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Gracias a Henkel, mi visión sobre la lejía ha cambiado casi por completo. Hasta ahora, era de las que pensaba que la lejía era como la dinamita. Por un agujero tendrías que verme cada vez que la saco del armario y echo un chorrito a la pica de agua para limpiar las bayetas de la cocina o los suelos del baño. Para poco más la usaba. Sin embargo, ahora soy consciente de que la lejía tiene propiedades muy beneficiosas para combatir todo tipo de bacterias y hongos que aunque no vemos, se almacenan en los lugares más comunes de nuestras casas.
henkel3Y nos hicieron la prueba. Pudimos ver en vivo y en directo cómo las bacterias pululaban libremente por baños y cocina y cómo se desintegraban con el efecto de la lejía.
Henkel cuenta con 3 marcas de lejía, probablemente las 3 marcas de lejías más conocidas en nuestro país: Conejo, Neutrex y Estrella.
Conejo es la que tiene el formato más básico y la primera que se comercializó en España en 1889. De textura muy líquida y la más económica. Luego mejoraron la fórmula con Neutrex de forma que no fuera tan agresiva con la ropa (¿recuerdas el famoso anuncio de la azafata de avión que rompía su camisa cuando estiraba el brazo para colocar la maleta?) y Estrella, la última versión, supuso un avance en cuanto a textura, ya que la hizo un poco más espesa para que no salpicara y pudiéramos usarla como limpieza de suelos y superficies de baños y cocinas.
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Lidia Jiménez, química y responsable de I+D (Investigación y Desarrollo) de Henkel, nos dio un montón de claves para utilizar la lejía sin miedo. Porque además de ser eficaz para eliminar los malos olores, la lejía también desinfecta y actúa de blanqueante. Lo curioso y paradójico es que yo no compro apenas ropa blanca para los niños por el miedo a tener que combatir con los manchurrones, y resulta que Lidia ¡nos animó a comprarlo todo blanco!: sábanas, toallas, ropa interior…
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Pero ¿Qué ocurre cuando hablamos de ropa “clara” pero no necesariamente blanca? Yo jamás me he atrevido a ponerle lejía a la lavadora, por ejemplo. Y resulta que allí mismo metimos unos bodys de rayitas rosas y unos calcetines de colores brillantes y salieron impecables y sin desteñir.
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Obviamente no podemos probar hacer esto con todos los tejidos ya que cada prenda tiene sus propias características y condiciones de lavado. Es muy importante ver las etiquetas primero o hacer una prueba en una zona no visible.
¿Qué falsos mitos desmitificamos, valga la redundancia?
· La lejía NO desprende vapores tóxicos. A pesar de que su olor es fuerte y puede que no guste a todo el mundo.
· La lejía NO es mala para el medio ambiente. Es una mezcla de hipoclorito de sodio y agua y acaba convirtiéndose en sal común tras su uso.
· La lejía SÍ se puede usar en ropa de bebé. No hay motivo para no hacerlo. Es un excelente quitamanchas, desinfectante y blanqueador.
· La lejía SÍ se puede usar en ropa de tonalidad. Simplemente hay que poner atención al tipo de tejido y colorante que se ha utilizado y que nos lo indicará la etiqueta.
· La lejía SÍ es apta para prácticamente todas las superficies excepto moquetas y aluminio. Unas necesitarán ser diluidas y otras no pero puede usarse en terrazo, parquet o incluso cerámica.
· La lejía SÍ se puede usar sin guantes. No es perjudicial para la piel, aunque sí puede ser desagradable por su olor.
Dicho esto. Podemos estar tranquilas a la hora de usar lejía en nuestras prendas. Aunque cada vez creen más productos sin lejía, no debemos pensar que la lejía “es mala”. Simplemente debemos entender sus cualidades para aplicarlas en determinados usos. Por ejemplo, si no te gusta su olor o si dudas en aplicarla en determinadas prendas oscuras y delicadas, quizás querrás usar productos sin lejía. Pero lejos de eso, no hay motivo para no hacerlo.
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Yo, por ejemplo, admito que no la usaba demasiado porque pensaba que era y peligrosa para los bebés, y resulta que me acabo de enterar que hay quien usa la lejía para lavar la ensalada y quitarles posibles productos químicos o bichitos o incluso para desinfectar agua de bebida, fruta y verdura. Así que imagina mi ignorancia con el tema.
Gracias al equipo de Henkel por confiar en nosotras para poder difundir esta información tan necesaria y hacernos partícipes de un evento tan interesante y revelador.
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Cada fabricante de lejía tendrá una fórmula específica para tratar sus productos. En el caso de Henkel hablamos de productos que pasan por controles de sanidad y calidad muy estrictos. Además, invierten gran parte de sus recursos en estudiar e innovar para mejorar el producto (textura, envases seguros y antiderrames, olores perfumados, propiedades…) y es de agradecer contar con productos que han sido cuidadosamente diseñados para cubrir nuestras necesidades como consumidores.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de lejía como método eficaz para la desinfección del agua en países del Tercer Mundo. Aplicando unas pocas gotas, una familia puede disponer de agua potable durante todo un mes.
A partir de ahora, no faltará la lejía en mi casa.
¿Y tú usas lejía en la limpieza doméstica?
Desmitificando falsos mitos sobre la lejía - Palabra de progenitora
henkel3Y nos hicieron la prueba. Pudimos ver en vivo y en directo cómo las bacterias pululaban libremente por baños y cocina y cómo se desintegraban con el efecto de la lejía.
Henkel cuenta con 3 marcas de lejía, probablemente las 3 marcas de lejías más conocidas en nuestro país: Conejo, Neutrex y Estrella.
Conejo es la que tiene el formato más básico y la primera que se comercializó en España en 1889. De textura muy líquida y la más económica. Luego mejoraron la fórmula con Neutrex de forma que no fuera tan agresiva con la ropa (¿recuerdas el famoso anuncio de la azafata de avión que rompía su camisa cuando estiraba el brazo para colocar la maleta?) y Estrella, la última versión, supuso un avance en cuanto a textura, ya que la hizo un poco más espesa para que no salpicara y pudiéramos usarla como limpieza de suelos y superficies de baños y cocinas.
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Lidia Jiménez, química y responsable de I+D (Investigación y Desarrollo) de Henkel, nos dio un montón de claves para utilizar la lejía sin miedo. Porque además de ser eficaz para eliminar los malos olores, la lejía también desinfecta y actúa de blanqueante. Lo curioso y paradójico es que yo no compro apenas ropa blanca para los niños por el miedo a tener que combatir con los manchurrones, y resulta que Lidia ¡nos animó a comprarlo todo blanco!: sábanas, toallas, ropa interior…
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Pero ¿Qué ocurre cuando hablamos de ropa “clara” pero no necesariamente blanca? Yo jamás me he atrevido a ponerle lejía a la lavadora, por ejemplo. Y resulta que allí mismo metimos unos bodys de rayitas rosas y unos calcetines de colores brillantes y salieron impecables y sin desteñir.
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Obviamente no podemos probar hacer esto con todos los tejidos ya que cada prenda tiene sus propias características y condiciones de lavado. Es muy importante ver las etiquetas primero o hacer una prueba en una zona no visible.
¿Qué falsos mitos desmitificamos, valga la redundancia?
· La lejía NO desprende vapores tóxicos. A pesar de que su olor es fuerte y puede que no guste a todo el mundo.
· La lejía NO es mala para el medio ambiente. Es una mezcla de hipoclorito de sodio y agua y acaba convirtiéndose en sal común tras su uso.
· La lejía SÍ se puede usar en ropa de bebé. No hay motivo para no hacerlo. Es un excelente quitamanchas, desinfectante y blanqueador.
· La lejía SÍ se puede usar en ropa de tonalidad. Simplemente hay que poner atención al tipo de tejido y colorante que se ha utilizado y que nos lo indicará la etiqueta.
· La lejía SÍ es apta para prácticamente todas las superficies excepto moquetas y aluminio. Unas necesitarán ser diluidas y otras no pero puede usarse en terrazo, parquet o incluso cerámica.
· La lejía SÍ se puede usar sin guantes. No es perjudicial para la piel, aunque sí puede ser desagradable por su olor.
Dicho esto. Podemos estar tranquilas a la hora de usar lejía en nuestras prendas. Aunque cada vez creen más productos sin lejía, no debemos pensar que la lejía “es mala”. Simplemente debemos entender sus cualidades para aplicarlas en determinados usos. Por ejemplo, si no te gusta su olor o si dudas en aplicarla en determinadas prendas oscuras y delicadas, quizás querrás usar productos sin lejía. Pero lejos de eso, no hay motivo para no hacerlo.
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Yo, por ejemplo, admito que no la usaba demasiado porque pensaba que era y peligrosa para los bebés, y resulta que me acabo de enterar que hay quien usa la lejía para lavar la ensalada y quitarles posibles productos químicos o bichitos o incluso para desinfectar agua de bebida, fruta y verdura. Así que imagina mi ignorancia con el tema.
Gracias al equipo de Henkel por confiar en nosotras para poder difundir esta información tan necesaria y hacernos partícipes de un evento tan interesante y revelador.
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Cada fabricante de lejía tendrá una fórmula específica para tratar sus productos. En el caso de Henkel hablamos de productos que pasan por controles de sanidad y calidad muy estrictos. Además, invierten gran parte de sus recursos en estudiar e innovar para mejorar el producto (textura, envases seguros y antiderrames, olores perfumados, propiedades…) y es de agradecer contar con productos que han sido cuidadosamente diseñados para cubrir nuestras necesidades como consumidores.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de lejía como método eficaz para la desinfección del agua en países del Tercer Mundo. Aplicando unas pocas gotas, una familia puede disponer de agua potable durante todo un mes.
A partir de ahora, no faltará la lejía en mi casa.
¿Y tú usas lejía en la limpieza doméstica?
Desmitificando falsos mitos sobre la lejía - Palabra de progenitora
