Vlad_Empalador
Será en Octubre
Unidas Sumisas
PREMIUM
No he visto feministas más sumisas que las mujeres de Unidas Podemos. Qué unción ante los dicterios del Macho.
Pablo Iglesias traspasa su cartera a Yolanda Díaz el 31 de marzo de 2021.POOL / EP
QUÉ DISGUSTO para Yolanda Díaz. Pablo Iglesias dice ahora que "quizás" se equivocó al designarla sucesora en la vicepresidencia del Gobierno y al frente de Unidas Podemos. (¿Se acuerdan? Fue en marzo de 2021, cuando Pablo dejó Moncloa para ser candidato en la Comunidad de Madrid y "salvar" a su partido, y acabó mordiendo el polvo con el tacón de Ayuso clavado en la nuez).
Pues esta semana, renegaba de la decisión de aupar a la gallega. «No tengo claro que fuera lo correcto», susurraba en una entrevista radiofónica. Tal vez debió permitir unas primarias. «Eso hubiera sido mucho más previsible y más democrático que dar mi opinión y decir que era aquella compañera». Compañera que no sabía nada, porque ni siquiera le consultó.
No pierde oportunidad Iglesias de mostrar su fatuidad y su machismo. Y es clamoroso el silencio con el que sus correligionarias acogen esos alardes heteropatriarcales. No he visto feministas más sumisas que las mujeres de Unidas Podemos. Qué unción ante los dicterios del Macho. Es desolador que las políticas (y la pasta) de Igualdad hayan quedado en sus manos. En concreto, en las de su señora. La que empodera a las empleadas del partido poniéndolas de niñeras.
Irene Montero y sus secuazas tienen un concepto tan extraño del feminismo que su proyecto estrella, la Ley tras*, discrimina a las mujeres e incumple «con el principio de la protección de los menores», según el Consejo General del Poder Judicial. Serán cosas de la nueva izquierda. Como poner una falsa denuncia de acoso contra un abogado del partido. Aplaudir a mujeres condenadas por el secuestro de sus hijos. O mirar la filiación de la víctima (o del agresor) antes de entonar el «yo sí te creo».
Que se lo digan a la joven abusada sexualmente a los 14 años por Luis Ramírez Icardi, educador del centro de menores donde estaba recluida, y que dependía de Mònica Oltra, vicepresidenta valenciana, consejera de Igualdad y... entonces esposa de Ramírez. Con el tipo condenado a cinco años de guandoca, causan pavor los detalles que están aflorando sobre el presunto encubrimiento de la consejería.
Por cierto que Oltra, cuya imputación ha pedido el juez, es una de las socias de la ilusionante plataforma política de Yolanda Díaz. Ada Colau, ya imputada por prevaricación, es otra. Debería ir soltando lastre la vicepresidenta si quiere hacer carrera electoral. Pero Iglesias puede estar tranquilo: según las encuestas, Yolanda Díaz es mucho más popular que él, y que supera a Pedro Sánchez. A ver si además de machista, es envidioso.
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- MAITE RICO
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No he visto feministas más sumisas que las mujeres de Unidas Podemos. Qué unción ante los dicterios del Macho.
Pablo Iglesias traspasa su cartera a Yolanda Díaz el 31 de marzo de 2021.POOL / EP
QUÉ DISGUSTO para Yolanda Díaz. Pablo Iglesias dice ahora que "quizás" se equivocó al designarla sucesora en la vicepresidencia del Gobierno y al frente de Unidas Podemos. (¿Se acuerdan? Fue en marzo de 2021, cuando Pablo dejó Moncloa para ser candidato en la Comunidad de Madrid y "salvar" a su partido, y acabó mordiendo el polvo con el tacón de Ayuso clavado en la nuez).
Pues esta semana, renegaba de la decisión de aupar a la gallega. «No tengo claro que fuera lo correcto», susurraba en una entrevista radiofónica. Tal vez debió permitir unas primarias. «Eso hubiera sido mucho más previsible y más democrático que dar mi opinión y decir que era aquella compañera». Compañera que no sabía nada, porque ni siquiera le consultó.
No pierde oportunidad Iglesias de mostrar su fatuidad y su machismo. Y es clamoroso el silencio con el que sus correligionarias acogen esos alardes heteropatriarcales. No he visto feministas más sumisas que las mujeres de Unidas Podemos. Qué unción ante los dicterios del Macho. Es desolador que las políticas (y la pasta) de Igualdad hayan quedado en sus manos. En concreto, en las de su señora. La que empodera a las empleadas del partido poniéndolas de niñeras.
Irene Montero y sus secuazas tienen un concepto tan extraño del feminismo que su proyecto estrella, la Ley tras*, discrimina a las mujeres e incumple «con el principio de la protección de los menores», según el Consejo General del Poder Judicial. Serán cosas de la nueva izquierda. Como poner una falsa denuncia de acoso contra un abogado del partido. Aplaudir a mujeres condenadas por el secuestro de sus hijos. O mirar la filiación de la víctima (o del agresor) antes de entonar el «yo sí te creo».
Que se lo digan a la joven abusada sexualmente a los 14 años por Luis Ramírez Icardi, educador del centro de menores donde estaba recluida, y que dependía de Mònica Oltra, vicepresidenta valenciana, consejera de Igualdad y... entonces esposa de Ramírez. Con el tipo condenado a cinco años de guandoca, causan pavor los detalles que están aflorando sobre el presunto encubrimiento de la consejería.
Por cierto que Oltra, cuya imputación ha pedido el juez, es una de las socias de la ilusionante plataforma política de Yolanda Díaz. Ada Colau, ya imputada por prevaricación, es otra. Debería ir soltando lastre la vicepresidenta si quiere hacer carrera electoral. Pero Iglesias puede estar tranquilo: según las encuestas, Yolanda Díaz es mucho más popular que él, y que supera a Pedro Sánchez. A ver si además de machista, es envidioso.