De capitanes y de peces muertos , mareas nacionalistas en Catalunya

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De capitanes y de peces muertos , mareas nacionalistas en Catalunya
per De capitanes y de peces muertos , mareas nacionalistas en Catalunya 26 set 2017

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Sobre la actitud anarquista frente al proceso

Quizás muchos vimos este proceso como un gran circo que fracasaría a la vuelta de la esquina, quizás subestimamos el efecto que produciría en la sociedad y no le dimos relevancia, ya que hace unos meses para muchxs anarquistas estaba claro que la democracia, tenga la bandera que tenga, es sólo un muro más para desmantelar en el camino de la autogestión de nuestras vidas, en el sucio y contradictorio camino que nos llevaría a la libertad, y por ende, al enfrentamiento con los falsos críticos y las fuerzas que defienden el orden.
Es evidente que poca tinta se ha dejado en la calle en propaganda cuestionando o poniendo nuestra perspectiva de cara a este proceso, las razones las sabrá cada individuo y cada colectivo.
Así que de nada vale llevarse las manos a la cabeza o señalar con el dedo al “Movimiento anarquista” de Catalunya (si es que existe ésto de forma orgánica y total) y culparlo de irresponsable frente a esta realidad. Repito: cada individuo y cada colectivo es responsable de sus actos en el caso de que ahora lo vea como un fallo estratégico.

Anarquistas a votar!

Parece que muchxs “compañerxs”, en el letargo de las dinámicas en las que vivimos, se olvidaron de las bases del anarquismo.
Hago referencia a esto porque algunas de las bases teórico/prácticas son el internacionalismo como antagonismo a las fronteras y a los nacionalismos, el cuestionamiento a la autoridad de los estados y a lxs políticos como los gestores del capital. El mercado a nivel mundial como la verdadera voluntad por las cuales la sociedades actuales siguen el pulso de la lógica capitalista con ritmo militar, ya sea a través de eleciones democráticas o de golpes de estado.

Nada aportaría si comenzara a describir el funcionamiento del sistema democrático, pero sí que me interesa no dejar de lado que es el sistema de gobierno mas útil al capitalismo; un sistema en el cual sus súbditos (sus gobernadxs) no sienten el peso de su esclavitud por lo tanto la lucha por su libertad se hace poco evidente, ya que estos ya se sienten libres. El discurso dominante en la sociedad democrático-capitalista es el de : “ Se libre! Siente! Experimenta!” y claro “consume y elige”. La democracia y el circo electoral coinciden perfectamente con esta filosofía del capitalismo actual.

La perversión se cierra con una libertad de elección limitada por una selva de legalidad rodeada de cordones policiales que marcan el límite de la supervivencia y la vida.
Las montañas de papeletas y la lógica de la legalidad, son unas de las bases para mantener esta sociedad de élite o clases sociales que controlan económica-filosófica y políticamente al gobernadx.
El acto del sufragio universal tiene por un lado una lectura política en cuanto a número de gobernadxs que aceptan ese sistema.

La estadística de la cantidad de votantes no es sólo un número que engrosa a determinado partido o propuesta, sino que es una lectura de la conformidad con la que la democracia se ve fortificada.
Existe el voto “consciente” (el sujeto que entiende esto) y el del ciudadano demócrata , que cree que esa falsa elección lo hace libre.
Pero estas dos formas de interpretar este hecho solo refuerzan los porcentajes finales del número de votantes, refuerzan la hipocresía del sistema, refuerza la perversión de la ilusión por la cual el votante siente que cambia algo, en ese tramite por el cual el siente que deposita en la urna una cuota de poder tras*formador.
El control institucional , la represión policial y las cárceles son parte fundamental de las democracias tanto de izquierda como de derechas, ya que la propiedad privada no se cuestiona venga de donde venga.
Los cordones de miles de personas que circundan las ciudades en la completa marginalidad material y cultural y los millones de marginados que gravitan en torno a las grandes potencias económicas también son necesarios para la estabilidad del capitalismo y la democracia. El paraíso ofrecido tiene un coste: el de exprimir y contaminar tierras fuera del orden de los estados y el de necesitar a estas personas para mantener estable la ley de oferta y demanda, en entre otras cosas.

Cuando se abre la aparente ventana de la libertad y la tapamos con un voto de éste u otro partido, de sí o no, en vez de ofrecer actos de dignidad fuera de sus tiempos políticos, también reforzamos el entramado de control y asesinato de los que no poseemos la propiedad, de los que decidieron quebrar la noria de la libertad democrática.
Ahora bien, ¿cómo un individuo consciente de todo esto decide que el voto hoy es un acto de desobediencia o parte de un supuesto cambio radical, sin mas?

No se trata aquí de hablar de purismo anarquista, ya que no existe esto en ningún conjunto de ideas o de “ismos”, nadie está fuera de la incoherencia, ya que vivimos en la incoherencia: caerán la mayoría de las incoherencias políticas cuando caiga el capital y sus formas de gestión que tiene el estado (democracia , dictadura , etc), cuando se recupere la propiedad negada, la propiedad privada, cuando no exista una élite que controle a otrxs.

Pero esto no justifica todo, vivir en la incoherencia nos hace que elijamos qué incoherencia decidimos soportar y cual no. Es desde aquí, que se puede hablar de una ética y una estrategia, es decir, un pensamiento y una práctica inseparables, el norte en la tormenta de los acontecimientos por los cuales somos atravesadxs constantemente.

El votar para un anarquista no es una falta a la santa iglesia de la anarquía, sino que sólo revela la falta de análisis de la realidad por un lado, y por otro, la falta de profundidad de análisis colectivo e individual de las bases de las ideas anarquistas y a las lecturas que deja la historia con lo referente a luchas de carácter nacional.

Votar no es una incoherencia, es una elección política y con más peso si se trata de personas que entienden lo que esto significa.
Nuestro ego no acepta las contradicciones, asi que busca justificaciones a nuestros actos de todo tipo. En estos días se escuchan justificaciones de sujetxs que se dicen anarquistas de lo más variadas y “divertidas”, pero ninguna soporta la critica a la democracia como sistema de mantenimiento de la lógica del régimen actual.

El terremoto del nacionalismo ha movilizado el cuestionamiento de las ideas anarquistas, sobre todo a los anarquistas nacidos en Catalunya, muchxs decepcionados de lo que hace meses daban como un pilar más en su ética. Otrxs, simplemente haciendo odios sordos a sus críticas y dejándose arrastrar por la marea de sentimientos que estaban dormidos e inculcados desde la infancia por la cultura de donde han crecido. El nacionalismo en el fondo es una pasión y frente a una pasión no hay crítica racional o lectura histórica que pueda.







Conflicto nacionalista como salida del conflicto social

El crecimiento exponencial del nacionalismo catalán tiene una raíz muy cercana, a pesar de que el conflicto sobre la independencia de Catalunya tiene varios años. La derecha catalana ha sido lo suficientemente hábil para pacificar las protestas y el descontento generalizado a causa de la llamada “crisis” y tras*formarlo en un conflicto que ya no se resuelve en la calle, sino que lo resuelven aquellas fuerzas políticas y instituciones que hace unos años eran cuestionadas. Estas fuerzas políticas hoy proponen algo real, concreto, poco “ideologizado” y positivo: votar como forma de lucha.

Las grandes movilizaciones de protesta en Catalunya ponían el foco en el cuestionamiento a los bancos, al capitalismo, a lxs políticxs y enpresarixs que se vieron favorecidxs en los vaciamientos de las arcas “públicas”. Con consecuencias penosas para la población : imposibilidad de pagas de hipotecas, desahucios, despidos , más precarización laboral, suicidios de personas que se vieron desbordadas por esta situación, etc.
Las movilizaciones pasaron de tener un componente de ataque simbólico a las entidades gestoras de la miseria social a formar figuras en las calles de Barcelona (por ejemplo la gran “V” o la gran”X”) pensadas para ser fotografiadas desde el aire, todo marcado en un ambiente lúdico, festivo y nacionalista, es decir: cero manifestación del conflicto social en el cual vivimos.

Las manifestaciones masivas ahora están rociadas con un espíritu de “rebeldía”. El discurso (por decirlo de una forma acotada) de “clase” desaparece y el responsable de todo pasa a estar lejos de nosotros: es decir, cala el discurso del imperialismo español.
Es un golpe maestro: por un lado se refuerza la idea del enemigo externo (trayendo a acotación imágenes del 36), donde se refuerza la idea de la víctima heroica, “España nos oprime”; por otro lado, se refuerza el nacionalismo catalán y la burguesía catalana queda intacta. Todo, con un solo movimiento.


La derecha no tuvo ningún problema en sacar este manotazo de ahogados, no porque el capitalismo en Catalunya fuera a caer, sino porque de todo este descontento social observó que otros partidos nuevos ya estaban sacando provecho. La derecha necesitaba una salida y la encontró a través de acercarse discursivamente a su antagónico en el manejo del poder: la dispar izquierda catalana, el ideal de unidad y de nación-estado emergente.

Así, antes el ser independentista era casi asociado a la radicalidad de izquierda y hoy pretende ser un clamor popular, tanto de derechas nacionalistas como de izquierdas “radicales”, que nos han demostrado ya cuales son sus tablas de prioridades, en cuanto a medios y fines se trata.
La CUP es el partido que se jacta de llevar a cabo la democracia directa a nivel de su interna: no hay más que ir una de esas grandes obras teatrales que ellos llaman asambleas para ver cómo el espectáculo de la demoracia se miente a sí mismo como si dos espejos se enfentaran (la platea y la mesa en el esenario) creando así una verdad que se repite dentro de si misma: “Somos asamblarios, somos los verdaderos demócratas de base” desde las puertas de esos grandes teatros se siente el fétido olor a comida rancia y cuando te sientas para preparar una propuesta ya está la mesa servida y las propuestas se votan mucho más, ya esta todo cocinado de una forma politicamente correcta, que viva la democracia directa y el mito de las grandes asambleas participativas.

El discurso de la desobediencia era justo el componente rebelde que necesitaban para terminar de canalizar el descontento popular y poder acercarlo a otras situaciones de rebeldía a nivel histórico. Ganando así simpatía a nivel local e internacional, dejando de lado que la supuesta Desobediencia no es más que una estrategia que jamás pretende cuestionar las manos de los amos que sujetan las cadenas.
La desobediencia hoy planteada, no es más que un gran espectáculo que se rige con las normas de otro espectáculo más grande y brutal: el espectáculo de la democracia.
Toda la acción callejera hoy, está respaldada en un sentimiento de inocencia jurisdiccional y de legalidad negada.


El escudo de la democracia

Vote quien vote gane quien gane, la verdadera triunfadora en este conflicto son las instituciones y la Democracia en general.
No sólo porque no es objeto de cuestionamiento ni ataque, sino porque es el leit motiv de las fuerzas independentistas y del PP como vocero de la unidad española.
Las dos fuerzas utilizan a la democracia como escudo, y ridículamente, las dos fuerzas han exprimido en estos días la lógica de este sistema para llevar a buen puerto a sus estrategias (la estrategia para permitir el referéndum en el Parlament y la aplicación de forma encubierta del 155 por parte del PP). Pero este “manoseo” de la democracia no es más que la lógica más pura de este sistema, por eso es el sistema más rentable para las élites de España, de Cataluña y del mundo, porque todo se hace dentro de una aparente lógica neutral, cuando la realidad más pura es que todo se hace por intereses político-económicos específicos de cada partido; y las leyes, sino se pueden saltar, se “interpretan”. Lxs doctorxs en interpretar la ley son lxs juristas, gracias a estos y a quienes comparten estas inquietudes morbosas se puede justificar todo en la democracia: desde los registros a partidos políticos de la competencia, hasta la militarización de las calles.

Dicha militarización es marca registrada de la Generalitat Catalana, el control inteligente en Barcelona casi que no tiene comparación con otra ciudad del Estado español y de Europa.
Las calles son nuestras, física y políticamente cuando cuestionamos este control.
La normalidad en Barcelona es de extrema militarización cotidiana, no solo por todos los cuerpos de policía existentes - policías locales, Guardia Urbana , Mossos d'Esquadra, y estos días, la Guardia Civil y la Policía Nacional - sino también por el ciudadano respetable que asimiló el discurso del civismo.
Las calles barcelonesas y catalanas no se militarizaron el 20 S, el estado policial esta aquí hace tiempo, las furgonetas policiales no están solo en el puerto estos días, están estacionados en las fiestas mayores sin nadie dentro, en las esquinas de tu barrio y en la puerta de la fábrica cuando hay huelgas.

Vivimos en un estado policial y militar hace años! Y lxs que luchamos contra estos y los intereses que defienden, nunca paramos de ver como pisoteaban y vulneraban los derechos de los que hablan los políticos hoy.
Los pagapensiones y los marginados de la Barcelona iluminada y monitoreada 24hs conocemos tratos mucho peores de las policías locales y de las instituciones Catalanas y españolas.
Los respetuosos registros de estos días a los políticos que justificaban y justifican estas actuaciones en el estado de derecho, hoy juegan el papel de Víctima con un carácter popular de pseudolucha, de ahí las declaraciones de Mas por la radio diciendo: “si tocan a unos, tocan a todos”; o las declaraciones del vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras: “solo el pueblo puede salvar al pueblo”. La intervención policial en el proceso de referéndum simbólico que estamos viviendo, no solo puso a los políticos y las instituciones catalanas en la posición de “represaliadx”, sino que unificó a los votantes indecisos y a los no votantes también, como si vulnerar las instituciones catalanas sea un símil de vulnerar la libertad del pueblo que vive en Cataluña.



El proceso por la independencia y la creación de un estado catalán, ha tenido que verse reforzado por otras ideas y conceptos que no hayan estado tan cuestionados históricamente como la democracia.
La llamada “Autodeterminación de los pueblos” termina de sellar la veracidad del proceso independentista.
Quien puede estar en contra de la libertad , igualdad, fraternidad y de la autodeterminación de los pueblos? Esta es otra pregunta perversa, digna de un político.



La neutralidad

La neutralidad no pasa por votar o no votar, por estar en la calle con las masas o quedarse en el sofá de casa. Ése es el discurso de la democracia, ésa es su lógica que minimiza la vida a las reglas que pone sobre su juego.
La neutralidad en este mundo es un concepto que no existe.
Entonces frente a la inquietud de con quien se posicionarán los anarquistas frente a el avance fascista españolista? La respuesta es simple: la pregunta en si, o está mal formulada o es una trampa.
Iremos a por los que siempre hemos ido: a por los fascistas españoles y a por lo fascistas catalanes, y a por los de cualquier parte del mundo. El fascismo no está fuera de Cataluña esperando la orden para entrar. El fascismo es parte del estado actual y del que se proponen fundar los independentistas, con forma de república o no. El fascismo está en las relaciones humanas y se combate desde ahí hacia afuera.

Si existe una lengua oprimida hay que defenderla, a esta y a las demás lenguas que conviven en un territorio; si existe una cultura oprimida estaremos de su lado, pero de forma crítica y constructiva, observando los valores de las estandarizaciones de los lenguajes, viviendo las culturas y puliendo los valores autoritarios que tienen las mismas, sin tras*formar el respeto a una cultura, en obediencia a sus tradiciones, sea la lengua y la cultura catalana o cualquier otra de la cual decidamos formar parte.



Sobre las alianzas en este conflicto

Considero a las alianzas con los partidos políticos o movimientos que luchan por la democracia como errores, que más que contradicciones internas serian horrores históricos.
Al no estar en una situación extrema como es la guerra o la revolución, es menso pensar en esto. Hay que ser muy iluso para comparar esta situación a la del 36, o a cualquier situación en la que desobedecer significa un tiro en la frente o algo peor. Y aunque estuviéramos en esa situación, es un tema tan serio y complejo que no se puede evaluar a la ligera.
Lo que es evidente es que si hay espíritu de combate y dignidad en todo este conflicto y se logra desbordar la visión de un estado y la democracia vs la visión de un futuro estado y su futura democracia, entonces estaremos codo con codo, como hemos estado en la huelgas y en la calles de día y de noche apuntando hacia los objetivos que reproducen la dominación.
Si se logra romper el esquema de “policía bueno y policía malo”, de “si o no”, estaremos solidarizándonos con los actos de dignad que haya.
Mientras tanto apuntaremos a donde siempre apuntamos.



Y ahora que?

El problema planteado hoy sería ¿como los anarquistas no se tras*formarían en un grupo de choque del nacionalismo catalán?
¿Veremos a los anarquistas peleándose con la policía nacional mientras estos irrumpen en locales para llevarse las urnas?
Estaremos con el pueblo en la calle insultando a los nacionales o la guardia civil mientras los Mossos d'Esquadra los protegen invisibilizándolos como fuerza represora?
Si los mossos cambian la actitud “neutral” que mantienen ahora y pasan a una actitud más represiva, generando respuesta popular en cuanto a los mossos, pero se mantiene el discurso nacionalista demócrata capitalista... ¿Es valida la lucha nacionalista en ese momento?
Seremos los anarquistas los primeros en enfrenarnos a los grupos de fascistas españolistas que tienen pensado manifestarse en Barcelona?
Si hay una huelga general, ¿Como sera una huelga general nacionalista? ¿las instituciones catalanas y los bancos locales serán protegidos por el pueblo?

Si no estamos abiertos a interpretar la realidad, está nos lleva hacia el nacionalismo o hacia otro error histórico. Cada cual evaluará si el anarquismo en este conflicto es la quinta pata de la mesa o si tienen un papel esencial como un discurso que puede ser asimilado por lxs que están en la calle cuestionando las bases de la represión y tras*formando su actos civiles en actos de dignidad.
Es de vital importancia entender que no siempre las masas en la calle son sinónimos de posibilidad de revuelta, insurrección o de acumulación de experiencia-fuerzas .
Dejarse arrastrar por la seducción de las masas en la calle es un error emocional, desestimar todo este proceso también considero que lo es.
Haga lo que se haga lo más importante son las razones por las cuales se está en la calle o no. Solo un análisis profundo de la situación no nos pondrá del lado del enemigo.


Apuntando hacia el fin de toda dominación y de lxs que nos desean dominadxs.

Salud anárquica y nihilismo revolucionario
 
No pienso leer algo de alguien que se cree ajeno al fascismo y escribe muchxs en lugar de muchos

feminista radicalsmo no, gracias
 
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