castguer
Madmaxista
Si desde las altas instancias de un Estado carcomido por las termitas del sectarismo y la corrupción se sostiene, como sostuvo el mendaz Zapatero, que la nación es “discutida y discutible”, si desde esas mismas instancias se patrocina el Estatuto soberanista de Cataluña, si desde la dirección del P(SOE) se alienta la descomposición de España y si los poderes legislativo y judicial, amén de altas instituciones como el Consejo de Estado, fueron absorbidas por el Ejecutivo y el Tribunal Constitucional se convierte para cuestiones vitales en instrumento de un arbitrista y megalómano, no cabe la menor duda de que la Constitución está más amada sin consentimiento que la hija del monstruo austríaco, que el Estado es unas macabra ficción, que la presumida democracia es una “cosa pinchá en un palo”, y que España camina a pasos agigantados por el despeñadero.
Democracia española: Una cosa pinchá en un palo | Demos
Democracia española: Una cosa pinchá en un palo | Demos