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Madmaxista
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¿Cómo pasó la provincia romana de Britania, latina, a convertirse en Gales?
Dado que el rápido declive del latín británico e idea de comunión con el Imperio, está unida a la conquista sajona, que hace caer las ciudades y focos de civilización, la historia de su decadencia está vinculada a sus hechos en armas.
Tras la partida romana de Britania, los Frisios, Jutos y Sajones intensificaron sus incursiones en la islas británica, llegando en ocasiones hasta Irlanda. Al tiempo que saqueadores pictos e irlandeses recorrían el interior de la isla.
Jefe de guerra Sajón
Los sajones consolidaron con el tiempo, sus posiciones en la costa.
Muchos años después dos grandes guerras sajonas sembraron el terror y despoblaron la mitad occidental de Britania y empujó a los supervivientes a las zonas montañosas y colonizadas por irlandeses, donde si bien olvidaron sus usos y costumbres latinos, no olvidaron que ellos fueron los amos de Britania.
La primera guerra sajona, fue desatada por los líderes Hengest y Horsa, mercenarios rebelados contra el rey celta Vortigern, y arrasó toda la isla durante años antes de ser contenida, uniéndose en medio de esta desolación las bandas de Aelle de Sussex; ambos fueron aplastados en Badón y paralizado el avance de los piratas, de ahora en adelante acantonados en Kent y Sussex;
Reino retenido por los Sajones de Kent
Una vez eliminada la amenaza, los bretones volvieron a la hogares y abandonaron las inseguras costas a su suerte, donde llegaron nuevas hordas de Anglos y Sajones "del Oeste" los que participarían en la segunda guerra.
La segunda oleada turística tuvo por actores a los Anglos, en el norte de la isla, y los "Sajones del Oeste", llegados ambos durante los disturbios de la primera revuelta. La rebelión de ambos, que provocó la caída de Britania, comenzó en 552 con la caída de Old Sarum y posterior saqueo del sur de Gales, y la fundación, tras muchas batallas, de Bernicia, que amenazó seriamente el reino de Goddoddin y promovió su caída:
Britania tras la partida romana
El progresivo despoblamiento de Britania comenzó a finales del siglo IV cuando Máximo, general hispano destacado en la isla, invadió el Imperio con gran parte de la juventud britana para hacerse con el poder, debilitando seriamente las defensas de la isla, aunque fundó, al parecer, una dinastía en Gales.
Tras algunos éxitos, el hispano fue derrotado por Teodosio emperador de oriente y la isla apenas volvió a la órbita romana.
La evacuación de la isla comenzó hacia el 406. En el 409 los britanos, juzgando inútil pagar impuestos a una administración que no los protegía, echó a los funcionarios romanos de las ciudades y se gobernaron según sus costumbres nacionales.
Quedaron algunos destacamentos romanos en el sur de la provincia hasta el año 419.
El alejamiento definitivo de Roma, favoreció la pervivencia de la herejía pelagiana, y la separación de la iglesia celta y romana, causa de posteriores fricciones con el Papado.
Para cuando las legiones reembarcaron, Britania llevaba casi un siglo defendiéndose de incursiones de ultramar, por parte de Sajones, Frisones y Jutos mayormente, y de los Pictos e Irlandeses en su propio suelo. Éstas se volvieron incontrolables tras la evacuación romana.
Aunque los Britanos lograban defenderse de los invasores, a menudo solicitaban auxilio a los Romanos por su desesperada situación, la última vez en una famosa carta a Aecio.
Poco después asumió el liderazgo de los britanos el rey celta Vortigern, que no contaba con muchas simpatías.
Llegada de los piratas a Thanet
Las carencias de los britanos en el arte de la guerra los indujo a contratar mercenarios, los primeros de los cuales fueron Hengist y Horsa, piratas Jutos llegados a la Isla en un naufragio con sus hombres, hacia el 449.
Los Jutos y sus piratas fueron asentados en la islita de Thanet, en Kent, desde donde recibirían refuerzos de Germania, y empleados en las guerras contra los Pictos.
Rebelión de los Sajones
Cuando los jefes Jutos Hengest y Horsa, vencieron a los pictos en dos batallas y los expulsaron al norte del Muro, percibieron la debilidad de los Britanos, empezaron a traer refuerzos, exigir nuevas tierras en Kent y más suministros suministros.
Se dice que un bello día, alegando impagos, se rebelaron contra su patrón el Vortigern, devastando sin oposición el Sur del país.
Las bandas de guerra sajonas recorrían las provincias y sembraban el fuego y la destrucción en todas las comarcas. Las granjas y las ciudades eran pilladas e incendiadas, las ciudades saqueadas. Los hombres eran masacrados, las mujeres forzadas y asesinadas, o con sus hijos, esclavizadas. Estos sajones paganos sentían adversión por los lugares de culto cristianos: las iglesias eran quemadas, sus monjes masacrados, sus altares pisoteados.
Desolación de Britania por los Sajones
En esta época empezó el éxodo de refugiados a la Bretaña peninsular....
... Y Galicia
Los supervivientes Bretones se reorganizaron y contraatacaron: empieza una sucesión de batallas en la que los bárbaros perdieron poco a poco terreno, retrocediendo a sus bases en Kent. Esta guerra fue avivada por la llegada las bandas de Aelle de Sussex, que ganaron posiciones al sur del Cantium; ambas tribus fueron aplastados en Badón y paralizado el avance de los piratas, de ahora en adelante acantonados en Kent y Sussex;
Batallas:
- Ayslesford,
- Crayford
- Wyppedsfleet
- Asedio de Anderida
- Badón
Aylesford, fue una batalla de extrema ferocidad que debilitó ambos bandos; pero los Sajones retuvieron Kent:
Crayford, 457.
Batalla muy sangrienta; los Sajones, inferiores en número, pierden terreno, pese a provocar cuantiosas bajas. Los supervivientes Britanos, incapaces de doblegar a la falange sajona, huyen a Londres. Vortimer, hijo de Vortigern, queda herido y el liderazgo bretón pasa a un romano de nombre Ambrosio Aureliano.
Ruinas de Canterbury
Los Britanos contraatacan: Batalla de Wyppedsfleet
Los Britanos finalmente penetraron en Kent y cazaron a los sajones en todo el país, refugiándose en Thanet, donde entraron para librar una última batalla.
Los Sajones combaten con las embarcaciones en las que llegaron a sus espaldas; con reclutas recientemente llegados de Germania; se luchó durante muchas horas con una ferocidad inimaginable entre ambas partes, cayendo muchos cuerpos hasta quedar dos grupos diezmados de rivales. La caída del caballo un jefe Bretón y sus compañeros durante la carga final, es un contratiempo que deja acéfalo el ejército británico, incapaz dar el golpe de gracia. Los supervivientes bretones huyen y dejan miles de cadáveres.
Pero los Sajones han sufrido tantas bajas que no pueden perseguirlos.
Durante varios años permanecen inactivos en Tanet, recibiendo refuerzos para recuperar sus filas..
Æelle y el asedio de Anderida
En el año 465 los recobrados Sajones de Kent rompen su aislamiento en Thanet y rápidamente reocupan Kent. Habiendo los pobladores bretones huido o desaparecido durante el terror sajón y la ocupación, los invasores germánicos se infiltran en la regíón desde hace años. Entonces, Hengist retoma formalmente la posesión de los territorios que le fueron acordados antes por Vortirgern.
Gildas nos dice:
Poco después, en el año 477, otro líder bárbaro, Ælle y tres de sus hijos desembarcan en el sur de la Isla, abiertamente como invasores, y son rodeados por los britanos en las playas. La guerra tras*curre sin grandes progresos y los piratas llaman a nuevas tropas para segurar sus posiciones. Finalmente logran acercarse al Bosque y ciudadela de Anderida, antaño una fortaleza romana que formaba parte del Litus Saxonicum, que ponen bajo asedio.
Derrota masiva de Ælle en Badón
Ælle bloquea el ejército defensor en el Bosque, mientras otro ejército sajón sitia la Ciudad, que desasistida cae. Los Bretones son pasados por el filo de la espada.
Esta acción le vale al sajón el título de Bretwalda, o rey supremo de los sajones, siendo reconocido por todos como su líder.
Pero la resistencia britana continúa.
Ante el debilitamiento de los britanos, hacia el 496, Kénticos y Sajones se sienten lo bastante fuertes para lanzar una oleada turística en el interior de la isla, sin que los galorromanos puedan pararlos.
Aprovechando la falta de vigilancia de las costas,
arribaron nuevas hordas bárbaras de Anglos y Sajones,
que se asentaron a placer mientras en el interior los
Britanos luchaban por su supervivencia contra Aelle.
Éstos nuevos invasores atacarían al siglo siguiente
y ocuparían gran parte de la devastada isla.
En la última y mayor incursión, Aelle conduce a sus Sajones y a las tropas de Kent hasta Bath y devasta los alrededores, siendo encarados por las tropas del rey local. La lucha es muy dura, los Sajones cargan contra la masa de infantería galesa sin llegar a romperla, estancándose la batalla durante horas.
Finalmente los Galeses pierden terreno poco a poco.
La batalla continúa en los muros de la urbe sin que los sajones puedan penetrar. En plena lucha, sorpresivamente los Sajones son atacados por la espalda por un enorme ejército británico. Atrapados entre Bath y la masa militar bretona, los sajones son masacrados.
Probablemente Aelle murió en la batalla.
Tras la victoria, los británicos se retiran a sus comarcas y el ataque a los indefensos asentamientos Sajones no llega.
CONSECUENCIAS
El poder britano queda gravemente dañado tras esta ola, las ciudades devastadas; muchas son abandonadas por emplazamientos mas seguros, pero se pierden los mejores focos de romanización.
Las tierras abandonadas son ocupadas por nuevos colonos sajones en el siglo siguiente.
Segunda oleada turística
Britania está casi despoblada. En el año 550, lleva un siglo aislada del papado, que ha desarrollado costumbres nuevas ajenas a las tradiciones célticas.
La romanidad ha decaído lentamente, tras haberse cortado las comunicaciones con Europa y a medida que las ciudades occidentales eran abandonadas a los nuevos colonizadores sajones llegados de forma pacífica.
Procopio afirma que,a mediados del siglo VI, Gran Bretaña estaba habitada por tres razas: Anglos, Frisones, y Británicos, cada uno gobernado por su propio rey. Cada raza fue tan prolífica que envió grandes cantidades de personas cada año a los francos, quienes sembraron en despobladas regiones de su territorio. Escrito en el mediados del siglo VI.
Según Gildas, cinco « Tiranos » reinan sobre Inglaterra en esta época :
- Constantino (Cystennin) de Dumnonia reina a partir de 542 sur Domnonia.
- Aurelius Coninus (Cynan Wledig) Conomore de Domnonées (de Poher) (540 à 555) Indigno de ser descendiente de Aurélius Ambrosianus según Gildas (nótese que Gildas vient de placer le nom d’un gallo-romain héros de la Bretagne dont l’histoire fut effacée).
- Cyngen Glodrydd de Powys (500 à 530) (« El perro » según Gildas que le acusa de mantener la guerra civil en Bretaña).
- Vortipor (Gwrtefyr) (515-540) Une pierre commémorative fut trouvée avec le nom de Votiporix à Castell Dwyran. (Fils débauché d’un bon roi…comme un léopard tacheté… selon Gildas)
- Magoclunus the Gwynedd Príncipe indigno de la corona según Gildas.
Nuevas colonias Sajonas
Britania goza de medio siglo de relativa calma, las ciudades orientales están abandonadas desde la Primera oleada turística, a menudo rodeadas de colonias sajonas, y los reinos célticos prosperan en las lejanas comarcas de Gales y Dumnonia. En el norte, los reinos del Muro perviven encerrados en sí mismos ajenos a sus vecinos del sur. Aunque los colonizadores Sajones, llegados tras la derrota de Aelle, anidan en las tierras abandonadas de la costa, no inquietan seriamente a los Britanos, más preocupados en derrocar a los reinos vecinos o usurpar tronos. Esta inactividad relaja la disciplina y unión de medio siglo atrás, y será fatal para el devenir de la comunidad.
El Rey más poderoso de Britania, Maelgwn Gwynned, ha muerto de una epidemia de peste que desola especialmente a los indígenas, y los nuevos Sajones, más fuertes que nunca, tensan los músculos para saltar sobre la Isla.
La segunda gran oleada turística, la que provocó la verdadera ruina de Britania, comenzó en 552 con la caída de Old Sarum a manos de los Sajones del oeste, llegados poco después de Badón, y posterior Saqueo del sur de Gales, llegando tan lejos como al reino central de Powys, donde en más de una ocasión derrotaron a sus reyes, mientras miles de personas buscan refugio en Cornualles y Gales.
Finalmente los Britanos ofrecieron batalla, y con un ejército que contenía todavía algunos principios de la estrategia romana, rechazaron a los sajones hasta sus bases.
Los envalentonados Britanos dirigen ahora sus armas contra los Anglos que tratan de abrirse paso en el centro de la isla, y les ponen en tal aprieto, que éstos deben llamar a los Sajones para evitar su aniquilación.
Una expedición de socorro es mandada por parte de estos sajones y ayuda a sus vecinos Anglos a derrotar a los britanos en Bedford en 571, cayendo las ciudades centrales (y más romanizadas), de la isla. Es el principio del fin.
En 577 ocurre un desastre que hace la reconquista irrealizable: los sajones derrotan a los Galeses cerca de Badth matando a tres reyes en la batalla, y se adueñan de tres aglomeraciones romanas, alcanzando permanentemente el océano occidental.
Batalla de Deorham - Wikipedia, la enciclopedia libre
Y Cornualles queda aislada, existiendo todavía el contacto con Gales a través del mar.
Cuenta la tradición, que recoge el Venerable Beda (Historia Ecclesiastica, lib. 11, cap. 1), que Gregorio, antes de ser papa, concibió la idea de ir a predicar a Inglaterra cuando vio en el mercado de Roma a unos esclavos, jóvenes rubios, que más bien le parecieron ángeles que anglos, como le dijeron que se llamaban, y le dio mucha pena saber que estas gentes eran paganas.
En el 594, Aethelbert reina en el ya consolidado reino de Kent (Annales Cambriae).(Oficialmente, esposa, tal vez antes de su subida al trono, a una princesa merovingia, Bertha, hija el rey de París Caribert aliándose así al más potente reino de Europa Occidental).
Es quizá por la influencia de Bertha que incita al papa Gregorio I a enviar al monje Agustín a evangelizar la Gran Bretaña. Agustin llega a Kent en 597 a la cabeza de la mision gregoriana. Poco tiempo después, Æthelberht recibe el bautismo; varias iglesias son fundadas y las conversiones masivas al cristianismo romano comienzan en su reino.
No por casualidad la herejía pelagiana pervivía entre muchos britanos, y tal vez eso explica la frialdad en las relaciones entre galeses y el clero romano, además de su negativa en participar en la evangelización de los Sajones.
La guerra en el Norte
En el norte de la isla, un contingente de Anglos liderado por el caudillo Ida, hacia el 547, emprendió una dura lucha contra los Bretones que se prolongaría durante trece años, en los cuales el bárbaro se ganó el nombre, por su costumbre de quemar aldeas, de "incendiario".
Este joven reino llamado Bernicia, retrocedió ante la ofensiva de Urien, rey de Rheged, y sus aliados, quien mató en un encuentro al hijo y sucesor de Ida y, finalmente, sitió a los Anglos durante tres días y tres noches en su último reducto en Lindisfarne, siendo asesinado en medio de estas opeaciones bélicas hacia el 579...
Tras el asesinato del líder, los reyes aliados evacuaron el campo; la liga de los bretones del norte se rompe, y los Anglos pueden emprender la ofensiva; asociándose con los Pictos escoceses. A finales del siglo VI los reyes Bretones se reúnen en la fortaleza de Cathraeth, cerca del Muro de Antonino, para renovar su alianza y planificar una ofensiva contra los bárbaros. Pero éstos sabían de la reunión, y se dirigieron a su encuentro con una inmensa armada, comandada por el rey de los Pictos. El choque dura siete días; al principio las probabilidades estaban constantemente en el lado de los bretones. En una de sus salidas los galeses mataron al rey pìcto. Pero entonces, el éxito entusiasta, que los domina, les hicieron olvidar cautela y circunspección, las principales cualidades de todo buen soldado, y dentro de la fortaleza comenzaron a cantar, beber y deleitarse. Entonces el enemigo, aprovechando su descuido y la intemperancia, los atacaron por la noche e hicieron una matanza. Los bárbaros dan el pasaporte a los últimos Bretones sobre las ruinas de Catraeth el séptimo día y la batalla acaba. La caída de Goddoddin, ya reducida por campañas anteriores, y los demás reinos a ambos lados del Muro de Adriano, es irreversible.
Los bretones hacen una salida durante la batalla de cathraeth.
El encuentro duró siete días.
Último duelo entre los Bretones y los Anglos
Bajo el rey Etelfrido los Anglos prosiguen la ofensiva con grandes éxitos reduciendo a lo que quedaba de los reinos britanos en el norte.
Después, entre los años 613 y 616, Etelfrido atacó el reino galés de Powys derrotando a su ejército en la Batalla de Chester. En dicha batalla murió el rey de Powys, Selyf Sarffgadau y otro —poco conocido— llamado Cetula. Y de paso ordenó una masacre de alrededor 1,200 monjes, porque estuvieron rezando a favor de los britanos. Según Beda, sólo escaparon, aproximadamente, cincuenta. La victoria de Etelfrido tuvo un importante efecto estratégico pues consiguió la ruptura entre los britanos de Gales y los del norte de Britania.
batalla de Chester
Un posterior contraataque del último rey galés Cadwallón, aliado al rey Anglo Penda, destrozó a los Northumbrios en la batalla de Hatfield Chase en el año 633 llevando ruptura de su reino en los subreinos de Deira y Bernicia. El territorio quedó expuesto a la devastación del ejército de Cadwallon.
Esta victoria fue breve, y pronto los Northumbrios retomaron la iniciativa derrotando a los Galeses y entrando en guerra con Penda.
Su imposibilidad de doblegarlos, demostró que éstos habían enraizado con enorme fuerza en su ya nueva tierra, y su cristianización los confirmó como el reino más potente de la isla.
Por estas fechas, con casi todas ciudades en manos del nuevo amo de Britania, y con la luz de cada vez testimonios escritos, Britania sale de la Edad Oscura como una isla germana.
Dado que el rápido declive del latín británico e idea de comunión con el Imperio, está unida a la conquista sajona, que hace caer las ciudades y focos de civilización, la historia de su decadencia está vinculada a sus hechos en armas.
Tras la partida romana de Britania, los Frisios, Jutos y Sajones intensificaron sus incursiones en la islas británica, llegando en ocasiones hasta Irlanda. Al tiempo que saqueadores pictos e irlandeses recorrían el interior de la isla.
Jefe de guerra Sajón
Los sajones consolidaron con el tiempo, sus posiciones en la costa.
Muchos años después dos grandes guerras sajonas sembraron el terror y despoblaron la mitad occidental de Britania y empujó a los supervivientes a las zonas montañosas y colonizadas por irlandeses, donde si bien olvidaron sus usos y costumbres latinos, no olvidaron que ellos fueron los amos de Britania.
La primera guerra sajona, fue desatada por los líderes Hengest y Horsa, mercenarios rebelados contra el rey celta Vortigern, y arrasó toda la isla durante años antes de ser contenida, uniéndose en medio de esta desolación las bandas de Aelle de Sussex; ambos fueron aplastados en Badón y paralizado el avance de los piratas, de ahora en adelante acantonados en Kent y Sussex;
Reino retenido por los Sajones de Kent
Una vez eliminada la amenaza, los bretones volvieron a la hogares y abandonaron las inseguras costas a su suerte, donde llegaron nuevas hordas de Anglos y Sajones "del Oeste" los que participarían en la segunda guerra.
La segunda oleada turística tuvo por actores a los Anglos, en el norte de la isla, y los "Sajones del Oeste", llegados ambos durante los disturbios de la primera revuelta. La rebelión de ambos, que provocó la caída de Britania, comenzó en 552 con la caída de Old Sarum y posterior saqueo del sur de Gales, y la fundación, tras muchas batallas, de Bernicia, que amenazó seriamente el reino de Goddoddin y promovió su caída:
Britania tras la partida romana
El progresivo despoblamiento de Britania comenzó a finales del siglo IV cuando Máximo, general hispano destacado en la isla, invadió el Imperio con gran parte de la juventud britana para hacerse con el poder, debilitando seriamente las defensas de la isla, aunque fundó, al parecer, una dinastía en Gales.
Tras algunos éxitos, el hispano fue derrotado por Teodosio emperador de oriente y la isla apenas volvió a la órbita romana.
La evacuación de la isla comenzó hacia el 406. En el 409 los britanos, juzgando inútil pagar impuestos a una administración que no los protegía, echó a los funcionarios romanos de las ciudades y se gobernaron según sus costumbres nacionales.
Quedaron algunos destacamentos romanos en el sur de la provincia hasta el año 419.
El alejamiento definitivo de Roma, favoreció la pervivencia de la herejía pelagiana, y la separación de la iglesia celta y romana, causa de posteriores fricciones con el Papado.
Para cuando las legiones reembarcaron, Britania llevaba casi un siglo defendiéndose de incursiones de ultramar, por parte de Sajones, Frisones y Jutos mayormente, y de los Pictos e Irlandeses en su propio suelo. Éstas se volvieron incontrolables tras la evacuación romana.
Aunque los Britanos lograban defenderse de los invasores, a menudo solicitaban auxilio a los Romanos por su desesperada situación, la última vez en una famosa carta a Aecio.
carta dijo:Oh Aetius, tres veces cónsul, escucha los gemidos de los Britanos; los bárbaros nos conducen al mar, el mar nos trae a los bárbaros; tenemos estas dos formas de morir, seremos masacrados o ahogados.
Poco después asumió el liderazgo de los britanos el rey celta Vortigern, que no contaba con muchas simpatías.
Llegada de los piratas a Thanet
Las carencias de los britanos en el arte de la guerra los indujo a contratar mercenarios, los primeros de los cuales fueron Hengist y Horsa, piratas Jutos llegados a la Isla en un naufragio con sus hombres, hacia el 449.
Los Jutos y sus piratas fueron asentados en la islita de Thanet, en Kent, desde donde recibirían refuerzos de Germania, y empleados en las guerras contra los Pictos.
Rebelión de los Sajones
Cuando los jefes Jutos Hengest y Horsa, vencieron a los pictos en dos batallas y los expulsaron al norte del Muro, percibieron la debilidad de los Britanos, empezaron a traer refuerzos, exigir nuevas tierras en Kent y más suministros suministros.
Se dice que un bello día, alegando impagos, se rebelaron contra su patrón el Vortigern, devastando sin oposición el Sur del país.
Las bandas de guerra sajonas recorrían las provincias y sembraban el fuego y la destrucción en todas las comarcas. Las granjas y las ciudades eran pilladas e incendiadas, las ciudades saqueadas. Los hombres eran masacrados, las mujeres forzadas y asesinadas, o con sus hijos, esclavizadas. Estos sajones paganos sentían adversión por los lugares de culto cristianos: las iglesias eran quemadas, sus monjes masacrados, sus altares pisoteados.
Desolación de Britania por los Sajones
Gildas dijo:Pues el fuego... se extendió de costa a costa, avivado por las manos de nuestros enemigos en el Este, y no cesó, hasta que destruyó todas las ciudades y tierras cercanas, alcanzó el otro lado de la isla y hundió su lengua roja y salvaje en el océano occidental. En estos asaltos... todas las columnas cayeron por los golpes del ariete, todos los granjeros se pusieron en fuga, junto con sus obispos, sacerdotes y el pueblo, mientras la espada relucía y las llamas ardían en torno a ellos por todos lados. Era lamentable contemplar, en el medio de las calles yacían lo alto de las torres, abatidas hasta el suelo, piedras de altos muros, altares sagrados, fragmentos de cuerpos humanos, cubiertos con ropas lívidas de sangre coagulada, que parecían haber sido apretados todos juntos en una prensa; y sin ninguna posibilidad de ser enterrados, excepto en las ruinas de las casas, o en los estómagos hambrientos de las bestias salvajes y las aves; con reverencia ha de hablarse de sus almas santas, sí, de hecho, hubo muchos que fueron llevados entonces al santo cielo por los santos ángeles... Algunos, por lo tanto, de los perversoss que quedaron, llevados a las montañas, fueron asesinados en gran número; otros, constreñidos por el hambre, se entregaron a la esclavitud para siempre en manos de sus enemigos, corriendo el riesgo de que los mataran inmediatamente, lo que de verdad era un gran favor que podía hacérseles: otros marcharon más allá de los mares con altas lamentaciones en lugar de la voz de la exhortación... Otros, comprometiendo la salvaguarda de sus vidas, que estaban en continuo riesgo, aún permanecieron en su país, marchando a las montañas, precipicios, los bosques densos y a las rocas del mar (aunque con corazones temblorosos).
En esta época empezó el éxodo de refugiados a la Bretaña peninsular....
... Y Galicia
Los supervivientes Bretones se reorganizaron y contraatacaron: empieza una sucesión de batallas en la que los bárbaros perdieron poco a poco terreno, retrocediendo a sus bases en Kent. Esta guerra fue avivada por la llegada las bandas de Aelle de Sussex, que ganaron posiciones al sur del Cantium; ambas tribus fueron aplastados en Badón y paralizado el avance de los piratas, de ahora en adelante acantonados en Kent y Sussex;
Batallas:
- Ayslesford,
- Crayford
- Wyppedsfleet
- Asedio de Anderida
- Badón
Aylesford, fue una batalla de extrema ferocidad que debilitó ambos bandos; pero los Sajones retuvieron Kent:
Crayford, 457.
Batalla muy sangrienta; los Sajones, inferiores en número, pierden terreno, pese a provocar cuantiosas bajas. Los supervivientes Britanos, incapaces de doblegar a la falange sajona, huyen a Londres. Vortimer, hijo de Vortigern, queda herido y el liderazgo bretón pasa a un romano de nombre Ambrosio Aureliano.
Ruinas de Canterbury
Los Britanos contraatacan: Batalla de Wyppedsfleet
Los Sajones combaten con las embarcaciones en las que llegaron a sus espaldas; con reclutas recientemente llegados de Germania; se luchó durante muchas horas con una ferocidad inimaginable entre ambas partes, cayendo muchos cuerpos hasta quedar dos grupos diezmados de rivales. La caída del caballo un jefe Bretón y sus compañeros durante la carga final, es un contratiempo que deja acéfalo el ejército británico, incapaz dar el golpe de gracia. Los supervivientes bretones huyen y dejan miles de cadáveres.
Pero los Sajones han sufrido tantas bajas que no pueden perseguirlos.
Durante varios años permanecen inactivos en Tanet, recibiendo refuerzos para recuperar sus filas..
Æelle y el asedio de Anderida
En el año 465 los recobrados Sajones de Kent rompen su aislamiento en Thanet y rápidamente reocupan Kent. Habiendo los pobladores bretones huido o desaparecido durante el terror sajón y la ocupación, los invasores germánicos se infiltran en la regíón desde hace años. Entonces, Hengist retoma formalmente la posesión de los territorios que le fueron acordados antes por Vortirgern.
Gildas nos dice:
« Desde entonces, la victoria oscilaba entre nuestros compatriotas y nuestros enemigos... Esto dura hasta el año del asedio de la Colina de Badón, ciertamente la última derrota del invasor pero no la menor. »
Poco después, en el año 477, otro líder bárbaro, Ælle y tres de sus hijos desembarcan en el sur de la Isla, abiertamente como invasores, y son rodeados por los britanos en las playas. La guerra tras*curre sin grandes progresos y los piratas llaman a nuevas tropas para segurar sus posiciones. Finalmente logran acercarse al Bosque y ciudadela de Anderida, antaño una fortaleza romana que formaba parte del Litus Saxonicum, que ponen bajo asedio.
Derrota masiva de Ælle en Badón
Ælle bloquea el ejército defensor en el Bosque, mientras otro ejército sajón sitia la Ciudad, que desasistida cae. Los Bretones son pasados por el filo de la espada.
Esta acción le vale al sajón el título de Bretwalda, o rey supremo de los sajones, siendo reconocido por todos como su líder.
Pero la resistencia britana continúa.
Ante el debilitamiento de los britanos, hacia el 496, Kénticos y Sajones se sienten lo bastante fuertes para lanzar una oleada turística en el interior de la isla, sin que los galorromanos puedan pararlos.
Aprovechando la falta de vigilancia de las costas,
arribaron nuevas hordas bárbaras de Anglos y Sajones,
que se asentaron a placer mientras en el interior los
Britanos luchaban por su supervivencia contra Aelle.
Éstos nuevos invasores atacarían al siglo siguiente
y ocuparían gran parte de la devastada isla.
En la última y mayor incursión, Aelle conduce a sus Sajones y a las tropas de Kent hasta Bath y devasta los alrededores, siendo encarados por las tropas del rey local. La lucha es muy dura, los Sajones cargan contra la masa de infantería galesa sin llegar a romperla, estancándose la batalla durante horas.
Finalmente los Galeses pierden terreno poco a poco.
La batalla continúa en los muros de la urbe sin que los sajones puedan penetrar. En plena lucha, sorpresivamente los Sajones son atacados por la espalda por un enorme ejército británico. Atrapados entre Bath y la masa militar bretona, los sajones son masacrados.
Probablemente Aelle murió en la batalla.
Tras la victoria, los británicos se retiran a sus comarcas y el ataque a los indefensos asentamientos Sajones no llega.
CONSECUENCIAS
El poder britano queda gravemente dañado tras esta ola, las ciudades devastadas; muchas son abandonadas por emplazamientos mas seguros, pero se pierden los mejores focos de romanización.
Las tierras abandonadas son ocupadas por nuevos colonos sajones en el siglo siguiente.
Segunda oleada turística
Panorama
Britania está casi despoblada. En el año 550, lleva un siglo aislada del papado, que ha desarrollado costumbres nuevas ajenas a las tradiciones célticas.
La romanidad ha decaído lentamente, tras haberse cortado las comunicaciones con Europa y a medida que las ciudades occidentales eran abandonadas a los nuevos colonizadores sajones llegados de forma pacífica.
Procopio afirma que,a mediados del siglo VI, Gran Bretaña estaba habitada por tres razas: Anglos, Frisones, y Británicos, cada uno gobernado por su propio rey. Cada raza fue tan prolífica que envió grandes cantidades de personas cada año a los francos, quienes sembraron en despobladas regiones de su territorio. Escrito en el mediados del siglo VI.
Según Gildas, cinco « Tiranos » reinan sobre Inglaterra en esta época :
- Constantino (Cystennin) de Dumnonia reina a partir de 542 sur Domnonia.
- Aurelius Coninus (Cynan Wledig) Conomore de Domnonées (de Poher) (540 à 555) Indigno de ser descendiente de Aurélius Ambrosianus según Gildas (nótese que Gildas vient de placer le nom d’un gallo-romain héros de la Bretagne dont l’histoire fut effacée).
- Cyngen Glodrydd de Powys (500 à 530) (« El perro » según Gildas que le acusa de mantener la guerra civil en Bretaña).
- Vortipor (Gwrtefyr) (515-540) Une pierre commémorative fut trouvée avec le nom de Votiporix à Castell Dwyran. (Fils débauché d’un bon roi…comme un léopard tacheté… selon Gildas)
- Magoclunus the Gwynedd Príncipe indigno de la corona según Gildas.
Nuevas colonias Sajonas
Britania goza de medio siglo de relativa calma, las ciudades orientales están abandonadas desde la Primera oleada turística, a menudo rodeadas de colonias sajonas, y los reinos célticos prosperan en las lejanas comarcas de Gales y Dumnonia. En el norte, los reinos del Muro perviven encerrados en sí mismos ajenos a sus vecinos del sur. Aunque los colonizadores Sajones, llegados tras la derrota de Aelle, anidan en las tierras abandonadas de la costa, no inquietan seriamente a los Britanos, más preocupados en derrocar a los reinos vecinos o usurpar tronos. Esta inactividad relaja la disciplina y unión de medio siglo atrás, y será fatal para el devenir de la comunidad.
El Rey más poderoso de Britania, Maelgwn Gwynned, ha muerto de una epidemia de peste que desola especialmente a los indígenas, y los nuevos Sajones, más fuertes que nunca, tensan los músculos para saltar sobre la Isla.
Segunda rebelión
La segunda gran oleada turística, la que provocó la verdadera ruina de Britania, comenzó en 552 con la caída de Old Sarum a manos de los Sajones del oeste, llegados poco después de Badón, y posterior Saqueo del sur de Gales, llegando tan lejos como al reino central de Powys, donde en más de una ocasión derrotaron a sus reyes, mientras miles de personas buscan refugio en Cornualles y Gales.
Finalmente los Britanos ofrecieron batalla, y con un ejército que contenía todavía algunos principios de la estrategia romana, rechazaron a los sajones hasta sus bases.
Los envalentonados Britanos dirigen ahora sus armas contra los Anglos que tratan de abrirse paso en el centro de la isla, y les ponen en tal aprieto, que éstos deben llamar a los Sajones para evitar su aniquilación.
Una expedición de socorro es mandada por parte de estos sajones y ayuda a sus vecinos Anglos a derrotar a los britanos en Bedford en 571, cayendo las ciudades centrales (y más romanizadas), de la isla. Es el principio del fin.
En 577 ocurre un desastre que hace la reconquista irrealizable: los sajones derrotan a los Galeses cerca de Badth matando a tres reyes en la batalla, y se adueñan de tres aglomeraciones romanas, alcanzando permanentemente el océano occidental.
Batalla de Deorham - Wikipedia, la enciclopedia libre
Y Cornualles queda aislada, existiendo todavía el contacto con Gales a través del mar.
Evangelización de los sajones. Roma abandona a los Britanos
Cuenta la tradición, que recoge el Venerable Beda (Historia Ecclesiastica, lib. 11, cap. 1), que Gregorio, antes de ser papa, concibió la idea de ir a predicar a Inglaterra cuando vio en el mercado de Roma a unos esclavos, jóvenes rubios, que más bien le parecieron ángeles que anglos, como le dijeron que se llamaban, y le dio mucha pena saber que estas gentes eran paganas.
En el 594, Aethelbert reina en el ya consolidado reino de Kent (Annales Cambriae).(Oficialmente, esposa, tal vez antes de su subida al trono, a una princesa merovingia, Bertha, hija el rey de París Caribert aliándose así al más potente reino de Europa Occidental).
Es quizá por la influencia de Bertha que incita al papa Gregorio I a enviar al monje Agustín a evangelizar la Gran Bretaña. Agustin llega a Kent en 597 a la cabeza de la mision gregoriana. Poco tiempo después, Æthelberht recibe el bautismo; varias iglesias son fundadas y las conversiones masivas al cristianismo romano comienzan en su reino.
No por casualidad la herejía pelagiana pervivía entre muchos britanos, y tal vez eso explica la frialdad en las relaciones entre galeses y el clero romano, además de su negativa en participar en la evangelización de los Sajones.
La guerra en el Norte
En el norte de la isla, un contingente de Anglos liderado por el caudillo Ida, hacia el 547, emprendió una dura lucha contra los Bretones que se prolongaría durante trece años, en los cuales el bárbaro se ganó el nombre, por su costumbre de quemar aldeas, de "incendiario".
Este joven reino llamado Bernicia, retrocedió ante la ofensiva de Urien, rey de Rheged, y sus aliados, quien mató en un encuentro al hijo y sucesor de Ida y, finalmente, sitió a los Anglos durante tres días y tres noches en su último reducto en Lindisfarne, siendo asesinado en medio de estas opeaciones bélicas hacia el 579...
El asedio de Kaltraez
Tras el asesinato del líder, los reyes aliados evacuaron el campo; la liga de los bretones del norte se rompe, y los Anglos pueden emprender la ofensiva; asociándose con los Pictos escoceses. A finales del siglo VI los reyes Bretones se reúnen en la fortaleza de Cathraeth, cerca del Muro de Antonino, para renovar su alianza y planificar una ofensiva contra los bárbaros. Pero éstos sabían de la reunión, y se dirigieron a su encuentro con una inmensa armada, comandada por el rey de los Pictos. El choque dura siete días; al principio las probabilidades estaban constantemente en el lado de los bretones. En una de sus salidas los galeses mataron al rey pìcto. Pero entonces, el éxito entusiasta, que los domina, les hicieron olvidar cautela y circunspección, las principales cualidades de todo buen soldado, y dentro de la fortaleza comenzaron a cantar, beber y deleitarse. Entonces el enemigo, aprovechando su descuido y la intemperancia, los atacaron por la noche e hicieron una matanza. Los bárbaros dan el pasaporte a los últimos Bretones sobre las ruinas de Catraeth el séptimo día y la batalla acaba. La caída de Goddoddin, ya reducida por campañas anteriores, y los demás reinos a ambos lados del Muro de Adriano, es irreversible.
Los bretones hacen una salida durante la batalla de cathraeth.
El encuentro duró siete días.
Último duelo entre los Bretones y los Anglos
Bajo el rey Etelfrido los Anglos prosiguen la ofensiva con grandes éxitos reduciendo a lo que quedaba de los reinos britanos en el norte.
Después, entre los años 613 y 616, Etelfrido atacó el reino galés de Powys derrotando a su ejército en la Batalla de Chester. En dicha batalla murió el rey de Powys, Selyf Sarffgadau y otro —poco conocido— llamado Cetula. Y de paso ordenó una masacre de alrededor 1,200 monjes, porque estuvieron rezando a favor de los britanos. Según Beda, sólo escaparon, aproximadamente, cincuenta. La victoria de Etelfrido tuvo un importante efecto estratégico pues consiguió la ruptura entre los britanos de Gales y los del norte de Britania.
batalla de Chester
Un posterior contraataque del último rey galés Cadwallón, aliado al rey Anglo Penda, destrozó a los Northumbrios en la batalla de Hatfield Chase en el año 633 llevando ruptura de su reino en los subreinos de Deira y Bernicia. El territorio quedó expuesto a la devastación del ejército de Cadwallon.
Esta victoria fue breve, y pronto los Northumbrios retomaron la iniciativa derrotando a los Galeses y entrando en guerra con Penda.
Su imposibilidad de doblegarlos, demostró que éstos habían enraizado con enorme fuerza en su ya nueva tierra, y su cristianización los confirmó como el reino más potente de la isla.
Por estas fechas, con casi todas ciudades en manos del nuevo amo de Britania, y con la luz de cada vez testimonios escritos, Britania sale de la Edad Oscura como una isla germana.
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