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SPQR
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Talmud, Gittin 57.a.2
Onkelos le preguntó: ¿Cuál es el castigo de ese hombre, eufemismo para referirse al propio Balaam, en el otro mundo? Balaam le respondió: Está hervido en leche hirviendo, ya que hizo que Israel se comportara de manera licenciosa con las hijas de Moab.
Entonces Onkelos fue y resucitó a Jesús el Nazareno de la tumba mediante la nigromancia. Onkelos le preguntó: ¿Quién es el más importante en ese mundo en el que estás ahora? Jesús le respondió: El pueblo judío. Onkelos le preguntó: ¿Debo entonces apegarme a ellos en este mundo? Jesús le respondió: Su bienestar buscarás, su desgracia no buscarás, porque cualquiera que los toque es considerado como si estuviera tocando a la niña de sus ojos.
Onkelos le dijo: ¿Cuál es el castigo de ese hombre, un eufemismo para Jesús mismo, en el otro mundo? Jesús le dijo: Es castigado con excrementos hirviendo. Como dijo el Maestro: Cualquiera que se burle de las palabras de los Sabios será sentenciado a excrementos hirviendo. Y este fue su pecado, ya que se burló de las palabras de los Sabios. La Guemará comenta: Ven y ve la diferencia entre los pecadores de Israel y los profetas de las naciones del mundo. Como Balaam, que era un profeta, deseaba el mal a Israel, mientras que Jesús el Nazareno, que era un pecador judío, buscaba su bienestar.