nacionales. ¿Qué más explicación quieres? Luego se extrañan de que la gente haya perdido el respeto a la policía y no sólo los pagapensiones.