“derechos” y libertad: la destrucción de occidente

Antiguamente, cuando los gobernantes perseguían crear sociedades libres y productivas su objetivo era reducir el gasto público. Hoy el objetivo de los gobernantes occidentales es incrementar los “derechos” de los gobernados, entendiendo como “derecho” todo producto o servicio que recibe un individuo con cargo al resto de la sociedad. Los “derechos” incrementan el gasto público, generando un círculo vicioso que empobrece a la sociedad: el aumento del gasto público provoca un déficit, que tiene que cubrirse con (1) un infierno fiscal, que destruye la actividad productiva, con (2) endeudamiento, que pagan las generaciones futuras y (3) creando dinero, que dispara la inflación, realimentando el gasto público.

«Libertad» es el respeto a la propiedad privada y a la iniciativa empresarial, la igualdad ante la ley y la ausencia de coacción, violencia y engaño. Mientras los “derechos” incrementan el tamaño del Estado, la «libertad» lo limita a su mínima expresión. «Libertad» y “derechos” son incompatibles, porque los “derechos” anulan la «libertad», hacen al individuo dependiente del Estado y producen enfrentamiento entre quienes se benefician de los “derechos” y quienes los pagan. Así se explica la situación actual que han provocado los gobernantes en Occidente: intervención en todos los ámbitos públicos y privados (ausencia de libertad), dependencia del Estado y enfrentamiento social.