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Será en Octubre
Quim Torra pacta con el PDeCAT y ERC fulminar a todos los mandos de Interior tras la sentencia del 1-O
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, cesará a toda la cúpula de la consejería de Interior tras la publicación de la sentencia del juicio del procés. El jefe del ejecutivo catalán lo ha acordado con los dos partidos que le dan apoyo, el PDeCAT y Esquerra Republicana, con el fin de limpiar su imagen entre el separatismo y blindar a los responsables policiales de posibles consecuencias penales.
Esa fulminación en bloque de uno de los departamentos más sensibles del Govern implica, entre otras cosas, una profunda remodelación de un área que tiene en sus manos la seguridad pública en Cataluña. El consejero de Interior, Miquel Buch, será el nombre más destacado de los que Torra cesará pero no será el único. El secretario general del departamento, Brauli Duart, el recién nombrado jefe de los Mossos Pere Ferrer e incluso los responsables de comunicación de la consejería, serán apartados de sus funciones.
Entre el independentismo se da por hecho que los Mossos tendrán que actuar con contundencia contra los más radicales, una vez se conozca la sentencia del procés. Esa "represión", como la llaman entre el independentismo, puede ser letal para el ejecutivo de Torra, por lo que el presidente catalán pretende limpiar su imagen fulminando a todos los responsables políticos del cuerpo, responsabilizándolos de todas las decisiones que tome la policía catalana en los próximos días.
El movimiento acordado por los partidos separatistas -la CUP no ha participado del pacto pero hace meses que pide el cese de Miquel Buch- busca también blindar de cualquier responsabilidad penal a los mandos policiales del cuerpo autonómico, evitando así repetir la situación que se vivió tras el 1 de octubre, que mantiene imputada en la Audiencia Nacional a gran parte de la cúpula policial, desde el consejero Quim Forn -en prisión preventiva- hasta el major Josep Lluís Trapero, pasando por mandos políticos y policiales intermedios.
Fuentes cercanas a Torra subrayan, también, que con esta "limpieza" quieren generar confianza ante el ministerio de Interior para evitar que, si en algún momento la situación se les va de las manos, ese cese masivo sirva para evitar un nuevo 155 sobre los Mossos.
Purga en los Mossos para salvar el pellejo
En vísperas de que se conozca la sentencia del Supremo contra los líderes del ‘procés’, el Ejecutivo catalán de Quim Torra prepara su respuesta al alto tribunal en el caso, previsible, de que los políticos catalanes presos sean condenados a prisión. Parece que el jefe del Ejecutivo catalán está dispuesto a urdir una nueva estratagema, consensuada con ERC, y que, según ha podido saber OKDIARIO, pasaría como primera instancia por el cese de toda la cúpula de la consejería de Interior.
Ante el convencimiento de que los Mossos tendrán que actuar contra las movilizaciones separatistas, con esta operación se pretende, por una parte, rebajar la tensión en la calle, para trasladar la idea de que hacen limpieza de los mandos que han ordenado la "represión" y, por otra parte, blindar legalmente a los responsables del Cuerpo.
Torra, en su delirio, está convencido de que «hay que aprovechar la oportunidad (una sentencia condenatoria) para no malgastar el sueño», una frase que esconde las intenciones del presidente de la Generalitat de proseguir en su estrategia de desafío al Estado, pero cuidándose mucho, él y su gente, de no dar argumentos al Gobierno para aplicar de nuevo el artículo 155 de la Constitución.
En el fondo, lo que pretende Torra es aparentar firmeza ante la previsible reacción indignada en la calle de los independentistas una vez que se conozca la sentencia y, por otra parte, no traspasar la línea roja que se traduciría en la inmediata reacción del Estado en cumplimiento de la legalidad.
Torra, en suma, no tiene intención de cesar en su empeño de desafiar al Estado de Derecho, pero en las actuales circunstancias intenta cuadrar el círculo: proseguir con su actitud de insumisión, pero sin forzar la situación al extremo de tener que enfrentarse a un horizonte penal de graves consecuencias personales. Dicho de otro modo: lo que pretende es aprovechar la sentencia del Supremo para tomar un nuevo impulso. Así que purgará a los Mossos para salvar su pellejo. Todo un patriota.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, cesará a toda la cúpula de la consejería de Interior tras la publicación de la sentencia del juicio del procés. El jefe del ejecutivo catalán lo ha acordado con los dos partidos que le dan apoyo, el PDeCAT y Esquerra Republicana, con el fin de limpiar su imagen entre el separatismo y blindar a los responsables policiales de posibles consecuencias penales.
Esa fulminación en bloque de uno de los departamentos más sensibles del Govern implica, entre otras cosas, una profunda remodelación de un área que tiene en sus manos la seguridad pública en Cataluña. El consejero de Interior, Miquel Buch, será el nombre más destacado de los que Torra cesará pero no será el único. El secretario general del departamento, Brauli Duart, el recién nombrado jefe de los Mossos Pere Ferrer e incluso los responsables de comunicación de la consejería, serán apartados de sus funciones.
Entre el independentismo se da por hecho que los Mossos tendrán que actuar con contundencia contra los más radicales, una vez se conozca la sentencia del procés. Esa "represión", como la llaman entre el independentismo, puede ser letal para el ejecutivo de Torra, por lo que el presidente catalán pretende limpiar su imagen fulminando a todos los responsables políticos del cuerpo, responsabilizándolos de todas las decisiones que tome la policía catalana en los próximos días.
El movimiento acordado por los partidos separatistas -la CUP no ha participado del pacto pero hace meses que pide el cese de Miquel Buch- busca también blindar de cualquier responsabilidad penal a los mandos policiales del cuerpo autonómico, evitando así repetir la situación que se vivió tras el 1 de octubre, que mantiene imputada en la Audiencia Nacional a gran parte de la cúpula policial, desde el consejero Quim Forn -en prisión preventiva- hasta el major Josep Lluís Trapero, pasando por mandos políticos y policiales intermedios.
Fuentes cercanas a Torra subrayan, también, que con esta "limpieza" quieren generar confianza ante el ministerio de Interior para evitar que, si en algún momento la situación se les va de las manos, ese cese masivo sirva para evitar un nuevo 155 sobre los Mossos.
Purga en los Mossos para salvar el pellejo
En vísperas de que se conozca la sentencia del Supremo contra los líderes del ‘procés’, el Ejecutivo catalán de Quim Torra prepara su respuesta al alto tribunal en el caso, previsible, de que los políticos catalanes presos sean condenados a prisión. Parece que el jefe del Ejecutivo catalán está dispuesto a urdir una nueva estratagema, consensuada con ERC, y que, según ha podido saber OKDIARIO, pasaría como primera instancia por el cese de toda la cúpula de la consejería de Interior.
Ante el convencimiento de que los Mossos tendrán que actuar contra las movilizaciones separatistas, con esta operación se pretende, por una parte, rebajar la tensión en la calle, para trasladar la idea de que hacen limpieza de los mandos que han ordenado la "represión" y, por otra parte, blindar legalmente a los responsables del Cuerpo.
Torra, en su delirio, está convencido de que «hay que aprovechar la oportunidad (una sentencia condenatoria) para no malgastar el sueño», una frase que esconde las intenciones del presidente de la Generalitat de proseguir en su estrategia de desafío al Estado, pero cuidándose mucho, él y su gente, de no dar argumentos al Gobierno para aplicar de nuevo el artículo 155 de la Constitución.
En el fondo, lo que pretende Torra es aparentar firmeza ante la previsible reacción indignada en la calle de los independentistas una vez que se conozca la sentencia y, por otra parte, no traspasar la línea roja que se traduciría en la inmediata reacción del Estado en cumplimiento de la legalidad.
Torra, en suma, no tiene intención de cesar en su empeño de desafiar al Estado de Derecho, pero en las actuales circunstancias intenta cuadrar el círculo: proseguir con su actitud de insumisión, pero sin forzar la situación al extremo de tener que enfrentarse a un horizonte penal de graves consecuencias personales. Dicho de otro modo: lo que pretende es aprovechar la sentencia del Supremo para tomar un nuevo impulso. Así que purgará a los Mossos para salvar su pellejo. Todo un patriota.