Burt Lancaster
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09/06/2023El líder de PP, Alberto Núñez Feijóo, interviene durante la última jornada de la 38 reunión del Cercle d’Economia, en el Hotel W de Barcelona. -DAVID astutaKINO / Europa Press
La degradación del modelo democrático que tenemos es cada día más irritante, en consonancia con el modelo capitalista que sufrimos, que no está dispuesto a soportar los "excesos" democráticos. En concreto, el modelo viene a ser «vote usted cada cuatro años y déjenos en paz con nuestros negocios», que no es que sea novedoso del último lustro precisamente. El capitalismo disimula, pero cada vez le es más complicado convivir con la democracia.
Habermas habla de tres modelos de democracia: el liberal, el republicano y el deliberativo. Para el liberal, el debate sobra, basta con votar cada cuatro años soportando la propaganda electoral unas semanas y celebrar la "fiesta de la democracia", esa es toda la participación de la ciudadanía. El modelo republicano reclama una ciudadanía participativa, para lo que hacen falta más cauces de participación, tener el DNI y votar cada cuatro años no es suficiente, sino que en ese caso podría hablarse de una "democracia sin ciudadanos", una contradicción in terminis. Por último, el modelo deliberativo valora especialmente los procesos de discusión (deliberación) para la formación de la opinión pública, institución fundamental en una democracia, lo que requiere, desde luego, participación ciudadana.
El modelo neoliberal que soportamos persigue asfixiar al ciudadano mutándole en el papel exclusivo de consumidor perteneciente a una sociedad atomizada, sin vínculos sociales en la realidad (otra cosa es la "realidad" de las redes sociales). Aparte de la propaganda, con frecuencia mentirosa e incluso rastrera, y el deterioro de lo que alguna vez fue debate político, en ayuda de este modelo van encaminadas las leyes mordaza, en este y en otros países, la criminalización de la protesta, la obligación de comunicar a la autoridad cualquier reunión, concentración o manifestación, entendiendo (inconstitucionalmente) que la autoridad tiene que autorizar, etc. Merece la pena destacar este último punto: el artículo 21 de la Constitución dice en su punto 1 que «se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa», y en su punto 2 que «en los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que solo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes». Claro, que la policía en exclusiva decida qué es alteración del orden público contribuye a la degradación democrática que vivimos.
Saben que tienen las de perder debatiendo normalmente y por eso acuden constantemente al insulto y la fake new
La degradación del modelo democrático que tenemos es cada día más irritante, en consonancia con el modelo capitalista que sufrimos, que no está dispuesto a soportar los "excesos" democráticos. En concreto, el modelo viene a ser «vote usted cada cuatro años y déjenos en paz con nuestros negocios», que no es que sea novedoso del último lustro precisamente. El capitalismo disimula, pero cada vez le es más complicado convivir con la democracia.
Habermas habla de tres modelos de democracia: el liberal, el republicano y el deliberativo. Para el liberal, el debate sobra, basta con votar cada cuatro años soportando la propaganda electoral unas semanas y celebrar la "fiesta de la democracia", esa es toda la participación de la ciudadanía. El modelo republicano reclama una ciudadanía participativa, para lo que hacen falta más cauces de participación, tener el DNI y votar cada cuatro años no es suficiente, sino que en ese caso podría hablarse de una "democracia sin ciudadanos", una contradicción in terminis. Por último, el modelo deliberativo valora especialmente los procesos de discusión (deliberación) para la formación de la opinión pública, institución fundamental en una democracia, lo que requiere, desde luego, participación ciudadana.
El modelo neoliberal que soportamos persigue asfixiar al ciudadano mutándole en el papel exclusivo de consumidor perteneciente a una sociedad atomizada, sin vínculos sociales en la realidad (otra cosa es la "realidad" de las redes sociales). Aparte de la propaganda, con frecuencia mentirosa e incluso rastrera, y el deterioro de lo que alguna vez fue debate político, en ayuda de este modelo van encaminadas las leyes mordaza, en este y en otros países, la criminalización de la protesta, la obligación de comunicar a la autoridad cualquier reunión, concentración o manifestación, entendiendo (inconstitucionalmente) que la autoridad tiene que autorizar, etc. Merece la pena destacar este último punto: el artículo 21 de la Constitución dice en su punto 1 que «se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa», y en su punto 2 que «en los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que solo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes». Claro, que la policía en exclusiva decida qué es alteración del orden público contribuye a la degradación democrática que vivimos.
Debatir en democracia, una “excentricidad” para el Partido Popular
Artículo de Pedro López López
blogs.publico.es
Saben que tienen las de perder debatiendo normalmente y por eso acuden constantemente al insulto y la fake new