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Daniel Viglietti: «Se está demonizando a Hugo Chávez»
Hace medio siglo que escucho como se demoniza a alguien y ahora se está demonizando a Hugo Chávez como ocurrió con el Che Guevara y Fidel. Todo lo que tenga que ver con la izquierda latinoamericana es un enemigo para ciertos europeos
Este uruguayo que estuvo preso y exiliado lleva 51 años alzando su voz contra las injusticias. Esta noche canta en la sala barcelonesa Luz de Gas invitado por Barnasants.
Daniel Viglietti. Foto: ALBERT BERTRAN NÚRIA MARTORELL
Mercedes Sosa y Víctor Jara quisieron interpretar las letras de este cantautor que sigue manteniendo «una esperanza de ojos y oídos abiertos sobre el futuro de Latinoamérica». En el marco de represión que precedió al golpe de Estado de Uruguay fue encarcelado, y la campaña por su liberación desde el exterior fue encabezada por Sartre, Mitterrand y Niemeyer. Con su amigo el poeta Mario Benedetti compartió sueños, escenarios, discos y libros.
–Nació a los pocos días de que se acabara la guerra civil española y su A desalambrar fue uno de los grandes himnos contra el franquismo.
–Antes de A desalambrar escribí, a comienzos de los 60, canciones sobre poemas de Lorca y Alberti: Mi pueblo se lo pude cantar en Uruguay en su visita de exiliado, e hice Pedro Rojas, una adaptación del poema del peruano César Vallejo sobre la guerra civil. Pasaron los años y me enteré de que el disco Canciones para el hombre nuevo había salido en la España franquista bajo el título Canciones para mi América y con algunas piezas censuradas. Lo mismo que me pasó en el 74, cuando vine por primera vez y no me dejaron cantar Pedro Rojas ni Cruz de Luz, dedicada al cura revolucionario Camilo Torres.
–Su primer recital en España fue en el Palau de la Música poco después de que ejecutaran a Puig Antich. ¿Cómo recuerda ese momento?
–Oí a los manifestantes desde el hotel de la Rambla por esta tremenda fin. Fue un momento muy particular, con esa hermosa sala repleta y la emoción a flor de piel. Y mis amigos catalanes me avisaron de que tuviera cuidado con el recital que debía hacer luego en Madrid...
–¿Y qué pasó? Cuente, cuente...
–Terminé el recital en el Cine Monumental de la calle de Atocha y vinieron las fuerzas del orden, se llevaron presos a 300 espectadores, al empresario, al dueño de la sala y al cantor y su familia. Aún me encuentro en mis giras a gente que me dice ‘yo estuve preso aquella vez’. Hubo quien estuvo varias semanas. Y a mí me quitaron el pasaporte. Suerte de que intervino Gregorio Peces-Barba.
–¿Y cómo es que una historia así no la había explicado antes?
--Esta historia aparecerá en un libro que va a salir, Daniel Viglietti: desalambrando, de Seix Barral, una actualización del libro que hizo Benedetti.
–Parafraseando la letra de A desalambrar, ¿cree que Pedro, María, Juan y José ya tienen la tierra que les toca poseer?
–No. Aún queda un largo camino. Se han dado pasos importantes en Uruguay con la llegada al poder de José Mujica, que tanto ha sorprendido. Él fue, como tantos miles de ciudadanos, acusado de delincuente y malo --en esa época la palabra terrorista no estaba de moda–, ¡y es ahora el presidente! Pero aún quedan cosas por lograr en el plano de la reforma agraria que motivó esta letra.
–Un grupo andaluz de ecologistas bautizó su movimiento A desalambrar. ¿Qué siente cuándo le llegan respuestas así?
–Que es hermoso. O que venga una muchacha y me diga ‘me llamo Anaclara por su canción’. Soy un ser que existe como individuo y como símbolo: tengo claro que cuando me abrazan o aplauden también lo hacen a una causa social, histórica, que desborda el mapa uruguayo y latinoamericano.
–¿Qué opina de que ciertos sectores de la izquierda digan que se han desencantado del comunismo?
–Que es necesaria la autocrítica. El desencanto viene porque no se cumplen los principios que se pregonan. Y también de la educación y la visión limitada que nos dan. A veces, algo tan frágil como una canción sirve para contar historias y mencionar seres que han dado su vida por esta segunda independencia y que no figuran en los libros.
–¿Y qué opina de que en Cuba haya presos políticos dispuestos a morir en una huelga de hambre?
--Antes habría que hablar del terrible bloqueo que sufre el régimen y que acarrea tantos padecimientos inhumanos. Parecía que con Obama iba a cambiar, pero está claro que no. Es más, ha pasado a incluir a Cuba en el área de los países peligrosos para la humanidad, cuando la realidad demuestra que el más peligroso del planeta es Estados Unidos: Hiroshima, Vietnam, Irak, Afganistán, las bases que tiene en Latinoamérica... Pero si hasta tiene ocupada parte de Cuba con la brutal Guantánamo. Hay medios de comunicación que más que medios son cuartos, y no recuerdan nada de todo esto.
–En diciembre pasado estuvo cantando con Hugo Chávez...
–Conoce el cancionero latinoamericano y canta tan afinado que le dije que a este paso los presidentes nos van a dejar sin trabajo. Hace medio siglo que escucho como se demoniza a alguien y ahora se está demonizando a Hugo Chávez como ocurrió con el Che Guevara y Fidel. Todo lo que tenga que ver con la izquierda latinoamericana es un enemigo para ciertos europeos.
–Julio Cortázar dijo que su canto llamaba «a lo mejor de cada hombre y de cada pueblo». ¿Qué es lo mejor de Daniel Viglietti?
–No saber qué es.
Hace medio siglo que escucho como se demoniza a alguien y ahora se está demonizando a Hugo Chávez como ocurrió con el Che Guevara y Fidel. Todo lo que tenga que ver con la izquierda latinoamericana es un enemigo para ciertos europeos
Este uruguayo que estuvo preso y exiliado lleva 51 años alzando su voz contra las injusticias. Esta noche canta en la sala barcelonesa Luz de Gas invitado por Barnasants.
Daniel Viglietti. Foto: ALBERT BERTRAN NÚRIA MARTORELL
Mercedes Sosa y Víctor Jara quisieron interpretar las letras de este cantautor que sigue manteniendo «una esperanza de ojos y oídos abiertos sobre el futuro de Latinoamérica». En el marco de represión que precedió al golpe de Estado de Uruguay fue encarcelado, y la campaña por su liberación desde el exterior fue encabezada por Sartre, Mitterrand y Niemeyer. Con su amigo el poeta Mario Benedetti compartió sueños, escenarios, discos y libros.
–Nació a los pocos días de que se acabara la guerra civil española y su A desalambrar fue uno de los grandes himnos contra el franquismo.
–Antes de A desalambrar escribí, a comienzos de los 60, canciones sobre poemas de Lorca y Alberti: Mi pueblo se lo pude cantar en Uruguay en su visita de exiliado, e hice Pedro Rojas, una adaptación del poema del peruano César Vallejo sobre la guerra civil. Pasaron los años y me enteré de que el disco Canciones para el hombre nuevo había salido en la España franquista bajo el título Canciones para mi América y con algunas piezas censuradas. Lo mismo que me pasó en el 74, cuando vine por primera vez y no me dejaron cantar Pedro Rojas ni Cruz de Luz, dedicada al cura revolucionario Camilo Torres.
–Su primer recital en España fue en el Palau de la Música poco después de que ejecutaran a Puig Antich. ¿Cómo recuerda ese momento?
–Oí a los manifestantes desde el hotel de la Rambla por esta tremenda fin. Fue un momento muy particular, con esa hermosa sala repleta y la emoción a flor de piel. Y mis amigos catalanes me avisaron de que tuviera cuidado con el recital que debía hacer luego en Madrid...
–¿Y qué pasó? Cuente, cuente...
–Terminé el recital en el Cine Monumental de la calle de Atocha y vinieron las fuerzas del orden, se llevaron presos a 300 espectadores, al empresario, al dueño de la sala y al cantor y su familia. Aún me encuentro en mis giras a gente que me dice ‘yo estuve preso aquella vez’. Hubo quien estuvo varias semanas. Y a mí me quitaron el pasaporte. Suerte de que intervino Gregorio Peces-Barba.
–¿Y cómo es que una historia así no la había explicado antes?
--Esta historia aparecerá en un libro que va a salir, Daniel Viglietti: desalambrando, de Seix Barral, una actualización del libro que hizo Benedetti.
–Parafraseando la letra de A desalambrar, ¿cree que Pedro, María, Juan y José ya tienen la tierra que les toca poseer?
–No. Aún queda un largo camino. Se han dado pasos importantes en Uruguay con la llegada al poder de José Mujica, que tanto ha sorprendido. Él fue, como tantos miles de ciudadanos, acusado de delincuente y malo --en esa época la palabra terrorista no estaba de moda–, ¡y es ahora el presidente! Pero aún quedan cosas por lograr en el plano de la reforma agraria que motivó esta letra.
–Un grupo andaluz de ecologistas bautizó su movimiento A desalambrar. ¿Qué siente cuándo le llegan respuestas así?
–Que es hermoso. O que venga una muchacha y me diga ‘me llamo Anaclara por su canción’. Soy un ser que existe como individuo y como símbolo: tengo claro que cuando me abrazan o aplauden también lo hacen a una causa social, histórica, que desborda el mapa uruguayo y latinoamericano.
–¿Qué opina de que ciertos sectores de la izquierda digan que se han desencantado del comunismo?
–Que es necesaria la autocrítica. El desencanto viene porque no se cumplen los principios que se pregonan. Y también de la educación y la visión limitada que nos dan. A veces, algo tan frágil como una canción sirve para contar historias y mencionar seres que han dado su vida por esta segunda independencia y que no figuran en los libros.
–¿Y qué opina de que en Cuba haya presos políticos dispuestos a morir en una huelga de hambre?
--Antes habría que hablar del terrible bloqueo que sufre el régimen y que acarrea tantos padecimientos inhumanos. Parecía que con Obama iba a cambiar, pero está claro que no. Es más, ha pasado a incluir a Cuba en el área de los países peligrosos para la humanidad, cuando la realidad demuestra que el más peligroso del planeta es Estados Unidos: Hiroshima, Vietnam, Irak, Afganistán, las bases que tiene en Latinoamérica... Pero si hasta tiene ocupada parte de Cuba con la brutal Guantánamo. Hay medios de comunicación que más que medios son cuartos, y no recuerdan nada de todo esto.
–En diciembre pasado estuvo cantando con Hugo Chávez...
–Conoce el cancionero latinoamericano y canta tan afinado que le dije que a este paso los presidentes nos van a dejar sin trabajo. Hace medio siglo que escucho como se demoniza a alguien y ahora se está demonizando a Hugo Chávez como ocurrió con el Che Guevara y Fidel. Todo lo que tenga que ver con la izquierda latinoamericana es un enemigo para ciertos europeos.
–Julio Cortázar dijo que su canto llamaba «a lo mejor de cada hombre y de cada pueblo». ¿Qué es lo mejor de Daniel Viglietti?
–No saber qué es.