Pues opino que está bien que los británicos tengan a cuatro gatos ayudando a los ucranianos a usar material, pasando inteligencia, etc. Pero un buen cacho de su ejército debería estar patrullando las calles de Leeds armados con subfusiles para asegurarse de que se cumple el toque de queda y si por mi fuera, la subsiguiente deportación masiva
Según leo, el jaleo se originó por la retira de la custodia de cinco churumbeles a una modélica familia etniana. La endeble excusa esgrimida por los malditos lechosos racistas es que su bebé de ocho meses se las arregló para saltar por una ventana, aterrizando en el suelo y fracturándose el cráneo.