de la religión del amor amenaza con decapitar a un hombre.

Yo creo que los alemanes los ven como los mandriles rabiosos de un zoo. Ni siquiera se indignan porque en el fondo los consideran animales y esperan un comportamiento en consonancia. El día que se cansen de ellos ni se darán cuenta los jovenlandess. Sin aspavientos, con frialdad mecánica.
 
Que se lo diga a un neonazi aleman, a ver si encuentra luego los piños
 
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Se le ve integrado.
Valor el periodista, el asesinato por honor lo llevan en sus apellidos.

No llega a navidad
 
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