Desayuno. Vascos reconocen tener miedo de los menas, pero sin nombrarlos por si se molestan.

Alguien ha apiolado a alguien y "estamos acojonados". Solución, más impuestos para sanidad y educación, y más menas.

Amigos de Felipe piden movilizarse para terminar con la delincuencia en Getxo​

Cuatrocientas personas se concentran en el Ayuntamiento de la localidad en un acto convocado a través de las redes sociales para mostrar su «miedo» y «hartazgo»​

Alrededor de 400 personas, entre ellas concejales como el portavoz del PP, Eduardo Andrade y la presidenta de los populares en Bizkaia, Raquel González, han participado en la concentración que se ha celebrado este jueves a las 19.00 horas frente al Ayuntamiento de Getxo. El acto, bajo el lema «Un entorno seguro. Ni uno más», fue convocado por vecinos, a través de las redes sociales, después del homicidio de Felipe García, un joven de 23 años originario de Colombia, el sábado por la noche en una céntrica zona de bares de Algorta.

No hubo pancartas ni declaraciones, aunque varios de los amigos de la víctima pidieron que «esto sea el principio del fin». «No se puede permitir, estamos cansados de toda esta cosa, no queremos que vuelva a suceder. El pueblo tiene que hacer algo, movilizarse porque tenemos miedo, estamos acojonados», denunció Aritz Bousin antes de que el resto de asistentes rompieran a aplaudir.

Hasta la casa consistorial se desplazaron personas de todas las edades y muchos de los amigos de la víctima que también acudieron a la concentración silenciosa que tuvo lugar el martes en la plaza de Satistegi. «Tenemos que estar en la calle, nos sentimos inseguras, cada vez con más miedo, es cierto que parece que hay más policía pero la sensación es mala, da un poco miedo y nunca hemos vivido así. Hay que poner orden y controlar las armas que llevan», afirmaron Mari José Álvarez y Rosa María Santos. «Cada vez lo veo peor, no podemos llevar ni una cadena de oro», lamentó María Dolores, otra vecina de Getxo.

Robos​

Al lado, dos conocidas de Felipe se acercaron a mostrar su rechazo a lo sucedido. «No es normal, le puede ya pasar a cualquiera, nosotras estábamos cerca, parecía una discusión y acabó mal. Fue a las 23.00 horas de un sábado, en el centro de Algorta», añadieron Inés Bilbao y Garazi de las Heras. «Todos los días hay robos, ayer en María Cristina, y ese es el problema. Se ha puesto fatal en unos meses, yo en verano venía con mi marido a cenar en Algorta por la noche y nunca me ha pasado nada», denunció Amaia Caro.

Cuando mataba la ETA no tenían miedo