Sargento Kowalski
El Señor del Alto amaje
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Se aprueba, de tapadillo, la “Ley de Cambio Climático” con la que España acabará arruinada en unos años y Pedro Sánchez habrá cumplido el cometido por el que es presidente marchándose a su casa con el riñón bien cubierto
Dos noticias han pasado inadvertidas por el gran público, ambas están relacionadas con la “Agenda 2030” y las dos tienen como protagonistas a Pedro Sánchez. Con este bagaje es evidente, que ninguna de las dos nuevas, pueden traer nada bueno para España.
La primera de ellas, es la aprobación por el Congreso de los Diputados de “La Ley de Cambio Climático y tras*ición Energética”. La segunda noticia silenciada por los medios de comunicación de masas, es el comienzo en Madrid de un “Forito de Davos”, que como todo lo pretencioso y cursi que se hace últimamente en España, se ha titulado sólo en idioma inglés ( Wake Up! Spain) , o lo que es lo mismo, “como aplicar en España la Agenda 2030” , todo ello bajo el auspicio y patrocinio de Billy Gates. Bajo semejante título se reúnen en la Casa de América, políticos, empresarios y “agentes sociales” (nunca he sabido que es eso, quienes son, ni quién les elige).
Si ya es alarmante para la salud y el bolsillo de los españoles, que Sánchez acuda a cualquier evento, el peligro se multiplica por mil, si aparece en escena Microsoft y tras el telón se esconde Soros.
La Ley del Cambio Climático:
El primero de los sucesos que hemos anunciado y del que se ha evitado dar publicidad por parte de la Moncloa, es la aprobación de una Ley que destruye la soberanía nacional, llamada vulgarmente de “Ley de Cambio Climático”, la cual tiene como característica llamativa que es una ley dictada íntegramente desde el exterior, impuesta a nuestra nación soberana por una organización mundialista y supranacional, como es la ONU, cuyos actuales dirigentes han convertido a la mentira del cambio climático, en una religión formada por unos dogmas, sobre los cuales no se puede discrepar bajo pena de fin civil.
Las grandes mentiras de esta Ley, se encuentran expuestas en el preámbulo de la misma. El gobierno de Sánchez la presenta como un instrumento para canalizar los fondos europeos de recuperación, sabiendo de antemano, que Europa no se va a dar ni un euro para financiar a los chiringuitos y a las empresas comandadas por los amigos de Sánchez. Las naciones europeas ya han tomado la matrícula a este esbirro del capitalismo totalitario.
Con esta ley, Sánchez pretende que nos creamos todos, incluidos el resto de los europeos, que la tras*ición energética hacia el candil, promovida por esta norma “permite movilizar más de 200.000 millones de euros de inversión a lo largo de la década 2021-2030″, inventándose la tremenda falacia de “el empleo neto aumentará entre 250.000 y 350.000 personas al final del periodo” gracias a las medidas propuestas en esta ley, que lo único que pretende es legalizar e implantar el comunismo globalita marcado por el presidente Chino y sus socios en Davos utilizando como instrumento diabólico, la agenda 2030
Esta ley, nos marca la senda por la cual España va a caminar hacía su destrucción y la de los españoles, se llevará por delante nuestras infraestructuras, nuestra economía pública y privada, nuestro modo de vida, nuestras propiedades, nuestros alimentos y nuestra civilización, para implantar los sueños megalómanos de locos, como el dueño de Microsoft, que llevarán a la esclavitud, al hambre y a la pobreza, a millones de personas, mientras él prepara “carne vegana” en sus latifundios, para alimentar a la población mundial que pueda formar parte de ese númerus clausus en el que se va a convertir la demografía del globo, llevando a la fin a todos los seres humanos que excedan de las cifras máximas sostenibles, establecidas por las elites gobernantes desde sus mansiones.
Voy a resumir los objetivos y las acciones más destacadas que incluye la primera ley climática de España y primera implantada en nuestra historia desde el exterior de nuestras fronteras:
Este decálogo del mundialismo, fija una serie de metas concretas para esta década y un sistema de revisión constante de esos objetivos, para cumplir con el Acuerdo de París. La primera de esas revisiones se deberá realizar en 2023.
Pretenden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 23% respecto a las de 1990 e implantar energías renovables en el consumo de energía final en un 42 %, con un 74% de generación de electricidad con esas energías.
La ley forzará al uso del vehículo eléctrico y en 2050 “un parque de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO₂“. En 2040 no se podrán vender turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, no destinados a usos comerciales, que no sean eléctricos.
Todos los municipios de más de 50.000 habitantes deberán adoptar planes de movilidad con zonas de bajas emisiones similares a las puestas en marcha en Madrid con “Madrid Central”, y para revertirlo solo se podrá hacer con un informe favorable del Gobierno autonómico. Los municipios de más de 20.000 habitantes también deberán aprobar zonas de bajas emisiones, a criterio de los “expertos” que decidirán si respiran aire “sano” o no.
Obligarán a las gasolineras a que coloquen puntos de recarga de coches eléctricos, lo que llevará al cierre de muchas de ellas por el coste de las instalaciones, con el consiguiente despido de sus empleados. En el año 2023, todos los edificios no residenciales y con más de 20 plazas de aparcamiento, deberán contar con infraestructuras de recarga.
El Ministerio para la tras*ición Ecológica creará un guía de puntos de recarga para los vehículos eléctricos, destinándose los fondos europeos de recuperación para incentivar la instalación de infraestructura de recarga, con lo que los fondos no irán a parar a la recuperación de los autónomos, el turismo y la hostelería, que representan más del 25 % del PIB español y se desviarán los fondos europeos para financiar a los chiringuitos verdes y empresas ecológicas rescatadas de la ruina por el gobierno y en manos de afines a Sánchez.
Se encarecerán el precio de los alimentos básicos, como es el trigo y otros cereales, con la excusa de poner “especial énfasis en los biocarburantes avanzados y otros combustibles renovables de origen no biológico”. Los biocombustibles elaborados a partir de cultivos alimentarios, conseguirán la subida de precios del trigo y del arroz, con los que se alimenta la mitad de la población mundial y la ganadería, a consecuencia de que serán adquiridos por multinacionales para crear combustibles, apartándose del consumo humano con las consiguientes hambrunas y la desaparición de las especies animales que se crían en granjas.
La población será saciada en su hambre, con los productos elaborados como pienso humano por personajes como Billy Gates, el cual ha adquirido estos meses atrás, millones de hectáreas de terreno agrícola en EEUU para fabricar el pienso humano llamado “carne vegana”, con el que nos alimentarán.
La ley de Cambio Climático, prevé que el Gobierno elaborará una ley de movilidad sostenible y financiación del tras*porte público, dificultando, hasta hacerlo desaparecer el tras*porte privado, derivando los fondos para mantenimiento de carreteras, para la creación de ferrocarriles de corta distancia y prohibiendo los vuelos de líneas aéreas comerciales en las cortas distancias, con la excusa del cambio climático, mientras Sánchez y sus Ministros vuelan en Falcón cuando les apetece y utilizan helicópteros incluso para ir de Madrid a Valladolid.
Se elevará el precio de la electricidad, gracias a la citada Ley de Cambio Climático, con el cierre paulatino de las centrales de carbón y nucleares. La ley contempla que el Gobierno y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia deberán presentar en un plazo máximo de 12 meses la ley de reforma del sector eléctrico, con centrales hidroeléctricas reversibles (las que funcionan con un sistema de bombeo del agua que permite generar la electricidad en el momento que se necesita), apartando una gran parte del agua del consumo humano, del riego y la ganadería.
Se impedirá la explotación de nuevos yacimientos de combustibles fósiles en España, tanto en tierra como en explotaciones marinas, con el despido y cierre de los pocos pozos petrolíferos en explotación en terreno español, convirtiéndonos en dependientes al 100% del exterior en petróleo. Los permisos de investigación y las concesiones de explotación de yacimientos de hidrocarburos que ya estén vigentes, “no podrán prorrogarse, en ningún caso, más allá del 31 de diciembre de 2042″. Se prohíbe el fracking y la minería radiactiva.
Respecto a los beneficios fiscales de los “productos energéticos de origen fósil” sólo se podrán obtener por “motivos de interés social, económico o atendiendo a la inexistencia de alternativas tecnológicas”. Se elaborará un plan mediante el cual “la Administración General del Estado y los organismos y entidades que conforman el sector público estatal se desprendan de participaciones o instrumentos financieros de empresas o entidades cuya actividad mercantil incluya la extracción, refinado o procesado de productos energéticos de origen fósil”.
Se reformará en el plazo de un año la Ley de Propiedad Horizontal para obligar a la instalación con paneles solares, en las comunidades de propietarios en los seis primeros meses desde la entrada en vigor de la ley, con un plan de rehabilitación de viviendas y renovación urbana.
Las comunidades de propietarios tendrán que endeudarse para la “introducción de las energías renovables” el autoconsumo y la calefacción y refrigeración de cero emisiones.
El Gobierno deberá aprobar cada cinco años un plan nacional de adaptación al cambio climático, con la destrucción de la industria de la caza y la ganadería, llevando a cabo expropiaciones sin justiprecio, convirtiendo terrenos de labor, de caza y ganaderos, en parques naturales, con la excusa de la evaluación de la “vulnerabilidad de los sistemas naturales, de los territorios, de las poblaciones y de los sectores socioeconómicos”. Además, cada cinco años se realizarán “informes sobre riesgo climático”.
La ley limitará la duración de las prórrogas otorgadas a la concesiones para determinadas actividades en la zona de dominio público marítimo o zona económica exclusiva. Mientras esto sucede, los marroquíes podrán explotar las tierras raras de estas zonas dentro de la plataforma continental de las Islas Canarias, ante la dejación del gobierno, ya que estos fondos marinos españoles, los han proclamado como territorio jovenlandés por el parlamento moruno, ante el silencio cómplice del Gobierno y del Ministerio de Exteriores español.
Nosotros a lo nuestro, diseñando con esta endiablada ley, una “estrategia específica de conservación y restauración de ecosistemas y especies especialmente sensibles a los efectos del cambio climático”.
La Ley de cambio climático, prevé que las grandes empresas, las entidades financieras y las aseguradoras, elaborarán informes cada dos años sobre los riesgos para su actividad derivados “de la tras*ición hacia una economía sostenible y las medidas que se adopten para hacer frente a dichos riesgos”. El Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones tendrán que realizar cada dos años un informe sobre el grado de alineamiento del sector financiero con las metas de la Agenda 2030 y una evaluación del riesgo para el sistema.
Las grandes empresas deberán “elaborar y publicar un plan de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero” con objetivos para cada cinco años. Igual habrán de hacer los operadores estatales del sistema eléctrico y gasista, además de la Compañía Logística de Hidrocarburos
Se creará, como consecuencia de la Ley, “un comité de expertos de cambio climático” que nombrará el gobierno, (espero que no sea como el de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo) que elaborará anualmente un informe que será “remitido al Congreso de los Diputados y sometido a debate”. También se creará una “asamblea ciudadana del cambio climático”, dando poder representativo a una asamblea popular, cuyos integrantes serán sacados de los soviets locales que cree el gobierno, con lo que la burocracia climática, se incrementará un 1000%
Para Sánchez, todo lo que he expuesto anteriormente “es un hito que justifica una legislatura” convirtiéndose en un esbirro de los grandes millonarios de Silicon Valley y de Pekín, mientras Soros y sus socios, le dan una palmadita en la espalda por los servicios cumplidos y preparan su recambio.
Ante esta barbaridad legislativa de consecuencias imprevisibles para España y los españoles, el PP se ha vuelto a abstener en la votación de la ponencia de la ley en la comisión del Congreso, siendo cómplice con su cobardía, de lo que nos espera a todos los españoles a consecuencia de esta Ley. Este partido ha asumido, hace mucho tiempo, los postulados ideológicos de la izquierda y el mundialismo, haciéndolos propios.
ENLACE
A continuación la otra mitad, que han vuelto a limitar la extensión del texto:
Dos noticias han pasado inadvertidas por el gran público, ambas están relacionadas con la “Agenda 2030” y las dos tienen como protagonistas a Pedro Sánchez. Con este bagaje es evidente, que ninguna de las dos nuevas, pueden traer nada bueno para España.
La primera de ellas, es la aprobación por el Congreso de los Diputados de “La Ley de Cambio Climático y tras*ición Energética”. La segunda noticia silenciada por los medios de comunicación de masas, es el comienzo en Madrid de un “Forito de Davos”, que como todo lo pretencioso y cursi que se hace últimamente en España, se ha titulado sólo en idioma inglés ( Wake Up! Spain) , o lo que es lo mismo, “como aplicar en España la Agenda 2030” , todo ello bajo el auspicio y patrocinio de Billy Gates. Bajo semejante título se reúnen en la Casa de América, políticos, empresarios y “agentes sociales” (nunca he sabido que es eso, quienes son, ni quién les elige).
Si ya es alarmante para la salud y el bolsillo de los españoles, que Sánchez acuda a cualquier evento, el peligro se multiplica por mil, si aparece en escena Microsoft y tras el telón se esconde Soros.
La Ley del Cambio Climático:
El primero de los sucesos que hemos anunciado y del que se ha evitado dar publicidad por parte de la Moncloa, es la aprobación de una Ley que destruye la soberanía nacional, llamada vulgarmente de “Ley de Cambio Climático”, la cual tiene como característica llamativa que es una ley dictada íntegramente desde el exterior, impuesta a nuestra nación soberana por una organización mundialista y supranacional, como es la ONU, cuyos actuales dirigentes han convertido a la mentira del cambio climático, en una religión formada por unos dogmas, sobre los cuales no se puede discrepar bajo pena de fin civil.
Las grandes mentiras de esta Ley, se encuentran expuestas en el preámbulo de la misma. El gobierno de Sánchez la presenta como un instrumento para canalizar los fondos europeos de recuperación, sabiendo de antemano, que Europa no se va a dar ni un euro para financiar a los chiringuitos y a las empresas comandadas por los amigos de Sánchez. Las naciones europeas ya han tomado la matrícula a este esbirro del capitalismo totalitario.
Con esta ley, Sánchez pretende que nos creamos todos, incluidos el resto de los europeos, que la tras*ición energética hacia el candil, promovida por esta norma “permite movilizar más de 200.000 millones de euros de inversión a lo largo de la década 2021-2030″, inventándose la tremenda falacia de “el empleo neto aumentará entre 250.000 y 350.000 personas al final del periodo” gracias a las medidas propuestas en esta ley, que lo único que pretende es legalizar e implantar el comunismo globalita marcado por el presidente Chino y sus socios en Davos utilizando como instrumento diabólico, la agenda 2030
Esta ley, nos marca la senda por la cual España va a caminar hacía su destrucción y la de los españoles, se llevará por delante nuestras infraestructuras, nuestra economía pública y privada, nuestro modo de vida, nuestras propiedades, nuestros alimentos y nuestra civilización, para implantar los sueños megalómanos de locos, como el dueño de Microsoft, que llevarán a la esclavitud, al hambre y a la pobreza, a millones de personas, mientras él prepara “carne vegana” en sus latifundios, para alimentar a la población mundial que pueda formar parte de ese númerus clausus en el que se va a convertir la demografía del globo, llevando a la fin a todos los seres humanos que excedan de las cifras máximas sostenibles, establecidas por las elites gobernantes desde sus mansiones.
Voy a resumir los objetivos y las acciones más destacadas que incluye la primera ley climática de España y primera implantada en nuestra historia desde el exterior de nuestras fronteras:
Este decálogo del mundialismo, fija una serie de metas concretas para esta década y un sistema de revisión constante de esos objetivos, para cumplir con el Acuerdo de París. La primera de esas revisiones se deberá realizar en 2023.
Pretenden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 23% respecto a las de 1990 e implantar energías renovables en el consumo de energía final en un 42 %, con un 74% de generación de electricidad con esas energías.
La ley forzará al uso del vehículo eléctrico y en 2050 “un parque de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO₂“. En 2040 no se podrán vender turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, no destinados a usos comerciales, que no sean eléctricos.
Todos los municipios de más de 50.000 habitantes deberán adoptar planes de movilidad con zonas de bajas emisiones similares a las puestas en marcha en Madrid con “Madrid Central”, y para revertirlo solo se podrá hacer con un informe favorable del Gobierno autonómico. Los municipios de más de 20.000 habitantes también deberán aprobar zonas de bajas emisiones, a criterio de los “expertos” que decidirán si respiran aire “sano” o no.
Obligarán a las gasolineras a que coloquen puntos de recarga de coches eléctricos, lo que llevará al cierre de muchas de ellas por el coste de las instalaciones, con el consiguiente despido de sus empleados. En el año 2023, todos los edificios no residenciales y con más de 20 plazas de aparcamiento, deberán contar con infraestructuras de recarga.
El Ministerio para la tras*ición Ecológica creará un guía de puntos de recarga para los vehículos eléctricos, destinándose los fondos europeos de recuperación para incentivar la instalación de infraestructura de recarga, con lo que los fondos no irán a parar a la recuperación de los autónomos, el turismo y la hostelería, que representan más del 25 % del PIB español y se desviarán los fondos europeos para financiar a los chiringuitos verdes y empresas ecológicas rescatadas de la ruina por el gobierno y en manos de afines a Sánchez.
Se encarecerán el precio de los alimentos básicos, como es el trigo y otros cereales, con la excusa de poner “especial énfasis en los biocarburantes avanzados y otros combustibles renovables de origen no biológico”. Los biocombustibles elaborados a partir de cultivos alimentarios, conseguirán la subida de precios del trigo y del arroz, con los que se alimenta la mitad de la población mundial y la ganadería, a consecuencia de que serán adquiridos por multinacionales para crear combustibles, apartándose del consumo humano con las consiguientes hambrunas y la desaparición de las especies animales que se crían en granjas.
La población será saciada en su hambre, con los productos elaborados como pienso humano por personajes como Billy Gates, el cual ha adquirido estos meses atrás, millones de hectáreas de terreno agrícola en EEUU para fabricar el pienso humano llamado “carne vegana”, con el que nos alimentarán.
La ley de Cambio Climático, prevé que el Gobierno elaborará una ley de movilidad sostenible y financiación del tras*porte público, dificultando, hasta hacerlo desaparecer el tras*porte privado, derivando los fondos para mantenimiento de carreteras, para la creación de ferrocarriles de corta distancia y prohibiendo los vuelos de líneas aéreas comerciales en las cortas distancias, con la excusa del cambio climático, mientras Sánchez y sus Ministros vuelan en Falcón cuando les apetece y utilizan helicópteros incluso para ir de Madrid a Valladolid.
Se elevará el precio de la electricidad, gracias a la citada Ley de Cambio Climático, con el cierre paulatino de las centrales de carbón y nucleares. La ley contempla que el Gobierno y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia deberán presentar en un plazo máximo de 12 meses la ley de reforma del sector eléctrico, con centrales hidroeléctricas reversibles (las que funcionan con un sistema de bombeo del agua que permite generar la electricidad en el momento que se necesita), apartando una gran parte del agua del consumo humano, del riego y la ganadería.
Se impedirá la explotación de nuevos yacimientos de combustibles fósiles en España, tanto en tierra como en explotaciones marinas, con el despido y cierre de los pocos pozos petrolíferos en explotación en terreno español, convirtiéndonos en dependientes al 100% del exterior en petróleo. Los permisos de investigación y las concesiones de explotación de yacimientos de hidrocarburos que ya estén vigentes, “no podrán prorrogarse, en ningún caso, más allá del 31 de diciembre de 2042″. Se prohíbe el fracking y la minería radiactiva.
Respecto a los beneficios fiscales de los “productos energéticos de origen fósil” sólo se podrán obtener por “motivos de interés social, económico o atendiendo a la inexistencia de alternativas tecnológicas”. Se elaborará un plan mediante el cual “la Administración General del Estado y los organismos y entidades que conforman el sector público estatal se desprendan de participaciones o instrumentos financieros de empresas o entidades cuya actividad mercantil incluya la extracción, refinado o procesado de productos energéticos de origen fósil”.
Se reformará en el plazo de un año la Ley de Propiedad Horizontal para obligar a la instalación con paneles solares, en las comunidades de propietarios en los seis primeros meses desde la entrada en vigor de la ley, con un plan de rehabilitación de viviendas y renovación urbana.
Las comunidades de propietarios tendrán que endeudarse para la “introducción de las energías renovables” el autoconsumo y la calefacción y refrigeración de cero emisiones.
El Gobierno deberá aprobar cada cinco años un plan nacional de adaptación al cambio climático, con la destrucción de la industria de la caza y la ganadería, llevando a cabo expropiaciones sin justiprecio, convirtiendo terrenos de labor, de caza y ganaderos, en parques naturales, con la excusa de la evaluación de la “vulnerabilidad de los sistemas naturales, de los territorios, de las poblaciones y de los sectores socioeconómicos”. Además, cada cinco años se realizarán “informes sobre riesgo climático”.
La ley limitará la duración de las prórrogas otorgadas a la concesiones para determinadas actividades en la zona de dominio público marítimo o zona económica exclusiva. Mientras esto sucede, los marroquíes podrán explotar las tierras raras de estas zonas dentro de la plataforma continental de las Islas Canarias, ante la dejación del gobierno, ya que estos fondos marinos españoles, los han proclamado como territorio jovenlandés por el parlamento moruno, ante el silencio cómplice del Gobierno y del Ministerio de Exteriores español.
Nosotros a lo nuestro, diseñando con esta endiablada ley, una “estrategia específica de conservación y restauración de ecosistemas y especies especialmente sensibles a los efectos del cambio climático”.
La Ley de cambio climático, prevé que las grandes empresas, las entidades financieras y las aseguradoras, elaborarán informes cada dos años sobre los riesgos para su actividad derivados “de la tras*ición hacia una economía sostenible y las medidas que se adopten para hacer frente a dichos riesgos”. El Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones tendrán que realizar cada dos años un informe sobre el grado de alineamiento del sector financiero con las metas de la Agenda 2030 y una evaluación del riesgo para el sistema.
Las grandes empresas deberán “elaborar y publicar un plan de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero” con objetivos para cada cinco años. Igual habrán de hacer los operadores estatales del sistema eléctrico y gasista, además de la Compañía Logística de Hidrocarburos
Se creará, como consecuencia de la Ley, “un comité de expertos de cambio climático” que nombrará el gobierno, (espero que no sea como el de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo) que elaborará anualmente un informe que será “remitido al Congreso de los Diputados y sometido a debate”. También se creará una “asamblea ciudadana del cambio climático”, dando poder representativo a una asamblea popular, cuyos integrantes serán sacados de los soviets locales que cree el gobierno, con lo que la burocracia climática, se incrementará un 1000%
Para Sánchez, todo lo que he expuesto anteriormente “es un hito que justifica una legislatura” convirtiéndose en un esbirro de los grandes millonarios de Silicon Valley y de Pekín, mientras Soros y sus socios, le dan una palmadita en la espalda por los servicios cumplidos y preparan su recambio.
Ante esta barbaridad legislativa de consecuencias imprevisibles para España y los españoles, el PP se ha vuelto a abstener en la votación de la ponencia de la ley en la comisión del Congreso, siendo cómplice con su cobardía, de lo que nos espera a todos los españoles a consecuencia de esta Ley. Este partido ha asumido, hace mucho tiempo, los postulados ideológicos de la izquierda y el mundialismo, haciéndolos propios.
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A continuación la otra mitad, que han vuelto a limitar la extensión del texto: